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Asimov escribió: ↑24 Ene 2025 01:00
Efectivamente, subvencionar algo con el dinero de todos implica que lo financien incluso quienes no se benefician directamente de él. Empiezas a pillar lo que quiero decir.
¿Por qué hacer eso? Porque, como bien ha dicho Nowo, vivimos en una sociedad interdependiente, donde los recursos colectivos deben utilizarse para garantizar el bienestar de TODOS. Que un rico, alguien que siempre usa su propio coche, o un tipo que no sale nunca de su casa también participen en esa subvención, supone una contribución al bienestar general... del cual todos ellos también se benefician de manera indirecta. Por ejemplo, si con esa subvención conseguimos fomentar el uso del transporte público resulta que se reduce la congestión del tráfico, la contaminación y los tiempos de desplazamiento, lo cual mejora la calidad de vida de toda la comunidad (y no sólo de quienes usan el transporte público).
Por si fuera poco, esas subvenciones, al estar financiadas con impuestos que suelen ser progresivos, tienen como efecto colateral una redistribución de recursos hacia servicios que benefician mayoritariamente a los sectores de la población más vulnerables, lo que ayuda a reducir desigualdades sociales y económicas (que un parado pueda acceder al metro y al autobús subvencionados le permite acceder a empleo, por ejemplo).
Más aún: subvencionar servicios públicos no deja de ser una expresión de solidaridad que refuerza la idea de que los miembros de una sociedad deben ayudarse mutuamente, lo que a su vez fomenta lazos comunitarios y crea una convivencia más armoniosa para todos.
Y todo esto que digo es aplicable a cualquier servicio público, evidentemente. Por ejemplo, ¿por qué el dinero de alguien que no tiene hijos debe servir también para subvencionar la educación pública? Pues porque una población más educada beneficia a toda la sociedad, por cuanto esa nueva generación es la que sostendrá todo el sistema económico y social del futuro. ¿Por qué los impuestos cobrados a un tipo que sólo hace uso de la sanidad privada deben utilizarse para pagar la sanidad pública? Pues porque ésta reduce la propagación de enfermedades, lo que protege incluso a quienes no usan directamente la sanidad pública.
Por el contrario, si los servicios públicos se financiaran exclusivamente con las tarifas de los usuarios es probable que se volviesen prohibitivamente caros, al menos para los más pobres, que quedarían excluidos de los mismos y se generaría una mayor desigualdad. Y eso, que a priori puede no importarte demasiado, tiene consecuencias muy chungas a todos los niveles, con efectos que no nos viene bien a nadie, ni siquiera a quienes creéis que sí porque pagáis menos impuestos.
Y no quiero dejar de señalar lo paradójico que resulta que precisamente aquellos a quienes se os llena la boca a la hora de reivindicar las raíces y la esencia de los valores europeos se os "olvide" que los servicios públicos subvencionados, la progresividad fiscal, la redistribución de la riqueza y el concepto de Estado del Bienestar en general es un invento europeo que ha creado las sociedades más prósperas y desarrolladas que ha conocido jamás la humanidad. Algunos os declaráis europeos con orgullo, pero en realidad renegáis de todo lo que ha hecho a Europa ser lo que es.
Es verdad, vivimos en una sociedad interdependiente, y es indiscutible que hay ciertos servicios que tienen externalidades positivas que benefician a todos, incluso a quienes no los usan directamente. Pero aquí está la clave: que algo sea bueno en teoría no significa que se gestione bien en la práctica, y ese es precisamente el problema del modelo que defiendes.
Subvencionar algo como el transporte público no está mal en sí mismo. Lo que está mal es que lo hagamos a costa de un sistema fiscal que asfixia a la clase media y a los sectores productivos, mientras ese dinero se malgasta en corrupción, chiringuitos, duplicidades administrativas y burocracia inútil. Hablas de solidaridad, pero ¿cuánta solidaridad hay cuando el dinero no llega a donde hace falta, como los afectados por el volcán de La Palma o la gota fría en Valencia? A eso me refiero: no estoy en contra del concepto de subvencionar, sino del desastre de gestión que conlleva.
Luego está tu argumento de que las subvenciones ayudan a los más vulnerables. Y sí, puede ser cierto en algunos casos, pero ¿por qué siempre asumes que el dinero se redistribuye de forma eficiente? Mira la realidad de España: el sistema está diseñado para mantener a las personas en la dependencia, no para que prosperen. ¿De qué sirve subvencionar un autobús a un parado si al mismo tiempo lo ahogas con impuestos indirectos, regulaciones laborales absurdas y políticas que hacen casi imposible crear empleo estable?
Por cierto, lo de "reducir desigualdades" suena bien, pero ¿qué desigualdades estás reduciendo realmente? Porque en España, con un sistema fiscal supuestamente progresivo, lo que ocurre es que la clase media paga el grueso de los impuestos mientras las élites evaden legalmente y las grandes fortunas están a buen recaudo en República Dominicana, por ejemplo (los sociatas lo saben bien). Tus queridos impuestos progresivos terminan siendo un arma contra los que menos margen tienen para defenderse.
Y me encanta cómo sacas la carta de "Europa, cuna del Estado del Bienestar". Sí, Europa lo diseñó, pero con economías menos endeudadas, sistemas más simples y contextos muy diferentes al actual. Hoy día, el Estado del Bienestar europeo se tambalea porque ha sido devorado por una burocracia parasitaria y un modelo económico insostenible. Países como Suecia, que tanto idolatraba la izquierda, ya está revisando sus políticas porque han visto que el gasto sin control no funciona a largo plazo.
Ahora, lo más curioso de tu discurso es que partes de una suposición absurda: que sin este modelo de redistribución estaríamos en un mundo donde todo es desigualdad y caos. Pero nunca hablas de la alternativa: la eficiencia. Es perfectamente posible tener buenos servicios públicos sin esquilmar a la gente a impuestos y sin un modelo fiscal que penaliza la productividad. No se trata de quitarlo todo, sino de gestionarlo mejor, y aquí es donde siempre se cae vuestro argumentario: asumís que más impuestos y más Estado automáticamente significan más bienestar. Y eso es una falacia.
Por último, lo de que "los servicios públicos son la esencia de los valores europeos" es un bonito eslogan, pero no se sostiene si lo miramos con seriedad. Lo que hizo grande a Europa no fue solo su Estado del Bienestar, sino su productividad, su innovación y su capacidad para generar riqueza. Sin eso, no habría nada que redistribuir. El problema es que ahora la redistribución es el fin, y la creación de riqueza parece secundaria. Esa mentalidad está destruyendo precisamente lo que hizo a Europa próspera. Es esa mentalidad socialista —ideología también europea— que hay que erradicar de la gente.
Así que, antes de dar lecciones de solidaridad y progreso, pregúntate cuánto de lo que pagas en impuestos termina realmente en mejorar la "red" de la que hablas. Porque hasta que no resuelvas eso, todo lo demás no es más que humo moralista para justificar un sistema ineficiente y corrupto.