Ver citas anteriores
DistinguidoBourdieu escribió:De la misma forma que las violaciones no son producto de la abstinencia sexual del violador sino del deseo de ejercer un poder degradante sobre la víctima, el robo no es el resultado de la escasez de bienes del ladrón sino de una actitud ante el mundo y ante la propiedad. San Agustín, en sus admirables "Confesiones", reconocía que en su juventud había llevado a cabo robos en el huerto de su vecino, que tenía árboles frutales más escasos y menos sabrosos que los del suyo, por el mero placer de robar. Ahí reside la falsedad de la creencia de que políticos bien remunerados o de familias adineradas no van a sentir la tentación de robar.
Dicho esto, y sin ánimo de exculpar a Cifuentes de sus pecados -doctores tiene la Santa Madre Iglesia- el Gran Hermano en que vivimos gracias a las cámaras de seguridad, a las comunicaciones electrónicas y al almacenamiento infinito de datos empieza a dar miedo. No es que eche de menos los tiempos en los que François Mitterrand podía ejercer de colaboracionista e inventarse un pasado en la Resistencia francesa, pero todos estos dossieres con vídeos y mensajes de Whatsapp con diez años de antigüedad, puestos en manos como las de la Vladimiro Montesinos de la política española asustan un poco.
Yo al último párrafo añadiría, que además del peligro de los datos, también se está creando un peligro creciente en cuanto a la clase política, si seguimos en esta causa general rebuscando en el paso de todos los políticos para encontrar trapos sucios al final conseguiremos que la ya cutre clase política española sea aún peor, porque todos los medianamente válidos que puedan tener rehusaran meterse en política no siendo salir escaldados, al final tendremos en la izquierda a inútiles idealistas naif que no sepan actuar con responsabilidad y en la derecha a auténticos extremistas generando conflictos sociales y limitando derechos fundamentales.
Porque seamos serios, yo nunca he robado en un supermercado, tampoco he hecho chuletas, pero sobre todo por el miedo a ser pillado, pero sí que he hecho otras cosas embarazosas que podían acabar con una hipotética carrera política mía, tanto yo como la mayoría de las personas que conozco, quien no haya nunca actuado de manera ilegal o inmoral que tire la primera piedra.