El mito de la teta materna.
Publicado: 02 Mar 2016 13:49
http://www.elmundo.es/opinion/2016/03/0 ... b45cf.html
El mito de la teta materna
CARMEN RIGALT
02/03/2016 03:00
¿Lactancia materna o leche de fórmula? La polémica está servida desde hace tiempo, pero las luces que arroja son tan sutiles que no permiten extraer conclusiones rotundas.
Eso depende de quién ponga el foco. Si lo pone la 'liga de la leche', una ONG de tintes paramilitares (defiende a ultranza la lactancia materna y proclama que los niños han nacido para ser amamantados), el resultado será opuesto al que sostuvo la industria farmaceútica y alimentaria cuando introdujo el Pelargón en España. Corrían los años 40.
La novedad fue pronto aceptada por las clases más instruidas, las mismas que hoy apoyan la lactancia materna. El Pelargón llegó de la mano de Nestlé y favoreció la crianza de dos grupos de españolitos: los huérfanos de teta y más tarde, aquellos cuyas madres apostaban por la modernidad.La leche de fórmula reinó entre las madres españolas que se formaron bajo el paraguas ideológico del 68, con la libertad sin ira y la conquista del mercado laboral.
La leche ya no era la leche, ni siquiera la pera. Gracias a las guarderías y a la fórmula milagrosa, muchas madres pudieron conciliar familia y trabajo. Así iniciaron el camino de la España finisecular. Pero el ciclo perdió fuerzas. Triunfó la ecología, la cultura de lo natural, el pilates, la vida sana. Llegaron mujeres nuevas, cada vez más voluntariosas y sacrificadas con la maternidad, un proyecto vital al que la mujer se entrega cada vez más tarde. Enfrascada en la tarea de buscar trabajo (y lo que es peor: encontrarlo) cuando quiere darse cuenta se le ha pasado el arroz. Las chicas del siglo XXI deberían congelar sus óvulos el mismo día que descubren los anticonceptivos, pero esa lección aún no está actualizada. De momento las que logran traer hijos viven la maternidad con un entusiasmo que sus antecesoras no alcanzamos a disfrutar por exceso de juventud. Ellas ahora tienen niños.
Nosotras teníamos mascotas.Recientemente he leído un artículo cuestionando algunos extremos que los organismos de la salud, los profesionales de la pediatría y las políticas públicas consideran sagrados. Los beneficios referidos al sistema inmunológico tienen importancia, pero en ningún caso son abrumadores. A corto plazo se citan la neumonía, algunos tipos de gastroenteritis y la otitis media.
A largo plazo se reduce el riesgo de la diabetes II y la obesidad (no es coña). Cada vez hay más investigaciones que abundan en la idea de que los beneficios de la lactancia materna no son tan espectaculares como se creía. En algunos estudios estadísticos se llega a decir incluso que tienden a cero. El dato no es para celebrarlo, pero bueno es saberlo. La forma más fiable de averiguar si sale mejor un niño criado a fórmula que otro criado a teta es comparando a dos hermanos.
Según este método de estudio, las diferencias a largo plazo al comparar a un hijo amamantado con otro que no lo ha sido, son apenas perceptibles y, en cualquier caso, no constituyen motivo para que una madre se culpe por no haberle dado la teta a su hijo.Que no se lancen a mi yugular, pero habría que responsabilizar a muchos profesionales de la salud de estos dislates. Yo he conocido a mujeres pediatras que son auténticas talibanas de la lactancia materna. Que vayan a catequesis.
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No es un tema baladí;
Hoy la maternidad se ha convertido en un tema primordial para muchas mujeres y dentro de su función esta dar la teta al nene, así vemos a politicas con el niño en brazos mientras otras madres llevan a sus bebés a la guardería con su mochilita y dentro un biberón con la leche materna extraída con aparatos especiales para ello.
Y como dice el articulo,obedeciendo a una ONG "paramilitar" muy activas,como tengas un niño y le digas a la matrona, que no quieres darle teta al nene; Te prepares!; te viene primero ha hablar una psicóloga materno infantil para explicarte poco menos que iras al infierno por no cederle tus ubres al hijo, después si no cedes, te llegara la pediatra, para lo mismo, ( algunas en voz baja,se atreve y te explican que hay leches de bote muy naturalizadas pero "chiiiiissssss".........)
después te pesan al niño, y analizan cada toma, después hablan con el padre,abuelas y familiares cercanos, siempre con el reproche por delante de madre insensata/irresponsable.
Así se crea un circulo que deja a la madre de egoísta, de casi estar fuera del la sociedad que ellas ordenan, una madre que no da su leche al hijo es poco menos que una madre desnaturalizada, de ahí ,de ese paso a hipotéticamente abandonarlo solo hay un paso, hasta ahí llegan.
Solo que empiezan despertar madres que sobretodo,independiente de darle o no darle teta al bebé, exigen libertad para poder elegir, ¡libertad! para elegir la forma de educar, de alimentar y de actuar con su hijo.Y la libertad no es baladí.
El mito de la teta materna
CARMEN RIGALT
02/03/2016 03:00
¿Lactancia materna o leche de fórmula? La polémica está servida desde hace tiempo, pero las luces que arroja son tan sutiles que no permiten extraer conclusiones rotundas.
Eso depende de quién ponga el foco. Si lo pone la 'liga de la leche', una ONG de tintes paramilitares (defiende a ultranza la lactancia materna y proclama que los niños han nacido para ser amamantados), el resultado será opuesto al que sostuvo la industria farmaceútica y alimentaria cuando introdujo el Pelargón en España. Corrían los años 40.
La novedad fue pronto aceptada por las clases más instruidas, las mismas que hoy apoyan la lactancia materna. El Pelargón llegó de la mano de Nestlé y favoreció la crianza de dos grupos de españolitos: los huérfanos de teta y más tarde, aquellos cuyas madres apostaban por la modernidad.La leche de fórmula reinó entre las madres españolas que se formaron bajo el paraguas ideológico del 68, con la libertad sin ira y la conquista del mercado laboral.
La leche ya no era la leche, ni siquiera la pera. Gracias a las guarderías y a la fórmula milagrosa, muchas madres pudieron conciliar familia y trabajo. Así iniciaron el camino de la España finisecular. Pero el ciclo perdió fuerzas. Triunfó la ecología, la cultura de lo natural, el pilates, la vida sana. Llegaron mujeres nuevas, cada vez más voluntariosas y sacrificadas con la maternidad, un proyecto vital al que la mujer se entrega cada vez más tarde. Enfrascada en la tarea de buscar trabajo (y lo que es peor: encontrarlo) cuando quiere darse cuenta se le ha pasado el arroz. Las chicas del siglo XXI deberían congelar sus óvulos el mismo día que descubren los anticonceptivos, pero esa lección aún no está actualizada. De momento las que logran traer hijos viven la maternidad con un entusiasmo que sus antecesoras no alcanzamos a disfrutar por exceso de juventud. Ellas ahora tienen niños.
Nosotras teníamos mascotas.Recientemente he leído un artículo cuestionando algunos extremos que los organismos de la salud, los profesionales de la pediatría y las políticas públicas consideran sagrados. Los beneficios referidos al sistema inmunológico tienen importancia, pero en ningún caso son abrumadores. A corto plazo se citan la neumonía, algunos tipos de gastroenteritis y la otitis media.
A largo plazo se reduce el riesgo de la diabetes II y la obesidad (no es coña). Cada vez hay más investigaciones que abundan en la idea de que los beneficios de la lactancia materna no son tan espectaculares como se creía. En algunos estudios estadísticos se llega a decir incluso que tienden a cero. El dato no es para celebrarlo, pero bueno es saberlo. La forma más fiable de averiguar si sale mejor un niño criado a fórmula que otro criado a teta es comparando a dos hermanos.
Según este método de estudio, las diferencias a largo plazo al comparar a un hijo amamantado con otro que no lo ha sido, son apenas perceptibles y, en cualquier caso, no constituyen motivo para que una madre se culpe por no haberle dado la teta a su hijo.Que no se lancen a mi yugular, pero habría que responsabilizar a muchos profesionales de la salud de estos dislates. Yo he conocido a mujeres pediatras que son auténticas talibanas de la lactancia materna. Que vayan a catequesis.
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No es un tema baladí;
Hoy la maternidad se ha convertido en un tema primordial para muchas mujeres y dentro de su función esta dar la teta al nene, así vemos a politicas con el niño en brazos mientras otras madres llevan a sus bebés a la guardería con su mochilita y dentro un biberón con la leche materna extraída con aparatos especiales para ello.
Y como dice el articulo,obedeciendo a una ONG "paramilitar" muy activas,como tengas un niño y le digas a la matrona, que no quieres darle teta al nene; Te prepares!; te viene primero ha hablar una psicóloga materno infantil para explicarte poco menos que iras al infierno por no cederle tus ubres al hijo, después si no cedes, te llegara la pediatra, para lo mismo, ( algunas en voz baja,se atreve y te explican que hay leches de bote muy naturalizadas pero "chiiiiissssss".........)
después te pesan al niño, y analizan cada toma, después hablan con el padre,abuelas y familiares cercanos, siempre con el reproche por delante de madre insensata/irresponsable.
Así se crea un circulo que deja a la madre de egoísta, de casi estar fuera del la sociedad que ellas ordenan, una madre que no da su leche al hijo es poco menos que una madre desnaturalizada, de ahí ,de ese paso a hipotéticamente abandonarlo solo hay un paso, hasta ahí llegan.
Solo que empiezan despertar madres que sobretodo,independiente de darle o no darle teta al bebé, exigen libertad para poder elegir, ¡libertad! para elegir la forma de educar, de alimentar y de actuar con su hijo.Y la libertad no es baladí.