El sistema electoral seguirá primando al bipartidismo
Publicado: 19 Dic 2015 14:06
El sistema electoral seguirá primando al bipartidismo
El método de reparto D'Hondt no es el culpable de la inequidad, sino la circunscripción electoral provincial
El sistema electoral en España otorga sistemáticamente una ventaja de escaños a los dos partidos políticos que obtienen más votos. Es así. PP y PSOE se han visto beneficiados históricamente —y según el último sondeo de Metroscopia lo seguirán haciendo— de una prima de escaños que es, de media, el 13% y el 12% del total de diputados obtenidos por cada uno. Es decir, en todas las elecciones generales y probablemente también el próximo 20D, populares y socialistas consiguen, en promedio, 18 escaños más de los que realmente les corresponderían si el reparto fuera estrictamente proporcional. Al mismo tiempo, IU se ha visto siempre muy penalizada por su condición de tercera o cuarta fuerza en número de votos: solo ha conseguido, de media, el 37% de los diputados que le pertenecerían, es decir, un hándicap de 15 diputados.
¿Por qué ocurre esto? No es el método D’Hondt, como a menudo suele pensarse, el culpable de semejante inequidad sino, más bien, su aplicación de acuerdo al artículo 68 de la Constitución, que dice:
“La circunscripción electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y Mellila están representadas cada una de ellas por un Diputado. La ley distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en proporción a la población”
Matemáticamente, el método D’Hondt es de los mejores sistemas de reparto porque fija la cantidad mínima de votos necesarios para distribuir exactamente todos los escaños. En otras palabras, es como la ley de la oferta (número de escaños a repartir) y la demanda (número de votos obtenidos) que establece el precio justo al que se debe “comprar” cada escaño. El problema surge cuando es la provincia la que posee el rango de circunscripción electoral, pues en la práctica la regla D’Hondt es más proporcional cuanto mayor es el número de escaños a repartir. Si la distribución de los 350 diputados que componen el Congreso se repartieran en una circunscripción única, la eficiencia de D’Hondt sería mucho mayor que si se disgregan en 50 circunscripciones y dos ciudades autónomas. Por eso, en aras de mayor proporcionalidad, es preferible aplicar el método una sola vez sobre el total en lugar de 52 veces sobre cantidades dispares, como es el caso actual de España.
¿En qué se traduce esto? La diferencia entre el número de diputados que hoy por hoy obtienen de más los partidos por ser la provincia la circunscripción electoral y los que obtendrían con una sola circunscripción nacional da lugar a lo que se conoce como la prima de escaños. Un ejemplo: la provincia más pequeña, Soria, con 70 mil habitantes reparte dos diputados, y la más grande, Madrid, con 4.6 millones distribuye 36. Así, mientras el precio del escaño en Soria está alrededor de los 35 mil votos, en Madrid está en torno a los 129 mil (casi cuatro veces más).
http://politica.elpais.com/politica/201 ... 25120.html
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A ver si los nuevos partidos son capaces de paliar este problema que atenta contra la igualdad de los ciudadanos.
El método de reparto D'Hondt no es el culpable de la inequidad, sino la circunscripción electoral provincial

¿Por qué ocurre esto? No es el método D’Hondt, como a menudo suele pensarse, el culpable de semejante inequidad sino, más bien, su aplicación de acuerdo al artículo 68 de la Constitución, que dice:
“La circunscripción electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y Mellila están representadas cada una de ellas por un Diputado. La ley distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en proporción a la población”
Matemáticamente, el método D’Hondt es de los mejores sistemas de reparto porque fija la cantidad mínima de votos necesarios para distribuir exactamente todos los escaños. En otras palabras, es como la ley de la oferta (número de escaños a repartir) y la demanda (número de votos obtenidos) que establece el precio justo al que se debe “comprar” cada escaño. El problema surge cuando es la provincia la que posee el rango de circunscripción electoral, pues en la práctica la regla D’Hondt es más proporcional cuanto mayor es el número de escaños a repartir. Si la distribución de los 350 diputados que componen el Congreso se repartieran en una circunscripción única, la eficiencia de D’Hondt sería mucho mayor que si se disgregan en 50 circunscripciones y dos ciudades autónomas. Por eso, en aras de mayor proporcionalidad, es preferible aplicar el método una sola vez sobre el total en lugar de 52 veces sobre cantidades dispares, como es el caso actual de España.
¿En qué se traduce esto? La diferencia entre el número de diputados que hoy por hoy obtienen de más los partidos por ser la provincia la circunscripción electoral y los que obtendrían con una sola circunscripción nacional da lugar a lo que se conoce como la prima de escaños. Un ejemplo: la provincia más pequeña, Soria, con 70 mil habitantes reparte dos diputados, y la más grande, Madrid, con 4.6 millones distribuye 36. Así, mientras el precio del escaño en Soria está alrededor de los 35 mil votos, en Madrid está en torno a los 129 mil (casi cuatro veces más).
http://politica.elpais.com/politica/201 ... 25120.html
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A ver si los nuevos partidos son capaces de paliar este problema que atenta contra la igualdad de los ciudadanos.