... Y como saben o calculan su edad? o se las trae floja? ...
Hombre, lo que no saben se lo inventan. Como los 969 años de Matusalen o los 850 de Noe.
Por cierto, cualquiera que haya leido la Biblia y haya hecho unos cuantos números se habrá dado cuenta de algunas cosas muy curiosas. Por si acaso no me salían las sumas, me he buscado alguien que ya lo tuviese calculado.
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La Bíblia está llena de cosas que no nos han contado. Por ejemplo, Noé era un hijo de puta. Vale, ahora tengo a media congregación escandalizada. No lo digo yo, lo dice La Biblia. Matusalén tuvo a su hijo Lamec con 187 años y Lamec engendró a Noé a los 182 años, demostrando que precoces no eran y se tomaban su tiempo para sentar la cabeza. Y echando cuentas, el diluvio universal ocurrió con un Noé de 600 años. Sumemos: 187 + 182 + 600 y nos dan… 969 años. La edad con la que murió Matusalén. Y es ahí donde voy: hay que ser muy hijo de puta para hacer un arca, meter una pareja de cada bicho viviente, incluidas las moscas, y dejar a tu abuelo que se muera ahogado.
Se creía que Sogen Kato (?? ?? Kat? S?gen?, 22 de julio de 1899 – ca. noviembre de 1978) era el hombre más anciano de Tokio hasta julio de 2010, cuando su cadáver momificado fue hallado en su habitación. Se llegó a la conclusión de que probablemente murió en noviembre de 1978, a los 79 años, y su familia nunca anunció su muerte en un intento de preservar su aparente récord. Los familiares rechazaron varios intentos de policías municipales del lugar para verlo para el Día del Respeto a los Ancianos hasta ese mismo año, alegando varias razones: desde decir que estaba en un estado vegetal hasta decir que se convirtió en un Sokushinbutsu. La causa de muerte no ha sido determinada debido al estado del cuerpo de Kato.
El descubrimiento del fraude de Kato llevó a una búsqueda de otros centenarios "desaparecidos" debido a la poca preservación de los documentos. Un estudio tras el descubrimiento de los restos de Kato encontró que la policía no sabía si 234.354 personas de más de cien años seguían todavía vivas. La poca preservación de los registros fue en la mayoría de los casos la principal causa, admitieron los oficiales. Uno de los familiares de Kato fue declarado culpable de fraude; había reclamado 9.500.000 yenes (73.089,19 euros) de pensión destinada a Kato.