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SABELA escribió: ↑02 Nov 2024 20:20
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Asimov escribió: ↑02 Nov 2024 20:13
De todos modos, más allá de lo hijos de puta e inútiles que son los hunos y los otros, y de lo tontos que son los fans de los hunos y de los otros...
Parece bastante claro que el hecho de que andemos discutiendo sobre si la comunidad autónoma debe pedir ayudar para que se haga algo, o si el gobierno debía haberse movido ante la incompetencia del gobierno autonómico, demuestra que el sistema autonómico ha resultado ser un problema más que una solución. Al igual que sucedió durante la pandemia.
Creo que en gran medida es eso, que al sistema este autonómico se le están saltando las costuras, en especial cuando Gobierno Central y autonomía implicada no tienen el mismo color político y más en especial si son abiertamente rivales como PP y PSOE.
Yo creo que ocurre constantemente, por ejemplo en Vivienda, pero ahora al ser tan dramático ha quedado muy patente.
No nos engañemos, el sistema autonómico se creó para diluir los nacionalismos y acabar con el independentismo. Y más de 40 años después, ni los nacionalismos se han diluido ni el independentismo se ha acabado. El sistema autonómico no ha resultado eficaz en ese sentido.
Por el contrario, lo que sí ha conseguido es duplicar competencias, y que ni el gobierno central ni el autonómico se responsabilicen de nada mientras ambos se culpan el uno al otro por las competencias. Es el fenómeno que estamos viendo ahora, y como bien dices está quedando patente por lo dramático de la situación.
Si te fijas, el único ministro que está actuando como debe es Oscar Puente. ¿Por qué? No porque sea buen gestor (todos sabemos que es un inútil, además de un macarra maleducado), sino porque sus competencias no están transferidas lo más mínimo a las autonomías. No tiene a quién echarle la culpa ni existe un consejero autonómico que pueda hacer lo que debe hacer él. Así que no tiene más remedio que ponerse a trabajar sí o sí.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.