Ver citas anteriores
Él viene a hablar de su libro
albert soler 03/27/2020 | 12:19
¿Hay algo más indecente que alguien que se aproveche de la situación actual para hacer propaganda de su libro? Sólo una cosa: que ese alguien sea presidente de la Generalitat. El gran problema de Cataluña es que durante años hemos estado acostumbrados a que nombrasen para ocupar altos cargos a cualquiera, era sólo un premio o la devolución de un favor, no era necesario que quien ocupara puestos de responsabilidad fuera ni inteligente ni responsable ni estuviera capacitado, porque su único trabajo era cobrar a fin de mes. Eran unas vacaciones pagadas y muy bien pagadas, el país ya funcionaba por su cuenta. De esta manera quizás un día incluso nosotros o un familiar nuestro sería
conseller, quien sabe si presidente. Pero en estas, ha llegado el día que se requerían políticos de talla para hacer frente a un problema serio, hemos mirado lo que teníamos, y nos hemos encontrado consejeros como
Budó,
Vergés o
Buch -que más que a quedarse confinados, a lo que invita su sola visión es a echarse a correr y no parar hasta Tahití-, y por encima de ellos, Presidentorra. El que, por si no fuera suficiente el pánico que los catalanes sufren al darse cuenta -a buenas horas- de que quizás ni consejerías ni presidencia deberían ser un regalo para los amigos, se dedica a decirnos que, ya que no podemos salir de casa, aprovechamos para leer "El cuaderno suizo", obra que pergeñó él mismo. Para animarnos a leerlo, nos remarca que es gratis, lo que a mí más bien me retrae, porque sólo estaría dispuesto a leer tal cosa si me pagaran. Gratis, ni borracho.
¿Se imaginan a Churchill, en pleno blitz, recomendando a los ingleses que aprovecharan las horas que pasaban en los refugios para leer "Mi viaje por África", que había escrito él años antes? Presidentorra sí, sí que se lo imagina, y ahí está, recomendando en plena pandemia "El cuaderno suizo", su dietario en Suiza. Si Churchill prometía a sus compatriotas sangre, sudor y lágrimas, Presidentorra haciéndose publicidad, resume las tres promesas en una sola: a los catalanes les viene sudor frío, lloran de impotencia y se quieren cortar las venas de vergüenza al comprobar a quién les han colocado de Presidente.
El libro trata de la vida gris que lleva un gris empleado de una gris compañía de seguros en la gris Suiza, narrada por el propio protagonista, un gris escritor a quien el azar convertirá en gris presidente de la Generalitat. Con tanta mediocridad, es natural que Presidentorra aproveche las desgracias de sus ciudadanos para intentar que lo lean, y si no fuera que alguien le dijo -ante su incredulidad- que el título de "El cuaderno gris" ya estaba cogido, así lo habría titulado. Explica cosas tan apasionantes como que en Suiza hay vacas de 700 kilos, que no hay nada más cosmopolita que un
esbart dansaire (agrupación de bailes tradicionales) y -cuando sus hijos lo pasan mal estudiando inglés- que «estoy contento de que todo el mundo sufra un poco, en esta familia », sadismo que, satisfecho ya en la propia familia, hace hoy extensivo a todos los catalanes, a los que nos imaginará parientes suyos, al menos familia política. También asegura que nunca había hecho trabajo más inútil que la que lleva a cabo en Winterthur, pero lo dice porque aún no había ejercido de presidente.
Si en tiempos de confinamiento Pornhub ofrece gratis sus contenidos, lógico es que Presidentorra, el más obsceno, inmoral, indecente, impúdico y pornográfico al aprovechar estos momentos para hacer publicidad de su libro, lo ofrezca también gratis.