Ver citas anteriores
El Maestro Golpeador escribió:Ver citas anteriores
Nowomowa escribió:Me pregunto qué habrá hecho la pobre Ciencia para que la inviten a todos los saraos de intolerantes y discriminadores...
Mire, no, la ciencia no enseña nada sobre valores morales. No dice "esto es normal" ni "esto es insano" ni nada por el estilo.
En cuanto a la sexualidad, lo normal es que una población crezca y se reproduzca. Cómo lo haga o qué les pase a algunos individuos en el proceso es irrelevante. Pregúnteles a los piojos qué tal se les da copulando a cada tercera generación.
En ese sentido, es más sano que halla algunos humanos homosexuales que emprendan la crianza de hijos ajenos que el hecho de que aquí en España las mujeres esperen al final de su edad fértil para tener hijos, y eso si llegan a tenerlos, con lo cual la población disminuye en vez de aumentar.
Nadie está hablando de moral salvo usted.
Lo que dice la Ciencia es que el ser humano está dotado de un instinto sexual que le empuja a aparearse macho con hembra, para la reproducción de la especie.
Sí un ejemplar , por un fallo de la naturaleza , se siente atraído por alguien de su mismo sexo estamos hablando de un desorden, un trastorno que afecta a algo tan importante como es la reproducción .
En el plano moral ese del que usted habla yo lo veo como una simple excentricidad sexual, lo mismo que el sadomasoquismo,o el bestialismo. Obviamente , una excentricidad sexual no puede generar derechos . Matrimonio no es que un tipo le empuje la mierda a otro. ¿ que tiene que ver eso con el matrimonio ?
Enviado desde mi iPad utilizando Tapatalk
El ser humano hace con el sexo muchísimo más que reproducirse. De hecho, reporducirse es de lejos lo que MENOS se hace con el sexo. Es casi una actividad marginal, una nota a pie de página ya que el ser humano es un animal social y ha construiido infinidad de cosas sobre el sexo.
El sexo determinó durante buena parte de la historia quién mandaba y quién no; determinaba quién era la persona en la sociedad, para bien y para mal; el sexo determinaba si una persona era buena en su religión o era mala; y de toda la vida decirle a los demás qué han de hacer o no con el sexo es parte fundamental de toda autoridad.
Y es en ese plano social, que no tiene nada que ver con la reproducción, donde a alguna gente se le ha dicho lo que puede y no puede hacer en base a cómo experimentan el sexo y esa cosa aledaña que llamamos amor.
El matrimonio es una institución social y los únicos requisitos son que ambas partes sean legalmente capaces y consientan. Por la manía esa de decirle a la gente lo que puede o no puede hacer, el matrimonio excluía a la gente homosexual, pero en los países más sensatos se ha venido corrigiendo esa crueldad innecesaria al reconocer que lo que dos adultos hagan consintiendo entre ellos no es asunto de la sociedad.
Por cierto: para algunas personas, en especial mujeres, la estimulación anal es más placentera que las otras formas de estimulación. La cosa tiene motivos físicos que accidentalmente son una patada en los huevos a la idea de que a) el sexo es sólo para reproducirse y b) el cuerpo humano es una máquina exquisitamente diseñada con amor y atención al detalle. Como dice un chiste, sólo un ingeniero pondría una zona recreativa al lado de un vertedero... y haría pasar los transportes por la misma carretera.
