Es interesante, aparte del hecho de que se produzca el conflicto, que éste deriva de que las mujeres de la organización hayan emprendido acciones que no están bajo el control y la tutela de los responsables de la mezquita, en especial, según el artículo, actividades multiculturales donde se bailaba y algunas mujeres iban vestidas ligeras de ropa.Ver citas anterioresLa Vanguardia escribió:La mezquita de Vilafranca del Penedès vive un conflicto abierto entre un grupo de mujeres musulmanas y dos de los responsables del centro, a los que acusan de obstaculizar e impedir que desarrollen actividades culturales y educativas.
El grupo de mujeres que ha decidido rebelarse hace 13 años que organiza actividades educativas, y hace 6 que ha ampliado su oferta con talleres de árabe, catalán, castellano y catalán. Desde 2013, se constituyó como entidad propia dentro de la comunidad El Fath para organizar también actividades fuera de la mezquita, hecho que originó el conflicto actual.
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Por supuesto, la única actitud correcta para nuestros valores es defender a estas mujeres, ya que no están haciendo nada malo según nosotros, mientras que los hombres que se les oponen sí lo están haciendo. Pero, ¿lo tendremos todos igual de claro? ¿Hasta dónde hay que llegar para garantizar la libertad de estas mujeres?