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¿Los “cachorros” de quién?
Pablo Ramos Hernández
El lunes se produjo en la Facultad de Derecho una actividad que organizó la Asociación AEUS sobre la realidad política de Venezuela. Este acto se puede dividir en dos partes: la acción realizada por CEA y el acto en sí.
En primer lugar abordaré lo que hizo CEA. Este Colectivo decidió entrar en el Salón al grito de “fuera golpistas de la Universidad” con el acto ya comenzado. Mucho han escrito sobre sus verdaderas intenciones y sus deseos de un debate sobre lo que estaba ocurriendo. A mí, que estaba presente, no me pareció que se deseara un debate ni la lectura de ningún manifiesto. Entraron, gritaron, callaron, volvieron a gritar y se fueron. Me parece que las formas no fueron las adecuadas, no es esta la manera en la que, a mi entender, se tienen que solucionar las cosas. Si no opinas como otro, no interrumpes un acto. Todos disentimos en mayor o menor medida, en mayor o menor número de cosas, pero la solución no es esa.
También tengo que decir que no me pareció, a pesar de lo que se ha dicho, que la intención fuera boicotear puesto que si ese era el deseo, el Salón de Grados tiene diferentes ventanas a través de las cuales y desde la calle podrían haber seguido interrumpiendo el acto, cosa que no hicieron. A pesar de todo, y considerando que estas no son las formas, yo siempre he sido partidario de la cita de la escritora Evelyn Beatrice Hall (no de Voltaire, por mucho que alguno se vanaglorie de citarlo sin saber) “No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Así pues, respeto y defiendo que sean consecuentes con lo que opinan sobre Venezuela, aunque no de esta forma.
En cualquier caso, me parece reprobable la persecución mediática a la que han sometido a ciertos estudiantes que participaron en esta acción de CEA por parte de diversos medios de comunicación, llegando a ser investigados en las redes sociales (esto hay que agradecérselo en primer lugar a AEUS que empezó haciéndolo), publicando sus nombres y llamándolos de todo, desde “cachorros” o “podemitas” hasta “golpistas” o “grupo de violentos”.
Ahora hablemos del acto. Este acto de AEUS fue una mentira detrás de otra. Se nos dijo que era un acto organizado por AEUS, pero el senador Gonzalo Robles dejó meridianamente claro que la organización partía del PP (al agradecer a AEUS que hubiera “canalizado” este acto del PP en la Universidad). Se nos dijo que era un acto universitario, pero solo había que estar un poco pendiente al evento para ver que en realidad era un acto electoral que formaba parte de la precampaña del Partido Popular (allí estaban en primera línea el alcalde de Salamanca, Fernández Mañueco, el ya mencionado senador, Robles Orozco, distintas personas de la corporación municipal (todas ellas del PP) y las candidatas al Congreso y Senado por el PP, María Jesús Moro y Esther del Brío; además de diferentes personalidades del Partido Popular y de Nuevas Generaciones). Se nos dijo que se hablaría de la realidad política de Venezuela, pero en realidad el ponente vino a avisarnos de los peligros del “populismo” (que ya se adelantó Robles a identificarnos con Podemos, IU y demás miembros de la actual coalición, por si a estas alturas de la película no supiéramos de a quién se están refiriendo). Tal fue el enorme contenido que yo mismo, que asistí al acto interesado por la temática, abandoné la sala.
A todo esto hay que añadir, una vez más, a los medios de comunicación. Todo lo que ha salido en la prensa sobre el acto ha sido intencionadamente electoral (y mayoritariamente a favor del PP y en contra de Unidos Podemos). No seré yo sospechoso de apoyar a Podemos (no, no les apoyo ni creo que lo haga en mi vida), pero así no se hacen las cosas. No se utiliza a una persona que está encarcelada para ganar votos. No se identifica a un grupo de estudiantes como gentes de Unidos Podemos para ascender en las encuestas. No se insinúa que en realidad lo hecho por CEA estaba orquestado por las manos negras de Iglesias y Garzón para convencer.
Una vez vistos los hechos quiero dejar claro que me parece reprobable, deplorable y repugnante que se utilice la Universidad de Salamanca para hacer campaña electoral y me lo parece aún más que lo haga una asociación de representación estudiantil. Luego esta misma asociación vendrá a decirnos que ellos no tienen ninguna vinculación con ningún partido político y que son “independientes”. Pues aquí hay uno que se sorprende de que desde la “independencia” se puedan “canalizar” actos que desea realizar un muy concreto partido político.
En esta Universidad todos nos conocemos y quizás algunos deberían dejar de atender tanto a la paja en el ojo ajeno y preocuparnos más por la viga en el propio. Quizás deberían preocuparse menos por condenas y más por representar. Quizás deberían ocuparse menos del titular y más del trabajo.
¿Quiénes son “los cachorros”? Os dejo que lo reflex