¿ Por qué no para de crecer el poder de la derecha en Europa ?, ¿ Ola Conservadora en la UE ?

[liberal de izquierda]

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¿Por qué no para de crecer el poder de la derecha en Europa?

Los gobiernos conservadores, en coaliciones más o menos amplias y con presencia o no de partidos de extrema derecha, cuentan con viento a favor en la Unión Europea (UE).

Las fuerzas políticas conservadoras europeas están haciéndose con el poder o afianzándose en él. Los hay que hablan de que, políticamente, una “ola conservadora” está cambiando el signo de los gobiernos de los países de la Unión Europea (UE).

Europa, sin embargo, no se ha hecho conservadora de la noche a la mañana. Realidades como son los deméritos de la izquierda en el poder, la recompensa al trabajo de los conservadores en el Gobierno o las alianzas con pujantes partidos de extrema derecha explican esta tendencia.




Petteri Orpo, primer ministro conservador de Finlandia. GETTY


Según plantea a NIUS Frank Furedi, director ejecutivo del Mathias Corvinus Collegium (MCC) de Bruselas, un think tank de inspiración conservadora, si el centro-derecha está en auge en Europa, esto ocurre mayormente por demérito de las fuerzas progresistas.

Deméritos de las fuerzas de izquierda, méritos propios y coaliciones de más o menos amplio espectro son la clave para explicar estos resultados.

“Además esos partidos de izquierda no han logrado renovar su apoyo electoral. Da igual que hablemos de Francia; o de España, por ejemplo, porque el PSOE ha terminado no siendo tan brillante.

En muchos lugares europeos estamos viendo signos de esta caída de la izquierda. En realidad, los conservadores se están aprovechando más de la crisis de la izquierda que realmente sacando ventaja de su propio dinamismo”, añade Furedi.

Izquierda débil en Alemania, el 'gran bastión' europeo con jefe de Gobierno progresista

En Alemania, donde viven la mitad de los 150 millones de europeos gobernados por Ejecutivos de centro-izquierda, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación del canciller Olaf Scholz, está de capa caída.

En los sondeos de intención de voto, el SPD prácticamente está al mismo nivel que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Si hoy hubiera elecciones generales en Alemania, las ganaría la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU).

Los democristianos alemanes rechazan aliarse con AfD para gobernar. “La CDU no quiere que haya un partido importante a su derecha”, señala Furedi. Ahora bien, los cristianodemócratas podrían aliarse con liberales y ecologistas.

También puede observarse esa caída de la izquierda en Grecia. Este país mediterráneo celebra nuevas elecciones legislativas este domingo, y la izquierda no está en su mejor momento.

De hecho, el principal partido de la izquierda, Syriza, se quedó con apenas un 20% de los votos de los comicios generales de mayo. Entonces el partido del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, la conservadora Nueva Democracia, conseguía la victoria con un buen 40% de los votos.

Ahora Mitsotakis y compañía esperan quedar por encima de ese 40% para hacerse así con una mayoría absoluta en el Parlamento heleno.

Algo habrá estado haciendo bien Mitsotakis para hacerse con ese domino parlamentario.

Finlandia ofrece otro ejemplo de caída de la izquierda. La socialdemócrata Sanna Marin ha dejado allí de ser primera ministra tras perder su formación en las últimas elecciones generales ante un voto de derechas que va a permitir a Petteri Orpo, líder del conservador Partido de la Coalición Nacional, gobernar junto a cristianodemócratas, Suecos de Finlandia y la formación de extrema derecha Partido de los Finlandeses.

Orpo también llega al poder después de una victoria electoral, en las elecciones generales del pasado mes de abril, y gracias a una coalición conservadora de amplio espectro que recuerda a la que tiene al frente en Suecia a Ulf Kirstersson o la Presidente del Consiglio, Giorgia Meloni.

En el caso sueco, sin embargo, la extrema derecha que representan los Demócratas de Suecia (SD) apoyan a Kirstersson sin formar parte del Ejecutivo.

Una nueva “síntesis política”: conservadores más extrema derecha

Partidos como el de Meloni, los Hermanos de Italia, los Demócratas de Suecia y el Partido de los Finlandeses, pese a llevar la etiqueta de “extrema derecha”, han dejado de estar proscritos. Se les vota en masa y, de hecho, sino integran el Gobierno, como en el caso de SD, poco les falta.

Ya no hay ostracismo para las fuerzas políticas más escoradas a la derecha del espectro político. Al ver formaciones conservadoras aliarse de una forma u otra con la extrema derecha, Furedi habla de la aparición de una nueva “síntesis política”. “Hay una síntesis política conservadora y populista que está teniendo viento a favor”, señala Furedi.

Esa síntesis también está contribuyendo a que esté creciendo actualmente en Europa el número de Gobiernos de derechas.

“En Europa ha habido muchos partidos que han sido mantenidos en cuarentena, pero muchos de esos partidos ya han roto esa cuarentena.

Ahí está, por ejemplo, el caso de Finlandia y el Partido de los Finlandeses, que ha dejado de ser un partido inaceptable. Algo parecido está pasando con Vox en España. También es un partido al que se ha tratado de dejar a un lado”, explica Furedi.

¿Una “coalición nacional” PP-Vox en España?

A su entender, “es probable” que tras las elecciones generales que celebra España el 23 de julio “haya algo que se pueda llamar coalición nacional”.

Clave en la irrupción de estos partidos como socios en coaliciones de derechas es el éxito de Meloni, según Furedi.

“La elección de Meloni en Italia ha creado una situación que ha influenciado a toda Europa, porque ella ha ganado mucha legitimidad en muy poco tiempo”, señala el responsable en Bruselas del MCC, aludiendo a la presidenta italiana, dirigente del partido Hermanos de Italia, otra formación con la etiqueta de “extrema derecha”.

En la pujanza nueva de partidos en los márgenes de la derecha europea destaca, en los Países Bajos, el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB, por sus siglas neerlandesas), una formación que ha crecido, sobre todo, al dar respuesta a las demandas del sector agrícola y ganadero.

El BBB, convertido este año en la primera fuerza del Senado de los Países Bajos, ha cobrado tal relevancia que hay quien dice que el primer ministro liberal Mark Rutte podría acabar alcanzando acuerdos con dicho partido.

Unos 285 millones de europeos gobernados por el centro, centro-derecha o extrema derecha

De Rutte puede esperarse algo así en vista de que se ha aliado en los cuatro mandatos en los que ha sido primer ministro con, según el momento, casi todos los principales partidos del país. En su momento, Rutte se apoyó en el Partido por la Libertad (PVV) del populista Geert Wilders.

Prolongándose en el Gobierno también están, en Hungría, Viktor Orbán, y en Polonia, el partido Ley y Justicia. Orbán ha logrado este año su cuarto triunfo consecutivo en elecciones generales. Sus tiranteces con las autoridades de la Unión Europea no parecen haber desanimado a su electorado.

Lo mismo puede decirse de Ley y Justicia en Polonia. En el poder desde hace ya lustros, de Ley y Justicia puede esperarse que se imponga en la elecciones legislativas que se celebrarán en Polonia en otoño-invierno.

Se estima que de los 458 millones de europeos pertenecientes a la UE, 285 millones están gobernados por Ejecutivos de centro, centro-derecha y extrema derecha.

Salvo sorpresa, según las encuestas, ese número podría ampliarse en unos 40 millones tras las elecciones generales que celebra España el 23 de julio.

https://www.niusdiario.es/internacional ... 33672.html

[José]

No puedo hablar por los demás, pero estos son los motivos resumidos de mi viraje hacia la derecha desde la izquierda socialdemócrata:

- Corrección de algunos dogmas inculcados por mi entorno izquierdista (familiar, social y académico) por medio del debate, la observación y la experiencia. Lo que me ha hecho abrazar algunos (no todos, ni mucho menos) postulados del liberalismo económico, como la reducción del tamaño del estado, sus competencias y la necesidad de poner límites y controles a la corrupta clase política.

- Rechazo al movimiento Woke (feminismo, multiculturalismo, diversidad, ecologismo, cambio climático, Agenda 2030, ideología de género, inclusividad, cuotas, lobby LGTB, etc.) que proviene de las decadentes universidades estadounidenses y se ha expandido como la espuma por Europa a través de los medios de comunicación, producciones anglosajonas, intelectualoides de medio pelo, politicastros y demás oportunistas amorales.

- Pérdida de identidad de las naciones europeas, mientras los burócratas corruptos que nos dirigen siguen con sus planes para procurar un reemplazo demográfico que ya está provocando innumerables roces sociales, atraso y pobreza.

- Aumento de la inseguridad. En gran parte, a causa de la inmigración descontrolada que permiten las autoridades, que serían las máximas culpables.

- Descrédito de las fuerzas políticas tradicionales, debido a su ineficacia, corrupción y degradación política.

[Shaiapouf]

La ola conservadora en Europa no puede desligarse de lo que vimos en 2016 en Estados Unidos luego de que Trump asumiera la presidencia.

Podemos quedarnos con el relato fácil, políticamente correcto y amigable con las sensibilidades, y asumir como cierto que la gente siempre fue muy conservadora, que nuestra mamá, nuestro vecino, nuestro ex compa del instituto y colegas del trabajo son todos sin excepción, fachos retrógrados enemigos de la única verdad, o en el mejor de los casos, pobres seres no despiertos, con ojos vendados, miserables que siguen en las cavernas platónicas a espera de la manipulación que los medios ejercen sobre ellos. Es un relato atractivo porque significa comprarse un guion maniqueo, propio de series de anime o películas de acción donde existen unas personas que representan a la maldad pura (ricos, prensa, derecha política, la iglesia, los nacionalistas, los hombres blancos de clase media exitosos) y personas que representan a los buenos (pobres, políticos de izquierda, los pueblos oprimidos [vasco, gallego, catalán, andaluz, y quizás cuántos más], y un largo etcétera de otros actores que encarnan a aquellas minorías étnicas, raciales, sexuales y religiosas históricamente marginadas), en este conflicto donde los malos tienen todo el poder y forman el lado exitoso de la historia mientras los pobres tienen todas las de perder pero siempre estarán del lado correcto de la historia, evidentemente no hay cabida para que los pobres se pasen al otro bando a no ser que sea por estupidez, engaño, manipulación o maldad (es el típico comentario de que no se puede ser de derecha, pobre e inteligente la vez, por fuerza tienes que restarte de uno: o eres de derecha pobre y tonto, o eres de derecha inteligente y rico, o eres pobre e inteligente de izquierdas, no hay forma de ser pobre, de derechas e inteligente). Por esto, una política pública muy apoyada por la izquierda que se cree y promueve esta dicotomía, es la censura (ley de medios) y la intervención en la educación con fines ideológicos (educación de género).

Este relato no es actual, no nació con Irene Montero en el ministerio de Igualdad, ni siquiera en 2013 con Pablo Iglesias en las calles, ya estaba instalado en España de la mano de ciertos sectores que desde la tribuna académica criticaban a los partidos gobernantes (PP - PSOE) con arengas muy similares, me refiero a personas como Vicenç Navarro o el mismo Alberto Garzón. Pero tampoco partió con ellos, ya que se encontraba instalado al menos en su forma más primigenia desde los años 60. Quizás un buen estudio de las ideas y discursos entre 1960 y 2020 demuestre cómo, en la medida que el liberalismo realmente existente en occidente (social- liberales y socialdemócratas) y el comunismo en la URSS se fue desmoronando (uno más rápido que otro), este relato fue volviéndose más dominante. Dicho de otra forma, en términos estrictamente causales, el relato que dio origen al progresismo se origina de la crisis paradigmática de los modelos políticos existentes en occidente. Ya en el 68 se criticaba ácidamente al comunismo y al liberalismo, más o menos lo mismo que hacía Pablo Iglesias.

Pero no solo fue una cuestión causal, también funcional (no todo lo causal es funcional, por ejemplo la revolución rusa se origina del fracaso del zarismo, pero no le es funcional al mismo, al contrario). Este relato es, contrario a lo que los más ideológicos se piensen, funcional al sistema socioeconómico capitalista maduro y post industrial. En un contexto donde la participación del sector industrial en la oferta laboral se redujo, aumentó la tercerización, la deslocalización, se extendió la reubicación del trabajo, el trabajo en fabril es reemplazado por el trabajo de oficina, ventas o en el mismo Starbucks, aumenta a la vez la oferta de trabajadores cualificados, cambian los patrones familiares (se reduce el Nº de hijos por mujer), el incremento de la productividad y el envejecimiento demográfico vuelve a la economía menos dependiente del crecimiento extensivo, en fin, hay un enorme cambio sociológico que no se satisface con los obsoletos programas políticos, sociales y culturales, demanda en tanto nuevas soluciones a sus nuevas problemáticas (hablamos de personas que no nacieron con problemas materiales asociados al hambre como sus padres en los 30, 40 o 50, y que a diferencia de ello, habían bebido a intelectuales que reclamaban lo gris del sujeto histórico en liberales y comunistas, ergo fueron generaciones necesitadas de más diversidad e inclusión). Son, por tanto, funcionales porque funcionan como engranaje clave en el paso del capitalismo «industrial» al capitalismo «post industrial» norteamericano y europeo: demandan más inclusión de los homosexuales, algo que facilita un nicho de negocio novedoso en una forma alternativa de parejas que también producía y consumía, además eran poco costosos porque no tenían hijos así que no demandaban muchas ayudas sociales, y encima con el tiempo podían hacerse cargo -aunque fuera solo en parte- de hijos sin padres, la mujer empoderada era funcional a la mujer trabajadora y la misma transición demográfica con el tiempo llevó al auge del animalismo toda vez que ahora gatitos y perritos pasaban a ser considerados partes de la familia como reemplazo de los hijos que las parejas muchas veces ya no tendrían, y, si faltaba mano de obra siempre se podía facilitar el flujo migratorio con el discurso de «inmigrar es un derecho».

Tampoco se acaba aquí. Además de causal y funcional, también hay una parte de la explicación en elecciones individuales y racionales. Así como no todo lo causal es funcional, tampoco todo lo funcional es racional en ambas direcciones, por ejemplo elecciones racionales que buscan maximizar beneficios cortoplacistas como en la URSS de 1991 llevaron a su extinción, a la vez buena parte del desarrollo funcional entre el capitalismo post industrial y la generación cada vez más «woke» no es del todo racional en tanto no todo es planificado ni desarrollado por mentes maestras. En este sentido mi crítica a quienes observan una planificación denominada «marxismo cultural» y que detrás de todo está Soros, los judíos o los masones no es que no haya intereses de Soros, judíos, masones, demócratas de EEUU, Socdem suecos, empresarios de varios países, no, mi crítica es que todo ha sido planificado cuando es al revés, estos actores que racionalmente se encuentran con la ola woke en los 90 se aprovechan de ello porque ven cómo pueden maximizar sus beneficios (económicos o políticos) añadiendo símbolos, chapas o consignas a sus productos. Se genera entonces un círculo vicioso que nos lleva a los años 2000 en países como Estados Unidos y los 2010 en países hispanos.

La izquierda progresista se hizo de unos 40 años de desarrollo de la cultura woke, para en un momento determinado hacerse presente.

Si fueron relevantes es por todo lo que dije, el problema es que su fortaleza en la crítica a sus predecesores no está acompañada de una fortaleza en la proposición de medidas. Fueron fuertes mientras el liberalismo/comunismo se desgastó entre 1960 y 2000 pues desarrollaron críticas filosóficas a sus visiones de mundo, pero criticar lo que otros hacen no significa proponer algo viable, una cosa no lleva a la otra. Cualquiera puede ver o leer los programas de partidos como Podemos o el programa de Gabriel Boric, están llenos de incoherencias (por ej. pretender converger a una economía verde en países desgastados que necesitan reducir el coste al capital), promesas irrealizables (rentas universales, educación pública de calidad en 3 años), otras francamente vacuas pero simbólicamente polarizadoras (desenterrar a los militares, descolonizar la educación, perseguir a la tauromaquia) y para más inri no faltan promesas suicidas (reducir las FFAA, autodeterminación a Catalunya o a los Mapuche). Sus propuestas políticas de cara a los gobiernos son un bodrio.

En síntesis cuando llegan al poder ejecutan gestiones político-económicas bastante mediocres, o, cuando tienen mucha suerte, como la de soc-dem desgastados, lo cual genera cierta desafección en aquellos que les votan buscando alternativas, sin embargo su mediocridad en asuntos relevantes no implica que se mesuren humildemente en aquella parte del programa simbólicamente muy significativa a la vez que dolorosa y polarizante, podrán ser muy débiles en el ministerio de Hacienda, RRII o Interior, pero en Cultura, Mujer y Género cumplen con lo prometido a toda costa: leyes de paridad, trans, reformas educativas de corte inclusivas, se meten con la arquitectura tradicional porque es facha-reaccionaria y siguen en esa dirección hasta las últimas, lo cual genera aversión.

Un estudio más pormenorizado debiera demostrar (o refutar) que los progres son fuertes cuando están marginados en la oposición extra parlamentaria, y, una vez entran al poder se debilitan y fortalecen a la derecha. La pregunta es, ¿cuando vuelven a la oposición volverán a fortalecerse o esa es una etapa pasada? Si es una etapa pasada, entonces podríamos comenzar a pensar en el progresismo como eso, una etapa propia a un conjunto de la sociedad adaptándose a nuevos dilemas y retos.

Visto esto, no se trata de fachos malos, ricos, blancos, nacionalistas, tradicionalistas, religiosos versus pobres buenos, de izquierda, oprimidos y débiles, es mucho más complejo: hay empresarios que apoyan el progresismo, los políticos de izquierda no son sociológicamente de clase proletaria en origen, buena parte del electorado de izquierdas tampoco lo es a diferencia de una parte importante del electorado de derecha. Tampoco hay una dicotomía solo entre tradicionalismo y progresismo, la mayoría de la gente ha demostrado en diferentes encuestas que está a favor del matrimonio gay y de no discriminar a las personas por sus orientaciones sexuales, pero a la vez no quieren que travestis se metan la bandera del país en el culo, no hay por tanto un pensamiento nacionalista y patriota desligado y opuesto a una idea progresista asociada a la aceptación de la homosexualidad, como tampoco la hay entre la aceptación de la homosexualidad, con la ideologización de la educación sexual en menores. Esta incomprensión es enorme en los círculos más progresistas, por eso no pueden entender cómo en 2015 tanta gente votó por Podemos y seguramente dentro de un mes el % a Sumar será marginal.

Saludos.

[Nowomowa]

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¿Por qué no para de crecer el poder de la derecha en Europa?

Los gobiernos conservadores, en coaliciones más o menos amplias y con presencia o no de partidos de extrema derecha, cuentan con viento a favor en la Unión Europea (UE).

Las fuerzas políticas conservadoras europeas están haciéndose con el poder o afianzándose en él. Los hay que hablan de que, políticamente, una “ola conservadora” está cambiando el signo de los gobiernos de los países de la Unión Europea (UE).

Europa, sin embargo, no se ha hecho conservadora de la noche a la mañana. Realidades como son los deméritos de la izquierda en el poder, la recompensa al trabajo de los conservadores en el Gobierno o las alianzas con pujantes partidos de extrema derecha explican esta tendencia.




Petteri Orpo, primer ministro conservador de Finlandia. GETTY


Según plantea a NIUS Frank Furedi, director ejecutivo del Mathias Corvinus Collegium (MCC) de Bruselas, un think tank de inspiración conservadora, si el centro-derecha está en auge en Europa, esto ocurre mayormente por demérito de las fuerzas progresistas.

Deméritos de las fuerzas de izquierda, méritos propios y coaliciones de más o menos amplio espectro son la clave para explicar estos resultados.

“Además esos partidos de izquierda no han logrado renovar su apoyo electoral. Da igual que hablemos de Francia; o de España, por ejemplo, porque el PSOE ha terminado no siendo tan brillante.

En muchos lugares europeos estamos viendo signos de esta caída de la izquierda. En realidad, los conservadores se están aprovechando más de la crisis de la izquierda que realmente sacando ventaja de su propio dinamismo”, añade Furedi.

Izquierda débil en Alemania, el 'gran bastión' europeo con jefe de Gobierno progresista

En Alemania, donde viven la mitad de los 150 millones de europeos gobernados por Ejecutivos de centro-izquierda, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación del canciller Olaf Scholz, está de capa caída.

En los sondeos de intención de voto, el SPD prácticamente está al mismo nivel que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Si hoy hubiera elecciones generales en Alemania, las ganaría la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU).

Los democristianos alemanes rechazan aliarse con AfD para gobernar. “La CDU no quiere que haya un partido importante a su derecha”, señala Furedi. Ahora bien, los cristianodemócratas podrían aliarse con liberales y ecologistas.

También puede observarse esa caída de la izquierda en Grecia. Este país mediterráneo celebra nuevas elecciones legislativas este domingo, y la izquierda no está en su mejor momento.

De hecho, el principal partido de la izquierda, Syriza, se quedó con apenas un 20% de los votos de los comicios generales de mayo. Entonces el partido del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, la conservadora Nueva Democracia, conseguía la victoria con un buen 40% de los votos.

Ahora Mitsotakis y compañía esperan quedar por encima de ese 40% para hacerse así con una mayoría absoluta en el Parlamento heleno.

Algo habrá estado haciendo bien Mitsotakis para hacerse con ese domino parlamentario.

Finlandia ofrece otro ejemplo de caída de la izquierda. La socialdemócrata Sanna Marin ha dejado allí de ser primera ministra tras perder su formación en las últimas elecciones generales ante un voto de derechas que va a permitir a Petteri Orpo, líder del conservador Partido de la Coalición Nacional, gobernar junto a cristianodemócratas, Suecos de Finlandia y la formación de extrema derecha Partido de los Finlandeses.

Orpo también llega al poder después de una victoria electoral, en las elecciones generales del pasado mes de abril, y gracias a una coalición conservadora de amplio espectro que recuerda a la que tiene al frente en Suecia a Ulf Kirstersson o la Presidente del Consiglio, Giorgia Meloni.

En el caso sueco, sin embargo, la extrema derecha que representan los Demócratas de Suecia (SD) apoyan a Kirstersson sin formar parte del Ejecutivo.

Una nueva “síntesis política”: conservadores más extrema derecha

Partidos como el de Meloni, los Hermanos de Italia, los Demócratas de Suecia y el Partido de los Finlandeses, pese a llevar la etiqueta de “extrema derecha”, han dejado de estar proscritos. Se les vota en masa y, de hecho, sino integran el Gobierno, como en el caso de SD, poco les falta.

Ya no hay ostracismo para las fuerzas políticas más escoradas a la derecha del espectro político. Al ver formaciones conservadoras aliarse de una forma u otra con la extrema derecha, Furedi habla de la aparición de una nueva “síntesis política”. “Hay una síntesis política conservadora y populista que está teniendo viento a favor”, señala Furedi.

Esa síntesis también está contribuyendo a que esté creciendo actualmente en Europa el número de Gobiernos de derechas.

“En Europa ha habido muchos partidos que han sido mantenidos en cuarentena, pero muchos de esos partidos ya han roto esa cuarentena.

Ahí está, por ejemplo, el caso de Finlandia y el Partido de los Finlandeses, que ha dejado de ser un partido inaceptable. Algo parecido está pasando con Vox en España. También es un partido al que se ha tratado de dejar a un lado”, explica Furedi.

¿Una “coalición nacional” PP-Vox en España?

A su entender, “es probable” que tras las elecciones generales que celebra España el 23 de julio “haya algo que se pueda llamar coalición nacional”.

Clave en la irrupción de estos partidos como socios en coaliciones de derechas es el éxito de Meloni, según Furedi.

“La elección de Meloni en Italia ha creado una situación que ha influenciado a toda Europa, porque ella ha ganado mucha legitimidad en muy poco tiempo”, señala el responsable en Bruselas del MCC, aludiendo a la presidenta italiana, dirigente del partido Hermanos de Italia, otra formación con la etiqueta de “extrema derecha”.

En la pujanza nueva de partidos en los márgenes de la derecha europea destaca, en los Países Bajos, el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB, por sus siglas neerlandesas), una formación que ha crecido, sobre todo, al dar respuesta a las demandas del sector agrícola y ganadero.

El BBB, convertido este año en la primera fuerza del Senado de los Países Bajos, ha cobrado tal relevancia que hay quien dice que el primer ministro liberal Mark Rutte podría acabar alcanzando acuerdos con dicho partido.

Unos 285 millones de europeos gobernados por el centro, centro-derecha o extrema derecha

De Rutte puede esperarse algo así en vista de que se ha aliado en los cuatro mandatos en los que ha sido primer ministro con, según el momento, casi todos los principales partidos del país. En su momento, Rutte se apoyó en el Partido por la Libertad (PVV) del populista Geert Wilders.

Prolongándose en el Gobierno también están, en Hungría, Viktor Orbán, y en Polonia, el partido Ley y Justicia. Orbán ha logrado este año su cuarto triunfo consecutivo en elecciones generales. Sus tiranteces con las autoridades de la Unión Europea no parecen haber desanimado a su electorado.

Lo mismo puede decirse de Ley y Justicia en Polonia. En el poder desde hace ya lustros, de Ley y Justicia puede esperarse que se imponga en la elecciones legislativas que se celebrarán en Polonia en otoño-invierno.

Se estima que de los 458 millones de europeos pertenecientes a la UE, 285 millones están gobernados por Ejecutivos de centro, centro-derecha y extrema derecha.

Salvo sorpresa, según las encuestas, ese número podría ampliarse en unos 40 millones tras las elecciones generales que celebra España el 23 de julio.

https://www.niusdiario.es/internacional ... 33672.html

El Capital no deja que la izquierda haga de izquierda (impuestos caca, gobierno caca, si desobedeces te jodo via intereses, has vivido por encima de las posibilidades que me sale de la polla que tengas) y financia el populismo para seguir estafando al proletariado desde el poder político.

Para muestra un botón leiod hace dos días en Diari de Girona: la historia de las "martinicas" o "cerillas garibaldi", un artículo de pirotecnia infantil compuesto de una cartulina con tiras de productos químicos que se raspaban en las paredes y soltaban chispazos. Superpopular entre padres de niños pequeños para las fiestas de San Juan en los años 50, 60 y primeros 70, aquello ni explotaba ni nada, ¿qué daño iba a causar? Aparte de que se fabricaban con fósforo blanco, extremadamente tóxico, disuelto en una base de goma arábiga que de natural tiene un sabor dulce y es soluble en agua. Así que los niños lamían el producto por su sabor dulce, se envenenaban con el fósforo y algunos morían de fallo hepático fulminante mientras padres y médicos creían que era una indigestión. Cada año morían media docena o una docena de críos por todo el levante español, hasta que algunas personas empezaron a hacerse preguntas y atar cabos. Pero eso era el franquismo, investigar era meterse con los señores del dinero en pirotecnia, y crear problemas a los señores de la salud pública y las fuerzas del orden que no estarían haciendo su trabajo, así que aunque al final se prohibieron allá por el año 1973 y los que se fabricaban ilegalmente dejaron de venderse al saberse el peligro (¿cómo evitas que en una distracción, el niño lama todo el sobre?), nunca se buscaron responsables legales y todos los juicios acabaron paralizados y muertos de risa en un cajón. Envenenar niños por accidente era gratis si hacer cualquier otra cosa suponía crear problemas a los poderes fácticos. Y esta es la gente que ahora habla de "libertad" mientras prohiben llevar ancianos de las residencias a los hospitales si se van a morir de Covid, no vayan a estropearles el mensaje.

El Capital lo hace todo por la pasta. Incluso hacerse amiwitos del señor Hitler como hicieron los millonarios alemanes en los años 30 del siglo pasado: les daba dinero público para obras públicas y maquinaria civil y de guerra y les sacaba de encima los problemas laborales, que si derechso de los trabajadores y otras hostias, por no decir de erradicar la pérfida idea del comunismo. Y aunque luego la guerra no salió nada bien, los Aliados estaban bastante dispuestos a hacer la vista gorda a los millones ganados con el Reich si los dueños se pintaban todos de anticomunistas, truco que le funcionó hasta a Franco, un presunto fanático religioso muerto de hambre de un país hecho mierda.

Ahora son otros tiempos pero la falta de escrúplos es la misma. Joder a los trabajadores y señalar un chivo expiatorio para seguir jodiéndoles, y mantener a las fuerzas progresistas atrapadas en discursos absurdos sobre cosas irrelevantes y sin una sola idea que sustituya el comunismo. El capitalismo no funciona (crecimiento infinito en planeta finito= disfunción) pero es lo que hay. Y la culpa es de los que sobran, claro.

[José]

En Alemania, tras un año y medio en el poder, el gabinete de coalición alemán atraviesa un fuerte desgaste político. Conocido coloquialmente como “gobierno semáforo” por el color de los tres partidos que lo constituyen –socialdemócratas, liberales y verdes–, durante los últimos meses se han visto las costuras de la coalición. La guerra de Ucrania y sus consecuencias han supuesto un serio varapalo para el canciller Olaf Scholz, a quien en su día se le atribuyó un perfil continuista de la era Merkel. La situación de la economía, que se encuentra técnicamente en recesión, está siendo motivo de malestar social.

La industria germana ha sufrido una fuerte contracción en un contexto en que la subida generalizada de los precios de la energía ha hecho que deje de ser competitiva. Por otro lado, la espiral inflacionista que vive Europa desde hace más de un año está afectando seriamente al bolsillo de muchos alemanes. Ante este panorama, tanto en la calle como en el parlamento la oposición ha elevado el tono de sus críticas al gobierno. El propio Scholz, que recientemente asistió a un evento del Partido Socialdemócrata (SPD), fue testigo de ese creciente malestar que hay incluso entre sus propias bases.

Las encuestas vienen reflejando desde hace meses el desgaste que atraviesa el gobierno “semáforo”. El apoyo a los socialdemócratas, los liberales y los verdes ha ido cayendo en los sondeos de forma progresiva. De esta caída se ha beneficiado principalmente la Unión Demócrata Cristiana, que sería el partido más votado del país en caso de haber elecciones generales. Pero más relevancia está teniendo el auge que atraviesa el partido Alternativa por Alemania (AfD), cuyo apoyo electoral ha ido escalando en las encuestas hasta llegar a disputar al SPD el segundo puesto a nivel nacional. En los comicios federales de 2021, AfD fueron la quinta formación más votada.

[liberal de izquierda]

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No puedo hablar por los demás, pero estos son los motivos resumidos de mi viraje hacia la derecha desde la izquierda socialdemócrata:

- Corrección de algunos dogmas inculcados por mi entorno izquierdista (familiar, social y académico) por medio del debate, la observación y la experiencia. Lo que me ha hecho abrazar algunos (no todos, ni mucho menos) postulados del liberalismo económico, como la reducción del tamaño del estado, sus competencias y la necesidad de poner límites y controles a la corrupta clase política.

- Rechazo al movimiento Woke (feminismo, multiculturalismo, diversidad, ecologismo, cambio climático, Agenda 2030, ideología de género, inclusividad, cuotas, lobby LGTB, etc.) que proviene de las decadentes universidades estadounidenses y se ha expandido como la espuma por Europa a través de los medios de comunicación, producciones anglosajonas, intelectualoides de medio pelo, politicastros y demás oportunistas amorales.

- Pérdida de identidad de las naciones europeas, mientras los burócratas corruptos que nos dirigen siguen con sus planes para procurar un reemplazo demográfico que ya está provocando innumerables roces sociales, atraso y pobreza.

- Aumento de la inseguridad. En gran parte, a causa de la inmigración descontrolada que permiten las autoridades, que serían las máximas culpables.

- Descrédito de las fuerzas políticas tradicionales, debido a su ineficacia, corrupción y degradación política.

Bueno, en mi caso personal, yo nunca me autopercibí de izquierda social-demócrata, desde que empezé a tener mi primer contacto con la filosofía política cuando era un adolescente, en los últimos años de la escuela secundaria, siempre me autopercibí como un socio-liberal centrista, y me sigo autopercibiendo de la misma manera, sin embargo, coincido contigo en cada uno de los planteos que citas: yo también rechazo al nefasto movimiento woke, yo también rechazo la correción política y la cultura de la cancelación, también me preocupa el aumento de la inseguridad, y también me preocupa la pérdida de la identidad de las naciones europeas, y creo que Shaiapouf, siendo un comunista clásico, también estaría de acuerdo con varios de tus planteos.

Lo que quiero decir con esto, es que el rechazo al nefasto wokismo, y la preocupación por la inseguridad y por la inmigración sin control, no es patrimonio per se de la derecha alternativa, creo que mucha gente de centro-derecha, centro, centro-izquierda e izquierda no woke, puede estar de acuerdo con lo que tu planteas, estimado, ahi tienes el ejemplo de la social-democracia danesa. El rechazo al wokismo y a sus nefastos postulados es universal y abarca a casi todo el espectro político, exceptuando, por supuesto, a la propia izquierda woke. La escritora J.K. Rowling, la creadora de Harry Potter, nunca fue de derechas, pero como no esta de acuerdo con la ideología de género y osó criticarla, ahora recibe críticas furibundas de la izquierda woke.

En fin, hablando del nefasto movimiento woke, te invito a participar en este hilo que abri en el subforo de humanidades: viewtopic.php?t=39805

Saludos.

[liberal de izquierda]

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Eligen en Alemania al primer alcalde de extrema derecha

El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) ha ganado por primera vez unas elecciones a alcalde a tiempo completo en el estado oriental de Sajonia-Anhalt, su segunda victoria electoral en una semana.

En la segunda vuelta de las elecciones celebradas el domingo en Sajonia-Anhalt, el diputado de la AfD Hannes Loth se impuso al candidato independiente Nils Naumann para convertirse en alcalde de la pequeña ciudad de Raguhn-Jeßnitz.

Loth, de 42 años, obtuvo el 51,13 % de los votos, según anunció la ciudad en su página de Facebook. Naumann, de 31 años, obtuvo el 48,87 %, según los resultados preliminares de las elecciones.




Hannes Loth (AfD), nuevo alcalde de Raguhn-Jeßnitz.


"Estoy totalmente sorprendido y extasiado y quiero dar las gracias a todos los votantes", dijo Loth, que había sido miembro del parlamento estatal desde 2016.

Dijo estar dispuesto a trabajar por quienes no le habían votado. Su campaña electoral se basó puramente en cuestiones municipales: refuerzo del cuerpo de bomberos, guarderías y más participación ciudadana.

La participación electoral en la ciudad del distrito de Anhalt-Bitterfeld fue del 61,51 %, según los datos oficiales. Podían votar unas 7.800 personas.

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