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La fuerza de los prorrusos podría ayudar a salir de la crisis en Bulgaria
Si bien las quintas elecciones generales en Bulgaria en dos años acabaron nuevamente en empate técnico entre los dos grandes bloques, de centro derecha y centro, el auge de una fuerza ultranacionalista podría ayudar, según analistas, a salir finalmente de la aguda crisis política que vive el país balcánico.
El partido conservador GERB, del polémico ex primer ministro Boiko Borisov, se impuso en los comicios con un 26,6 % de los votos, por delante del bloque reformista y socio-liberal PP-DB, del también ex jefe de Gobierno Kiril Petkov, con un 24,7 %.
Detrás de estas dos formaciones proeuropeas pero enemistadas entre sí se situó, en contra de todo pronóstico, el partido ultranacionalista y prorruso Vazrazhdane (Resurrección), con un 14,2 % de los votos.
Ese auge podría acabar siendo un posible motivador para las dos grandes formaciones para ponerse de acuerdo en formar una coalición de Gobierno, aunque siguen las dudas al respecto y temores a que el país tenga que volver a las urnas en verano.
“El Gobierno de Bulgaria depende de Vazrazhdane y su fuerte resultado es un empuje más para formar algún Ejecutivo para poner fin a la profunda crisis política e institucional, y evitar unas sextas elecciones”, dijo a EFE el politólogo Parvan Simeonov, del instituto demoscópico Gallup en Sofía.
Liderado por Kostadin Kostadinov, Vazrazhdane abogó en su campaña a favor de un referéndum contra la entrada del país en la eurozona (prevista para 2025) junto con mensajes abiertamente a favor de Rusia en su agresión contra Ucrania.
“El electorado de esta formación incluye además a mucha gente joven que vota por primera vez y la definen como una fuerza política de protesta”, explicó Simeonov.
La nueva realidad tras el domingo obligaría al GERB y al PP-DB a“inventar algo creativo” para colaborar de alguna manera para satisfacer la expectativa de la sociedad de poner fin a dos años de crisis e inestabilidad, agregó el analista.
Los integrantes del bloque reformista y socio-liberal (Continuemos el Cambio PP y Bulgaria Democrática BD) nacieron en 2021 durante las protestas contra Borisov, al que acusan de haber instalado un sistema corrupto de Gobierno que favorece a la oligarquía económica y la mafia local.
En marzo de 2022, cuando Petkov era primer ministro al frente de una coalición de cuatro partidos, el líder del GERB fue incluso detenido, aunque puesto en libertad al día siguiente y la Justicia búlgara dictó que su arresto fue ilegal.
Borisov, por su parte, suele acusar a los reformistas de “estafadores”, responsables del “caos y la destrucción” que provocó una crisis económica y el alto nivel de inflación (14 %).
Al mismo tiempo, el jefe del GERB asegura que unas sextas elecciones serían "un atentado suicida como nación" porque seguirían también unas séptimas.
“La democracia es un diálogo entre los que no están de acuerdo, y los resultados electorales nos muestran lo que sabemos desde hace mucho tiempo, que la sociedad está fuertemente dividida, y tendremos que aprender a realizar este diálogo”, reconoció anoche en Facebook Hristo Ivanov, un destacado dirigente del PP-DB.
No obstante, Simeonov es escéptico, ya que los actores de ambos bandos “no pueden soportarse” y esto incluye también a Vazrazhdane, que acusa a toda la clase política de estar bajo control "de la embajada de Estados Unidos”.
Otros analistas, como el independiente Petar Cholakov, también son escépticos sobre una rápida formación de Gobierno.
“Es extremadamente difícil, salvo que alguien tire la toalla, y éste debería ser el PP-DB", dijo este lunes a la radio pública BNR.
Un cambio en el seno del GERB en el sentido de colaborar con el PP-DB pasa solamente a través de un aislamiento de Borisov, aseguró el experto.
“Sin embargo, esto no es realista. Borisov es como la quilla de un barco. Sin esta quilla, toda la estructura se derrumbará”, concluyó Cholakov, y calificó como probable que en verano Bulgaria celebre sus sextas elecciones legislativas en menos de 30 meses.
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