Un apunte.
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Avicena escribió: ↑09 Dic 2022 15:16
En un debate las formas son fundamentales y más en uno parlamentario, porque en democracia las formas son los pilares sobre los que se sustenta la convivencia social.
Las formas son importantes en un debate* si tu objetivo es contrastar dialécticamente un argumento con otro, esto es, ante todo lo fundamental, lo importante y trascendente es el uso de la lógica. Pero en un debate importa, también, convencer al resto, a los espectadores, y el convencimiento no siempre va de mano de la verdad porque está atravesado de asuntos más relacionados a lo sentimental, lo subjetivo y en definitiva lo retórico. En este aspecto, el argumento ad hominem, el zasca, la pulla, el marear la perdiz, entre varios más son maneras para llevarte los puntos retóricos. Y en política, nos guste o no (especialmente cuando hay una ciudadanía que interviene por activa y pasiva), el
ganar un debate retóricamente importa más que ganarlo dialécticamente. Por eso, este tipo de asuntos no es de ahora, es de siempre, o al menos desde que existe un Parlamento donde miembros que no forman parte de la Corona tienen la potestad de discutir sobre asuntos públicos a vista y paciencia de la ciudadanía.
El Parlamento no es un foro universitario o SEP.
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Avicena escribió: ↑09 Dic 2022 15:16
No entiendo como puedes recriminar el que Irene Montero se victimice en el Parlamento, que si dice que hay violencia política contra ella o que los de Vox son fascistas y a la vez escudar lo que dice Carla por la libertad de expresión dentro de su inmunidad parlamentaria.
Primero porque si hay libertad de expresión lo hay para las dos y segundo porque me parece mucho más escandaloso una intervención vejatoria y humillante hacia una parlamentaria que presentarse como una falsa víctima.
Irene Montero se ha victimizado toda vez que ella misma se muestra como víctima tras la alusión de una afirmación en su contra. Una afirmación que, quitando la parte sucia de la forma (estudiar a su pareja o marido), tiene total sentido si lo que hubo tras su ascenso político fue nepotismo de toda la vida.
Yo creo que en este punto se tocan tres cuestiones que son fundamentales.
1)
Libertad de expresión
La libertad de expresión ES libertad de expresión, nos moleste o no. Claro que podemos estar de acuerdo con que hay unos mínimos comunes como puede ser el insulto ofensivo, pero el insulto ofensivo es una parte del conjunto de formas que se usan al momento de discutir con fin descalificativo o peyorativo, yo puedo ofender sin insultar ciertamente y es por eso que estar en contra del insulto no significa ni puede ser un argumento suficiente para estar en contra de la libertad de expresión.
Ahora, si el argumento en contra de la libertad de expresión es "tal afirmación OFENDE a una persona más que solo por ser o no un insulto sino que por el contenido del mensaje" (esto es, una cosa es llamarte "hijo de puta descerebrado", y otra decir "usted llegó allí por estudiar a su marido, usted es un liberador de violadores, usted es un machista), y queremos eliminarla del ambiente, entonces no hay libertad de expresión. Hay intolerancia.
Somos intolerantes a lo que no nos agrada, a lo que nos hace sentir incómodos. Y evidentemente, cuando abrimos esta llave, lo que tenemos es que de todas las opiniones válidas e inválidas en el marco no grosero, por lo menos la mitad no nos harán sentir cómodos porque somos personas subjetivas, con un razonamiento formado y subjetivo, con filias y fobias subjetivas, con taras y sesgos desde luego subjetivos, y por lo tanto, lo que a unos acomoda a otros incomoda y viceversa.
La tolerancia, base esencial de la libertad de expresión, está dada cuando somos capaces de aceptar y conversar con personas que tienen opiniones 180º diferentes de las nuestras. Si toleramos solo a los que opinan como nosotros, entonces NO somos tolerantes. Tampoco hay excusa cuando decimos "soy tolerante solo con los tolerantes", que es lo mismo a decir "soy tolerante con los demócratas" (es decir eres intolerantes con monárquicos, dictatoriales, comunistas, fascistas), "soy tolerante solo con los modernos" (o sea intolerante con personas mayores o tradicionalistas), "soy intolerante solo con aquellos que aceptan los DDHH" (igual, intolerante con todas las sociedades no - occidentales que NO aceptan, por desconocimiento o convicción, dichos Dº), y así podemos erigir una serie de pensamiento intolerantes que de hecho, existen por todos sitios.
2)
La victimización
Como dije, Montero se ha victimizado. Ha roto en llanto tras la intervención de la otra diputada. En otras palabras, Montero ha dejado en claro al mundo que sacar a relucir el nepotismo al que se debe, y que existe por su relación carnal con Pablo Iglesias, es algo que la hiere a un punto que la desestabiliza emocionalmente.
Evidentemente, no quiero juzgar a las personas por su capacidad de resiliencia ante este tipo de afrentas, pero cuando eres diputado es un costo asociado máxime en la época de las RRSS y sobre todo tras la casi constitucionalización del escrache.
Sin embargo, cuando en un debate rompes en llano por lo que otro dice, sencillamente estás entregándole a ese otro, que esa es tu kriptonita.
"
No digas que llegué hasta aquí por ser esposa de Pablo Iglesias porque lloraré", pues listo, entregado en bandeja a la derecha, cuando queramos desestabilizar emocionalmente a Montero en un debate ya sabemos lo que debemos de hacer.
3)
El resultado político
Evidentemente, que Montero llore puede ser también una reacción racional pensando en que a nivel colectivo tendemos más a preferir estar con las víctimas a estar con el agresor. Y si eso supone trasladar el debate desde la enorme cagada que significó la ley si solo si al momento de rebajar la condena de criminales al machismo consustancial a todo partidario de VOX, pues enhorabuena por ella. Y si no fue esa su lógica, pues tuvo mucha suerte porque entiendo que hasta de la oposición y extranjero ha recibido apoyo, y además, de nuevo, el debate ha cambiado de sentido.
Quizás la diputada de VOX lo previó mal. O quizás también está en sus planes agitar las aguas dentro de la derecha, a este punto creo que es imposible prever resultados a hechos tan particulares.
De ser así (en VOX mantienen su radicalidad discursiva a puntos ofensivos para agitar al militante y votante de derecha a su favor; Montero reaccionará victimizándose para desviar el debate), entonces se recontra confirma que la dialéctica es secundaria y la retórica es protagonistas en los debates políticos -especialmente en el Congreso-.
(En un debate donde solo la lógica argumentativa hubiera dado puntos de victoria o derrota, ambas estarían descalificadas, una por su ataque, y la otra por victimizarse).
Saludos.
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