Energía cara y containers baratos: Game Over para la economía de la UE
Publicado: 18 Sep 2022 09:46
Estamos en manos de idiotas, de hijos de puta, o de idiotas hijos de puta.
https://www.diaridegirona.cat/opinio/20 ... 75091.html
Ah, y encima hay una guerra en Ucrania y hay que correr a comprar armas para defenderse de Rusia, un país que mete marineros a tripular tanques con un cursillo de una semana y bombardea Ucrania con misiles antiaéreos a falta de misiles de crucero.
Ahora además de ser catalanista desperado y jodido, también me toca ser europeísta desesperado y jodido...
https://www.diaridegirona.cat/opinio/20 ... 75091.html
TL;DR: mientras en Europa pagamos la energía a precios delirantes, el transporte marítimo está cayendo a precios pre-pandemia y en Asia la electricidad está tirada. Los fabricantes europeos están muertos, atrapados entre la energía imposible de pagar y el regreso de las importaciones asiáticas a puntapala. Y los sabios de la UE proponen "limitar" el precio de la electricidad al triple de su precio real mientras estrangulan la economía vía deuda para controlar una inflación que va camino de de ser deflación en cuanto el producto asiático entre de nuevo. Estamos muertos.Ver citas anterioresBe positive!
Joan Vila
18·09·22 | 06:30
Esta semana he asistido a Barcelona a una jornada europea que reúne a los fabricantes de pasta de papel con los de papel. El objetivo es poner en común las tendencias del mercado, por lo que el encuentro deja entrever qué producción y demanda habrá en 2023 y, por tanto, qué precios veremos. Esta jornada se completará con otra en noviembre en Londres donde se firman los contratos que empezaron a tejerse en Barcelona. Todo el mundo dice que no quiere ir a Londres por la incomodidad de la meteorología y por la rigidez del horario nocturno, aunque aquí el martes hacía un bochorno inaguantable.
Antes del encuentro intenté hacer los deberes para asistir con algunas ideas sobre cómo evolucionaría el contexto actual. Miré el índice de precios de transporte marítimo Freightos Baltic Index (FBX) y la observación fue que los precios de todo el transporte marítimo estaban cayendo de forma importante. Así, un contenedor de China hasta el Mediterráneo tenía un precio en el primer semestre de 2022 de 14.000 dólares y en septiembre es de 8.500 dólares. Un contenedor de China en Norteamérica, lado Atlántico, tenía un precio de 22.000 dólares en enero y ahora lo tiene de 8.600 dólares. Y el mismo contenedor desde China hasta Norteamérica, lado Pacífico, ha pasado desde $20.500 en enero, a $4.000 hoy, igualando los precios históricos de antes de la pandemia. Esta información significa que la globalización vuelve: algo muy relevante para la economía. Si el freno a la globalización fue el que forzó a cada región del mundo a ser autárquica, a tener que fabricar toda la demanda de su área, con los efectos inflacionarios que esto ha supuesto, ahora se abre la puerta a la dirección contraria, a un fuerte aumento junto a la oferta que hará caer de forma estrepitosa los precios.
Empecé a explicar este hecho a mis proveedores europeos y la lectura es compartida: todos tenían claro que los precios irían a la baja el próximo año, pero no de la forma que yo lo expresaba. Incluso uno me explicaron que ya había papel estucado, el más denso del sector, que entraba desde Indonesia, lo que hacía prever que, a medida que los precios de los contenedores vayan bajando, el resto de productos irían entrando a el espacio europeo.
La gravedad puede ser letal debido a que ningún producto europeo podrá competir con productos fabricados de países con precios de energía más bajos. Por tener un ejemplo, en China el precio de la electricidad es de 113 $/MWh contra 300 €/MWh aquí, el carbón lo tienen a 30,8 $/MWh y el gas a 102 $/MWh, mientras que aquí el gas va a 220€/MWh. Es decir, si el precio de los contenedores hacen posible que los productos asiáticos entren en el espacio europeo, no quedará ninguna empresa industrial. De hecho, ya existen movimientos de fuga masiva hacia China, como el desplazamiento del gigante químico BASF.
Me tiene perplejo el nivel de análisis de la élite económica y política de Europa. Ni tienen claro que el problema económico actual se desató a raíz de la inyección masiva de dinero (Quantitative Easing) tras la pandemia, ni que el desequilibrio de la demanda con la oferta provocó el fallo del transporte marítimo, forzando a una cierta autarquía que ha terminado con una inflación insostenible.
La UE propone ahora controlar los precios de la electricidad y del gas pero no sabe hacerlo. Sugiere un tope para la electricidad generada por tecnologías infra-marginales de 180€/MWh. Me pregunto, ¿cuál es la tecnología que tiene ese coste? La tecnología que podría tener un mayor coste eléctrico podría ser la biomasa, con un coste variable de 64 €/MWh y un coste total de 114 €/MWh, pero esta tecnología tiene la posibilidad de vender en horas caras, con regulación secundaria. El resto de tecnologías tienen costes inferiores a 60€/MWh. ¿Por qué debemos poner el tope a 180 €/MWh? ¿Por qué no a 60€/MWh? ¿Por qué no se hace que el precio sea el del mercado cuando entran en competencia, por ejemplo poniendo menos energía en la subasta de la que su capacidad de generación puede ofrecer? Un ejemplo de ello ha sido lo ocurrido este sábado. A las 12 del mediodía la energía generada era de 24 GWh y el precio ha caído hasta 10 €/MWh al que le sumaron los 67 €/MWh del ajuste del gas. En cambio, el viernes a las 12 se negociaron en el mercado 25,5 GWh a 181,56 €/MWh más 90,4 €/MWh del gas. Si se deja que cada día el mercado sólo pueda ofertar una cifra inferior a los 24 GWh se forzará a competir en todas las tecnologías infra-marginales y, aunque esto conlleva algo más de gas, acota el mercado.
En cuanto al gas es necesario ser aún más contundente. No puede ser que el gas tenga un precio internacional de 40€/MWh y el mercado vaya a 200€/MWh. Una idea que ha salido es obligar a que el precio sea el del mercado asiático, que compra gas licuado, más un dólar. No creo que la UE tenga la capacidad, las ideas claras y la fuerza para aplicar medidas como éstas. Es decir, creo que continuaremos con los precios altos hasta que la economía pete.
Cuando las empresas empiecen a cerrar porque no pueden competir con productos asiáticos que llegarán a saco, entonces ya será tarde.
Un proveedor, mientras me escuchaba, se sacó una libreta y me mostró el título de la portada: Be positive. Le dije, positivo sí, pero idiota no. Y así es como me siento con esa élite económica y política que nos gobierna. Si ahora el problema es la inflación, en un año será lo contrario, una deflación que se acabará de comer lo que quede de la economía. Todo ello por no saber leer las fluctuaciones de la economía mundial, incapaces de actuar con la gravedad que pide el momento.
Ah, y encima hay una guerra en Ucrania y hay que correr a comprar armas para defenderse de Rusia, un país que mete marineros a tripular tanques con un cursillo de una semana y bombardea Ucrania con misiles antiaéreos a falta de misiles de crucero.
Ahora además de ser catalanista desperado y jodido, también me toca ser europeísta desesperado y jodido...
