Re: Moreno convoca elecciones anticipadas para el 19 de junio.
Publicado: 09 Jun 2022 21:30
A mí, sinceramente, me maravilla la habilidad que tiene la gente de izquierdas de buscarle taras a la imbatible presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso, que barrió en las últimas elecciones autonómicas, mientras votan tranquilamente, y sin ningún cargo de conciencia, a auténticos anormales como Irene Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra, Echenique, Adriana Lastra, Pedro Sánchez, Carmen Calvo, etc. Es algo digno de estudio. ¿En qué universo IDA es una "enferma mental" y los anteriormente nombrados son "normales" y dignos de voto?Ver citas anterioresChurrero escribió: ↑09 Jun 2022 16:52 La verdad que el caso Ayuso, se estudiara en las escuelas de ciencias politicas porque no deja de ser algo notable, que una enferma mental pueda estar donde esta.
El síndrome de Hibris suele afectar a los que el poder ha cegado y la locura y desmesura guían su proceder, se sienten llamados por un mandato superior que los mortales no son capaces de comprender y por eso su actuación es incomprendida por los infraseres. Una enfermedad que les lleva a actuar no por el bien común sino con el único objetivo de glorificarse y mejorar su posición personal. La denominada enfermedad del poder ha afectado de manera inquietante a Isabel Díaz Ayuso en tan solo un año. Sus comparecencias hacen comprender que algo no va bien dentro de la presidenta. Ojos perdidos, palabras inconexas, gestos desencajados. Da miedo.
El síndrome de Hibris tiene varias características que ayudan a diagnosticar a quien tiene esta patología. Una preocupación desmedida por la propia imagen y la estética. La confusión entre el yo y la nación, porque Ayuso es Madrid, que es España en España. Una excesiva confianza en sí misma, algo verdaderamente llamativo cuando encima es notoria su incapacidad hasta para hilar una frase. Un desprecio hacia los demás, que Ayuso muestra cada vez que se dirige a todo aquel que no le sigue en su integrismo ideológico. Pérdida de contacto con la realidad, esta característica no hace falta concretarla cuando en Madrid están muriendo a cientos y Ayuso sigue jugando al relato para ver cuánto tiempo aguanta el pulso a Pedro Sánchez. Una obsesiva recurrencia a la imprudencia y las acciones impulsivas. Desobedecer una orden ministerial que busca reducir el riesgo de contagio de un virus que ha acabado con la vida de miles de españoles es la obra culmen de una persona enferma. Porque Ayuso lo está.