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José escribió: ↑22 Nov 2021 21:27
Crítica a Boric:
Lo que plantea es totalmente inviable y afectaría negativamente a la economía chilena. Directamente, Boric propone una argentinización de Chile. Un auténtico desastre.
Crítica a Kast:
Pensión pública universal básica, aumento de las ayudas a Educación, aumento del gasto en Defensa... Kast está planteando un incremento notable del gasto público del Estado. Es cierto que propone otros recortes, pero estos no son de la misma magnitud que el aumento del gasto que plantea. Y, al mismo tiempo, promete una rebaja de impuestos muy ambiciosa. Las cuentas empiezan a no cuadrar. Más gasto público y menos recaudación fiscal es igual a más déficit público. Y él ha dicho que es enemigo del déficit público. Por lo tanto, esto es lo que me preocupa de su programa. Le podría pasar como a Trump.
En general lo que se observa son dos modelos de Chile. Y lamentablemente, ninguno es convincente porque ninguno responde a las necesidades sociales. A lo que voy (y esto, pueden recordarlo para la posteridad) es que salga quien salga electo como presidente, el resultado NO es prometedor. Según los sondeos en el país, las prioridades de los chilenos son salud, educación, pensiones, seguridad, inmigración y también el problema mapuche.
Kast capitalizó el discurso en asuntos típicos de conservadores: chilenidad, nación, combatir la delincuencia y el terrorismo mapuche. Boric lo hizo en asuntos típicos de la izquierda: salud, pensiones, desigualdad, derechos humanos, minorías sexuales, trans, inmigrantes, pueblos indígenas.
Pero lo que busca el chileno no es ni lo uno, ni lo otro. Tampoco es un punto intermedio entre ambos, aunque en la práctica sea así. El chileno promedio es más social que el derechista, pero a la vez está mucho más preocupado que el izquierdista del asunto mapuche, la inmigración y la delincuencia.
Entonces, ¿qué ha pasado? En mayo la izquierda barrió con la derecha en las elecciones a la gobernación y constituyentes, ayer en cambio, la derecha pasó del 20 al 40%, ¿qué ha ocurrido en solo 6 meses?
Lo siguiente:
- La convención constituyente se organizó y lo primero que hizo, tras asumir, fue reclamar en su ceremonia de fundación que la policía estaba reprimiendo a manifestantes y encima, cuando inició el himno nacional (coreado por un equipo musical de niños y adolescentes destacados en su ámbito) no solo no cantaron, sino que lo abuchearon, hubo algunos que increparon a los niños y después, en la televisión, hubo constituyentes que dijeron que ese himno ofendía a los indígenas (menos del 5% de la población, que, aunque el censo dice que hay un 10%, en realidad éste solo habla de quienes se identifican como tal, pregunta nueva en la metodología ya que hasta antes se consideraba el apellido y la ascendencia... en cualquier caso, es una minoría) y que, si era necesario, ese himno que no los representaba lo iban a cambiar porque como se trata de una Convención que creará la nueva Constitución tenían el poder de hacerlo.
- Añadido a lo anterior, también se instaló el debate en el seno de la misma sobre el cambio de Chile de "República" a una "Plurinacionalidad".
- En tanto, la minoría de derecha capitalizó el discurso a favor de la defensa de los valores patrios y la libertad individual, campo en el que son unos expertos, huelga decir. Y esto con sobrada evidencia, basta ver en YouTube diferentes casos en los que ellos son vetados a opinar disidentemente solo porque son "de derecha".
- Hubo convencionales que dijeron que, como todas las reformas tributarias no daban abasto para satisfacer las demandas sociales, la expropiación podría ser una solución. Y hablamos de una expropiación sin pago alguno, porque ese dinero ya se lo habían ganado sus dueños. Pavimentando a favor de la derecha, otra vez, el miedo antichavista.
- Buena parte de estos convencionales eran personas que fueron electas en una lista "no partidista" e independiente "del pueblo" llamada "La Lista del pueblo", y resultó que a pesar de no pertenecer a ningún partido (y tener un % de votos del 15 o 16% más o menos), al poco tiempo se descubrió que hubo rendimientos de gastos inflados, por una parte, y por otra un constituyente que se promocionó como un luchador social con cáncer casi terminal terminó admitiendo que no tenía cáncer y sí una enfermedad estigmatizada socialmente... primero pensamos que era VIH, que a pesar de su gravedad ya no es lo mismo que el cáncer, pero resultó ser sífilis. Da igual la enfermedad de todos modos, el problema es la mentira de estos "independientes" que se presentaron con una altura moral al momento de ser electos. Y para más inri, el pelao Vade (el susodicho), renunció simbólicamente pero sigue recibiendo su sueldo...
- Además de lo ya dicho, la Lista del Pueblo se quiso postular a las presidenciales, se les dio la oportunidad de hacerlo, hicieron unas "primarias internas" muy mal organizadas, primero escogieron a un representante pero luego se decantaron por un tal Ancalao (Mapuche), quien recolectó unas firmas para su postulación, ¡¡¡¡LA MITAD DE ELLAS FALSAS CERTIFICADAS ANTE UN NOTARIO MUERTO A INICIOS DEL AÑO 2020!!!! En este momento la izquierda extrema maximalista perdió toda validez social y esto también echó abajo la popularidad de la Convención. En este momento muchos constituyentes optaron por callar y no denunciar estos graves hechos. Vamos, que eran muy críticos con toda la política, pero ahora que son ellos políticos, dejaron de ser tan críticos.
- La presidenta de la Convención es una mapuche (Elisa Loncon) electa para un cupo reservado a los pueblos indígenas. En medio de todo este quilombo la violencia en la Araucanía se ha incrementado, ¿hubo alguna crítica de su parte? NO, calló vergonzosamente. Hubo un caso tan bochornoso como asqueroso en el que unos mapuche torturaron y asesinaron a un ciudadano común y corriente, y de eso poco y nada se dice. Vamos, que eso de criticar los símbolos impuestos (bandera, escudo e himno nacional) va muy bien, pero no el criticar la violencia de los indígenas cuando ocurre.
- A todo lo anterior, hay que agregar que la Convención ha tardado en comenzar a trabajar. Han reclamado por sus asignaciones y han cuestionado sus propios mecanismos de decisión internos que ya estaban dirimidos (porque NO es una Asamblea Constituyente, por tanto NO tiene poder originario). A ver, yo puedo aceptar que el dinero que les asignaron desde un principio no era mucho (igual bastante más que el promedio que gana un chileno), pero si su discurso inicial era luchar contra prácticas políticas tanto cotidianas como dañinas, no pueden perder semanas discutiendo si merecían un psicólogo y/o psiquiatra a tiempo completo en sus instalaciones... vamos, nuevamente la derecha capitalizó el discurso en contra del gasto desmedido y la austeridad como ejemplo. Qué contradicción.
- A la desmerecida posición de la extrema izquierda, le tocó su turno a la izquierda radical poscomunista: Frente Amplio. Su candidato, Gabriel Boric, electo en primarias, no le fue bien desde un inicio. Su desplante en los debates fue bastante mediocre, pasaba de contestar algunas preguntas e incluso en otros simplemente se ausentaba.
- El programa presidencial presentado era todo menos serio. Cero preocupación por la situación económica. Inicialmente apostaba por otorgar vivienda a los inmigrantes ilegales. Luego el programa lo retiró, y finalmente, hace muy poco, lo volvió a subir con cambios. ¿Qué clase de imagen presentó al chileno?
- También mostró una dubitativa posición en asuntos como la delincuencia, los saqueos, y el desorden en la plaza Baquedano (aquella donde desde octubre de 2019 se reúnen los manifestantes), y está bien entender que en ciertas coyunturas, las movilizaciones no solo son necesarias, sino que naturales. Pero también es natural que llegado un punto, el orden vuelva a retomar su cauce. Nada de eso estuvo presente en su discurso. El chileno promedio, el mismo que apoyó las movilizaciones en octubre, noviembre y diciembre de 2019, y de nuevo el 2020, ya estaba cansándose de tener que evadir la zona cada vez que fuera a su trabajo o casa (dicha plaza se ubica en la intersección de las dos calles más importantes de la ciudad).
- No hubo pronunciamiento sobre el asunto mapuche, ni el inmigratorio.
- Encima, si el programa ya era bastante mediocre, y peor en asuntos económicos (por ejemplo busca aumentar 8% la presión fiscal en ¡¡¡¡4 años!!!!), varios miembros de su comando afirmaron que este asunto les era secundario, e incluso que la desestabilización económica podía ser una consecuencia necesaria. De nuevo, ¿le están diciendo al chileno de a pie que teme el desempleo que durante el próximo lustro ese miedo será una constante?
- Todavía más: una integrante importante de su comando también fue pillada con rendimientos inflados. El partido comunista (parte de su comando) no tuvo moderación alguna al momento de saludar las elecciones de Nicaragua, a pesar de que Boric ha dicho en repetidas ocasiones que NO aceptarán ninguna dictadura ni violación a los DDHH, sea del gobierno que sea. ¿Qué imagen es esa? ¿Un gobierno sin gobernabilidad porque el PC se moverá por convicciones diferentes a las acordadas?
- Y por último, resulta que hay una denuncia a Boric por acoso sexual Acusación que sus miembros conocían hace años y que a pesar de todo lo escogieron como candidato. Está bien, política es política. Pero una cosa es ser un político acusado de acoso, y la otra es ser un político feminista, ecologista e indigenista acusado de acoso. Es como lo de Pablo Iglesias y su chalet.
Kast se hizo del descontento ciudadano, por una parte del derechista tradicional tras los problemas de Piñera y los errores de la candidatura de Sichel, y por otra del 25% del votante del Apruebo. ¿Cómo se explica que el 25% de los que votaron Apruebo ahora voten por un neoconservador? Pues por lo ya dicho.
Pero este chileno común y corriente, NO quiere que todo siga igual a como estaba antes del 18O - 2019, lo que quiere es tener Dº y orden. Quiere un sistema de salud decente, inclusivo, público si se quiere, un sistema de pensiones de verdad, a la vez que terminar con el desorden en la plaza Baquedano y con los inmigrantes en el norte. El chileno corriente es más radical que el izquierdista o derechista. Las encuestas demuestran que el votante autodefinido como "abstinente o ignorante" es en realidad más social y autoritario que el izquierdista y derechista. Comportamiento que se observa en otros momentos y lugares cuando las cosas se tensan. No es entonces, como algunos dicen, "que se acabó con el descontento y ahora los chilenos se han mesurado", es todo lo contrario.
Solo un 40% votó por la derecha. Y un 60% no votó por la derecha. Un 15% votó por un candidato que NO está en Chile desde hace años y que prometía expulsión a los inmigrantes, lucha contra la izquierda y derecha, democracia digital, sistema de pensiones a lo "Canadá" y gobierno estudiantil triestamental (vamos, lo que se pelea en las asambleas de universidades públicas dominadas por anarquistas)
La derecha todavía está lejos de alcanzar el 50% que tuvo con el pinochetismo en 1990. Y es dudoso que ese 40% que apoyó a Kast lo haya hecho pensando en TODOS sus puntos programáticos. En realidad, es una reacción a la reacción de la izquierda una vez alcanzado el podio en la Convención Constituyente y la izquierda política cuya esencia es tan "postmoderna".
Yo personalmente sabía que esto iba a ocurrir, otros no, otros ayer se quedaron en shock al ver los resultados
Pero todos los indicios apuntaban a este incremento en la posición reactiva.
No obstante, insisto, aquí la culpa es esencialmente de la izquierda gobernante. Una izquierda que cree en un mundo donde idealiza la palabra "pueblo" y la configura en función a unos actores sociales tan insignificantes en número que realmente su inclusividad pasa a ser exclusividad.
En Estados Unidos la izquierda es muy "pro afrodescendiente", en Chile es muy "pro mapuche", por ejemplo.
Resulta que el mapuche es una etnia variada. La mayoría vive en ciudades, hablan como chilenos, tiene amigos chilenos, tiene trabajos como cualquier chileno, se identifican con los chilenos y bueno... son chilenos. Una minoría está en el campo al sur, y una minoría, de esa minoría, pelea por sus tierras ancestrales prendiendo fuego a camiones, empresas y también casas habitadas. La izquierda identifica a esa minoría casi como "EL PUEBLO CHILENO", un pueblo compuesto por MINORÍAS. Si se analiza la campaña de Boric y su simbología, tiene mucho de eso.
Resulta que el mapuche que pelea violentamente por sus tierras, en términos de clases sociales, NI SIQUIERA PERTENECE A LA CLASE TRABAJADORA por definición. Es un campesino tradicional, reaccionario si se quiere, antichileno en algún nivel, que quema la bandera que representa a millones, y que por supuesto es sumamente conservador (cree en su cosmogonía, es muy poco dado a las minorías sexuales, y de hecho, ni vota). Y por supuesto, su lucha es una lucha exageradamente reaccionaria, quieren que se les regresen tierras que perdieron hace más de 150 años, ¿en qué se diferencias sus Dº históricos de los de un sionista en Palestina en 1930? Quiere una reforma de la tenencia de la tierra a la inversa.
Ese es el piso de Boric.
Ese y otras minorías: trasn, homosexuales, y pobladores de barrios marginales.
Que sí, está bien enfocarse en esas personas, pero es que no representan ni al 20% de la población trabajadora (90% de la sociedad). El chileno trabajador, aquel que se levanta a las 6 am para llegar a su trabajo a las 8 am tras 1:30 hr de viaje, va desde personas que viven en poblaciones marginales, hasta otras no tan marginales compuestas por pisos en el centro de Santiago o incluso en comunas un poco más acomodadas como Providencia. El pueblo no es la población callampa de las "ollas comunes", eso era quizás en los años 80, hoy la población pobre come en el KFC, usa Smartphone y tiene Netflix. Es mucho más variado.
La imagen que entrega la izquierda del "pueblo", es básicamente el flayte y el mapuche, luego si eso se añadió al homosexual, la feminista y el/la/le trans. Solo minorías.
He allí la clave del buen rendimiento de Parisi y Kast.
Volviendo a mi punto central, ni Kast ni Boric aseguran como dices, soluciones. Ambos prometen cambios irrealizables y se encontrarán en un gobierno sin mayoría parlamentaria en una sociedad tan polarizada como demandante.
Quizás gane Kast, es altamente probable que suceda. Pero lo que es mucho menos probable, es que logre implementar su programa, de hecho, este mes será el mes de los consensos, de centrarse y buscar votos en la centroderecha (mucho más liberal en lo valórico) y en otros sitios más sociales. Y, para mal de todos, la economía chilena no está rindiendo. No puedes prometer mejores condiciones económicas sin ajustarte el cinturón (lo que incluye el gasto público militar, pensiones y educación), y es allí donde la sociedad de momento no está dispuesta a tranzar. Si Kast no encuentra una forma de superar estos problemas y hacerse de popularidad (pensando en un escenario hipotético en el que gane), el plebiscito constitucional de salida será aprobatorio, lo que también, muy probablemente hará de su gobierno efímero (pues incluso podría adelantar su fin).
Paradójicamente, si Boric gana, podría ocurrir lo contrario. Llegado a la presidencia las condiciones le jugarían en contra y el plebiscito de salida podría ser rechazado.
En este aspecto hasta es mejor que gane Kast. Así como fue mejor que Piñera terminase su mandato y no fuera destituido a fines de 2019 como lo buscó el parlamento. A saber, además de las ya mencionadas condiciones chilenas, la pandemia no ha terminado (irremediablemente se deberá volver a aplicar medidas de control social) y la economía chilena está a muy poco de colapsar si China no endereza su rumbo.
Saludos.