Queda mucho, sí, pero la política es así. Vas deprisa y a contrarreloj en todo momento, te tienes que anticipar a los posibles escenarios que se podrían avecinar. En este sentido, a la dirigencia de UP, les puede parecer que tocaron fondo, y que no podrán caer más de lo que ya han caído, es decir, desde ahora en adelante lo que les podría suceder es que ascenderán lenta (muy probablemente), rápida (poco probable) o no ascenderán (probable). Es decir, si ocurre el peor de los casos y no ascienden nada, igualmente serían relevantes. Un 12 o 10% de los votos les da el poder para tener al PSOE en continua necesidad de asociarse con ellos.
Pero la clave no es esa. Para los líderes de Podemos la alianza con los socialistas la deben dar como hecha, lo que buscan es incrementar su peso en esa alianza a pesar de no tener un peso mayor electoral, por eso es clave el peso que alcancen los partidos de la España vaciada. Estos podrían alcanzar 15 escaños, pero como son transversales en términos de objetivos políticos, podrían pactar con unos y otros con el fin de alcanzarlos.
Si UP se acerca a estos partidos, podría volverse más necesario en la alianza con el PSOE.
Lo que es claro, es que UP no puede existir sin el PSOE, y que aparentemente si las elecciones se dieran hoy, la derecha tendría las de ganar, buscar alianzas en otros horizontes será clave.
Si ese es el escenario, lo que será clave para los morados, es su capacidad para mediar entre el discurso de estos nuevos partidos y el suyo propio. Su discurso deberá conjugar tanto la problemática regional de esta nueva coalición y su enfoque social.
Una clave aquí sería el índice de poder tras una elección en un sistema parlamentario.
Por ejemplo si tenemos cuatro partidos con diferentes resultados electorales, en un momento de negociación, el poder no solo debe entenderse en la cantidad de escaños que se obtienen, sino además en tu propia importancia como pivote para alcanzar la mayoría.
Digamos que de estos 4 partidos: A, B, C, D.
A - 42%
B - 28%
C - 15%
D - 15%
Las dos primeras mayorías son las victoriosas pero no alcanzan la mayoría para acceder al gobierno. Las posibles alianzas que se podrían dar para alcanzar ese gobierno son las siguiente:
- A + B
- B + A
- B + C + A
- A + C + B
- B + D + A
- A + D + B
- A + D + C
- B + D + C
- B + C + D
- A + C + D
- C + D + A
- C + D + B
En realidad, las alianzas posibles podrían ser en términos matemáticos lo mismo que 4 (a, b, c y d) en términos factoriales 4!, 24, pero son reiteraciones y solo complicarían el ejemplo. La clave es observar al partido pivote, el que lograría generar una mayoría en la alianza.
A: 33,3..%
B: 33,3..%
C: 16,6%
D: 16,6%
En otras palabras, el partido A tiene el mismo poder que B a pesar de sus diferentes pesos. Mientras que C y D continúan atrás.
Ahora, si suponemos además que las alianzas entre A y B (1 y 2) no son posibles, esto reduce el poder de estos partidos a un 20%. Los partidos que más votos alcanzan, tienen menos poder que aquellos que sacaron menos votos. El juego cambia-. Si además, suponemos que ningún partido se podría aliar con A, el panorama vuelve a cambiar.
De, un poder de 33,3..% se pasa a 0% en términos reales. Si B y C siempre se alían y D es un nuevo jugador, la clave final la tiene D.
Este escenario sumamente teórico nos puede servir para explicar cómo se plantean los escenarios en política.
Si suponemos que en una próxima elección, ni la suma PP y Vox, y PSOE y UP adquieren la mayoría para el gobierno, aun con la derecha liderando, una coalición pequeña en resultados pero con posibilidad de desequilibrar la balanza podría estar en tener de tu favor a esa coalición.
Desde luego, no es lo mismo el orden A + C + D que C + A + D.
Lo que podrían plantearse los morados, entre sus proyecciones, es buscar mayor liderazgo de un bloque con apoyo en nuevos actores.
Lo que no tendría sentido, es ver cómo emerge una nueva fuerza clave en la organización del poder y NO hacer nada.
Saludos.
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