Deconstrucción de la izquierda posmoderna

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Avicena
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Avicena »

Buenos días
A raíz de una intervención en un foro sobre las elecciones brasileñas, surgió el término agenda "woke" referida una supuesta izquierda decadente que coincidiría con lo que aquí se llama izquierda posmoderna.
Intentaré ser breve, creo que no puede estar más errado el autor del ensayo.
Bueno, diré algunas cosas más, el neomarxismo de ciertos intelectuales no acabaron con la izquierda o el marxismo, el autor usa el prefijo "pos" y de ese modo devalúa las ideas de manera artificioso, en vez de neomarxismo lo llama posmarxismo y ya tiene esa pátina decadente, pero es un uso tendencioso del lenguaje.
Más bien es esa idea-fuerza que usa este autor de "mundialismo", como peligroso, es un mensaje muy simple que cala en la sociedad, una supuesta agenda progesista de George Soros y otros millonarios que supuestamente asumen y que va ligado inexplicablemente a la globalización, eres de izquierda pues estás a favor de la globalización, un millonario es, yo que se, gay-friendly, el razonamiento que hace ese tipo de gente es que si eres gay-friendly asumes una agenda globalizadora.
Hay muchos millonarios que son homófobos y que asumen la globalización, pero hacen un sesgo y lo ignoran y es más se afirma que digamos "el ecologismo", por decir una idea "progre", si tu lo defiendes no lo puedes compatibilizar con la lucha contra la globalización o con la lucha contra la explotación laboral.
Y esta corriente propone que desaparezca toda agenda "progresista" y que se priorice la lucha contra la "mundialización", al final proponen ideas conservadoras y nacionalistas y dicen defender la clase trabajadora.
Estas ideas a grosso modo lo usa mucho la ultraderecha para defender sus postulados.
Recomiendo, leer más a Jean Paul Sartre, a Simone de Beauvoir, a Albert Camus, existencialistas, A Fuoacalt como estructuralista, a Marcuse y Adorno de la escuela de Frankfurt que influyeron en el movimiento del 68, movimiento positivo, que en ningún caso es peligroso, ni decadente, ni moralista, ni mundialista, ni infantil, ni otros adjetivos que se usa como reacción a la izquierda libertaria.
¿Porque la clase obrera se pasa a la extrema derecha? No es por un pecado original de la izquierda, es por la misma razón por la que surgieron en su tiempo los fascismos.
El marxismo es internacionalista, está en contra de la globalización capitalista, ese es el sentido de los movimientos antiglobalización, en realidad son movimientos de altergobalización, en ningún momento promueve la autarquía, sino un comercio mundial más justo.
Ahí es cuando choca con la derecha, en cuanto tiene un carácter internacionalista.
Marcuse analizó porque no se había cumplido la revolución del proletariado en las sociedades desarrolladas y la razón es que este había llegado a un pacto tácito con la sociedad capitalista, se mejoró sus condiciones mínimamente y les prometió estabilidad y seguridad del Estado frente al peligro del exterior, los rojos, los inmigrantes, las guerras.
Vamos como dijo Borrell, la UE es un jardín y el exterior es una selva.
Y la clase baja del mundo desarrollado se ha vuelto conservadora, insolidaria, se le ha enfrentado con los inmigrantes, los refugiados, los mendigos o cualquier otra persona al margen de la sociedad.
Con razón decía Marcuse que la revolución en un futuro la protagonizaría los inmigrantes o personas en paro estructural, la gente que no está bien arraigado en el mercado laboral, el lumpen vamos.
Por eso hay tanta gente trabajadora que vota a la extrema derecha y ha abandonado a la izquierda.
Saludos
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Shaiapouf
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Shaiapouf »

Buenas tardes Avicena.

Antes de continuar, aclaro que me referiré a esta izquierda postmoderna como populista radical, progresista, progre, indefinida y a veces "neoizquierda". Todos estos calificativos no me los invento yo, tienen tras de sí un profundo análisis de la mano de politólogos y filósofos políticos. Por otra parte, responderé por partes tu intervención, pero, en un mismo apartado sin desglosarlo en citas porque me parece que así es más fácil leer y continuar con las respuestas.

1) Hay diferencias entre el neomarxismo y el postmarxismo.

El neomarxismo es un término que sirve como conjunto a todas las corrientes que se declaran marxistas pero que revisan de alguna forma al marxismo ortodoxo propio de la Unión Soviética, más específicamente, el marxismo-leninismo en su versión fuerte (Lenin), y en sus versiones ya de por sí revisadas (Stalin y los secretarios generales del PCUS posteriores a éste). En tanto, el postmarxismo como su nombre lo indica, se entiende como posterior al marxismo mismo, y aquí lo que hay no es una "revisión actualizada" del mundo usando el materialismo filosófico, político y dialéctico, sino que sencillamente se revisa al mundo con un método que descarta los anteriores suponiendo que estos ya han hecho lo suficiente y es necesario uno nuevo. Así, Laclau (a quien se menciona), no hace más que crear un nuevo método para analizar a la sociedad, su taxonomía y su dinámica de conflicto interno.

Hasta este punto, no estoy indicando si es mejor el neomarxismo o el postmarxismo, simplemente estoy señalando que el neomarxismo sigue dentro del conjunto marxista, mientras que el postmarxista no. El postmarxista, sería de cara a la familia del marxismo, un sobrino nieto. Esto porque tiene una herencia marxista (un tío o tía abuela), pero ya la mezcla lo hace formar parte de otra familia.

2) Luego, evidentemente la lectura de la sociedad de estos autores postmarxistas sí que remueven a cualquier corriente política del espacio de la izquierda tradicional, sea en su versión socialdemócrata, comunista marxista-leninista, comunista maoísta, o anarquista.

Creo que es pertinente en este punto hacer una aclaración:

Las corrientes e ideologías políticas no pueden analizarse a nivel lineal ni fijo, sino que multilineal y fluidas, donde la esencia de cada corriente no sea una dosis fija sino un objetivo adaptable en el tiempo.

El postmarxismo derruyó el concepto de clase obrera y lo cambió por minorías. Con ello, superó/sepultó al materialismo histórico y llevó a sus adeptos a un espacio diferente. Esto porque sea la versión que sea de la izquierda comunista, hablar de clases implica tomar un concepto objetivo y mundial, muy compaginado con la ciudadanía, con la patria y con una construcción heredada desde el jacobinismo. Lo mismo aplica a las corrientes de izquierda liberal como la socialdemocracia, aunque en una tendencia diferente.

Cambiar la clase (o la ciudadanía desde el punto de vista liberal), por las minorías identitarias (hombre-mujer, cis-trans-no binario, homo-lesb-het, nacionales-inmigrantes, blanco-rojo-negro, laico-cristiano-musulmán, etc. etc. etc.) rompe con el trabajo racional-universalista de las izquierdas construidas entre 1820 y 1950. Y en términos de políticas públicas el resultado está a la vista, eso sin mencionar que esta izquierda populista (llamada peyorativamente como woke) es indefinida, pues su proyecto para con el Estado no tiene sentido, es muchas veces incongruente, y solo tienen sentido en la medida que reclaman en la calle, en ONG's o como oposición parlamentaria, pero una vez llegan al poder ejecutivo no saben cómo actuar, si ir con el socialismo democrático, si con los comunista, o solos, pero cuando toman una decisión siempre implosionan porque la decisión que tomen termina contradiciéndose con algunos de sus dogmas. De esto se desprende y entiende por qué fracasan cuando están en el gobierno, debiendo de renombrarse (UP ahora es Sumar, por ejemplo, el Frente Amplio en Chile apenas se sostiene y no lleva ni un año gobernando).

3) Es un hecho, rastreable, cuantificable, que se puede testear y objetivar el apoyo a buena parte de las ideas de esta izquierda radical populista. No solo mediante ONG financiadas por Soros y otros multimillonarios, también por gobiernos, universidades públicas (que de allí partió todo), y la misma ONU. La agenda 2030 tan mencionada en las RRSS no es conspiración, es un hecho.

Es decir, todo en lo que esta izquierda cree, no es más que parte del discurso funcional y/o originado en las mismas clases dominantes.

Aclaro con el *y/o. Porque puede ser causal y funcional (la causa está en la clase dominante y a la vez es funcional a sus intereses) como puede ser solo funcional (se originó en otras causas pero les es funcional).

Como mínimo, les es funcional.
  • Les es funcional pues entre mayor sea la creencia en los valores progresistas, menor demanda de clase. Ha servido para desmovilizar a la clase trabajadora o al menos enfocarla en causas que son, de cara a los poderosos, increíblemente inocuas.
  • Les es funcional pues, además de lo anterior, genera división interna entre la misma clase trabajadora (80% aprox. de la sociedad).
  • Les es funcional pues, además de lo mencionado, permite validar un discurso alterno, supuestamente contestatario, que no afecta un ápice ni a los gobiernos ni a las clases capitalistas.
  • Les es funcional pues en determinados casos, la dialéctica de Estados (relaciones de hegemonía y geopolítica) permite debilitar a estados en pro del fortalecimiento de otros.
Aquí es menester aclarar que desde que existe la izquierda, su papel como validación del poder institucional ha sido clave. La izquierda siempre ha jugado un rol esencialmente progresista del poder. Hasta aquí, no deberíamos sorprendernos ni ofendernos si decimos que tal o cual ideología es funcional a los poderosos. Ni tampoco debiéramos ofendernos si decimos que el PSOE es, esencialmente, el gran pilar del capitalismo español (por ejemplo).

Sin embargo, el mundo no es de buenos vs malos, ricos vs pobres, derechas vs izquierdas, esa visión tan maniqueísta, flaca, pobre, básica de la historia y de la política contingente sirve con fines pedagógicos nivel ESO, quizás, no obstante un análisis pormenorizado de las relaciones sociales nos debiera dejar en claro que el proceso es esencialmente dialéctico. No hay buenos y malos, hay intereses contradictorios que tienden a chocar, converger, divergir en diferentes o coincidentes vectores y a veces de manera irracional, es por tanto, un proceso muy caótico...

Así que entendiendo lo anterior, que haya intereses de los poderosos por apoyar ideas progresistas, no es óbice para que haya intereses de los poderosos para detener el avance de estas ideas. Es lógico. Un mismo interés (asegurar un negocio que genere ganancias) dependiendo del contexto puede implicar medidas diferentes y hasta contraproducentes: apoyar y financiar al feminismo, apoyar y financiar al conservadurismo, nacionalismo o cristianismo.

Que los poderosos financian a la izquierda progre, a sus intelectuales, a sus ONG y que los medios de comunicación importantes tienen asumida buena parte de sus dogmas, no es conspiración, es una verdad factual. Seguramente también financian a movimientos conservadores, es seguro, así como es muy seguro que no financian a un movimiento que ponga en tela de juicio sus propios beneficios capitalistas, eso sí que sería contradictorio (al menos en el mismo espacio geográfico de poder)

4) No caigamos en los dogmas ni en las falacias.

X) Si entregamos un argumento que es idéntico al que entrega la ultraderecha, eso no nos vuelve ultraderechistas, si el argumento es correcto, entonces el problema es que quienes pensaban lo contrario estaban equivocados.

Y esa posibilidad no es vista ni esgrimida por esta izquierda radical populista. En su lugar esbozan que:

XX) Si estás en contra de lo que propongo, que es una verdad incuestionable, eres un fascista.

Lo cual es tanto un insulto como un argumento falaz.

El peligro de esto es que está tan metido en la médula del pensamiento progresista, que ya funcionan muchos como secta.

¿Cómo lo sé?

Por muchos motivos, principalmente porque yo mismo he sido víctima de falaces acusaciones, insultos y oprobios siendo calificado de fascista, facha, machito privilegiado, y no sé cuánta babosada más solo por contradecir uno de sus tantos dogmas.

(Aclaro que no pretendo discutir los dogmas de los progres, como el patriarcado, la autodeterminación del género, los derechos animales o de la naturaleza, ni sus mitos históricos como el buenismo durante la II República, la supuesta armonía durante el Al Ándalus, o el genocidio español en América ya que eso en general está discutido en otros temas y bastante se ha avanzado en este foro).

Lo que conlleva que el progresismo tenga, entre sus características, un marcado autoritarismo censurador, tal y como los más conservadores hace 80 años en Estados Unidos, España, Chile o toda Europa.

5) ¿Por qué la clase obrera se pasa a la ultraderecha entonces?

¿Por qué se pasó al fascismo?

Y en este aspecto hay tres grandes respuestas posibles.

1) Porque lo veían racionalmente como mejor alternativa para sus idóneos intereses.

2) Porque están equivocados.

3) Porque son racistas o fachos.

¿Cuál es la lectura que hace la izquierda populista?

2 y/o 3, jamás 1.

Es cuestión de analizar el discurso de Unidas Podemos o, la misma lectura en Chile (por chilenos y españoles progres) tras la derrota de la izquierda en torno al plebiscito de la NC.

Pablo Iglesias suele decir que son los medios de comunicación los culpables, tanto en España como en Chile, Gabriel Boric dijo que estaban yendo muy rápido (o sea la gente iba muy lentito), otros han dicho que la gente no entendió, que son fachos pobres, torpes o derechamente subdesarrollados.

Jamás de los jamases entienden 1.

Porque si entendiesen 1, se darían cuenta que todo en lo que piensan es un fake completo.

Tú mismo así lo piensas:

"Y la clase baja del mundo desarrollado se ha vuelto conservadora, insolidaria, se le ha enfrentado con los inmigrantes, los refugiados, los mendigos o cualquier otra persona al margen de la sociedad".


¿Hablamos de la misma clase baja que en España está a favor del matrimonio homosexual? ¿La misma que se organiza en Chile en torno a la Teletón? ¿Es la misma clase trabajadora que recibió durante años con los brazos abiertos a los inmigrantes sudamericanos? ¿Es la misma clase trabajadora que entiende que hombres y mujeres valen lo mismo?

Cuidado, quizás el problema es que ni siquiera tenemos contacto con estas personas.

6) Con respecto al globalismo, tú mismo representan una dicotomía que en realidad no existe.

"El marxismo es internacionalista, está en contra de la globalización capitalista, ese es el sentido de los movimientos antiglobalización, en realidad son movimientos de altergobalización, en ningún momento promueve la autarquía, sino un comercio mundial más justo.
Ahí es cuando choca con la derecha, en cuanto tiene un carácter internacionalista."

La derecha libertaria, ES GOBALISTA.

El marxismo realmente existente, ES NACIONALISTA.

El progresismo, ES GLOBALISTA.

El marxismo es, en los libros, internacionalista, pero será internacionalista cuando ocurra el apocalipsis de la revolución mundial, hasta entonces cualquier desarrollo real será nacionalista, eso lo entendió Lenin, y por más debate que se haya dado desde entonces, más o menos la cuestión está zanjada a menos que se quiera operar desde aquel hermoso y cómodo mundo de los libros en facultades universitarias.

Pero incluso en esas afirmaciones hay encerrado más contradicciones.

Por ejemplo buena parte de la derecha libertaria es globalista en lo económico pero conservadora en lo social, así como la izquierda progre aborrece el liberalismo económico pero abraza una versión degenerada del liberalismo social.

Lo cual, en la praxis política hace que ambos discursos comulguen bastante bien (por más hostias mutuas que se den).

Es sencillo, a nivel político si no se puede cumplir con todo un programa, hay que pactar, y si pondero con igualdad de importancia de una clase, con la de un género, teniendo más fácil conseguir una por sobre otra, pacto.

¿Qué es lo que hemos visto?

Que frente a una cuestión de fundamental importancia, como la vivienda, los salarios, la relación patrón empleado, las fortalezas sindicales, en general esta izquierda cede a cambio de ganar en cuestiones como leyes tipo violencia de género o autodeterminación de sexo.

No digo que las segundas no sean importantes o positivas, pueden serlo como no, pero en comparación a todo lo demás, son solo un grano del culo.

Pues bien, allí también son funcionales a los poderosos.

Al empresario le va a molestar más que fortalezcan un sindicato a que le pidan cuotas. MUCHÍSIMO MÁS, e incluso en el segundo caso puede salir ganando.

Y no digan que pueden hacerlo todo, porque no pueden si para ello hay que acudir a un pacto social. Lo que hacen es claudicar en asuntos socioeconómicos, por ganar en asuntos socioculturales identitarios.

A nivel empírico el resultado de sus políticas es muy pobre, y esto lo certifican estudios en países que llevan aplicando estas políticas mucho antes que la Hispanoesfera.

No es de extrañar, de nuevo, que el globalismo sea en realidad un conjunto de políticas a las que acuden progres, neoliberales y políticos de toda la vida.


Saludos.
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Shaiapouf
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Shaiapouf »

No quiero que el debate se desvíe, pero me gustaría desarrollar el siguiente punto ejemplificándolo con el tema de los inmigrantes.
Entonces, tenemos un problema, la gente pobre, proletaria, está cada día más abierta a endurecer medidas contra los inmigrantes ilegales, criminales, y también para controlar las fronteras.

¿Será que están observando una correlación entre crímenes e inmigración? ¿O quizás les molesta que muchos no se integren y se construyan microsociedades tipo No Go? ¿O es quizás que la población en general no les gusta que los inmigrantes impongan una cultura que es a la vez más reaccionaria y atrasada (por ejem. el velo en mujeres)? ¿O quizás están viendo cómo buena parte de los recursos públicos se destinan a inmigrantes en detrimento de ellos?

Quizás sea una mezcla de todo.

Pero para qué analizar cada caso, verificar la evidencia empírica y ejecutar un diagnóstico adecuado, mejor decir que la gente es intolerante.

Que en 10 años se pasó de la tolerancia a la intolerancia porque no sé... el fantasma del fascismo siempre estuvo por allí.

Que los votos a la extrema derecha comiencen a ser cultivados en barrios obreros, donde se concentran problemas de delincuencia, es solo una coincidencia, y que los votos a la izquierda se concentren en barrios de clase media relativa y totalmente acomodada también.

Oye, que no pasa nada, los pobres son racistas y clasistas y casos como el de Alban Gervaise son solo un cherry picking.
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Avicena
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Avicena »

Buenos días Shaiapouf
Quería antes recordar que es un placer debatir contigo y espero ser breve, dar mis impresiones personales, intento dejar la exhaustividad.
En el plano semántico lo importante es que entendamos a que nos referimos, pero si buscásemos un término neutro optaría por izquierda o progresismo contemporáneo, es muy vago, pero también lo es el concepto que representa, me hace gracia izquierda decadente, porque da a entender que hubo alguna vez una izquierda con pilares fuertes, un tiempo dorado, me viene a la mente la decadencia del imperio romano.
El concepto de populismo me parece referida más a la estrategia de comunicación política (praxis política), no tanto a la ideología política, es transversal a las ideologías y me parece que produce éxito político con pocos resultados en las sociedades, los partidos populistas mandan mensajes simples y atractivos que luego son dificiles de implementar porque muchas veces son contradictorios, no me gusta el populismo ni me gusta Laclau al que nombras.
Hay un problema, no creo en el socialismo científico, el marxismo me parece una ideología filosófica(con un fuerte contenido humanista), política, social y económica, pero no me parece que corresponda con una doctrina sistemática ortodoxa.
En el apartado económico sí que tiene un mensaje más estructurado y técnico.
Me parece que el marxismo-leninismo y el maoísmo son corrientes ideológicas muy posteriores al marxismo, tienen su valor histórico, pero no representa a la ortodoxia marxista.
Con ese criterio que usas, desde que murió Marx todo es posmarxismo.
Me parece importante el materialismo histórico y su dialéctica interna, pero no comulgo con el materialismo dialéctico, es un intento de sistematizar la realidad con el método dialéctico sustituyendo a la ciencia, un afán con el que se obsesionó Engels particularmente, me adhiero al materialismo científico, el que surgió con Galileo, con su grado de racionalismo y su grado de empirismo y su método.
Es cierto, la izquierda es más amplia que Marx, desde que surgió la revolución francesa, la izquierda está ahí, Marx formó parte en su juventud a la izquierda Hegeliana y es un concepto el de izquierda tan amplio que reducirlo al marxismo es injusto.
Pero bueno la escuela de Frankfurt y Sartre en particular tienen a Marx como autor de cabecera y el materialismo histórico y la diáléctica en la sociedad lo usan con profusión, otra cosa es que no se éste de acuerdo con como lo usan.
El concepto de clase social es una realidad innegable, hoy en día hasta la derecha la acepta, es un término creado por Marx que se ha adoptado hoy en día como término para designar una realidad social.
Otra cosa es lo que cada uno entienda como clases sociales, si estas deben de existir, que hacer con ellas, es como el Estado, son términos que designan una realidad incuestionable aunque sean intangibles.
Una vez entendido eso, la clase obrera es una clase social, sin duda, no creo que nadie lo niegue, pero no es el único, el propio Marx hablaba de múltiples clases sociales con intereses contrapuestos, la clase campesina, la pequeña burguesía, etc...
Estamos hablando del siglo XIX, cuando el sector industrial estaba en auge, hoy en día, el sector servicios tiene preponderancia, revisemos las clases sociales, la propia dialéctica histórica hace imposible que en pleno siglo XXI hablemos de una fotografía social igual.
Las minorías no son clases sociales, pueden serlo, pero no tienen porque serlo, depende de sus relaciones con los medios de producción, los homosexuales son transversales por ejemplo, pero puede haber casos en que minorías o mayorías invisibilizadas conformen una clase social, hay dos casos paradigmáticos de clases sociales etnizadas, en los países occidentales desarrollados, el grueso de los inmigrantes están en los márgenes de la sociedad y ocupan trabajos específicos, trabajadoras de hogar, manteros, los que trabajan en la recolección en invernaderos, etc ...
En los países petroleros del Golfo Pérsico, existe una minoría nativa con ciertos privilegios que le da la nacionalidad y luego existe una mayoría invisibilizada, sin apenas derechos, segregados, inmigrantes paquistanís. indios, egipcios o filipinos que se ocupan de la construcción y son de primera, segunda o tercera generación.
Si no tienen intereses de clase común y si no ocupan un papel relevante y específico en la economía de un país, no sé que será.
Me he enrollado de más. no tengo solución, quédate con esto y si tienes alguna pregunta concreta que hacerme, te contestaré sin problemas.
Saludos.
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Shaiapouf
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Shaiapouf »

Buenas tardes Avicena, un gusto igualmente.

A ver, varias cosas, nuevamente.

1) Aclarar que no uso el concepto "izquierda decadente" para englobar a esta izquierda progresista/radical populista/indefinida, y si lo he usado alguna vez, no ha sido más que esporádicamente y con fines más bien coloquiales. Yo, repito, me refiero a esta izquierda como radical populista e indefinida.

Lo primero, porque se encuentra en términos discursivos a una izquierda de la izquierda tradicional, es decir, de la centroizquierda socialdemócrata o social-liberal (de allí también su populismo, que en este sentido les hace parecerse de cara a la mass media, a la derecha extrema), pero es indefinida porque no tiene un proyecto concreto para con el Estado.

Esta izquierda no es más que un conjunto de diferentes proyectos, cada uno con su propia identidad y simbología, y a la vez, cada uno con un proyecto de Estado inexistente. Esta es una esencial diferencia con la izquierda definida (que actualmente existe en los socialdemócratas, comunistas aunque muy degradados ambos, maoístas, y anarquistas), pues su proyecto político enmarcado dentro de un espacio vectorialmente definido, está definido.

La nueva izquierda no hace más que avanzar por su propio proyecto, los cuales son en esencia contradictorios entre sí: el identitarismo feminista no puede coexistir a la vez con el constructivismo trans, ya que el esencialismo es opuesto al constructivismo, por ejemplo. Hay muchos otros ejemplos donde se evidencia que no existe un proyecto político sino solo un programa político coyuntural que busca normativizar ciertos comportamientos.

El ejemplo de Laclau no es para señalar que él sea el gran referente de esta izquierda (que para referentes, hay muchos y de todos los colores), sino que él representa un pensar típicamente postmarxista.

2) Con respecto a esto, en efecto, desde Marx hay marxismos, el mismo Marx no se consideraba marxista. Desde Marx hay personas que suscriben a sus principales conjeturas y que las discuten, las adaptan a los nuevos tiempos, y desde luego como no puede ser de otras forma, añaden nuevos conceptos de su cosecha.

Por eso el marxismo, como corriente esencialmente sociológica (ciencias sociales y no solo sociología), transmuta, cambia, se revisa, pero sigue manteniendo cuestiones esenciales en su seno que existían en el pensamiento de Marx, como en el pensamiento de cualquier marxista del 2020. El postmarxista en cambio esto lo cuestiona, y eso lo hace saltar a un nuevo espacio que no es marxista.

Lo que se podría cuestionar es cuándo hay marxismo y cuando hay neomarxismo.

Eso ya es muy debatible y para mí siempre hay -y siempre debe haber- neomarxismo pues cualquier corriente de pensamiento debe ser continuamente revisada, estudiada, adaptada y actualizada a los tiempos. Es decir, desde que se lee a Marx ya hay neomarxismo en este sentido, pero no postmarxismo.

Es importante entender esto para no perder el hilo de la cuestión más importante: si tras esta izquierda radical-populista indefinida hay postmarxistas, eso quiere decir que no fue ni es el pensamiento dialéctico materialista el que los parió, sino el el pensamiento post dialéctico materialista, y esto significa que fue un modo de analizar/ver el mundo no-marxista el que les dio nacimiento, y que por más que haya antecedente, raíz, ascendencia, con el materialismo dialéctico estos movimientos no habrían surgido. Era entonces, necesario subvertir los pilares materialistas filosóficos desde su propio seno, con apoyo en otras corrientes de pensamiento, para posteriormente dar nacimiento a una nueva corriente que ya no forma parte de esa familia, ni de la otra, sino que es una nueva en su conjunto.

O dicho de otra forma, aplicado como ejemplo, no es que X haya nacido de Z, siendo Z su tercer ascendente, sino que ha nacido de Y, pero Y, a su vez para dar nacimiento a Z necesitó de V, por tanto la causa de Z no está en X, sino que en Y y V, siendo V diferente de X.

En este sentido, podemos decir que Y aun conserva cuestiones importantes de Z, es un hijo directo, pero ya no ocurre así con X, la mezcla ideológica con corrientes incluso antimarxistas (incluyendo en sí elementos individualistas) lo vuelve algo completamente diferente.

Que es justamente a lo que se refiere el autor cuando intenta hacer un barrido histórico de la metamorfosis que toman las ideas. Escuela de Frankfurt => Postmodernismo => Neoliberalismo => Caída del socialismo real (aquí podemos debatir si fue primero esto o el neoliberalismo) => Protestas antiglobalización en Estados Unidos, América Latina y Europa => Consolidación de la izquierda comunista postmaterialista => Consolidación de la izquierda socialdemócrata de la 3era vía => Consolidación de la izquierda radical populista y la verde.

3) Marx hablaba de muchas clases sociales, pero las dos más importantes (proletaria y capitalista) serían las que prevalecerían por simple acción capitalista. Hoy podemos decir que allí donde el capitalismo se desarrolló, el campesinado y otras clases propias del antiguo régimen tendieron a desaparecer o quedar reducidas a insignificantes espacios.

En principio, la sociedad capitalista propia del siglo XIX, es una sociedad donde el 80% de la población es proletaria, un 5% es capitalista (o menos); y el restante ocupa otras posiciones, fundamentalmente intermedios (pequeños burgueses, libres, autónomos, cuentapropistas, y lumpenproletariat). Mas, entre capitalistas y proletarios tenemos cerca del 85% de toda la sociedad, es decir, son la mayoría (cuando Marx nació eran, al contrario, la minoría).

Entonces, una izquierda definida debe si quiere ser exitosa, trabajar para este 80% de la sociedad.

La agenda LGTBI ocupa a menos del 5% (según diferentes estudios a veces un poquito más, otras un poquito menos).
La agenda de género se ocupa de un 50% transversal tanto al 80%, como al 20%, al 5%.
Los migrantes representan, como mucho (quitando países como Qatar) un 15 o 20% de la población.

80% > 5%, 80% > 50%, 80% >15%.

Y ojo con esto, porque siempre se tiende a leer desde la peor orilla privándome del principio de caridad, quiero que se me lea completamente antes de acabar.

¿Qué es más importante en términos puramente cuantitativos? ¿El 80% o el 50, 20, 15 o 5%?

Evidentemente el 80%.

Me podrán decir que el 5% también importa, lógicamente, pero estoy haciendo notar que incluso cuando tenemos que optar por una u otra, es decir cuando nos encontramos en un dilema, el 80% incluye en buena medida al 50, 20, 15 y 5%.

¿Puede el 5% incluir al 80%? NO. Tampoco el 50, el 20 o el 15%.

En momentos de priorizar, lógica y lamentablemente, es el 80% el que debe prevalecer. No solo porque son mayoría, sino que también porque DENTRO DEL 80% ESTÁ INCLUIDA EL 80% DEL 50%, DEL 5% Y PROBABLEMENTE EL 90 O 95% DEL 15% .

En última instancia, si tengo que privilegiar entre leyes que favorezcan a la clase trabajadora y leyes que favorezcan a las mujeres, si escojo lo primero beneficiaré a la grandísima mayoría de la población nacional, incluidas también la mayor parte de las mujeres, si escojo la segunda beneficiaré a las mujeres trabajadoras, capitalistas y de todas las clases.

Quiero que se entienda esto porque el escenario que estoy colocando funciona solo en un mundo con dilemas reales, y no siempre es así.

Si la cosa va bien, las izquierdas pueden operar fuertemente en todas las direcciones necesarias.

Pero si la cosa va bien, no necesitamos a la izquierda radical indefinida. Esta solo tuvo/tiene sentido por el fracaso del socialismo democrático al momento de asegurar el Estado de bienestar, el progreso social, el "crecer con igualdad". De este fracaso se fortalecen discursos como los de Pablo Iglesias, el altermundismo, entre muchos otros.

Por lo mismo, en su propio éxito se acurrucan sus fracasos.

En el contexto actual, el presupuesto es limitado, lo que ha significado que los programas socioeconómicos no se pueden llevar a cabo, lo que queda es aplicar de modo muy reforzado el programa identitario (feminismo, LGTBI -con énfasis en la T-, ecologismo,... etc).

Ojo con esto porque en este aspecto, como en muchos, se nota cuán funcional es el identitarismo de cara a los poderosos.

EJEMPLO 1: INMIGRANTES

Existe un problema evidente con las pensiones. Simplemente no se financian porque la población en edad de trabajar se reducen en proporción (y a veces en número) mientras que la población jubilada aumenta.

¿Cómo se soluciona esto?

Como el sistema de reparto se sostiene a base de cotizaciones, cotizantes (activo), y pensiones (pasivo), entonces, o aumento los cotizantes, o aumento las cotizaciones, o reduzco las pensiones.

Evidentemente, el progresismo no hará lo último.

Le queda aumentar los cotizantes o aumentar las cotizaciones (esto es, aumentar salarios en relación al PIB para que el fondo sí dé abasto).

¿Qué prefieren?

Pues lo primero, aumentar los cotizantes validando el discurso pro inmigrantes, fronteras abiertas, ciudadanos del mundo, "que alguien tiene que barrer las calles".

EJEMPLO 2: EUTANASIA

Entiendo la eutanasia como política pública para casos extremos en los que no hay una solución a un padecimiento es una opción racional.

Pero hay padecimientos y padecimientos, sufrimientos y sufrimientos, condiciones y condiciones.

Un escenario es cuando una persona es diagnosticada cáncer terminal y le quedan 3 meses de vida, de los cuales 2 serán de puro sufrimiento. Vale, en esos casos entiendo la medida. El debate moral aquí es más profundo y delicado ya que se entrecruzan muchas posiciones desde las más tradicionalistas y religiosas, hasta las más modernistas y laicas, pero tengo una respuesta en este asunto más o menos pensada desde el consecuencialismo mismo.

Sin embargo, una persona con depresión crónica no está bajo ningún punto de vista en la misma posición que una persona con cárcel. Y el dolor de una persona con depresión jamás será el mismo que el dolor de una persona con cáncer.

Claro, la depresión requiere de muuuuucho trabajo, y por ende dinero, para ser superada. Necesitas a veces medicamentos recomendados por un psiquiatra, además de psicoterapia todas las semanas durante 5, 6 o más años (tengo una amiga cuyo padre murió lamentablemente en 2015 y recién en 2020 ella fue capaz de decir que había superado la depresión con ayuda psiquiátrica y psicológica), ¿cuántos países aseguran la psiquiatría y psicología pública?

Como se puede ver en el siguiente link en general en Europa la salud mental está financiada por la seguridad social, pero entre copagos, límites de visitas y listas de espera, en la práctica no lo está, en la práctica la salud mental depende de cada bolsillo.

Pues bien, ¿qué hacemos? ¿Financiamos a más psicólogos y psiquiatras en un contexto en el que los padecimientos mentales van en aumento como efecto colateral del desarrollo de las sociedades posindustriales? No, mejor validemos la libertad de poner fin a nuestra vida.

Ejemplo, el caso de Shanti de Corte

Lógico, con el tiempo será más barato eutanasiar a las personas con enfermedades mentales (bajo ciertas condiciones) que pagar por más y mejor sanidad mental.

Esto que digo suena fuerte pero, ¿de qué otra forma se tiene que decir que en Bélgica han preferido eutanasiar a una chica que tenía toda la vida por delante en lugar de apoyarla?

Que tenía depresión, no cáncer. Que la depresión se cura, pero hay que gastar $$$$, e incluso una familia belga puede terminar cansándose, más aún si todo el mundo les cuenta que las personas con padecimientos y sufrimiento tienen la libertad de suicidarse.

Hay más ejemplos, pero creo que con estos dos queda patente mi punto.

Saludos.
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Avicena
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Avicena »

Buenos días
Me parece bien radical, populista por desgracia se encuentra en el zeitgeist de nuestra época, es consustancial a los partidos políticos modernos y en cuanto a indefinido, la izquierda tiende a ser menos monolítica que la derecha, hay más divergencias internas.
Digamos que hay un 80 % de la población en un Estado que tienen una renta demasiado baja y que definiríamos como una clase social , bastante indefinida, clase baja y medio-baja en la que hay que hacer una redistribución de la riqueza muy concentrada en un 20 % de la sociedad.
Estoy de acuerdo con ello, pero veo varios problemas, las relaciones con los medios de producción son muy diferentes en toda esa población y no existe una conciencia de clase en todo ese sector, un autónomo tiene unos intereses, un asalariado, un funcionario, un jornalero, etc...
Y luego las necesidades y las problemáticas son diferentes, no es lo mismo un sin techo, que un trabajador hipotecado, que uno que alquila y concatena trabajos temporales o un inmigrante sin papeles que recoge fresas y que viven en chabolos en condiciones deplorables.
Políticamente como puedes dar un mensaje uniforme a toda esa población como si fuera una sola clase social y que política macroeconómica concreta única soluciona todo ello, me parece complejo y me parece que cada grupo necesita un tratamiento legal y económico diferenciado.
La izquierda trabaja para la gran mayoría social, en teoría la clase política trabaja para todos, entiendo que tiene que movilizar a todos los desfavorecidos y todos tienen que estar unidos, pero no veo porque no lo deben de estar porque se sea consciente de que tienen problemas de diferente índole.
Y no habrá esa dicotomía de que tengo que priorizar unos sobre otros, es un falso dilema, es como hablar de priorizar educación o sanidad, pues no, falso dilema.
Sobre los dos problemas que pones, el primero el de la inmigración, me parece que es sinérgico, es bueno aumentar la cotización (salario) y los cotizantes(que haya más empleo), de hecho se habla de que se aumente la natalidad para que se solucione el problema de las pensiones y cuando es con la inmigración no vale, excusa para los xenófobos y además muchas veces hacen trabajos que los locales no quieren hacer, mira Reino Unido con el Brexit, que de repente no tenían camioneros, con el cierre de las fronteras.
Además no todo tiene que plantearse de forma economicista, me parece injusto rechazar a los inmigrantes, salen de la pobreza, de guerras, son seres humanos, es cuestión de ética.
Lo de la eutanasia voluntaria también es una cuestión ética, esta personalmente tiene que permitirse para aquellos con enfermedades degenerativas muy limitativas y con control, nada de carta blanca, es muy sensible este tema, estoy de acuerdo contigo en este tema.
Saludos
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Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
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Shaiapouf
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Shaiapouf »

Buenas tardes avicena, un gusto nuevamente.

Como ya es recurrente, voy por partes.

1) Entiéndase que lo de populista también aplica para la derecha radical (aquellos que están más a la derecha de la derecha, pero que no llegan a ser ultraderecha nazi o fascista y cuya principal crítica es hacia el sistema actual y no todo el orden liberal-democrático), que en el fondo, derecha radical e izquierda radical conversan casi como aliados en pretender, mediante el populismo, tensar hacia su extremo el ambiente político. Lo cual se puede vislumbrar bastante bien en Chile o España, países donde ambos conjuntos políticos son claramente identificables: Partido Republicano, como VOX, no muestran ánimo alguno por el diálogo y al contrario, califican de cobardes, entreguistas o vendidos a todos los derechistas que se atrevan a dialogar con la izquierda en el poder. A la inversa, Unidas Podemos y el Frente Amplio hacían lo mismo cuando estaban en la oposición. En general ambos tienden a buscar el vaciamiento del centro liberal con miras a construir un nuevo eje central de la política ya sea un poco más a la izquierda o derecha, pues en el discurso, ambos no son radicales, solo son reales y sus aliados son derecha cobarde o izquierda vendida/neoliberal.

Con esto no quiero jugar al típico razonamiento centrista de "los extremos se atraen" porque en muchos aspectos no hay nada más opuesto que Unidas Podemos con VOX o el Frente Amplio con Partido Republicano, pero en cuanto a las herramientas discursivas (englobando lo políticamente correcto de cara a cada uno de ellos, la élite, los bloques de poder y el mismo globalismo ampliamente cuestionado), sí que convergen en un mismo punto.

2) La clase social no se puede definir SÓLO en función a la renta.

Aunque la renta es un aspecto importante, yo diría que no es la causa que explica el porqué de esa clase social, al revés, esa clase social posee esa renta porque como clase, en relación al PIB/renta per cápita, le corresponde una tajada de la torta determinada en mayor o menor proporción.

La clase por tanto, no se define en función a la renta, es la renta la que se define en función a la clase social. La renta entonces, es la imagen de la función.

Como ya mencionas, la relación con los medios de producción de ese 80% es diferente, pero no en los aspectos esenciales. Ese 80% de la población no posee poder sobre los medios y su alternativa - opción única es vender su fuerza de trabajo según lo estimado a nivel de mercado.

Esa característica, condición, definición, es lo esencial en dicha clase que engloba al 80% de la población.

Luego podemos encontrar diferencias, a saber, unos serán oficinistas en un banco, otros serán obreros de construcción, otros operarios de una industria metalúrgica, otros unos transportistas, otros profesores, médicos o bibliotecarios, en fin, evidentemente la clase obrera no es uniforme, monocolor, ni opaca, ya que estamos hablando de un conjunto que contiene al 80%. Allí están hombres, mujeres, jóvenes, mayores, norteños y sureños, laicos y cristianos, negros y blancos, inmigrantes y nacionales, entonces claramente son personas que tienen realidades muy dispares en su diario vivir.

Que tengan conciencia de clase no importa en este sentido, una cosa es que se entiendan como tal (un objetivo o aspiración), y otra son sus intereses concretos determinados por sus condiciones objetivas -socioeconómicas-, y allí sí hay cierta coincidencia.

Al menos lo que determinan diferentes estudios con base en sondeos a lo largo y ancho de diferentes países y en diferentes momentos, el factor socioeconómico tiende a agrupar mucho más que el factor identitario. Lo cual es lógico, por ejemplo si elevamos el salario mínimo el efecto positivo se verá directamente en los primeros deciles (1-5) e indirectamente en los 2 o 3 siguientes (puede ser por un ajuste en el contrato). También el fortalecimiento de las organizaciones de lucha obrera que conjuguen centralmente su búsqueda de objetivos les beneficiará en mucha mayor proporción a los 8 primeros deciles que a los 2 siguientes.

Es cuestión de analizar la estadística nacional.

¿Dónde se ubican la gran mayoría de los curritos? En los primeros deciles.

¿Dónde se ubican la mayoría de empresarios, autónomos, y profesionales independientes? En los últimos deciles.

Una política concreta como elevar salarios, empoderar los sindicatos, favorecer una política de vivienda social puede tener un carácter de clase mucho más acentuado que hablar de reducir impuestos o privatizar el servicio público mediante el copago.

Por ejemplo, hablemos del segundo caso.

Digamos que en 2024 Feijoo reformase el sistema público de salud español y ahora, como en Chile, cada quien escoge dónde va a ir tu cotización a la sanidad, si a un fondo público, o a uno privado.

Evidentemente, el público te ofrecerá lo mismo que ahora, una atención universal y gratuita (con copagos dependiendo el caso), pero será financiado con el fondo que a su vez está nutrido por las cotizaciones de los trabajadores que decidieron seguir en él, y si hace falta con impuestos. Mientras tanto el privado te entregará un plan ajustado a tus necesidades y sin listas de espera dependiendo de cuánto cotices.

Para las personas de menores ingresos (X<80%), en general lo mejor será ir a por la sanidad universal, mientras que para el resto (X>80%), con mayores ingresos, con un plan a tu medida (que mejorará si estás joven y eres hombre), la opción más racional sea ir a por la sanidad privada.

Esa sola medida favoreció los intereses del 20% superior (que incluye clases medias y ricas), y perjudicó a las clases obreras.

Ahora en esta situación, luego viene el feminismo a recalcar lo malo que es que a mujeres se les cobre más que a hombres en el sector privado (no a reclamar lo perverso en sí de la privatización), ¿qué ocurre? Pues que ahora a los hombres, por ley, se le ajustarán los precios mínimamente al nivel de las mujeres en su misma condición.

Esto que te digo no es ficticio, pasó en Chile con Sebastián Piñera a la cabeza. Así de funcional puede ser el discurso de esta izquierda indefinida.

Y así de fuerte es el carácter de clase.

Y esto por un motivo simple: si el pan se encarece serán las familias proletarias las principales afectadas, no las demás.

El mensaje no es a la clase, es a partir de sus intereses. Es diferente.

Esto al menos diferencia a los comunistas de los socialdemócratas.

Luego, evidentemente un sin techo no pertenece a esta clase. Como tampoco un autónomo. Con lo cual no digo que no deba haber solidaridad, simplemente digo que el interés de un autónomo (bájenme impuestos, subsídienme) como el de un sintecho - lumpenproletariat- son diferentes y en muchos casos opuestos a los de un proletariado firmemente asentado.

3) No solo la izquierda trabaja por las grandes mayorías.

Cualquier ideología política exitosa lo hace.

Ya sea por las clases desfavorecidas, las grandes mayorías, el proletariado, los ciudadanos, la patria, todas apelan a un conjunto denominado bajo uno y otro concepto.

Pero nadie, más que independentistas y derechas libertarias extravagantes, apela a minorías, individuos o conjuntos étnicos separatistas.

Pero claro está, no es lo mismo apelar a la clase obrera, que a la ciudadanía, la patria o a las minorías.

Ello conlleva, irremediablemente, conflictos a la hora de proponer medidas y políticas públicas.

Porque por más que me digas que es un falso dilema, no lo es.

Los fondos públicos y el presupuesto es limitado, por eso hace años el Estado de bienestar viene achicándose o delegando responsabilidades en gestores privados, y no solo en España, básicamente en todo el mundo las pensiones están transitando a modelos de gestiones privados (como en Suecia con sus fondos nocionales) con miras a implementar un modelo de capitalización privada, en todos se ha reducido el poder de los sindicatos, el salario en relación al PIB y en fin, muchísimos otros hechos y procesos que constatan lo anterior.

Además, si esta izquierda "tanto engloba" a la población, ¿por qué la clase trabajadora tiende a votar por la derecha radical?

La respuesta fácil y corta es porque son tontos y/o intolerantes, y en el caso más indulgente, antes no lo eran pero los malvados medios de comunicación (Pablo Iglesias dixit) les han lavado la mente.

Suponiendo que eso sea cierto (para ello hay que asumir muchos supuestos, como que la gente es más tonta que uno, que se va a creer cualquier cosa que aparezca en la TV, y que además, cualquier cosa que aparezca en la TV va a generar justamente la reacción que yo quiero que genere, porque efectivamente yo quizás quiero que la gente se vuelva a la ultraderecha y muestro muchas noticias sobre lo criminales que son los inmigrantes, haciendo así un eterno Cherry Picking, pero quizás la reacción no sea esa, sino que al contrario las personas van a buscar la responsabilidad en otros sitios, o en el racismo de la TV, o en las causas estructurales de la desigualdad), a nadie la convencerán de que el cielo es rojo solo porque aparece en la TV, esa mentira tendrá que tener algo (y en dosis importante) de verdad.

Por lo tanto, para que cale el discurso de la extrema derecha en la clase obrera, algo de ese discurso debe tener basamento en la vida real.

Algo de mal les tiene que estar yendo en el curro, algo negativo tienen que haber experimentado con su contacto diario con inmigrantes que no se adaptan, algo de negativo tiene que haber en ser tildados de machistas, homófobos y racistas solo por opinar desde su punto de vista que siempre ha sido válido y que no dejará de serlo solo porque alguien dice ahora que eso es homófobo, machista o racista.

Esa enajenación de la clase obrera con la izquierda no puede darse solo a partir de un engaño, porque así no funciona la historia ni las leyes sociales.

La derecha puede mentir mucho, pero para que la mentira adquiera sentido, tiene que haber una verdad detrás que conlleve, impulse, y pondere a esa mentira en un espacio y nivel de coherencia para millones de personas.

Caso contrario, tendrán que afirmar que esos millones de ciudadanos son tontos y que la izquierda es iluminada, pero entonces tendrán que explicar cómo es que la izquierda iluminada es incapaz de desengañar a las personas.

La triste, cruel y hasta sádica verdad, es que el común de las personas que divaga continuamente entre izquierda y derecha, es pragmática e inculta.

Pragmática porque entiende lo justo para actuar en virtud a lo que necesitan y observan en el día a día.

Ese pragmatismo hace que actúen en virtud a sus necesidades cortoplacistas (por ejemplo ir a trabajar con tranquilidad a las 6 am todos los días, volver con tranquilidad, y tener lo suficiente para alimentar a sus familias) y opten por unos u otros según el momento: oye, que la economía anda mal, pues me convence más Rajoy porque necesito que inviertan y los socialistas no han hecho más que mal gestionar la crisis, es preciso un cambio. Un lustro después ese mismo razonamiento, sensato y racional llevó a la caída de Rajoy.

La izquierda en cambio, especialmente ESTA IZQUIERDA RADICAL POPULISTA E INDEFINIDA, es culta pero idealista a un punto de volverse políticamente inviable.

¿Qué las personas no nos votan? Es que son torpes, tontos, ganado, borregos, se dejan engañar, pobres de ellos que no han leído lo que yo y que no tienen la mente abierta.

Si no fueran así de idealistas, entonces podrían asumir que la derecha en los barrios obreros gana elecciones no porque los obreros sean tontos, sino porque sus propuestas aplicadas han sido cero efectivas, e incluso regresivas.

4) Finalizo centrándome en el siguiente apunte:


1) Es bueno que haya inmigrantes, siempre y cuando el inmigrante no implique una merma en la contratación nacional.

2) Es bueno que haya inmigrantes, siempre y cuando el inmigrante se adapte.

Si no acontece una de las dos, o las dos, estamos en un problema.

Y esto ocurre en Europa hoy.

El problema es que a nivel discursivo señalar el problema implica ser calificado como xenófobo o derechamente racista.

Hacen el trabajo que los nacionales no hacen, ¿y por qué no lo hacen? Porque son trabajos mal remunerados. Si la remuneración fuese superior, otro sería el cantar.

Y claro, ahora que hay un problema los mismos que votaron durante años a favor de partidos abiertamente pro - globalización ahora se decantan por otras opciones más proteccionistas.

¿Qué hay, xenofobia? Algo debe haber, es natural.

Pero ante todo hay PRAGMATISMO.

El pragmatismo que le falta a la izquierda endogámica (y a la derecha también).

Es que están tan alienados en la izquierda, que afirmar lo siguiente:

SOBRAN INMIGRANTES, HAY QUE ENDURECER LAS PENAS, DEPORTAR A LOS ILEGALES Y CONTROLAR MÁS Y MEJOR LAS FRONTERAS

Lo que, en esencia es solo aplicación de ley, para muchos suena casi a fascismo.

Es ridículo el planteamiento en esa dirección.

Y ojo, que dicho planteamiento es funcional a la misma izquierda populista indefinida. El decir "o crees en lo que yo creo o eres un racista/machista", viene en su genética ideológica. La misma interseccionalidad como teoría parte, nace, se fragua, y construye pensando que el hombre que se ve afectado por esta es blanco, heterosexual, conservador, cristiano, de clase media alta o alta.

Por lo tanto, tal teoría que viene a mejorar al 90% de la población, no puede ser cuestionada por alguien que no sea hombre, blanco, heterosexual, cristiano, y de clase media alta o alta.

Si no se corresponde con ese estereotipo, entonces hay un fallo de lógica que debe ser explicado por "racismo, xenofobia", o derechamente fascismo - estupidez (aquí viene la torpe idea de que el fascismo se cura leyendo).

Saludos.
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José
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por José »

El historiador y escritor Roberto Vaquero analiza el estado actual de la izquierda: situación política, feminismo, patriotismo, ideología 'woke' e inmigración, entre otras cosas.

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Shaiapouf
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Shaiapouf »

Esta nueva izquierda se caracteriza, esencialmente, por tres elementos que la engloban en un mismo conjunto:
  1. socioeconómicamente son antineoliberales, incluso anticapitalistas. Tienen un marcado discurso opuesto a toda las cesiones que se entregaron al capital entre 1970 y 2000, por eso cuestionan abiertamente a la izquierda y derecha hegemónica de aquel entonces.
  2. Culturalmente están en contra de la simbología nacional y de todo lo considerado tradicional apelando un pecado original (España aquel imperio genocida) o una fobia colectiva (el patriarcado, el racismo, la iglesia asesina). Son absolutistas cuando miran su propia herencia cultural, pero relativistas cuando observan la cultura ajena, siempre que no tenga algún lazo familiar directo o indirecto con la suya propia.
  3. Creen en la democracia, al punto de ser talibanes democráticos, integristas por una democracia directa y asamblearia donde se plebiscitase lo máximo posible.


Sin embargo, son los pilares filosóficos de dichas tres posturas los que marcan su indefinición. Lo cual, los hace de cara al Estado, unos completos inútiles.

Primero, es comprensible que sean antineoliberales, anticapitalistas incluso (muchos se identifican como marxistas o anarquistas*), porque reconocen con cierto acierto los vicios y aspectos negativos del modelo económico en la actualidad: crisis, polarización, desigualdad, injusticia, problema habitacional, contaminación y un largo etc.

Sin embargo, frente a ese problema su apuesta varía y divaga entre un desarrollismo como el de antaño (1950 - 1980) marcado por la presencia del Estado en la economía, retomando con ello el discurso que anhela la industria nacional, y entre un modelo de economía verde, que despoje del suelo toda industria contaminante y se aboque por empresas con altos estándares y sobre todo, un eficiente uso de la energía.

Los más entusiastas dirán que se pueden lograr ambos objetivos, pero no, no se pueden.

Es más, entre más empujes en una dirección, más terminas mancillando la otra. Si quieres apuntar al desarrollismo, irremediablemente contaminarás más, ya sea en términos absolutos o relativos (por unidad de PIB), y si quieres conservar intacta la naturaleza, también es irremediable que deberás parar la producción.

Habrá quienes digan que la solución es un punto intermedio, lo cual es correcto, pero no hay punto intermedio, porque el ecologismo existe como ideología toda vez que es la única que vela por la naturaleza y busca para esta un "derecho consustancial a su existencia". El ecologismo es diferente a cualquier otra ideología en tanto su esencia está dada por la búsqueda por construir un sujeto de derecho en la forma de árboles, peces, y mamíferos no humanos.

Es decir, hay un punto en el que jamás van a cuadrar ecologistas con el resto de las izquierdas postmaterialistas: primero que todo está la naturaleza. Frente a ese objetivo, lo único que hay son acuerdos y alianzas tácticas, gobiernos provisorios y acuerdos coyunturales.

Las izquierdas del siglo XX (socialdemócrata y comunistas) tenían claro que primero que todo estaba la producción-crecimiento, y con el tiempo se revisaría la eficiencia ecológica, pero primero están 'las cosas del comer'.

Evidentemente, si a nivel económico la crítica al pasado está en lo contaminante y desigual que tienen la sociedad, a nivel cultural la crítica está en entablar lo machista, sexista, xenófobo, retrógrados, y discriminadores son todos los mayores de 20 o 30 años, por lo cual el discurso normativo es esencial.

En este aspecto la materialización del discurso está en criticar todo lo tradicional (y con tradicional se entiende todo lo que hay antes de ellos). Todos son potenciales machistas, racistas, genocidas, retrógrados y privilegiados opresores, esto, con independencia del análisis espaciotemporal que debe de realizarse. Así, el descubrimiento, conquista y colonización de América, el desarrollo de diferentes imperios, el auge de las naciones americanas, la modernización económica, la expansión del ciudadano, todo es cuestionado. Siempre y cuando, ese conjunto de elementos culturales se circunscriba a un tronco cultural a su vez identificado como europeo - cristiano y nacional.

Esto, para el caso de América, implica escupir sobre la hispanidad, la idea de España como nación, el 12 de octubre, y toda su tradición, sin olvidar a la iglesia católica. Algo similar ocurre en América: todo lo que huela algo patriota, es defenestrado.

No es de extrañar cuestionar lo viejo y arcaico, no son los primeros en hacerlo: los liberales americanos escupieron sobre la tradición colonial hispana (Pej. Bilbao y Lastarria en Chile), pero en lo que sí son innovadores es que en tanto critican a sus antepasados culturales, permiten la coexistencia cultural al punto de defenderla con uñas y dientes, de otras tradiciones tanto o más (en muchos casos muchísimo más) retrógradas bajo el argumento del relativismo cultural.

La contradicción más absurda está en defender lo retrógrado actual porque "es su cultural y se respeta" mientras que las tradiciones propias que en muchos casos son hasta progresistas se cuestionan porque tienen un aire, color o tufillo de nacionalista, cristiana o una carga de testosterona varonil que desde luego tiene que ser deconstruida. En la medida que critican la masculinidad tóxica del hombre varonil europeo y sudamericano, avalan la existencia de culturas atrasadas pero que no se les puede decir que sean atrasadas porque es racista (aunque no sería discriminador quemar libros de Obelix, la Biblia o meterse la bandera de Chile en el culo). Si los musulmanes mantienen a sus mujeres con velo, en la mismísima Francia, es aceptable porque ello es su tradición, si los mapuche quieren construir su propia sociedad con su derecho indígena, lo mismo, no vayamos a intentar siquiera proponer la modernidad porque el progreso es una idea vieja que ayudó en el pasado a pisotear otras culturas.

Su visión cultural es una contradicción lógica que solo se sostiene si se piensa que el mundo está marcado por la confrontación entre buenos y malos, donde los malos son aquellos ciudadanos que representan tu cultura, tu país, tu sociedad, tu herencia histórica. Esto último con matices porque después de décadas se han construido una escala de importancias y opresiones muy pintoresca casi calcada de la sociedad estadounidense. Evidentemente, no se puede entender esta idea de oposiciones sin leer la tradición dialéctica marxista, aunque si bien esta última se basa en elementos objetivos (clase social, posición en relación a los medios de producción e individuos como productores de mercancías), los primeros dieron vuelta la tortilla buscando desprenderse de aquel pasado opresor y discriminador, contaminante e injusto, machista y masculino, creando su propia versión de opuestos más parecida a un manga japonés tipo DBZ que a la idea original de Marx. Entre otras cosas por detalles casi de guion: mientas en Marx las clases se comportan como se comportan -convergiendo y divergiendo- según pisos y necesidades diarias del comer, vivir y pensar, las minorías y mayorías de esta izquierda se comportan como se comportan casi porque sí, el hombre blanco oprime a la mujer porque el hombre es culturalmente machista y también oprime al musulmán porque es culturalmente etnocéntrico, si se intenta siquiera buscar una explicación basada en factores socioeconómicos en efecto se concluyen paralelismos (hombres blancos pueden percibir más que hombres no-blancos, pero si la causa es socioeconómica, el axioma inicial se derrumba).

Si se entiende que las minorías son minorías solo estadísticas, el relato se puede adaptar al hecho que hay mujeres, negros y musulmanes privilegiados en relación a hombres blancos cristianos diariamente, pero verlo así supone barrer con su relato de opuestos y entregarse a alguna de las izquierdas definidas. Como tal escenario es imposible de pensar, el relato debe ser mantenido a partir de mentiras (aunque muchas son mantenidas por el mismo autoconvencimiento).

Por último, el ser integrista democrático implica que todo proyecto en un gobierno esté destinado a sucumbir.

La democracia, y así lo han entendido todas las izquierdas, es un medio, no un fin.

La democracia es el medio para que el ethos político, la ciudadanía, la clase trabajadora, o la patria pueda solucionar sus inconvenientes de la mejor manera posible, pero si la misma colapsa, es superada o entra en crisis, ni socialdemócratas, ni comunistas tuvieron miedo en aplicar la dura mano de la fuerza del Estado.

Y es que por más que las derechas acusasen a las izquierdas de ser más blandas, a la hora de la verdad, las izquierdas han sido tan o más duras que las derechas en igualdad de condiciones.

Sin embargo la experiencia demuestra que el talibanismo democrático no hace más que sumar inestabilidad a un gobierno. ¿Dónde comienza la decisión central y dónde acaba la decisión consensuada, plebiscitada, o gestada en asamblea? Es una pregunta válida para cualquier persona que piense que la democracia es un fin.

Es más, es una pregunta lógica.

Y su respuesta siempre contendrá una alternativa más radical: si la respuesta es que ciertas decisiones son materia técnica y central, otra respuesta puede ser que parte de esas decisiones deben someterse a consenso, plebiscito o asamblea, y habrá alguien más democrático que pedirá que otra fracción de esas decisiones se sometan a tales conductos.

Finalmente, aquel que es 100% democrático exigirá que el 100% de las decisiones sean sometidas a consenso, debate asambleario y plebiscito.

Sin embargo, cuando algo es de todos, es para todos, y es con todos, cuando la responsabilidad es de todos, y cuando la tarea es de todos, finalmente es de nadie.

La política, finalmente, es el arte de lo posible.

O dicho de otra forma, lo pragmático debe mandar siempre.

Por ese motivo, cuando la ley de hierro termina imponiéndose, la militancia tendrá que acatar o escindirse, y esto fue lo que pasó en Podemos tras Vistalegre 2.

¿Cuál es entonces la gran apuesta política?

Pues en vista que critican todo lo que ha pasado antes de ellos, y cuestionan que realmente exista democracia, su solución es buscar como objetivo LA DEMOCRACIA, no la REPÚBLICA (para el caso español esto es particular por el sesgo anti monárquico, no así en el resto de países), sino la democracia.

Pero en tal búsqueda continua por ese paraíso, ese jardín del edén, cualquier intento por organizarse internamente (a nivel de partido, gobierno u oposición) o externamente (entre partidos, entre gobiernos, entre países) es un eterno dilema entre decisiones centrales o federadas, decididas con o sin consultas.

Finalmente, lo que ha ocurrido es que cuando forman coaliciones terminan rápidamente resquebrajándose porque son incapaces de someterse a un fin superior, ya que no lo hay (porque non hay una definición mayor que solo objetivos programáticos y muchos de ellos independientes y hasta contradictorios).

Vuelvo a lo mismo que he dicho, ESTA IZQUIERDA EXISTE SOLO PORQUE ESTAMOS EN UN PERÍODO DE CRISIS EN DIFERENTES ASPECTOS (ECONÓMICO, SOCIAL, GEOPOLÍTICO, CULTURAL), Y NO HAY UN MODELO CLARO QUE NOS LLEVE A COMULGAR SOBRE UN PISO MÍNIMO, de hecho, esta izquierda existe solo porque se alimenta de esa crisis, hay quienes han llegado a decir que la existencia de la derecha radical les es funcional (alerta antifascista compañero)...

Aunque, si hay algo en lo que estoy convencido es que son parte de la crisis, no son solución alguna. Son parte del problema.

Saludos.


*

Si digo que se identifican como marxistas y anarquistas, lo digo porque hay muchos "comunistas y anarquistas" que así se autotitulan al menos, pero que no escapan de este espacio de pensamiento. Un marxista no puede asumir la interseccionalidad, porque la misma derruye hasta el tuétano la lucha de clases, por eso esos marxistas realmente no son tales, y, o bien leen a Marx y lo aplican solo en espacios de intelectualidad (porque en el diario vivir adoptan el lenguaje y las maneras de la progresía), o bien no lo entienden, o simplemente no lo leen.
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Avicena
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Avicena »

Populista para mí es toda la clase política, incluso la del extremo centro, que le dice a la gente lo que quiere escuchar cuando saben que no lo pueden cumplir, para un click el partido conservador del Reino Unido que prometía una bajada de los impuestos.
La renta es un indicador de la clase social, pero sí, lo que define a una clase social son una determinadas relaciones con los medios de producción que hace que se le sustraiga la plusvalía y que al final su trabajo se convierta en una simple mercancía.
Es que no veo yo que tengan necesariamente los mismos intereses, un ejemplo, subir el salario mínimo es importante, pero un autónomo, sea un granjero que venda leche, un fontanero, una peluquera de barrio o uno que venda en el mercadillo es clase baja, España es un país con una inmensa cantidad de autónomos, que no son ni grandes ni medianos empresarios, que contribuyen impositivamente al sostenimiento del Estado y que muchos acaban por debajo del umbral de la pobreza, la subida del salario aumenta el poder adquisitivo de sus clientes e indirectamente pueden beneficiarle, pero sus reivindicaciones para que no se les aliene como trabajadores son diferentes a los de los asalariados, quieren pagar impuestos en función de sus ganancias, para que tengan un margen de ganancias quieren que las grandes empresas que les compren sus productos le paguen un mínimo y que no sea caro aquello que compra para luego vender.(El IPC les afecta mucho)
Favorecer la política de vivienda social si que abarca más a casi toda la clase baja.
La izquierda siempre reivindicará la sanidad universal y el feminismo el que más, porque lo que más beneficia a las mujeres es no pagar por las prestaciones sanitarias, otra cosa es que haya colectivos feministas de derecha neoliberales, que puede ser.
Si en España te olvidas de los autónomos y los parados estás muy lejos de ese 80 %, de mayoría social nada , eso si que es dividir la clase baja.
Es un falso dilema, puedes luchar por los derechos de minorías y defender los intereses de una mayoría social, que es la clase baja, los desfavorecidos, no son excluyentes, esa idea de que los que menos tienen, deben de luchar por los recursos entre ellos, es un mensaje que si que es funcional a la clase alta, el problema no está en los inmigrantes, las mujeres prostituidas, los sin techo, en una lucha caínita por "ayudas sociales".
Hay que subir impuestos a los ricos, que se llevan un trozo grande de la tarta, no arremeter con los que solo tiene migajas.
La clase obrera se está volviendo conservadora desde hace mucho ya, la socialdemocracia cada vez tiene una agenda más liberal y ven como más plausible precisamente que los recursos que van para los inmigrantes, los indigentes, las víctimas de violencia de género se redistribuya y vayan a parar a ellos, que que haya una redistribución de la riqueza desde arriba empezando por los grandes empresarios, bajan los brazos a ese respecto, lo ven como imposible, como mucho más utópico, eso es responsabilidad de los gobiernos previos, pero nunca se solucionará haciendo que la izquierda copie el mensaje de la ultraderecha, con pedagogía y siendo realista, un país conservador no se despierta revolucionario de un día para otro.
Das por supuesto que si algo lo piensa mucha gente es verdad y no, una idea puede estar muy extendida y no ser cierta o ser inmoral, en los inicios de EEUU el esclavismo se veía bien, en el período de entreguerras se le culpaba de los males a los judíos, lo siento porque algo lo piense muchas personas no significa que tenga un ápice de verdad.
No sé si mis ideas son políticamente inviables, sé que son justas, por suerte no soy político y no me toca a mí ser pragmático, lo que intento es que con mi participación, la vida política esté más cerca de lo que considero bueno, aunque mi meta sea una utopía.
Para mí sobra la extrema derecha, pero no se me ocurre proponer expulsarlos, aunque saldríamos ganando cambiándolo por inmigrantes mucho más trabajadores y más íntegros, no se puede desplazar a personas por fines mayores, me niego a tratar a los inmigrantes como carne humana.
Marx lo había comprendido bien, lo que nos une es una humanidad común, que comparten los mismos deseos, el desarrollarnos como personas en el trabajo seas de donde seas, por eso el era internacionalista y no nacionalista, el seguir viendo como eje de la política los Estados Nación e ignorar la gobernanza mundial me parece retrógrado.
Saludos
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Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
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Shaiapouf
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por Shaiapouf »

Buenos días Avicena,

A ver:

1) Pero es que el populismo, para ser populismo, tiene que cumplir al menos con 3 requisitos que operen como condiciones necesarias:
  1. Apelar a un colectivo masivo, normalmente la "ciudadanía, el pueblo" o "las clases oprimidas o grupos discriminados". Normalmente ese grupo si no existe, se inventa en el discurso.
  2. Apelar a una oposición con una élite oligarca, financiera, capitalista.
  3. Converger lo anterior en la figura de liderazgos populares, con vocación de manejar masas, y altamente disruptivos en las formas si se les compara con la vieja clase política.
Aquí, personajes como Pablo Iglesias o Meloni cuadran bastante bien. Por eso el centro institucionalizado no puede ser populista, pues está en contra de su ADN.

Pueden ser demagogos, pero eso es diferente y de hecho degenerativo (el populismo puede ser nutritivo en muchas circunstancias).

Pero la clase tradicional no puede ser populista, y si convergen al populista, entonces dejan de ser tradicionales.

Son en sí, conceptos antagónicos.

Y son antagónicos porque la clase política tradicional se sostiene en un modelo político, unos paradigmas culturales e institucionalizados, y un momento histórico determinado.

El populismo va en contra de dichos pilares (de allí su discurso anti-élite). Ya sea criticando la globalización cultural, la financiarización oligarca, o el régimen partitocrático, lo que se hace con tales discursos no es otra cosa que atacar el ADN del status quo, mismo modelo que beneficia a los políticos tradicionales.

2) Seguimos entrampados en una cuestión esencialmente conceptual cuando de clase social se refiere.

2.1 No, en efecto NO TIENEN LOS MISMOS INTERESES. Plantearlo de otra forma intentando borrar las particularidades sociales, espaciales, etarias, es absurdo. Justamente eso es lo que se hace cuando se plantea la interseccionalidad.

Hay muchas opiniones, por eso mismo no vemos que ese 80% vote por A o B en bloque, porque hay más intereses que solo subir o bajar salarios. Las condiciones de vida, las opiniones, son únicas e irrepetibles tanto a nivel individual, como en cada momento (por eso mi opinión no es la misma que hace 24 horas).

Sin embargo, hay promedios, conjuntos, vectores donde se agrupan los individuos.

Y si los estudiamos desglosados según su clase, hay intereses fundamentales que predominan por sobre otros. Y eso sí que está estudiado.
Por ejemplo diferentes metaanálisis indican cómo los segmentos medios y bajos son muy favorables a un Estado de bienestar mientras que los segmentos altos son favorables al individualismo socioeconómico. Del mismo modo, los individuos de segmentos inferiores prefieren que los salarios sean regulados y fijados, en lo posible, colectivamente, mientras que los segmentos medio-altos prefieren una negociación individual. Y así hay muchos estudios que poseen información similar.

Afirmas que:
Es que un autónomo no pertenece a esta clase, por más que gane poco o mucho dinero. Un autónomo es más similar con un buhonero o con un artesano que con un obrero propiamente dicho.

Entonces, como no son de la misma clase, lógicamente no tendrán los mismos intereses.

¿Qué le va a interesar a un campesino con su terreno que suban el SMI a 1200 €? Nada. Porque a él ni va ni le viene, su cesa es pagada con su trabajo y con su producción individual/familiar.

Es más, si este autónomo converge a otro nivel y comienza a contratar a unos pocos trabajadores, el incremento del SMI hasta le puede perjudicar, por lo que ahora en lugar de no interesarle, le es hostil.

Por este motivo hablar de clase trabajadora no es lo mismo a clase baja.

Y claro, no puedo olvidar a los parados, ¿pero quién mantiene a los parados?

Ellos no viven en un éter. Normalmente son menores de 35 años mantenidos por sus padres, ¿y a qué clase pertenecen sus padres? A la trabajadora, obrera, proletaria.

Es decir, la clase no se limita a lo individual sino a la unidad doméstica. Es la unidad doméstica (familia) la que se define como proletaria, capitalista, autónoma, pequeñoburguesa, etc. etc. etc.

Quiero que esto quede aclarado para que se entienda que las políticas de clase son superiores en cuanto a cobertura numérica y más válidas cualitativamente que las políticas identitarias.


Esto expresado en mi ejemplo del 80% versus el resto que siempre es minoría.

3) No es falso dilema, avicena. No lo es.

Lo será para los entusiastas que no conocen las vicisitudes del gobierno, del Estado, del poder político y su financiamiento.

Con restricción presupuestaria, cada céntimo que destines a una minoría, como minoría, es un céntimo que no destinas a la clase trabajadora.


Esto, duela a quien duela, es un hecho.

Por ejemplo, en la partida presupuestaria del gobierno, casi el 8% del gasto social va destinado a combatir la violencia machista, la igualdad entre hombres y mujeres, y asuntos de género.

El año pasado la población española con riesgo de pobreza llegó al 21%. Es decir, más de 9.4 millones de personas en España corren el riesgo de caer en la pobreza (o son pobres).

Mujeres asesinadas en 2021 por violencia machista: 43, lo que representa una fracción excesivamente insignificante. Según las estadísticas, llamadas al 016 registradas van entre 5000 y 8000 cada mes. Digamos que son 8000, al año entonces son 96 mil, un 1% del total de pobres.

Sin embargo, representa un 8% de su segmento (servicios sociales y promoción).

Incluso representa un 2,2% del total en "otras prestaciones económicas" (donde se incluyen prestaciones a familias o subsidios por incapacidad), y un 2,5% del total de las prestaciones de desempleo.

No quiero que nadie se ofenda, pero 9,4 millones de personas pobres en España (o en riesgo de...) son más relevantes en número al menos, que unas miles por mes.

Al mismo tiempo, representa un 8% de la partida de seguridad ciudadana, TODA LA SEGURIDAD CIUDADANA, la que vale para los más menos 45 millones de españoles. Representa un 65% del total destinado a seguridad vial... :hombros

No quiero decir que lo uno sea bueno o no, lo que quiero decir es que esto trata de igualdades contables y financieras elementales.

Si yo tengo 100, evidentemente para gastar más en uno, deberé gastar menos (proporcional y absoluto o solo proporcional) en otros. Y detrás de esta decisión por supuesto que hay intereses políticos, como en todo. Hay países que destinan proporcionalmente más dinero a policías y fuerzas armadas, otros destinan más dinero a investigación y desarrollo, y otros en prestaciones directas a las familias. Evidentemente detrás de tales decisiones lo que hay es la búsqueda por concretar ciertos objetivos, esto es natural en política ya, no nos debería de sorprender. Pero lo que no podemos negar es que en circunstancias como la española (alto desempleo, pobreza en ascenso y una marginal violencia de género), la actuación de objetivos feministas sea, dentro de todo, desproporcionado.

Y esa desproporción se puede justificar indicando que la violencia de género culpable en conjunto de la muerte de 40, 50, u 80 personas al año es más importante que otros problemas por eso por cabeza se gasta más, pero esa decisión tiene que ver con una subjetividad, no con datos desnudos.

Pues a nivel de datos, lo que hay es que no puedo atender a las demandas de clase y a las demandas identitarias pues, son en esencia, diferentes y el dinero gastado en una significa menos dinero gastado en otras.

Puedo aceptar que en un mismo presupuesto se destinen diferentes montos que sean a la vez efectivos (por ejemplo 1000 € por desempleado y 5000 € por mujer violentada podrían ser suficientes) al momento de trabajar el problema de raíz, pero ese no es el caso en un país con 15 años de crecimiento económico, un PIB per cápita estancado, y un desempleo estructural.


Y esto, solo a nivel económico.

Porque a nivel político legal, no puedes luchar por ambos objetivos a la vez.

La lucha por una clase y por su igualdad entre clases o dentro de la clase, no puede estar compaginada en ningún término con la lucha de las minorías sobre las mayorías.

Son espacios completamente diferentes.

La interseccionalidad conlleva al final la misma dilución del Estado de derecho, mientras que la demanda clasista lo que busca es que el Estado de derecho se concrete en términos reales, superando solo la libertad negativa que es la defendida por el liberalismo.




4) Evidentemente, si pensamos que subir impuestos es la solución para cumplir con todos los objetivos, no logramos nada. Se hace, y no resulta, pues el problema económico es sistémico.

No pretendo abordar esto, pero entendiendo que no es así, y que solo hay una salida (reducir gasto público), o bien financiamos unos derechos (no todos), o ninguno.

En este sentido, la disyuntiva se impone con más fuerza.

5) Exactamente esta lectura:
Es la que hacen la derecha más radical para con la derecha de centro en relación al asunto cultural.

Así como tú acusas a la SD de entregarse a los valores económicos de la derecha, la derecha reaccionaria considera y acusa a la derecha de centro, de ser cobarde, entreguista, que transó los valores y dejó la batalla cultural por perdida frente a la izquierda.

Es que son relatos idénticos que yo observo y analizo desde afuera.

Son idénticos y hasta se complementan.

Porque en los 80, mientras los neoconservadores asumían como necesario retomar los principios neoclásicos más estrictos bajo la escuela de Chicago, los liberales asumieron su papel como neoliberales del Partido demócrata y esa fue la ideología que exportaron al resto del mundo a través de facultades universitarias y ONG's.

Es decir, tanto el neoconservadurismo como el neoliberalismo se complementan.

Y el progresismo no es más que neoliberalismo.

Desde los 80, ambos relatos (neoconservador y neoliberal) se han impuesto, y tenemos lo que tenemos: una sociedad más polarizada pero con perspectiva de género.

¿Qué se pueden hacer ambas cosas a la vez?

Ya se hacían.


La mujer ganó mucho más antes del feminismo que tras el feminismo.

6) No puedo suponer que lo que opine la mayoría sea cierto, eso es una falacia ad populum y la conozco a la perfección. Me extraña que me acusen de eso, ¿de qué intervención en particular tú concluyes eso?

Yo no puedo aceptar que lo que opine la mayoría sea correcto (por algo no soy un talibán democrático), pero sí que lo puedo comprender.

Y comprender requiere de un análisis mucho más profundo que solo concluir "son fascistas o los han engañado".

Que es en parte lo que has hecho tú.

Esa es la salida fácil y la he visto en España, en Chile, así como en Inglaterra y EEUU.

En Chile tras el plebiscito se roteó al pobre que votó rechazo. En España Irene Montero ha caricaturizado a los obreros como homófobos.

Pero es natural ese pensamiento, "si no aceptas lo que digo, no es que yo esté equivocado, es que tú eres tonto, o te han engañado, o eres tan conservador que quizás voy muy rápido..." (Boric dixit).

Porque mira, esta es la clase trabajadora:

Más del 75% acepta al matrimonio homosexual

Además,

Un 65% de españoles estaba a favor de la inmigración en 2020

Y a la vez,

Un 67% está a favor de expulsar a los que delinquen

Si alguien opina que esto es conservadurismo (decir, puedes venir a mi casa pero si te portas mal, te vas de patada en el culo) o fascismo, no es que sea un iluminado (realmente no hay un motivo técnico, filosófico, lógico, científico) que permita tener tal conclusión, solo ideológico.

Y buena parte del discurso progre en materia de género, violencia, gobierno, economía, ecología, inmigración, y un largo etcétera, es magufería pura y dura; se sostiene entre otras cosas porque han radicalizado el discurso apuntando de fascista a cualquier persona que cuestione al patriarcado, la inmigración irregular y sus consecuencias, la autodeterminación del sexo, y todo el resto de dogmas.

Porque en este aspecto, progresistas y neoconservadores se abrazan en una actitud hacia el opuesto: CANCELARLO.

Si hay algo que los progresistas aprendieron bien de aquel pasado oscuro que dicen combatir es en cómo retorcer la realidad y llamar cualquier cosa, opinión o hecho como fascista, patriarcal o xenófobo.

Hoy, en la práctica, los progresistas más conocidos y sus minions actúan de igual forma que los antiguos políticos conservadores y religiosos secundados por sus seguidores.

Intenta opinar en internet (por ejemplo Twitter) tu oposición a la ley trans (largamente debatida en este foro), y mira cómo te contestan...

8) Marx era internacionalista, pero ante todo clasista, eso de identificarse según el sexo y hacer política de allí es y era entonces una aberración.

Pero fíjate.

El internacionalismo supone la superación del nacionalismo.

Es decir, destruir la patria pero con un fin superior de la misma, o dicho de otra forma, construir una patria todavía más grande.

En este aspecto Marx continúa en la senda del liberalismo globalista, del positivismo y de la tradición más ilustrada.

Su objetivo nunca fue destruir la patria y dividirla en diferentes colectivos, al contrario, la patria, la nación moderna tiene su éxito en la constitución del ciudadano moderno que es igual ante la ley en derechos y deberes.

Eso, en versión proletaria internacional es lo que buscaba Marx. Ese era su jardín del Edén.

La interseccionalidad rompe con ese esquema y hace imposible construir una gran patria proletaria (entre otras cosas porque una patria proletaria implica destruir lo arcaico de otras naciones, y el relativismo cultural del progresismo lo impide).

Saludos.
.
selknam
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Re: Deconstrucción de la izquierda posmoderna

Mensaje por selknam »

Muy interesante tema que se comienza a debatir por acá en la Argentina. Hay una gran parte de estos últimos 20 años en los que hemos estado transitando esta huevada posmoderna y tal vez sin darnos cuenta hemos llegado a donde llegamos en donde gran parte de la sociedad ya está asqueada de las boludeces y debates que propone mientras nos distrae de lo que importa de verdad. Lo veo y me doy cuenta ahora. Tonterías identitarias y cada vez más divididas, "derechos" garantizados para cada minúsculo grupo con grandes presupuestos a cargo del erario público. Identidad por aquí, sexo autopercibido por allá, y lo que se debe o no se puede decir porque hoy es denunciable y la generación de cristal que hoy se ofende por todo. Cansa y asquea realmente. Gobiernos y dirigentes políticos en general que hablan, debaten y aprueban leyes de género y relacionadas todo el tiempo, lo mismo que los medios masivos de comunicación, mientras el precio de la comida sube por las nubes al igual que alquileres, ropa, servicios, etc y los salarios van por detrás sin nunca poder alcanzar a recomponer del todo lo que se viene perdiendo desde la época que gobernaba el mamerto nefasto de Macri. Yo encuentro a todo esto una gran culpa de que surjan nefastos personajes de ultra derecha tanto en España como en Latinoamérica (VOX, Milei, Kast, Bolsonaro, etc).
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