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Edison escribió: ↑25 Nov 2019 16:49
LOS DOS LOROS Y LA COTORRA
De Santo Domingo trajo
dos loros una señora:
la isla es mitad francesa,
y otra mitad española.
Así cada animalito
hablaba distinto idioma.
Pusiéronlos al balcón,
y aquello era Babilonia;
de francés y castellano
hicieron tal pepitoria,
que al cabo ya no sabían
hablar ni una lengua ni otra.
El francés del español
tomó voces, aunque pocas,
el español al francés
casi se las tomó todas.
Manda el ama separarlos,
y el francés luego reforma
las palabras que aprendió
de lengua que no es de moda
el español, al contrario,
no olvida la jerigonza,
y aun discurre que con ella
ilustra su lengua propia.
Llegó a pedir en francés
los garbanzos de la olla,
y desde el balcón de enfrente
una erudita cotorra
la carcajada soltó,
haciendo del loro mofa.
Él respondió solamente,
como por tacha afrentosa:
Vos no sois una PURISTA;
y ella dijo: A mucha honra.
¡Vaya, que los loros son
lo mismo que las personas!
Los que corrompen su idioma no tienen otro desquite que llamar puristas a los que le hablan con propiedad, como si el serlo fuera tacha.
¿Esta seguro de lo que dice en su ultima linea?
GANAS DE REÑIR
(sainete teatral)
por Serafín y Joaquín Álvarez Quintero
¡Jesús con mi madre! ¡Las cosas de las viejas, señó! Si una no riñera con su novio na más que cuando tiene motivo,
¡vaya una grasia! ¡Una grasia mohosa! La cuestión es reñí sin motivo. Se tienen ganas de reñí como se tienen ganas de
comerse un durse o de tomá un pescao. Y hoy tengo yo ganas de reñí. Y riño. ¡Ya lo creo que riño! Santitos que me
pinte van a sé demonios. Esta tarde riño con é. No es que terminemos, no; es que riño esta tarde. Se me ha puesto en la
cabesa reñí. Ayí viene. Míalo qué risueño. Poco le va a durá la sonrisa. Y contoneándose; (ya te daré yo a ti
contoneo). Y creyendo que lo voy a resibí como a un Rey Mago. ¡Sirba, sirba!... ¡To el aire que eches fuera te lo vas a
tener que sorbé!... ¡Sirba, sirba!...
Hola, perdisión.
Hola. ¿No traes er perro?
No. Lo he dejao en casa.
¡Como venías silbando!...
¡Ah! Contento que está uno.
¿Estás tú contento?
¿No me ves? ¿Y tú, no estás contenta?
Estándolo tú...
Me lo dises con una cara...
Con la que tengo, hijo.
¿Te pasa argo?
¿A mí? ¿Por qué?
¡Qué sé yo! Te veo de una forma... ¿Me he retardao, quisás? (Mira su reloj) Ar contrario: no; son las seis, y tos los
días vengo a las seis y media...
Lo cuá significa que tos los días pués vení antes, y no vienes... porque no se te antoja.
Según se da er trabajo en la fotografía...
Yo no me voy a meté en averiguarlo, ¿sabes?
Unas veses acude mucho público y otras veses poco…
¡Si no te pido explicasiones, Julián! Ayá tú.
Er resurtao es que te incomodas porque vengo a verte media hora antes. Lo tendré presente pa mañana.
¿Pa mañana? No pienses pa tan lejos.
¿Eh?
Ya lo he dicho.
(Haciéndose cargo de la situación, como otras veces) ¡Bueno está! (Pausa. Silba de nuevo)
Sirba, hijo, sirba más; a vé si viene er perro y me yena de purgas.
Tú, tú; que mi perro no tiene purgas.
¡Ah! es verdá: soy yo quien se las pega
Pero, mujé, ¿qué bicho te ha picao?
¡Habrá sío una purga!
¡Vaya! (Breve pausa) ¿Y tu madre?
¡Ya era hora, hombre!
¿Qué?
¡Ya era hora de que me preguntaras por eya!
¡Si acabo de yegá, Martirio!
Pero has tenío tiempo de hablá de veinte cosas antes que de mi madre: er perro, los sirbíos, mi cara, tu negosio, la hora,
las purgas... ¡Lo úrtimo, mi madre! ¡Bien le pagas lo que te quiere! Pos te engañas en más de la mitá: mi madre, pa mí,
es lo primero. Si lo quieres así, lo tomas, y si no, lo dejas. Esto no armite variante.
To lo que sea pa ti lo primero lo es siempre pa mí.
¿Mi madre va a sé pa ti primero que tu madre? ¡Eso se lo cuentas a tu abuela!
Bueno, cuando no se quiere comprender...
¡Si yo soy un soquete!
http://galeon.com/la-poesia/12.pdf