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a fin de cuentas lo que usted desea es un sistema basado en la anarquia. ¿No?
En realidad, nada puede "basarse en" la anarquía, porque (si obviamos la acepción coloquial de "anarquía" por "desorden") "anarquía" solo quiere decir "orden no autoritario", y por eso es más bien el orden no autoritario el que tendría que basarse en algo que lo hiciera posible.
El fallo de todos los sistemas utópicos que buscaban crear el "Paraíso en la Tierra" (el marxismo también, porque al final de la "dictadura del proletariado", cuando las condiciones económicas y políticas lo permitieran, llegaría el "comunismo"... que en la práctica sería lo mismo que la anarquía) era que esperaban que eso se produjera mediante cambios políticos y económicos, no mediante cambios psicológicos (culturales).
El Che Guevara o cualquiera de estos suponían que una vez que se hubiese acabado con la propiedad privada de los medios de producción, se hubiera implantado un sistema educativo racionalista y materialista, y se hubiera exterminado a la clase opresora, aparecería espontáneamente "el hombre nuevo"... ya que habrían desaparecido los obstáculos que hasta entonces lo hacían imposible. En ese sueño la Humanidad ha gastado un siglo entero. Y lo peor es que todavía hay versiones supuestamente modernizadas de lo mismo...
Lo que falta por hacer -el cambio social no político- es buscar no cambiar las condiciones económico-políticas, sino cambiar el comportamiento humano que lo hacen posible. No se trata de cambiar al ser humano, sino solo su forma de comportarse. De ahí que haya mencionado la importancia de la educación. Pero la educación se está revelando insuficiente, como creo que muestran los hechos a estas alturas.
Mejor que la educación es la religión. ¿Qué es la religión?: un sistema de estrategias psicológicas que, haciendo sobre todo uso del lenguaje simbólico, logra que el individuo interiorice pautas de comportamiento prosociales (altruistas, cooperativas). Hacer interiorizar pautas de comportamiento antisocial es, por desgracia, mucho más fácil (piénsese, por ejemplo, en el adiestramiento militar tipo "Chaqueta metálica"), pero interiorizar las pautas -o inhibiciones- de tipo prosocial es difícil. Se trata de aprender a ser "un santo".
Cuando surgen las llamadas "religiones compasivas" (el budismo, probablemente la primera) inmediatamente surge con él el monasticismo. ¿Por qué? Porque la ética compasiva es tan exigente, tan difícil, que la mejor forma de desarrollarla es mediante un sistema de selección y control parecido al que se usa con las plantas y animales domésticos: seleccionar primero las unidades más aptas, después aislarlas en condiciones especiales y hacer un seguimiento racional de su desarrollo.
Los anarquistas que conocemos nunca han hecho eso. Han montado una cooperativa, una comuna o un falansterio pero nunca han cuidado el control psicológico de los participantes. Siempre fracasan porque le echan la culpa de todos los males del mundo "a los demás" (al capitalismo, a la burguesía, al imperialismo). Nunca miran hacia sí mismos.
La única excepción que hubiera podido evolucionar quizá fue el "anarquismo cristiano" que predicó el novelista León Tolstoi
https://en.wikipedia.org/wiki/Tolstoyan_movement Pero estaba mal organizado, y a la muerte del novelista, en 1910, el viento revolucionario se lo llevó todo.
Un ejemplo "indirecto" sería el de los "Alcohólicos Anónimos"
https://es.wikipedia.org/wiki/Alcoh%C3% ... C3%B3nimos Se trata de un movimiento asociativo que busca el cambio de conducta (pero limitado al abandono de determinadas adicciones) mediante estrategias psicológicas asequibles (es decir, que no queda en manos de especialistas, sino que las reglas son comprendidas por todos) y con el apoyo de una red social. Es interesante anotar que el surgimiento de AA no se debió a los psicólogos -que entonces ya existían, y eran muchos- sino a unos individuos "aficionados" pero muy motivados. Después los psicólogos los imitaron. Hoy existe la psicoterapia cognitivo-conductual que ofrece pautas muy interesantes para el cambio de conducta (pero solo se busca cambiar la conducta, naturalmente, en el sentido de adaptarla a la forma de vida convencional...).
En suma, hoy poseemos elementos de sobra para organizar un cambio social no político mediante un asociacionismo informado. Podemos tomar como precedentes el monasticismo de las religiones compasivas, el anarquismo, el asociacionismo terapéutico e incluso las técnicas de actuación (¿no enseñó Stanislavski estrategias para la interiorización de roles?).
El problema es que nadie se ha puesto a ello aún... Y estamos en el año 2016...