Petición formal a Pablo Iglesias para que regule de una vez los perjudiciales neutrinos
Nos rodean, nos atraviesan y Podemos no hace nada
Hace ya algunos años, en el programa televisivo Caiga Quien Caiga, una reportera se parapetó a la salida del Congreso de los Diputados y abordó a los políticos que iban saliendo por la puerta con la siguiente pregunta: ¿Sabe usted lo que es el Dióxido de Carbono?
Las respuestas, como bien podéis comprobar en el sonrojante video, dejaron bien claro una cosa: estamos en manos de políticos que no tienen ni pajolera idea de ciencia y que sin embargo toman decisiones fundamentales sobre cuestiones ambientales, tecnológicas, industria alimentaria, presupuestos de instituciones de investigación, salud pública, etcétera, etcétera, y muchos más etcéteras...
Vivimos rodeados de ciencia. Desde que se despierta hasta que se acuesta, nuestra sociedad está inmersa en un mundo tecnológico y científico del que apenas sabe nada, algo que parafraseando al gran Carl Sagan, es la receta perfecta para el desastre. Y en demasiadas ocasiones los políticos y poderes que rigen esa sociedad son, desafortunadamente, un perfecto reflejo de ella.
Pablo Iglesias, eurodiputado y secretario general de Podemos
Uno podría pensar que la irrupción en el actual panorama de nuevas formaciones como Podemos, que abogan por una renovación de la política y que han sido precursoras en el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales, podría cambiar esta situación de ignorancia científica en los políticos… pero tristemente no parece ser así.
El pasado julio, y en su función como eurodiputado, Pablo Iglesias junto a su compañera de partido Estefanía Torres registraban ante el Parlamento Europeo una petición para que la Unión Europea reconociera la hipersensibilidad electromagnética, incluyendo una especificación especial y totalmente demagógica en defensa de los niños.
Con esta petición Podemos ha dejado patente su ignorancia científica, a un nivel que no pasa del que debería tener cualquier colegial que inicie su educación primaria. Y es una pena porque en el seno del partido existen colectivos y círculos científicos, con físicos competentes como Pablo Echenique, que habrían estado encantados de informar correctamente al señor Iglesias antes de que metiese la pata como lo ha hecho.
Pero en fin, viendo que o bien Pablo Iglesias ha olvidado lo que le enseñaron sobre ondas electromagnéticas en el colegio, o bien nadie ha querido informar a Pablo Iglesias de cómo funcionan exactamente, intentaré explicárselo de forma clara y sencilla.
Señor Pablo Iglesias, aquí tiene usted una sencilla infografía del espectro electromagnético:
Ondas electromagnéticas en función de su longitud de onda
A pesar de su maquiavélico nombre, el espectro electromagnético comprende todas las longitudes de onda de las radiaciones electromagnéticas conocidas. Si se fija atentamente verá que el gráfico de las ondas está organizado según su energía y su longitud de onda.
En un extremo a la derecha encontrará los potentes rayos gamma y conforme su energía va disminuyendo irá encontrando otro tipo de ondas como los rayos X, los rayos Ultravioleta, más a la izquierda continuamos con la luz visible que vemos cada día, y aún más a la izquierda (y por tanto cada vez menos energéticas) las microondas y las ondas de radio.
Las ondas de luz con las que el Sol que nos baña cada día con sus fotones, que nos calienta y que permite que podamos ver nuestro alrededor son más energéticas que sus temidas ondas de radio.
Pablo Iglesias en el papel de Magneto (imagen gracias a @rdeviguri)
Los seres humanos, salvo que posean un nuevo superpoder como los que aparecen en las películas de X-Men, no somos capaces de detectar ondas fuera del reducido ámbito que nos otorgan nuestros sentidos. Podemos sentir el calor procedente de los rayos solares, podemos ver la luz del día en el rango de la luz visible, pero no podemos detectar ondas de radio al igual que no podemos escuchar un silbato de ultrasonidos para perros.
Incluso si naciera alguien con ese increíble superpoder, algo así como un salto en la evolución dentro de los sueños de algún dibujante de los comics de la Marvel, apenas se vería influido por esas ondas con tan poca energía. La luz del Sol posee mucha más energía y vivimos todos los días rodeados de ella.
El problema, el grave problema, es que usted desconoce los fundamentos más elementales de lo que pide. Es como si usted antes de informarse o de consultar con algún científico, escribiese una petición al Parlamento Europeo para que regule la actividad de los dragones más allá de las fronteras de Mordor por las consecuencias en la salud que están recibiendo los aldeanos de la Tierra Media.
Sencilla infografía con el espectro electromagnético y los tipos de onda según su energía
Pero… ¿Existe realmente algo llamado “hipersensibilidad electromagnética”?
Seré muy claro: NO. No existe ningún estudio científico o médico que haya demostrado que una sola persona en la faz del planeta es capaz de detectar, y además enfermarse, a causa de ondas de tan baja energía. Más allá de una determinada longitud de onda, nuestros sentidos, nuestro cuerpo y nuestro organismo no se ve afectado por ondas no ionizantes.
Entonces… ¿Por qué hay gente que sufre dolores, mareos y otros síntomas?
Bueno, la respuesta también es simple: Sí los sufren, y sus dolores o mareos son reales, pero NO están causados por las ondas. Es un ejemplo de manual de lo que llamamos Nocebo, lo contrario al efecto placebo.
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Me explicaré mejor: Nuestro organismo es un sistema complejo e intrincado que todavía esconde algunos efectos sorprendentes y que tan solo estamos comenzando a comprender en nuestros días.
Si usted cree realmente que algo es beneficioso para su salud, en muchas ocasiones, y aunque eso no tenga ningún elemento curativo, su organismo mostrará síntomas de mejoría y usted se sentirá mejor. Se llama efecto placebo.
Por el contrario, si usted cree realmente algo es perjudicial para su salud, y lo cree firmemente, en muchas ocasiones, y aunque eso no tenga ningún elemento nocivo, su organismo mostrará síntomas negativos y usted se sentirá peor. Se llama efecto nocebo.
Miles de millones de partículas invisibles llamadas neutrinos nos atraviesan diariamente
Si ha llegado hasta aquí leyendo este artículo, señor Iglesias, permítame contarle la historia de cómo surgió eso que llaman “hipersensibilidad electromagnética”.
Imagine que yo sufro de migrañas. Tengo dolores fuertes de cabeza, mareos, vómitos y un amplio cuadro de síntomas que podrían estar relacionados con innumerables causas. Voy al médico y el buen doctor no consigue averiguar el motivo. Mis dolores continúan y vuelvo a ir otro especialista, y luego a otro, y quizás a otro más, sin que ninguno sepa localizar la causa exacta de mis infortunios.
Mis dolores son reales, no me los invento, pero nadie acierta a decirme de donde proceden, hasta que encuentro a un amigo que me habla de los neutrinos. Son partículas microscópicas invisibles que nos rodean y nos atraviesan constantemente. Cada día, y desde cualquier punto, nos llueven miles de millones de estas partículas invisibles que atraviesan nuestro cuerpo.
Mi amigo me cuenta que incluso se ha creado un nombre. Lo llaman “hipersensibilidad neutrínica” y a mí, solo el nombre ya me pone los pelos de punta. Cada vez que pienso en los neutrinos vuelven mis dolores de cabeza, me mareo y termino tumbado en la cama sin fuerzas… ¡malditos neutrinos!
Al poco tiempo (estas cosas suelen ser bastante rápidas) empiezan a aparecer todo tipo de productos que prometen protegerme de los malvados neutrinos. Surgen por todos lados, los anuncian en las teletiendas en mitad de la noche (justo cuando yo veo la tele porque no puedo dormir por culpa de mis dolores de cabeza) y en Facebook y los anuncios de google me muestran doscientas soluciones: Sombreros anti-neutrinos, fundas anti-neutrinos, dispositivos electrónicos que inhiben los neutrinos… todos a buen precio y con testimonios “reales” de personas como yo que han solucionado su hipersensibilidad neutrínica por tan solo cien euros.
El miedo ya está ahí, así que algunos piensan… ¿por qué no hacer un poco de pasta con él?
Y yo, estimado Pablo, reconozco que tengo miedo, y me duele todo, así que compro un par de inhibidores de neutrinos y tres chubasqueros cósmicos protectores…
En los medios y en algunas webs me informo y compruebo que un periodista ha escrito un artículo advirtiendo de los peligros de los neutrinos. Envio esa noticia a todos mis amigos y familiares por wassap y facebook, y mis amigos la comparten hasta que se convierte en viral. La bola de nieve se sigue haciendo más grande, mientras ignoramos a físicos y científicos que nos dicen que los neutrinos son inofensivos... ¿Cómo van a ser inofensivos si yo estoy tan mal?
A la semana descubro que se han iniciado colectivos sociales de presión, formados por personas normales como yo que tienen la misma preocupación. Me apunto a uno de estos colectivos sociales en contra de los neutrinos y descubrimos que existe un partido político abierto a nuestras peticiones, con políticos que no tienen ni la más remota idea de qué narices es un neutrino.
Hace un par de días tuvimos nuestra primera reunión con Podemos para explicarle nuestras preocupaciones. Les contamos todo sobre nuestros dolores de cabeza y mareos, les expusimos cómo nuestra vida se está haciendo insoportable viviendo rodeados de neutrinos y sobre todo les pedimos que se hiciesen cargo del riesgo que conllevan para nuestros hijos, los más desprotegidos. ¡Alguien tiene que pensar en los niños!
Ahora solo esperamos que Podemos no consulte con ningún físico y que vaya directamente con la petición al Parlamento Europeo.
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cua ... 07291.html