La revista Charisma News ha difundido un video de KOMO 4 News en el que dos pastores no identificados fueron brutalmente golpeados –con puñetazos y patadas– por activistas que salían del “Festival del Orgullo Gay” celebrado en Seattle, EE.UU. De acuerdo con el canal Fox, los pastores mantenías sus biblias en la mano y estaban predicando a quienes pasaban llamándoles al arrepentimiento de sus pecados. Uno de los predicadores llevaba un cartel que decía: “Arrepentíos”, “Jesús salva del pecado” y “El matrimonio es siempre entre un hombre y una mujer”. El video de la paliza recibida por ambos pastores se ha difundido en las cadenas de televisión y muestra a un grupo de gente enfurecida que amenaza a los dos hombres para luego agredirles. Posteriormente la policía identificó a dos de los participantes, uno de ellos un conocido activista de un grupo llamado NOH8, un juego de sonidos que simula el significado de “sin odio” (No H eight). Pero es precisamente el odio lo que se manifiesta en las escenas del video, en el que primero varias mujeres tratan de arrebatar a uno de los dos pastores su cartel, para que luego un grupo furioso le tire al suelo y a continuación le dan patadas y puñetazos hasta que alguien grita avisando de que la policía había acudido. Los dos hombres agredidos debieron ser atendidos, necesitando uno de ellos varios puntos de sutura en sus heridas en la cabeza. Sin duda un paso más en el debate entre la libertad de expresión y la ofensa a colectivos. Pero la gran pregunta sería qué reacciones habrían ocurrido en el caso opuesto, si un grupo de cristianos hubiese agredido a manifestantes proLGTB.
OTROS PRECEDENTES
No es la primera vez que los cristianos son atacados por activistas pro-LGBT en los Estados Unidos. En agosto del año pasado, un hombre abrió fuego dentro de la sede del Consejo de Investigación Familiar en Washington. Cuando fue detenido, Floyd Lee Corkins Jr. se declaró culpable del ataque por estar en contra de la organización pro-familia tradicional. A finales de 2014, un grupo llamado “Angry Queers” (significa “Homosexuales Furiosos”) causaron daños valorados en miles de dólares al destrozar una iglesia evangélica en Portland, Oregón, que está vinculada al ministerio del pastor Mars Hill. En un comunicado, reivindicaron el ataque justificándolo porque la iglesia era “homófoba”.
Y pensar que el colectivo del que proviene los agresores se denomina "sin odio"
