Un hospital público compró material defectuoso tras las “presiones" de ediles de CIU a los médicos
Publicado: 10 May 2015 10:07
Corrupción política y fraude empresarial se han unido en Reus (Baix Camp) hasta provocar una crisis sin precedentes en España: el uso en el hospital público Sant Joan de prótesis ortopédicas defectuosas y caducadas que, según el juez, fueron compradas a la empresa Traiber después de que los médicos del centro recibieran “presiones” de altos cargos municipales de CiU.
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Los hechos desembocaron el pasado 28 de abril en la detención de la primera teniente de alcalde de la ciudad, Teresa Gomis (CiU), y del propietario de Traiber, Lluís Márquez, ambos acusados de un delito contra la salud pública. La operación fue el punto culminante de la alerta sanitaria lanzada seis meses antes por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) en la que se ordenaba la retirada de todos los productos de la empresa por estar “fabricados sin licencia” y no contar con “el certificado de conformidad CE”, lo que suponía “un riesgo grave para la salud de los pacientes”.
La alerta ha obligado al hospital Sant Joan, según fuentes de la investigación sanitaria en marcha, a revisar 1.700 historiales clínicos, pasar consulta a 250 afectados y operar de nuevo al menos a 20 personas porque se desconoce si el material que les ha sido implantado cumple los mínimos requisitos de seguridad.
EL PAÍS ha podido saber que fueron trabajadores de Traiber los que denunciaron a la AEMPS el caso. “Los responsables de la empresa habían cruzado todos los límites éticos y legales”, explican exempleados de la compañía, que piden el anonimato. Traiber vivía momentos delicados en 2013, lo que la llevó incluso a dejar de pagar la nómina a sus trabajadores. Tras años de gozar de una sólida posición, la compañía fue incapaz de hacer frente a la competencia del sector y, según reflejan las cuentas del registro mercantil, su facturación fue descendiendo a un ritmo superior al 10% anual desde 2007.
Los problemas de Traiber se agravaron en 2011 con la llegada de un nuevo jefe de traumatología al hospital Sant Joan, Alfredo Rodríguez, que decidió dejar de utilizar el material de la empresa. Según consta en la investigación, Rodríguez “consideraba que las prótesis de Traiber se habían quedado anticuadas y no le inspiraban mucha confianza”. La decisión del facultativo dejó de un plumazo a la empresa sin una cuarta parte de su facturación, que en 2011 ya había bajado hasta los 1,47 millones de euros.
Una denuncia de trabajadores de la compañía Traiber destapó el caso
El golpe, sin embargo, no fue solo económico. Traiber era una empresa local con una larga trayectoria en Reus y su dueño, Luis Márquez, un hombre de peso en el tejido empresarial. Vocal de la Cámara de Comercio de Reus y de la patronal de la Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña (PIMEC), “siempre cuidó los contactos políticos”, relatan varias fuentes en Reus. El director financiero de Traiber, Eduard Correcher, es además concejal de Salud por CiU en el vecino municipio de Les Borges del Camp.
Según el relato de los exempleados, que consta en la investigación en marcha, a medida que caían los ingresos, la empresa fue entrando en una deriva peligrosa: “De fabricar productos con componentes punteros, los jefes pasaron a comprar a proveedores cada vez más baratos. Luego, dejaron de fabricar y empezaron a reutilizar muestras no destinadas a pacientes. Lo último fue vender piezas caducadas de hacía años con los precintos alterados”. “Denunciarlo no era fácil. La empresa estaba mal y con esto la hundíamos. También era nuestro pasaporte al paro. Pero la gota que colmó el vaso fue saber que algunos pacientes empezaron a sufrir complicaciones graves”, añaden.
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http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/05/09/ ... 15250.html
Culebrón para leerse entero, ahora hay q reoperar a 20 pacientes según la noticia!. Conexiones entre un empresariado catalán anclado en el caciquismo y unos políticos corruptos de CIU. Pero eso si la prioridad de Mas y lo q vende titulares es el secesionismo
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