Re: Etxerat pide disculpas a las víctimas de ETA
Publicado: 19 Mar 2019 13:58
...las víctimas, lo han perdido todo y los allegados también, pero las víctimas todo, por lo tanto merecen el respeto qe merecen...todo.Ver citas anterioresskye escribió:No sé si habrá leído el libro, Laurie. Me refiero a "Los peces de la amargura", de Fernando Aranburu. Es el mismo autor de libros como "Patria". Este libro de "Los peces de la amargura" no ha sido tan comentado ni probablemente ha tenido tanta repercusión mediática como "Patria", pero yo diría que es algo así como un anticipo de "Patria" y que no desmerece a éste en absoluto.Ver citas anterioreslaurie escribió:
Buenos días,
Aprovecho su post para decir: qe el sentido común no nos haga perder el poder "merecer" la "convivencia"
...
En eso ambas partes deben asumir y ambas partes deben estar dispuestas a perder algo... a dejar la “gloria” para poder merecer la convivencia.
El libro es una sucesión de relatos más o menos cortos, sobre las tragedias personales ocasionadas por la violencia y el terrorismo (sinónimos). Las historias se cuentan en primera persona. Es decir, la víctima es la que cuenta "su" propia historia, en primera persona, lo que hace que la fuerza narrativa sea mucho mayor. Son historias ficticias, pero el acercamiento de Aranburu a la psicología de sus personajes yo diría que es brutal, casi consigue que el lector viva las tragedias en primera persona.
En una de esas historias, Aranburu cuenta la historia de un padre que tiene a su hija en silla de ruedas. El padre cuenta la historia humana de su hija. Una chica joven, con un novio y planes de boda... Un día, andando por la calle, explotó un coche bomba cerca y la chica quedó paralítica a consecuencia de la onda expansiva. Aquello truncó todas sus esperanzas. Un día, cuando el padre la sacaba a dar un paseo empujando la silla de ruedas, vieron a su antiguo novio, que se había casado con otra mujer, de paseo con su familia (con su mujer y un par de niños). La escena era tristísima, casi desgarradora...
El padre se refugiaba en su pecera mientras derramaba su amargura por ver truncada de alguna manera la vida de su hija. Cuando se produjo el atentado, todo fueron mensajes de apoyo, fotografías de los políticos visitando a la hija en el hospital, etc. Pero poco a poco se van apagando las cámaras, y, mientras todos los demás, regresan a sus casas con sus familias y su gente, las víctimas se quedan solas, en silencio, en la oscuridad, con su amargura.
Soy perfectamente consciente de que eso nunca parará el reloj del mundo. Todos tenemos muchas cosas que hacer, muchas rutinas, hay mucho ruido ahí fuera... Y la vida de alguna manera tiene que continuar.
Pero para mí la reconciliación exige muchas cosas, y una de las más importantes es el reconocimiento de los victimarios del dolor que han causado. Y ese reconocimiento supone, por ejemplo, el silencio ante las víctimas. Un silencio que es un homenaje hacia ellas, una especie de símbolo de respeto. Los que han causado tanto dolor están en deuda con aquellos a los que causaron esas tragedias personales. Y lo mínimo que se les puede exigir es una reparación en forma de respeto y arrepentimiento.
No ha pasado nada de eso. El mundo de ETA-Batasuna, etc., es un mundo cerrado, es un mundo con profundas alteraciones diría que psiquiátricas, un mundo educado en valores más propios de la mafia que en los valores de la tolerancia y la ilustración liberal.
Le decía que el mundo seguirá, claro que sí. Y esta gente se reincorporará a las instituciones por simples motivos de estrategia (la sociedad vasca creo que no toleraría ahora mismo un regreso a la situación de hace 20 años). Pero que el mundo siga, que la convivencia no se interrumpa porque al fin y al cabo, todos somos humanos y necesitamos "al otro", a algunos (y me encuentro en ese grupo) nunca nos va a llevar a considerar a esos otros como iguales, nunca los podré ver como demócratas, sino más bien como auténticos fascistas disfrazados por puro oportunismo.
Hubo una época en que Josu Ternera formó parte de la Comisión de Derechos Humanos del parlamento vasco (oxímoron, porque Josu Ternera y "derechos humanos" son antítesis). Fíjese si eso no es un avance hacia esa convivencia de la que Vd. habla. Pero, no lamento decírselo, cuando pienso en Josu Ternera, pienso en él como un asesino que jamás tendrá mi respeto. Por reconocimiento a la chica de la silla de ruedas y a su padre, por ejemplo.
Así son las cosas.
Y sobre esto, si me lo permite, le recomiendo la lectura del libro de Maite Pagazaurtundua del que he hablado aquí en alguna ocasión: "Lluvia de fango". Seguro que le gustaría.
Gracias dobles, skye, por la recomendación de "Los peces de la amargura", de Fernando Aranburu y por seducirme a su lectura con el relato triste del padre y la hija.
Está el tema de la financiación de eta... qizás sea mejor esperar.