Miguel O escribió:Los votantes del PP buscais desesperadamente el falo pesoista para comer, un falo de los amigos de ETA que quieren romber españa para saborear por muy ruiz, mezquino y miserable que sea.
Que poco habeis tardado en quitaros la careta. Zapatero os la pone dura y os abre el ojete. Por fin lo admitis.
Estos se venden al diablo con tal de seguir ocupando la poltrona.
Los del PP se vende al diablo
El guaperas lo que diga su mujer.
El coletas con sus creencias bolivarianas,
Los independentistas se vende a cualquiera que le consuele.
Niedol escribió:Es fascintante ver a Rivera enfundarse en su traje de estadista llamando todos los días a un pacto.
Tronco, déjalo ya, eres un cero a la izquierda.
Pues a mi su propuesta me parece coherente y se ajusta a lo que mas se necesita en este momento, cuarenta diputados no es moco de pavo para calificarlo como un cero a la izquierda.
O acabamos pronto con este gobierno, o este gobierno acaba pronto con nosotros.
Lo es teniendo en cuenta que aspiraban a 20-25 más.
Su problema es que no son los suficientes escaños como para apoyar al PP en solitario (cosa que pienso les encantaría), y no van a poder ponerse de acuerdo con nadie más.
El problema de C's llegará cuando por "sentido de estado" Mariano le diga que hay que unirse temporalmente a PNV, CC y alguno más para sacar la legislatura adelante, y que si eso, en 4 años ya veremos como lo arreglamos.
Todo esto mientras C's pierde adeptos según pasan los días...
Miguel O escribió:Los votantes del PP buscais desesperadamente el falo pesoista para comer, un falo de los amigos de ETA que quieren romber españa para saborear por muy ruiz, mezquino y miserable que sea.
Que poco habeis tardado en quitaros la careta. Zapatero os la pone dura y os abre el ojete. Por fin lo admitis.
Estos se venden al diablo con tal de seguir ocupando la poltrona.
Los del PP se vende al diablo
El guaperas lo que diga su mujer.
El coletas con sus creencias bolivarianas,
Los independentistas se vende a cualquiera que le consuele.
Y tu a que te vendes politikeo?
Yo no soy como tu que se pone de alfombra en Genova, 13.
Por una sociedad libre de psicópatas, narcisistas y feministas radikales.
Miguel O escribió:Los votantes del PP buscais desesperadamente el falo pesoista para comer, un falo de los amigos de ETA que quieren romber españa para saborear por muy ruiz, mezquino y miserable que sea.
Que poco habeis tardado en quitaros la careta. Zapatero os la pone dura y os abre el ojete. Por fin lo admitis.
Estos se venden al diablo con tal de seguir ocupando la poltrona.
Los del PP se vende al diablo
El guaperas lo que diga su mujer.
El coletas con sus creencias bolivarianas,
Los independentistas se vende a cualquiera que le consuele.
Y tu a que te vendes politikeo?
Yo no soy como tu que se pone de alfombra en Genoba, 13.
Tu no eres como yo, es que ya lo eres, porque yo no lo soy.
Nexus6 escribió:El pp no va a volver a gobernar en 20 años
Macho, como acabe gobernando esta legislatura (por corta que sea) vas a tener un disgusto enorme. A ver, lo voy a tener yo también, pero lo tuyo va a ser de "baja indefinida".
El debate tras las elecciones, no consiste en si es preferible un PP al frente del
gobierno , sino principalmente si es mejor para España tener a partidos separatistas
al frente del gobierno, y de lo que conllevaria proximamente, para mi que el pais
llegaria en un espacio de tiempo de 4 años, a una situacion como la de Grecia, y es
que pienso que son las politicas que acompañan a la extrema izquierda. :fumando:
Un funcionario en Venezuela, con el salario de un mes, tiene para un menú en el Macdonalds.
Hoy aparece en la prensa la noticia de que, si Podemos renuncia a su proyecto de referéndum, y alcanza un acuerdo para gobernar con el PSOE, Ciudadanos podría abstenerse.
La razón más o menos oficial que se da es la de que se pretende facilitar la investidura para que se comience a trabajar en las reformas necesarias.
Pero, detrás de eso, a mi me parece una estrategia casi diabólica que apunta directamente al corazón del PSOE.
Esa estrategia significa que, dado que es previsible que el PP vote casi siempre en contra de cualquier iniciativa legislativa de este bipartito o tripartito, si se suma IU-PCE, Ciudadanos podría aprovechar las ganas que tiene Pedro Sánchez por coger sillón y tendría en sus manos en buena parte el futuro de ese gobierno, apretando o aflojando, según las circunstancias políticas, dado que para aprobar sus propuestas ese bipartito/tripartito necesitaría, al menos, la abstención del centro que representa Ciudadanos.
Además, Ciudadanos conseguiría abrirse al espacio político más socialdemócrata, que huiría del abrazo del oso que Podemos le daría al PSOE.
Es decir, que, desde el punto de vista estratégico, me parece una muy buena estrategia pensando en Ciudadanos.
Lo que no sé es si eso es lo que necesita este país.
AMETS BAKOITZAREN ATZEAN LORTZERA ERAMATEN GAITUEN BIDE BAT DAGO
Así de memoria creo que con la abstención de Ciudadanos no habría problema en que Sánchez saliera elegido. Peeeeeeero....una cosa es la investidura y otra gobernar, y ahí tendría que negociar con Ciudadanos cada cosa que quisiera aprobar. Mal asunto...
Y por otro lado, veo muy dificil que Podemos se baje del carro del referendum, entre otras cosas porque no Podemos no es un bloque homogéneo, son 4 o 5 "partidos", que ni siquiera se sabe si formarán grupo parlamentario único o cada uno el suyo, y el grupo catalán y el gallego no van a ceder en eso, así que me temo que Pablo Iglesias no tiene margen de maniobra
Jordi "el catalán":
-Los jueces no deben actuar de forma libre e independiente
-Los políticos están para legislar, no para cumplir las leyes
Así lo dijo, lo juro :)
FREESVINDO escribió:Por sentido de Estado debe gobernar la lista más votada.
El Partido Popular ganó ayer las elecciones. Fue la fuerza más votada y la que tiene mayor número de escaños. Ha perdido 64 diputados, algo con lo que el partido del Gobierno ya contaba en mayor o menor medida, pues nadie cruza el río de la crisis económica sin salir diezmado y con el acoso de la corrupción. La oposición ha capitalizado electoralmente cuatro años de esfuerzo y de políticas reformistas que han marcado el camino de la recuperación económica. Desde este punto de vista, el PP ha cumplido con los puntos fundamentales de su programa, no ha engañado a nadie y ha planteado siempre con claridad sus objetivos para seguir en La Moncloa. Y ha sido fiel a su política para formar Gobierno: siempre la lista más votada. Lo resultados no han sido brillantes, el descenso ha sido claro y ahora se abre un nuevo escenario que el PP puede manejar si otras formaciones actúan con sentido de Estado. El objetivo no puede ser otro que la estabilidad del país en un momento clave para nuestra recuperación económica. No sería bueno rectificar lo fundamental de nuestra política económica y, guste o no, la realidad es que los mercados actúan de manera determinante sobre las decisiones políticas. El maximalismo es lo peor que nos podía pasar. Que gobierne la lista más votada obligará a desarrollar una política de pactos para la que el PP está capacitado: no olvidemos que su distancia frente al segundo partido, el PSOE es de 31 escaños, además de que los populares han mantenido la mayoría absoluta en el Senado con 114 escaños. Estamos hablando de una mayoría suficiente en el Congreso con la que se podrían forjar acuerdos fundamentales en estos momentos cruciales para nuestro país. La realidad es que entramos en capítulo político ingobernable. Partiendo de que Pedro Sánchez ha evitado introducir en su partido la posibilidad de una «gran coalición» con los populares y que nuestro país carece de la cultura política para formar estas grandes alianzas se abre la posibilidad de crear una multicoalición de izquierdas liderada por el PSOE, el apoyo de Podemos –con todas las marcas blancas regionales–, además de ERC, Izquierda Unida, que se ha quedado en dos diputados, incluso de Bildu, a pesar de su debacle. Esta posibilidad está abierta, como anoche exigían las bases socialistas en Ferraz y que también contemplan sus dirigentes. El objetivo es desalojar al PP de La Moncloa al precio que sea. No es una buena noticia. Entraríamos en una situación inédita en la política nacional, aunque la experiencia de desbancar del poder a la fuerza más votada por una coalición de izquierdas se está aplicando ya con el consentimiento de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Este pacto podrá exhibirse como una muestra de regeneración política, pero no deja de ser la fórmula más inestable y oportunista de gobierno. Puede entenderse que el líder socialista tiene dos salidas: o dimitir por llevar a su partido a uno de sus peores resultados o aceptar capitanear un pacto que le lleve a La Moncloa, aunque sea con el apoyo de partidos que están en sus antípodas. El primer lugar, recibirá el apoyo de una formación como Podemos, afín al bolivarismo y un intervencionismo estatal que ya no se aplica en las democracias avanzadas y partidario de la autodeterminación de Cataluña y la realización de un referéndum independentista. ¿Puede aceptar el apoyo de un partido situado en la extrema izquierda? ¿Ha valorado los costes que puede tener no sólo para el PSOE, sino para la gobernabilidad de España? No todos los partidos están dispuestos a gobernar a cualquier precio. El PSOE no debería olvidar que en Cataluña llegó a la Generalitat gracias a un «tripartito» y el apoyo envenenado de ERC, que de nuevo querrá hacer valer sus diputados, ahora en Madrid. Un Gobierno basado en acuerdos con una gama de partidos tan amplia y a los que sólo les une desbancar al PP de poder, no es lo que ahora necesita España. Es necesario hacer una interpretación los más exacta posible de los resultados y no creer que las consignas de algunos partidos refleja la realidad. Anoche se llegó a hablar de «final de un sistema» y, claro está, de la muerte del bipartidismo. Lo cierto es que dos partidos nuevos han entrado con fuerza en el Parlamento, pero ahora lo que está encima de la mesa es un partido ganador como el PP, una segunda fuerza representada por el PSOE y dos partidos que se estrenan el acto parlamentario, Podemos y Ciudadanos. Se abre un época en la que habrá que pactar, pero hacerlo con sentido de Estado y no a cualquier precio.