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Oldways escribió:Para lo bueno y para lo malo ZP no era Pablo Iglesias. A mí Zapatero me parece un simple, pero se puede hablar con él... Tiene espíritu negociador y ánimo por unir.
Pero, Iglesias... ¿Con cuál nos quedamos? ¿El de la cal viva? ¿El de "lamer almorranas del poder"? ¿El de la casta? Que son posturas muy respetables, perfectamente entendibles y en cierto modo cualquiera las puede compartir... Pero no auguran un gobierno con capacidad de diálogo.
Precisamente los mejores embajadores de Podemos han sido los ajenos a Podemos. En el 20D, por ejemplo, Baldoví y Mónica Oltra.
A mí PI me parece intelectualmente mediocre aunque como comunicador sea un crack, el hombre repite exactamente las mismas frases allá por donde va, uno ve dos debates distintos y tiene deja vu, pero en parte es normal por la sobreexposición a la que se somete, pero hombre, al principio no paraba de citar a...¡¡¡Los Chikos del Maíz!!!, creo que nadie medianamente serio se pone a citar a Soziedad Alkoholica por muy acertada que sea el verso de una de sus letras, que hombre si vas a citar a alguien que sea alguien con un poquito más de nivel, pensaría que sería un guiño para el público más joven pero al ser un grupo de Hip Hop casi marginal, pues no, es así de limitado el pobre
Tiene afán negociador si entra dentro de sus intereses como hacen la mayoría de partidos y además no ha tenido problemas en dejar la negociación a otros, su posición no es ni de lejos la del PP que no puede negociar con nadie porque ha perdido su crédito, sus comentarios son análogos a los de cualquier partido en precampaña, el caso más jocoso fue el de Extremadura donde el PSOE insultaba a IU y decía que no necesitaba su apoyo y luego mendigó su apoyo y pasó lo que ya sabemos, y ahí sí que se cabrearon
Iglesias es el de "pitufo gruñón", "las mochilas cargadas de piedras", "sois unos gafes", etc...y ya ves ahora amiguitos del alma, es su forma de hacer política simplemente y es la más común, lo raro es tener a alguien como Garzón o Anguita con un discurso moderado en todo momento y no sólo cuando les interesa tener el apoyo de otros partidos, es decir, después de las elecciones