"Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Noticias de política y sucesos en España o sobre españoles
Avatar de Usuario
Edison
Alto ejecutivo
Mensajes: 13787
Registrado: 04 Ene 2014 16:23

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Edison »

Pues nada, esto también será mentira. Aunque muchos lo vimos montones de veces en el NO-DO:

Imagen


Hablando de imágenes falsas, esta también tuvo más retoques que la cara de Carmen de Mairena.

Imagen

http://www.muyhistoria.es/contemporanea ... r-y-franco
Avatar de Usuario
Miguel O
Funcionario
Mensajes: 7570
Registrado: 26 Sep 2010 21:55

Re:

Mensaje por Miguel O »

Y miles de cosas infintiamente mas atroces.

Y ese es el problema, que todas esas atrocidades las consideraban los cerdos de la secta como algo de justicia.
Trapos y tontos. Herramienta de control solo igualable a las sectas...
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Re:

Mensaje por lordcartabon »


Ad exemplum?

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Lady_Sith
Alto ejecutivo
Mensajes: 15713
Registrado: 15 Jun 2012 03:06

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Lady_Sith »

asegura q la foto de la plaza de toros de Pamplona es cierta? :-|
Los que no saben llorar con todo su corazón, tampoco saben reír
Quien destruye un alma destruye un mundo entero. Y quien salva una vida, salva un mundo entero.
No uses la conducta de un loco como un precedente.
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por lordcartabon »


Algunos sacerdotes vascos, no la Iglesia vasca. Y en efecto, se ejecutó a varios sacerdores. No en tanto que sacerdotes, claro. A pesar de serlo.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: Re:

Mensaje por Col. Rheault »


Lo más parecido a la realidad de la acción de la iglesia católica es esto: algunos famosos criminales de guerra Nazis como Adolf Eichmann, Franz Stangl, Gustav Wagner, Erich Priebke, Klaus Barbie, Edward Roschmann, Aribert Heim, Andrija Artukovi?, Ante Paveli? y otros como Walter Rauff, Alois Brunner y Josef Mengele usaron las líneas de ratas (ratlines*), sistemas de escape para nazis y otros fascistas que dejaban Europa a finales de la Segunda Guerra Mundial tras la derrota de los países del Eje. Estas rutas de escape terminaban generalmente en paraísos seguros en Sudamérica. El obispo católico Alois Hudal fue el primero que se dedicó a crear rutas de escape, proveyó a las personas objeto de su caridad con dinero para que pudieran escapar, y aun más importante con documentos de identidad falsos de la Organización de Refugiados del Vaticano (Commissione Pontificia d'Assistenza).

Estos documentos del Vaticano no eran exactamente pasaportes, y no eran suficientes como para permitirles trasladarse a otros continentes. Ellos eran la primera etapa de una larga lista de pasos: gracias a los documentos del Vaticano, los protegidos podían obtener un pasaporte personal de parte del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que a su vez podía ser usado para obtener una visa. En teoría la CICR debía realizar una investigación de los antecedentes de los aspirantes a obtener el pasaporte, pero en la práctica la sola palabra de un sacerdote o particularmente de un obispo era más que suficiente. De acuerdo con informaciones recolectadas por Gitta Sereny de un alto ejecutivo de la rama romana del CICR, Hudal podía usar su posición como obispo para solicitar documentos del CICR "de acuerdo con sus propias especificaciones".

De acuerdo con informes de inteligencia desclasificados del gobierno de Estados Unidos de América, Hudal no fue el único sacerdote que ayudó a los nazis a escapar. En el "Reporte de La Vista", desclasificado en 1984, el agente del Cuerpo de Contrainteligencia, Vincent La Vista, reportó cómo había logrado conseguir fácilmente documentos falsos de la CICR para dos supuestos refugiados húngaros gracias a una carta del sacerdote católico Joseph Gallov. Gallov, que era administrador de una asociación de caridad para refugiados húngaros del Vaticano, sin haber realizado ninguna pregunta escribió una carta a su "contacto personal en la Cruz Roja Internacional, que después obtuvo los pasaportes".

En sus memorias, Hudal diría de sus acciones: Agradezco a Dios que Él [me permitiera] visitar y confortar a muchas víctimas encarceladas o detenidas en campos de concentración, ayudándolas a escapar con papeles falsos. Hudal explica que según su visión: la guerra de los Aliados contra Alemania no fue una Cruzada, sino una rivalidad entre complejos económicos en la cual habían luchado para conseguir la victoria. Este negocio... usó lemas como democracia, raza, libertad religiosa y cristiandad como anzuelo para las masas. Por todas estas razones después de 1945 me sentía obligado a dedicar todo mi trabajo de caridad principalmente a antiguos Nacional Socialistas y Fascistas, especialmente a los así llamados 'Criminales de Guerra'.


*
https://es.wikipedia.org/wiki/Ratlines


Saludos.
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
Edison
Alto ejecutivo
Mensajes: 13787
Registrado: 04 Ene 2014 16:23

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Edison »

N tng ni p im, ni m mpta. :malol

Hale, a cascarla experta "filóloga". Y no tomes tanto café que te va a sentar mal para la taquicardia.
Última edición por Edison el 20 Jun 2015 18:34, editado 1 vez en total.
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Re:

Mensaje por lordcartabon »


"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
MCY
Muerto de hambre
Mensajes: 90
Registrado: 17 Jun 2015 19:57

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por MCY »

Algún historiador que diga que la iglesia es la institución con mayores muertes ocasionadas directas o indirectamente a lo largo de su historia tambien habrá
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por lordcartabon »


Cítelo. Vaya a ser que no lo haya.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Col. Rheault »

En marzo de 1942, en una conversación con uno de los representantes oficiosos del Gobierno de Zagreb en el Vaticano, el cardenal Tisserant declaró:[95]

"Sé con certeza que son los propios franciscanos, como por ejemplo el padre Simic de Knin, los que han tomado parte en los ataques contra la población ortodoxa para destruir la iglesia ortodoxa. De igual manera destruyeron ustedes la iglesia ortodoxa de Banja Luka. Sé con seguridad que los franciscanos de Bosnia-Herzegovina se han comportado de forma abominable, y me pesa. Tales actos no deberían cometerlos personas educadas, cultivas y civilizadas, menos aún sacerdotes."

Imagen
Michelle Frucht Levy, who is lecturing at the Department of Literature at the A & T University of North Carolina, published an important article named „The Last Bullet for the Last Serb“: The Ustaša Gnocide Against the Serbs 1941-1945 in 6/2009 issue of Nationalites Papers (pp. 807-837).

http://www.peacepalacelibrary.nl/plinkl ... =328572462



La Iglesia Católica y los Ustachas

El pueblo croata se consideraba por el régimen ustacha de origen germánico («godo» y «ario»),[88] [89] [90] y era mayoritariamente católico; en cambio los serbios eran cristianos ortodoxos y considerados no arios en las nuevas leyes del régimen de Paveli?.[88] Los musulmanes no eran considerados como una comunidad separada, sino que algunos se declaraban croatas y otros serbios, aunque para la mayoría su fe era su rasgo distintivo. Para fines de la década de 1930, ambos grupos étnicos eran similares en número de individuos, siendo los serbios levemente superiores con 5.500.000 personas.

En 1935, el reino yugoslavo firmó un Concordato con el Vaticano representado por Eugenio Pacelli, que brindaba a la minoría católica, y en especial al clero, privilegios civiles a los que la parte serbia no podía acceder, tales como exenciones de impuestos y ventajas gubernamentales, la religión católica fue hecha oficial.[91]

El parlamento yugoslavo no ratificó el concordato y esto fue causa de división entre los yugoslavos partiendo por los temas etno-religiosos, situación que incubó el germen del terror de los Ustacha.

Para cuando los ejércitos de la Wehrmacht invadieron Yugoslavia el 6 de abril de 1941 bajo el mando del general Edmund Glaise von Horstenau se proclamó la independencia croata y pronto se desencadenó el genocidio de algunas minorías (judíos, gitanos y serbios). Los Ustacha colaboraron activamente con los alemanes, quienes colocaron a Ante Pavelic como gobernante títere. Los Ustacha se identificaron con los principios antisemitas del gobierno de Hitler y desataron una represión en extremo cruel contra la minoría serbia. La represión del nuevo régimen se centró en las minorías y en los opositores, principalmente comunistas. El grado de crueldad alcanzado sorprendió y horrorizó al mismo von Horstenau y al embajador Hermann Neubacher quien enviaba informes urgentes al Reichstag alemán acerca de lo que veían, informes que fueron desestimados por el régimen nazi.

Ante Pavelic informaba directamente a Himmler acerca del exterminio del pueblo serbio, destacando el apoyo de la Iglesia Católica hacia la crueldad con los ciudadanos ortodoxos.

El arzobispo de Sarajevo, Ivan Šari? y el monje franciscano Miroslav Filipovi? fueron comandantes de los escuadrones Ustacha y saquearon sistemáticamente a los serbios enviando a las arcas del Vaticano unos US$ 80.000.000 que se cobró con la muerte de unas 300 000 serbios.

El régimen contó, sobre todo al comienzo, del respaldo de la jerarquía y parte del clero católico, participando parte de este en las atrocidades ustachas.[82] La jerarquía católica, tras celebrar la creación del nuevo Estado en 1941 y apoyar teóricamente el nuevo régimen, no apoyó activamente sus actividades y acabó por distanciarse públicamente de él.[82] El apoyo del clero al régimen se explica en parte por sus tendencias nacionalistas y antiyugoslavas, que se acentuaron durante el primer periodo yugoslavo.[93] El entusiasmo original de la jerarquía católica, sin embargo, se fue enfriando por las medidas contra las minorías del régimen y su campaña de conversión forzosa al catolicismo en el invierno de 1941.[94] [95]

El papel del arzobispo de Zagreb, Aloysius Stepinac, es controvertido.[96] Sus defensores subrayan su defensa de las víctimas serbias y judías de las persecuciones del régimen de Paveli? y el uso de los partisanos de sus sermones en sus emisiones radiofónicas, mientras que sus detractores destacan su respaldo al nuevo Estado y su defensa menos encendida de los no católicos respecto a la que hizo por estos.[97] Su postura fue ambigua y decidido su respaldo de la independencia croata.[95] Desde 1941, sin embargo, logró el apoyo de los demás obispos para tratar de evitar el maltrato de los judíos conversos y, privadamente, para limitar los desmanes de Pavelic, llegando este a quejarse a los alemanes de la falta de apoyo de Stepinac y solicitando su relevo, en vano.[98]

Un parte sustancial de los dirigentes del movimiento, sin embargo, se había educado en seminarios católicos.[31] Abundaban también los católicos devotos y los miembros con un sentimiento de cruzada católica.[31] Los sacerdotes católicos desempeñaron, como en alguna otra organización similar como la Guardia de Hlinka, un papel relevante, tanto en la dirección de las tropas ustachas como en los campos de concentración, dirigiendo algunos de ellos.[31] [98] Según informes alemanes, italianos y de testigos presenciales, sacerdotes católicos alentaron y participaron en atrocidades contra la población serbia.[95] Otros sacerdotes, en menor número, colaboraron con los partisanos en la región.[99]

En marzo de 1942, en una conversación con uno de los representantes oficiosos del Gobierno de Zagreb en el Vaticano, el cardenal Tisserant declaró:[95]

Sé con certeza que son los propios franciscanos, como por ejemplo el padre Simic de Knin, los que han tomado parte en los ataques contra la población ortodoxa para destruir la iglesia ortodoxa. De igual manera destruyeron ustedes la iglesia ortodoxa de Banja Luka. Sé con seguridad que los franciscanos de Bosnia-Herzegovina se han comportado de forma abominable, y me pesa. Tales actos no deberían cometerlos personas educadas, cultivas y civilizadas, menos aún sacerdotes.

https://es.wikipedia.org/wiki/Ustachi#L ... s_Ustachas
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por lordcartabon »

Defensa de la obra y vida del Cardenal Stepinac.

http://infocatolica.com/blog/historiaig ... rica-que-t


LA LEYENDA NEGRA INVENTADA POR LOS COMUNISTAS QUE SIGUE ENGAÑANDO A MUCHOS

Aparece en la prensa de estos días que una asociación de víctimas del Holocausto se ha declarado decepcionada por la visita del papa Benedicto XVI a la tumba del cardenal Aloysius Stepinac, beato mártir de la Iglesia católica, al que ya en vida acompañó la polémica por las acusaciones que recibió de haber tenido un papel ambiguo durante el régimen pro-nazi ustasha. “Los supervivientes del Holocausto se unen a todas las víctimas del régimen pro-nazi Ustasha expresando su decepción por el homenaje del papa Benedicto XVI al cardenal Stepinac", recalcó en un comunicado Elan Steinberg, de la asociación estadounidense “American gathering of Holocaust Survivors and their Descendants". “Stepinac era un defensor ardiente de los ustashi cuyas crueldades fueron tan extremas que incluso chocaron a algunos de sus jefes nazis", añadió Steinberg en este comunicado.

La cosa, como ya se ha dicho, no es nueva, empezó en la vida del Arzobispo. Esta fue la acusación por la que fue encarcelado al llegar al poder los comunistas al final de la Segunda Guerra Mundial: colaboración con el régimen Ustasha de Ante Paveli?, títere de Hitler y líder del Estado Independiente de Croacia durante la Segunda Guerra Mundial. La propaganda comunista sobre Stepinac, creado cardenal por el papa Pío XII en 1952 (motivo por el que Yugoslavia rompió relaciones diplomáticas con la Santa Sede), dejó sentir su influencia en la polémica mediática que surgió en 1998, cuando Juan Pablo II le beatificó, declarándole mártir.

Estas influencias ideológicas todavía se pueden constatar en algunas de las biografías de Stepinac publicadas, según idiomas, por la conocida enciclopedia digital Wikipedia: Mientras que la versión española presenta al cardenal como colaborador del Eje nazi, en croata aparece como la voz que se alzó en su país contra las leyes nazis y la persecución de los judíos. En inglés, la enciclopedia colaborativa subraya su obra a favor de los judíos y los perseguidos del nazismo, aunque le presenta como colaborador del régimen Ustasha; algo en lo que difiere la edición en francés, mostrando cómo apoyó al Estado Independiente Croata, pero condenó con fuerza los atropellos de su régimen.

La cuestión nos retrotrae a la segunda guerra mundial. El l6 de abril de 1941 Adolf Hitler atacó el Reino de Yugoslavia, como parte de su plan para conquistar Europa y el mundo, e inmediatamente se hizo patente que la Wehrmacht (Fuerzas Armadas alemanas) contaba con poderosos grupos a sus órdenes dentro del estado yugoslavo. El ejército yugoslavo, inmerso en una lucha a vida o muerte contra las fuerzas abrumadoramente superiores de los invasores nazis, tuvo que enfrentarse desde el principio a grupos militares que luchaban a favor del enemigo dentro de su propio frente. Eran los llamados destacamentos terroristas ustashi que, bien colaborando estrechamente con los sacerdotes católicos romanos miembros de la Ustasha, o bien actuando bajo sus órdenes directas, atacaban y desarmaban las unidades aisladas del ejército yugoslavo y ponían en peligro sus vías de comunicación.

Entre explosiones provocadas por la Wehrmacht y acciones de los ustashi el ejército yugoslavo resistió heroicamente hasta ser derrotado tras dos semanas de lucha. La wehrmacht ocupó seguidamente algunas zonas del país y otras fueron entregadas a los ustashi, que establecieron un régimen controlado por los nazis al que llamaron Estado Independiente de Croacia (NDH, Nezavisna Drzava Hrvatska). Desde el principio se hizo patente que en este nuevo estado títere el poder residía por completo en manos de los ustashi y de sus colaboradores. Muy pronto una ola de terror asoló el recién constituido estado. De los 80.000 judíos de Yugoslavia, 60.000 fueron asesinados, la gran mayoría en Croacia.

Aloysius Stepinac había sido ordenado sacerdote en 1930, y sólo cuatro años más tarde Pío XI lo nombró arzobispo coadjutor de Zagreb: a sus 36 años, era el obispo más joven del mundo. Poco conocido incluso por sus propios fieles, se ganó pronto la estima del pueblo. Inmediatamente después de su consagración episcopal hizo, a pie, la tradicional peregrinación anual de la diócesis al santuario mariano de Marija Bistrica. Siguió haciéndolo año tras año mientras le fue posible, hasta 1946.

El predecesor de Stepinac en la sede de Zagreb, Mons. Antun Bauer, le confió en seguida importantes responsabilidades. En sus primeros tres años de servicio, el arzobispo coadjutor visitó más de la mitad de la diócesis y administró la Confirmación en más de doscientas parroquias. Como recuerda Mons. Josip Bozanic, actual arzobispo de Zagreb, en una carta pastoral publicada en marzo pasado, con ocasión del centenario de Stepinac, “allí donde él iba, se podía ver el nuevo aliento pastoral". Stepinac revivió las asociaciones católicas ya existentes e impulsó otras iniciativas. Pese a la escasez de medios, en 1942 ya había establecido doce nuevas parroquias en la diócesis.

A la muerte de Mons. Bauer, a finales de 1937, Stepinac asumió el gobierno de la diócesis. Su primera preocupación fueron sus sacerdotes y seminaristas. Todo su sueldo de Arzobispo era empleado para pagar los gastos de escolaridad de los alumnos de escasos recursos. Como recuerdo de los años pasados en el Seminario Romano: el Germanicum, hizo abrir el viejo castillo Mokrice para que los seminaristas pudieran pasar allí sus vacaciones en medio de una maravilloso paisaje. Tiempo después, cuando se encontraba detenido en su pueblo natal, Krasic, Stepinac continuará supervisando atentamente la vida del seminario.

Seguía siempre de cerca, las acciones e iniciativas de sus sacerdotes. Estos apreciaban las cualidades oratorias de su Obispo, que los alentaba. Para acercar a los sacerdotes de lugares alejados, organizó las reuniones de decanato. Sin cesar les repetía que los sacerdotes no debían mezclarse en política y continuamente daba el ejemplo. Instituyó ejercicios espirituales mensuales para el clero de Zagreb y de la provincia. Sus discursos se dirigían también al pueblo entero, eran como la savia para el árbol. Los ayudaba a sobrevivir en una sociedad donde se enfrentaban tantas fuerzas contradictorias.

En 1936 Stepinac decidió apoyar a un comité que trabajaba en favor de los desplazados que huían del nazismo. A finales de 1938, después de escribir a los obispos serbios para que se solidarizaran con la causa, fundó Acción para la Ayuda a los Refugiados Judíos. En enero siguiente, envió una carta a 300 católicos acomodados en petición de dinero para la organización. Ya en marzo de 1938 había denunciado la ideología nazi ante un grupo de universitarios: “La Iglesia, en lo que respecta a la raza, proclama este principio: ¡lo que no quieres que hagan contigo, no lo hagas tú con los demás! (…) Amar la propia nación no es incompatible con querer a la humanidad entera; una cosa complementa a la otra. Todos los pueblos son hijos de Dios".

Durante la II Guerra Mundial, Stepinac multiplicó sus iniciativas en favor de los perseguidos. En 1941, tras la ocupación alemana, se proclamó el Estado independiente de Croacia. Al principio, el arzobispo acogió favorablemente el nuevo gobierno: confiaba en que aseguraría los derechos de los ciudadanos y la soberanía nacional. Pero pronto se desengañó, cuando comenzaron las persecuciones contra las minorías.
Ya en abril de ese año elevó al Ministerio del Interior una protesta formal contra las primeras leyes racistas, que prohibían los matrimonios mixtos. En mayo protestó directamente al presidente de Croacia, Ante Pavelic, contra la persecución de los serbios ortodoxos. En julio volvió a escribirle una carta, en la que decía: “Como arzobispo y representante de la Iglesia católica, me permito llamar su atención sobre ciertos acontecimientos que me causan hondo dolor. Estoy seguro de que apenas habrá alguien que se atreva a señalarlos, así que es mi deber hacerlo. He oído de diversas fuentes noticias sobre tratos inhumanos y crueles a los no arios…". El 16 de octubre habló abiertamente contra las leyes racistas desde el púlpito de la catedral de Zagreb y exigió el fin de las persecuciones raciales y religiosas.

Fundada por Mons. Stepinac, “Caritas” distribuyó gratuitamente y sin distinción de raza o religión, vagones de alimentos entre los hambrientos. Aunque con dificultades, logró obtener la autorización de reunir a todos los pequeños niños que habían quedado sin padres ni hogar en los campos. Stepinac los ubicaba en las casas de familias dispuestas a albergarlos mediante el cobro de una pensión que el Arzobispo tomó completamente a su cargo. Logró instalar cerca de 80 de estos niños en el castillo de Brezovica, propiedad del Arzobispado, y confió a las monjitas de Notre Dame su cuidado. A menudo iba a ver a estos chicos y estos pronto lo adoptaron y lo amaron. Así, desde 1942 a 1944, salvó del hambre y de la muerte a 6.717 niños, de los cuales alrededor de 6.000 era descendientes de ortodoxos o de padres que se habían incorporado a los “partisanos” de Tito.

Cientos de familias de Zagreb participaron así de esta obra de amor de los croatas católicos hacia todos los niños sin distinción. Esta inmensa cantidad de niños salvados por Mons. Stepinac fue la obra más meritoria realizada en tiempos de guerra. Daba audiencias, a menudo prolongadas, a todas las personas que tenían problemas, los consolaba, buscando junto a ellas las soluciones. Nunca se mostraba cansado, recibía a todo el mundo, modestamente, siempre dispuesto a hacer hasta lo imposible por ayudar. En el inicio de la guerra, las audiencias eran solicitadas, sobre todo, por los ortodoxos y los judíos puesto que eran los más expuestos a la persecución. Stepinac siempre los ayudaba con entereza, pero sus intervenciones no eran muy bien vistas por el gobierno.
Cuando Ante Pavelic ordenó tomar represalias contra los serbios, Mons. Stepinac hizo de todo para defenderlos o salvarlos de la muerte. Logró así salvar a miles de personas de la muerte. Escribió muchas veces a Pavelic diciéndole que no tenía derecho a actuar así, para vengarse de veinte años de inhumana dictadura serbia intentando despertar su sentido humanitario. Siempre hizo lo posible para mitigar el dolor de los desdichados.

Muchas veces, pidió autorización a Ante Pavelic para que los sacerdotes pudieran entrar en los campos para asistir a los moribundos y a los que los reclamaban. Stepinac solicitó también a Pavelic que intentara paliar la situación de los prisioneros, permitiendo que “Caritas” de Zagreb distribuyera provisiones al menos en Navidad. Desde que los alemanes invadieron Croacia, comenzó a sentirse la dura mano del nazismo, especialmente por la primera ley para los judíos, quienes debían llevar un brazalete con la estrella amarilla. En vano el Arzobispo reclamaba, protestando ante esta injusticia.
Sometido a la voluntad de alemanes e italianos, Pavelic ejecutaba ciegamente sus órdenes. Mons. Stepinac logró, al menos, evitar que se disolvieran los matrimonios mixtos hasta fines de la guerra. Desde que las tropas de Hitler ocuparon Eslovenia, la Gestapo, adversaria de la Iglesia Católica y de los pueblos eslavos, comenzó a eliminar a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, quienes fueron a refugiarse a Croacia. Mons. Stepinac dio refugio a 300 sacerdotes eslovenos en su presbiterio y comprometió a sus colegas del Episcopado a refugiar a otros tantos.

Por su amor completamente evangélico por el prójimo, superó largamente lo que su deber como Arzobispo le exigía. Este amor por la humanidad le acarreó problemas en Zagreb, donde estaban instalados los alemanes, la Gestapo y sus subordinados.

En 1943, enterado de la existencia del campo de prisioneros de Jasenovac -donde fueron asesinadas no menos de 85.000 personas-, protestó públicamente. “Las diferencias raciales -dijo entonces- no pueden ser motivo para matar. La Iglesia no estaría a la altura de su misión si no alzara su voz en defensa de todas las víctimas de injusticias, sin hacer distinción de razas". Del año siguiente son estas otras palabras suyas: “No podemos permitir que se mate a inocentes… Nosotros siempre predicaremos los principios sagrados de la ley de Dios, que afectan a todos: croatas, serbios, judíos, gitanos, católicos, musulmanes, ortodoxos o cualesquiera otros".

A principios de 1945, los rusos invadieron Alemania, la cual en poco tiempo perderá la guerra. Los alemanes se retiran de los Balcanes y de Croacia. En cuanto a los partisanos, éstos ganan cada vez más terreno. Aterrorizados, los croatas se repliegan por cientos de miles hacia el oeste, hacia Austria e Italia, hacia un advenir incierto. En Belgrado se instaló el gobierno surgido del acuerdo Tito-Subasic, habiendo este último regresado ya de Londres. Por su parte, Ante Pavelic mandaba fusilar a los prisioneros.

Mons. Stepinac intervino sin descanso ante él para detener estas horribles represalias. Durante este tiempo, el Arzobispo sufrió y luchó intentando salvar a Zagreb. Por venganza, los alemanes querían volar toda la ciudad, ya habían instalado minas en los desagües, pero después de largas y difíciles gestiones, la intervención del Arzobispo triunfó: los alemanes aceptaron retirar las minas antes de su partida.

Tiempo después, como los partisanos comunistas querían tomar la ciudad, fue necesario persuadir al general de los ustachis, Luburic, para que no defendiera Zagreb hasta el último hombre, como era su deseo. También así Mons. Stepinac logró salvar la capital de Croacia. Mons. Stepinac a quien se le recomendó partir, respondió: “Suceda lo que suceda, me quedaré con mi pueblo y esperaré". El 8 de mayo de 1945, día de su aniversario, el ejército de los partisanos entró en Zagreb.

Comenzaron los interrogatorios. Fue retirada la cruz de las paredes de las aulas, se abolió la oración en las escuelas. Las capillas de las instituciones religiosas fueron transformadas en dormitorios. La propaganda atea se esparcía por todos lados, la juventud y los empleados debieron trabajar el domingo y días de fiesta desde las 9 horas hasta el mediodía; se les impedía de esta forma asistir a la Misa que, en esa época, sólo se celebraba por la mañana. Se encarceló a los sacerdotes y a los Obispos.

La propaganda comunista montó entonces la leyenda negra acerca del Arzobispo Stepinac para denigrarlo ante el pueblo que tanto le quería y justificar su detención. Cuando a raiz de la supuesta investigación se declaró que se habían obtenido pruebas de la complicidad del arzobispo con el atroz régimen de Ante Pavelic, pruebas que nunca se mostraron, el gobierno yugoslavo informó al Vaticano y solicitó la expatriación de Stepinac. Lo que ocurrió fue descrito por el general Tito en su discurso pronunciado en Zagreb el 31 de octubre de 1946:

“Cuando el delegado papal, el obispo Hurley, me visitó por primera vez, le planteé
el caso de Stepinac: Llévenlo fuera de Yugoslavia – dije - de otro modo nos veremos
obligados a arrestarlo. Advertí al obispo Hurley sobre el procedimiento que debíamos seguir. Hablamos sobre el tema con todo detalle. Le informé sobre las numerosas actividades hostiles que Stepinac había llevado a cabo contra nuestro país. Le entregué un archivo con pruebas documentadas de los crímenes cometidos por el arzobispo. Esperamos cuatro meses sin recibir respuesta. Tras esto las autoridades competentes arrestaron a Stepinac y fue llevado a juicio como cualquier persona que cometa algún delito contra el pueblo".

Según el testimonio del abate Stjepan Lackovic, secretario de Mons. Stepinac, el Arzobispo fue llevado a prisión como consecuencia de una treta de los comunistas, el 17 de mayo de 1945: “Aquel día, a las 11,45 hs. más o menos, un coronel del ejército de Tito se presentó, bajo el nombre de coronel Knezevic, en la secretaría del Arzobispado. Me pidió que lo llevara ante el Obispo. Después de haber anunciado su presencia a Mons. Stepinac, lo conduje a su gabinete de trabajo. Esperé entonces en la antecámara, pues el coronel debía salir un cuarto de hora después. Al cabo de cinco minutos, me sorprendió mucho ver salir al coronel acompañado por el Arzobispo. Monseñor que vestía una simple sotana negra, tomó su impermeable y su sombrero.”

El 3 de junio, los obispos croatas exigieron su liberación como medida previa a toda negociación. Todas las campanas de Zagreb se callaron y la procesión del Corpus Christi queda anulada. Ante aquel inesperado movimiento de resistencia, Tito dio su brazo a torcer y manda liberar a Monseñor Stepinac.

En una carta pastoral fechada el 20 de septiembre de 1945, los obispos católicos de Yugoslavia advirtieron que 243 sacerdotes habían sido asesinados desde el final de la guerra y que 258 han sido encarcelados o habían desaparecido. A continuación, constatando la parálisis de los seminarios, los estragos ejercidos en la juventud por parte de la propaganda atea y la inmoralidad amparada por el Estado, condenan solemnemente “el espíritu materialista e impío que se extiende por nuestro país”.

En octubre de 1945, con motivo de una visita pastoral, el automóvil de Monseñor Stepinac fue asaltado por los comunistas y los cristales son rotos a pedradas. La víspera del atentado, la milicia había amenazado al prelado con represalias si llevaba a cabo aquella visita. “De todas formas, señala el arzobispo, solamente se muere una vez; pueden hacer lo que quieran, pero nunca dejaré de predicar la verdad; no temo a nadie más que a Dios, y mi deber sigue siendo el mismo: salvar almas”.

Desde noviembre de 1945, Monseñor Stepinac dejó instrucciones para administrar la Iglesia en el caso de que fuera encarcelado. El 17 de diciembre, en un mensaje al clero, se defiendió de todas las acusaciones que se le atribuían mediante las siguientes frases, que son un resumen de su vida y que explican la fortaleza de su alma: “Tengo la conciencia limpia y en paz ante Dios, que es el más fidedigno de los testigos y el único juez de nuestros actos, ante la Santa Sede, ante los católicos de este Estado y ante el pueblo croata”.

El 18 de septiembre de 1946, a las 5 de la madrugada, la milicia irrumpió en el arzobispado y se precipita hacia la capilla donde está rezando el prelado. Conminado a seguir a los policías, respondió: “Si estáis sedientos de mi sangre, aquí me tenéis”. El 30 de septiembre, comenzó un proceso que el Papa Pío XII calificará de “tristissimo”. Gracias a la fortaleza propia de una conciencia recta y pura, Monseñor Stepinac no desfallece ante los jueces. El 11 de octubre escuchó la injusta sentencia que se pronuncia contra él, que le condena a prisión y a trabajos forzados durante dieciséis años “por crímenes contra el pueblo y el Estado”. “Las razones de la persecución que padeció y del simulacro de juicio que se organizó contra él, dirá el Papa Juan Pablo II el 7 de octubre de 1998, fueron su rechazo a las insistencias del régimen para que se separara del Papa y de la Sede Apostólica, y para que encabezara una ‘Iglesia nacional croata’. Él prefirió seguir siendo fiel al sucesor de Pedro, y por eso fue calumniado y luego condenado”.

El 5 de diciembre de 1951, cediendo a las presiones internacionales, el gobierno yugoslavo consintió en trasladar al arzobispo a Krasic, su ciudad natal, bajo libertad vigilada. Mientras tanto, el gobierno yugoslavo intentó a cualquier precio provocar una ruptura de los católicos croatas con Roma y fundar una iglesia nacional cismática, con objeto de incorporar a los croatas a la Iglesia ortodoxa serbia. A tal efecto, se llegó a crear una asociación de los santos Cirilo y Metodio que agrupaba a sacerdotes patriotas y devotos del régimen.

Durante todos aquellos años de reclusión forzosa, el cardenal Stepinac adopta la actitud espiritual que ordenó Nuestro Señor Jesucristo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan (Mt 5, 44). Persevera hasta el final en su resolución de perdonar, y se le oye rezar por sus perseguidores y repetir en voz baja: “No debemos odiar; también ellos son criaturas de Dios”.

A finales de 1952 tuvo que ser operado de una pierna y, al año siguiente, se le declaró una grave enfermedad de la sangre, cuya causa se debía, según los médicos, a los malos tratos padecidos. Se le dispensaron muchos cuidados médicos, pero él se negó a ser tratado en el extranjero, como habría sido necesario. En noviembre de 1952, Tito decidió romper las relaciones diplomáticas con el Vaticano, dando simultáneamente la orden a su policía de impedir cualquier visita a Krasic. En 1953 el Arzobispo fue creado Cardenal por Pío XII, pero no se atrevió a ir a Roma por si no le dejaban volver, además de tener la salud ya basstante malograda. Los guardianes del prelado (que eran más de treinta en 1954) le insultaban y se burlaban de él de todas las maneras posibles. Así, en su proceso de beatificación se llegó a la conclusión de que su muerte fue la consecuencia de los catorce años de aislamiento injusto, de presiones físicas y morales constantes y de sufrimientos de todo tipo.

En su «testamento espiritual» escribe lo siguiente: “Pido sinceramente a cualquier persona a la que hubiera podido hacer daño que me perdone, y perdono de todo corazón a todos los que me han hecho daño… Queridísimos hijos, amad también a vuestros enemigos, pues así nos lo ha mandado Dios. Seréis entonces hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace que el sol salga para los buenos y para los malos, y que hace que llueva tanto para los que hacen el bien como para los que hacen el mal. Que la conducta de vuestros enemigos no os aleje del amor hacia ellos, pues el hombre es una cosa pero la maldad es otra bien distinta”.

Benedicto XVI, honrando la memoria del santo Arzobispo y a la vez saliendo al paso de los que todavía sostienen la leyenda negra sobre su persona, dijo el pasado domingo en Croacia: “Por su firme conciencia cristiana, supo resistir a todo totalitarismo, haciéndose defensor de los judíos, los ortodoxos y todos los perseguidos en el tiempo de la dictadura nazi y fascista, y después, en el período del comunismo, ‘abogado’ de sus fieles, especialmente de tantos sacerdotes perseguidos y asesinados”.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Lady_Sith
Alto ejecutivo
Mensajes: 15713
Registrado: 15 Jun 2012 03:06

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Lady_Sith »

Debería importarle. Utilizar falsedades, para sustentar sus argumentos, los perjudica. Una persona responsable se daría cuenta de ello, solo una persona fanatica haría así el ridiculo. :-|

Algún día, cuando crezca y el riego sanguineo vuelva a su cerebro, dentro de unos mil o dos mil años, puede q entienda q las tazas no sólo se usan para tomar café. Es una cosa simple q nunca logrará entender.
Los que no saben llorar con todo su corazón, tampoco saben reír
Quien destruye un alma destruye un mundo entero. Y quien salva una vida, salva un mundo entero.
No uses la conducta de un loco como un precedente.
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Col. Rheault »

¿No fue el Cardenal Stepinac uno de los criminales de guerra croatas responsables de asesinar entre otros (serbio, gitanos) a miles de judíos?

La respuesta de Lady_Shit nos puede aclarar el tema.




PD:
Stepinac fue arrestado el 18 de septiembre de 1946. El régimen comunista yugoslavo le acusó de colaboración con las fuerzas de ocupación, relaciones con el régimen genocida ustashi, colaboración como agitador religioso, conversiones forzosas de serbios ortodoxos al catolicismo a punta de pistola, y alta traición contra el Gobierno yugoslavo.[16]

Su juicio, junto con otros colaboradores y funcionarios del Gobierno de Paveli? ?quien había huido a Argentina? se inició el 30 de septiembre de 1946. Durante el proceso, Stepinac defendió su actuación durante la guerra, dijo que nunca había sido un ustaša y que las conversiones religiosas las había realizado de manera voluntaria. La fiscalía rechazó todas sus alegaciones, y el 11 de octubre de 1946 fue declarado culpable de alta traición y crímenes de guerra, y condenado a 16 años de cárcel.[17]

El papa Pío XII excomulgó a todos los que participaron en el juicio, incluyendo al jurado, mientras que ni un solo miembro del régimen ustasha o de los sacerdotes que asesinaron con sus propias manos a los prisioneros serbios en los campos de concentración recibieron pena alguna de parte del papa Pío XII.[18]

Fue ingresado en la prisión de Lepoglava, mientras en el mundo se producía una división sobre su juicio. Allí fue visitado por Vladimir Bakari? ?presidente de la República Socialista de Croacia?, quien se ofreció para enviar al mariscal Tito una petición de amnistía para Stepinac.

Durante su estancia en prisión se publicó el libro Magnum Crimen, escrito por el historiador y exsacerdote católico Viktor Novak, en el que denunciaba el papel de la iglesia croata en el genocidio cometido en el Estado Independiente de Croacia, dedicando buena parte del mismo a la figura de Stepinac, a quien consideraba cómplice por su colaboración con el régimen ustashi.[19]

https://es.wikipedia.org/wiki/Aloysius_Stepinac

Saludos.
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Col. Rheault »



............................................................................................
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
Lady_Sith
Alto ejecutivo
Mensajes: 15713
Registrado: 15 Jun 2012 03:06

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Lady_Sith »

De lo q se acusa a Stepinac es de participar en el asesinato de serbios. Fue precisamente eso lo q hizo, q a pesar de las peticiones de q fuera incluido entre los Justos de las naciones, se decidiera no incluirle a pesar de q se reconoce q salvo a muchos judios.
Los que no saben llorar con todo su corazón, tampoco saben reír
Quien destruye un alma destruye un mundo entero. Y quien salva una vida, salva un mundo entero.
No uses la conducta de un loco como un precedente.
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por Col. Rheault »

El 17 de marzo de 1942, el Congreso judío mundial envió a la Santa Sede una nota de auxilio, una copia de la cual aún se conserva en Jerusalén.

Varios miles de familias han sido deportadas a islas desiertas en la costa dálmata o internadas en campos de concentración [...]. Todos los hombres judíos han sido enviados a campos de trabajo donde se les han encomendado trabajos de drenaje o saneamiento durante los cuales han perecido en gran número [...]. Al mismo tiempo, sus esposas e hijos fueron trasladados a otros campos donde igualmente tuvieron que afrontar graves privaciones.

Monseñor Giuseppe Ramiro Marcene, un benedictino de la congregación de Monte Vergine y miembro de la academia romana de Santo Tomás de Aquino, era el representante personal del papa en el episcopado de Croacia, y mantenía al Santo Padre al corriente de todo lo que allí sucedía. Los defensores del Vaticano alegan que Marcene era un simple «visitante apostólico». Sin embargo, para el Ministerio de Asuntos Exteriores en Zagreb, el padre Marcene tenía estatus de «delegado de la Santa Sede», y en las ceremonias oficiales se le colocaba por delante, incluso, de los representantes del Eje, siendo considerado decano del cuerpo diplomático. Además, Marcone, en su correspondencia con el gobierno ustashi, se calificaba a sí mismo como Sancti seáis legatus o Elegatus, pero nunca como «visitante apostólico».

Los medios de comunicación también se hacían eco de esta situación. El 16 de febrero de 1942, la BBC emitía el siguiente in forme sobre Croacia:

Las peores atrocidades están siendo cometidas alrededor del arzobispo de Zagreb. La sangre de hermanos corre en arroyos. Los or todoxos están siendo obligados a la fuerza a convertirse al catolicismo y no escuchamos la voz del arzobispo predicando la rebelión. En su lugar, se informa de que está tomando parte en desfiles nazis y fascistas.

Ni siquiera cuando la prensa internacional comenzó a informar ampliamente sobre las barbaridades cometidas por clérigos católicos, el papa hizo algo por detener a los sanguinarios francíscanos. La propia prensa católica croata reflejó en sus páginas la persecución, tratándola como si fuese lo más normal del mundo. El 25 de mayo de 1941, en el Katolicki List, el sacerdote Franjo Kralik publicó un reportaje titulado «¿Por qué los judíos están siendo perseguidos?», en el que se justificaba el genocidio de la siguiente forma:

Los descendientes de aquellos que odiaron a Jesús, que lo condenaron a muerte, que lo crucificaron e inmediatamente persiguieron a sus discípulos, son culpables de excesos más grandes que los de sus antepasados. La codicia crece. Los judíos que condujeron a Europa y al mundo entero al desastre —moral, cultural y económico— han desarrollado un apetito que solamente el mundo en su totalidad puede satisfacer. Satanás les ayudó a inventar el socialismo y el comunismo. El amor tiene sus límites. El movimiento para liberar al mundo de los judíos es un movimiento para el renacimiento de la dignidad humana. El Todopoderoso y Sabio Dios está detrás de este movimiento.


http://www.bibliotecapleyades.net/vatic ... can26d.htm
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por lordcartabon »

http://www.conoze.com/doc.php?doc=3964

El linchamiento del cardenal Stepinac

La decisión de la Iglesia católica de beatificar al arzobispo de Zagreb, el cardenal Alojzije Stepinac, desencadenó la protesta de los simpatizantes del gobierno de Tito. Según sus detractores, Stepinac, quitando alguna tímida iniciativa de protesta, habría colaborado con el régimen de los Ustasa.[32]

La posición del arzobispo de Zagreb es, desde hace ya mucho tiempo, objeto de opiniones diferentes. De hecho, su mismo cargo le colocaba en una posición en la que tenía contactos con el régimen; pero esto no es suficiente para convertirse en un colaboracionista, como sostienen sus críticos. Stepinac constituyó, por el contrario, un punto de referencia para aquella parte del clero y de los croatas que desaprobaban decididamente las violencias de los Ustasa.

Por lo demás, la acusación de colaboracionismo fue formulada hace ya medio siglo por el régimen de Tito, cuando Stepinac fue procesado y condenado a trabajos forzados. El verdadero motivo de la condena no era, sin embargo, el que se declaró. A los ojos de Tito, la verdadera culpa de Stepinac fue el no haber querido colaborar con el nuevo régimen comunista.[33]

A pesar de la existencia de una vasta documentación histórica, la beatificación del cardenal Alojzije Stepinac suscitó las reacciones más enfrentadas. Mientras que algunos judíos salvados por la intervención del arzobispo de Zagreb pidieron al Yad Vashem que honrase a Stepinac como Justo entre las Naciones, aparecieron artículos en los que se acusaba al cardenal de haber sido un «amigo de los Ustasa», que llevó a cabo una política de conversión forzada de los ortodoxos serbios y que salvó a los judíos con el único objetivo de convertirlos al catolicismo.

«Nos reímos. La acostumbrada forma incorrecta e interesada de tratar la verdad histórica», comentaba monseñor Milan Simcic, profundo conocedor de la historia de su tierra.

«Quien acusa a Stepinac de colaboracionismo no conoce la historia -explica monseñor Simcic-. Ya a mitad de los años treinta, el joven arzobispo de Zagreb había denunciado la aberrante doctrina racista de Hitler y organizó la ayuda a los judíos que venían de Austria, Alemania, Checoslovaquia y Polonia. En abril de 1941 se derrumba la Yugoslavia monárquica y el pueblo croata proclama mediante plebiscito la propia independencia en contra de la voluntad de Hitler y Mussolini, quienes imponen al recién nacido Estado el régimen fascista de Ante Pavelic, jefe del movimiento Ustasa. Es bueno que recordemos que Pavelic había fundado el movimiento de los Ustasa en 1929, como alternativa al líder católico antifascista Stjefan Radie. Se trata, por lo tanto, de dos realidades distintas: el Estado croata que todo el pueblo quería y defendía y el régimen Ustasa cuyos seguidores no superaron el tres por ciento de la población.

»La acusación de colaboracionismo con el régimen fascista de Pavelic se desmiente con la abundancia de datos. Durante la guerra, los partisanos de Tito citaban con frecuencia amplios textos de las homilías y de las cartas pastorales de Stepinac, sobre todo las que denunciaban las atrocidades de las tropas alemanas, italianas y de los Ustasa. El hecho de que, como arzobispo en tiempos de guerra, haya tenido contactos con el poder constituido no significa que fuera un colaboracionista. Cuando al final de la guerra los comunistas comenzaron sus grandes procesos estalinistas y procesaron a Stepinac, él respondió a las acusaciones diciendo: "¿Con quién debía tratar? ¿Con vosotros que estabais en los bosques, o con las autoridades de Zagreb de las cuales dependía la salvación de las personas por las que intercedía?" Y entre estas personas había muchos comunistas, judíos croatas y antifascistas.

»La inconsistencia de la acusación se prueba por el hecho de que Hitler en persona quería la cabeza de Stepinac, pero Pavelic sabía bien que habría sido un boomerang para su régimen si se hubiera atrevido a tocar a Stepinac, quien gozaba de una enorme popularidad y prestigio.

»El cardenal Stepinac fue acusado de haber llevado una política de conversión forzada de los ortodoxos serbios.

»Tampoco esta acusación aguanta un serio y documentado examen histórico. La Iglesia católica reconoce el bautismo impartido por la Iglesia ortodoxa, por lo que no se trata de un nuevo bautismo sino de pasar de la Iglesia ortodoxa a la católica. Frente a la inhumana y aberrante política practicada por la facción más extremista de los Ustasa, que obligaban a los serbios a abjurar de la ortodoxia, la jerarquía católica croata guiada por Stepinac se encontró frente a un grave dilema. Por un lado, la ley canónica prevé que el paso de un ortodoxo al catolicismo ha de cumplirse con plena conciencia y libertad; por otro lado, el peligro de muerte para miles de serbios, que aceptaban ser acogidos en la Iglesia católica con tal de salvarse de la muerte. Stepinac se dirigió a Roma y decidió acoger a los ortodoxos serbios con el objeto de salvarles la vida, dejándoles, sin embargo, libertad de volver a la ortodoxia una vez que hubiera cesado el peligro. Gracias a esta política se salvaron miles de vidas humanas.

»En cuanto al encuentro entre Pavelic y Pío XII...

«También en este caso se confunden los hechos. Ante Pavelic fue recibido en audiencia privada por Pío XII en 1941, cuando los Ustasa todavía no habían enseñado su verdadero rostro. No es cierto que el papa Pacelli bendijera la política de conversión de los ortodoxos ni mucho menos apoyó al régimen, porque la Santa Sede jamás reconoció al gobierno de los Ustasa. No había relaciones diplomáticas con el Estado croata de Pavelic. En Zagreb no había un nuncio de la Santa Sede, estaba sólo el abad Marcone, en calidad de visitador apostólico ante el episcopado croata. La propaganda de los Ustasa, intentó instrumentalizar aquel encuentro privado como un acto de colaboración.

»¿Cuál ha sido la relación entre el cardenal Stepinac y los judíos?

»Son innumerables las notas y mensajes de agradecimiento al cardenal Stepinac por parte de las asociaciones judías, por todo cuanto hizo por su defensa durante la persecución. Hace poco se publicó un libro escrito por Ljugbica Stefan que documenta de manera detallada la obra de ayuda a los judíos del arzobispo de Zagreb. Algunos de los judíos salvados han enviado la petición al Yad Vashem de que el cardenal Stepinac sea honrado con el honor de Justo entre las Naciones.

»A excepción de los extremistas Ustasa, el pueblo croata no abriga sentimientos antisemitas, tanto es así que Josip Frank, uno de los padres de la independencia croata, es judío. Fue fundador del Partido del Derecho y jugó un papel importante en la difusión de las ideas de independencia y soberanía.

»¿Por qué entonces tanto rencor contra el cardenal Stepinac?

»El régimen de Tito y sus simpatizantes no pueden perdonar a Stepinac y a la Iglesia católica que hayan tenido la valentía y la honestidad de denunciar públicamente la opresión de la libertad y la virulenta persecución contra la religión. En 1946, ya habían muerto más de seiscientos sacerdotes y religiosos y miles eran perseguidos. Tito había propuesto a Stepinac separar de Roma a la Iglesia croata, y había recibido un tajante no. Tito no estaba acostumbrado a tolerar a las personas que se oponían a sus deseos. Algo sabía de eso Milovan Djilas que, a pesar de ser el número dos del partido, fue borrado y encarcelado. El gran escultor croata Ivan Mestrovic recordaba en sus memorias una conversación tenida con Djilas, en la que reconocía la inocencia de Stepinac y justificaba el proceso comenzado contra él con este argumento: era necesario dar una satisfacción a los serbios que habían sido perseguidos por el régimen de los Ustasa y a los partisanos croatas combatidos por el mismo régimen. No habiendo podido echar mano a Pavelic, se decidió coger como chivo expiatorio a Stepinac, como la más alta autoridad moral del pueblo croata.

Al mismo tiempo se quería decapitar a la Iglesia católica encarcelando a su guía autorizado. El mismo procurador general, Jakov Blazevic, que condujo la acusación contra Stepinac, en el curso de diversas entrevistas ha contado que el proceso había sido planeado en Belgrado hasta en los más mínimos detalles y, cada tarde, él hablaba directamente con Tito y recibía sus instrucciones. Toda la izquierda europea estaba extasiada por la Yugoslavia de Tito como modelo de socialismo autogestionado y de rostro humano. Encontraban una opción contra el monstruoso comunismo de Stalin y Brézhnev. El ataque a Stepinac es una forma de defensa del comunismo de Tito y de su Yugoslavia.»[34]

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
xmigoll
Funcionario
Mensajes: 6833
Registrado: 18 Ene 2014 11:57

Re: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

Mensaje por xmigoll »

La "Iglesia" ha sido, es y espero que no sea, por lo menos en el aspecto negativo, capaz de lo mejor y lo peor gracias principalmente a la amplitud de los personajes que la componen. Han salvado, salvan y salvarán innumerables vidas.
Ahora, también han sido capaces de matarse entre ellos por razones teológicas simplemente. Sin ir más lejos en los siglos XVI y XVII. La Matanza del día de San Bartolomé, por poner un ejemplo, entre 5.000 y 10.000 protestantes fueron asesinados en menos de veinticuatro horas. Cuando el sumo Póntifice de Roma se enteró de las noticias de Francia, organizó plegarias festivas para celebrar la ocasión. Giorgio Vasari decoró una de las salas del Vaticano con un fresco de la matanza; acceso que se encuentra restringido en la actualidad.
Habría que hacer un repaso sumarísimo a la Historia para ver que organización, Imperio o Sátrapa ha acabado con más vidas.
Un saludo.
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re:

Mensaje por lordcartabon »


En términos de cantidad, la historia ya ha verificado ese extremo: los cien millones de víctimas del comunismo, sólo en el siglo XX, son una "marca" no superada. Y el contador sigue subiendo todavía.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Responder