Mira:
Esta fórmula que explica la tasa de ganancia implica, para su comprensión, de tres conceptos: i) la plusvalía, ii) El capital Constante y iii) El capital variable.
A priori, esto parece simple contabilidad en una empresa toda vez que el plusvalor no sería más que el excedente entre costo (C+V) y el output total.
Pero la clave es que para que la plusvalía sea plusvalía y no mero beneficio*, tiene que originarse según unas reglas claras que difieren de los principios actuales de la economía.
Así, para que exista plusvalor, tiene que existir un valor añadido
DEL TRABAJO que se valida en la venta.
No es a la inversa
a nivel general, por lo tanto la clase empresarial no obtiene su ganancia (devenida del plusvalor) de vender más caro.
Es decir, si el producto X se vende a 1000, de lo cual 500 va a pagar C, 400 V, y 100 es el excedente, eso no significa que el costo fuera 900 y el valor de venta 100, eso significa que el valor es 1000 así como su precio de venta, ¿de dónde viene la ganancia? Pues de trabajo NO remunerado.
Lo que difiere de la teoría convencional.
Según esta, factores como el capital (k) y trabajo (l) se remuneran según su productividad y el valor añadido deviene de la venta, no de la producción.
Por eso en ningún manual de Micro o Macro vas a encontrar conceptos como plusvalía en el sentido marxiano.
En Marx, 500 C es trabajo cristalizado, de un período T
-1, mientras que los 500 excedentes son parte del trabajo realizado en T
0.
Un neoclásico como Samuelson no considerará que el valor se origina en el trabajo, sino que en preferencias individuales, subjetivas y temporales de preferencias de utilidad decrecientes tal que, si 1X satisface en 10, 2X satisfará en 5 y 10X en 1, así hasta volverse negativo.
Por eso lo que prima en la formación de precios no es la producción (trabajo en Marx) sino que la demanda (utilidades decrecientes vs oferta).
Pero para que la demanda sea la que forma los precios, la oferta debe ser limitada.
De allí a que los presupuestos neoclásicos sean, entre otros, los rendimientos de escala decrecientes: la producción no puede aumentar en términos generales a escalas crecientes o constantes, pues en dicho caso mandaría la oferta, y si manda la oferta entonces los precios tenderían a sus costes, pero lo que esta teoría nos dice es que los precios no tienden a sus costes pues el plus de ellos se origina en el intercambio.
Quizás para ti esto es trivial pero no lo es.
Porque la teoría del valor en Marx es la base para luego explicar el resto de fenómenos de la economía política (salarios, interés, ahorro, inversión, tipos de cambio, etcétera), si la teoría del valor trabajo se cambia por la teoría subjetiva entonces no hay comunismo/socialismo marxiano posible.
Volviendo al primer punto:
la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, se explica por proposiciones de la teoría en Marx y no en Samuelson y otros neoclásicos.
Dada la necesidad imperiosa por competir de los capitalistas, estos tenderán a acumular e invertir para hacer crecer sus niveles de acumulación, llegado a un momento la tasa de ganancia (P/V) comienza a reducirse mientras que la composición orgánica del capital se incrementa (C/V), llevando a contradicciones que se resuelven tras procesos de desvalorización que denominamos crisis o recesiones.
Por eso en Marx las crisis económicas,
en el marco de una economía capitalista, son endémicas y cíclicas, consustanciales e inevitables, pero para que así sea, se deben aceptar presupuestos que un neoclásico no aceptaría, como el que los capitalistas acumulan por sobre sus capacidades al punto de llevar a una implosión toda la economía.
Esto pues, los principios neoclásicos versan sobre equilibrios de oferta - demanda, inversión - ahorro, consumo - ahorro, lo que significa que
su visión económica es tal que no deben darse las crisis y si se dan,
es debido a desequilibrios que se instalan desde afuera del mercado.
Yendo más en profundidad, lo que trabajó Marx fue
Economía Política, en tanto se entendía a la economía no como meros campos abstractos de conocimiento teórico que funcionaban bajo cuestionables supuestos imaginarios, la clave era entender a la economía como una faceta más de la política, y siendo la política susceptible a intereses, perspectivas de racionalización pero también a subjetivismos irracionales, es imposible plantearla escindida del ethos. Desde Marshall en adelante, lo que hay es
Economía a secas.
¿Todavía te piensas que leer al Capital es como leer el "Curso de Economía Moderna de Samuelson"?
Un saludo.