A ver, no os vayáis a pensar que la opinión de un desequilibrado mental puede afectarme (considero realmente que tras el usuario Miguel O se encuentra una persona con verdaderos problemas de personalidad y conducta), lo que pasa que a veces me va un poquito el rollo de entrar y buscarlo xD. Quiero dejar claro que no es para nada mi intención fardar o vanagloriarme con lo que voy a decir a continuación, lo prometo, pero como algunos saben (los que en este foro me conocen de verdad) yo nunca quise ser policía. Nunca me llamó la atención ni era algo que tuviera programado, pero mi padre me convenció y me animé a opositar. Sacrifiqué un año de mi vida (verano incluido

) para aprobar, y lograr el objetivo. El interés por este tema fue siempre de menos a más a medida que iba leyendo, estudiando y/o relacionandome con otros opositores o del sector policial.
A día de hoy, tras 7 años en el Cuerpo, no puedo sentir más que plena satisfacción por mi trabajo, porque me encanta lo que hago, a pesar de no estar pagado. Como he estado fuera y dentro, puedo asegurar que el desconocimiento que existe en "el exterior" sobre la policía es de tamaña importancia, y es una pena, porque la gente debería conocer mejor cómo trabajamos.
La satifacción de esclarecer un delito y calmar en dolor de las víctimas no se paga con dinero, ayudar a ciudadanos en plena calle, o meter en prisión a alguien que lleva un tren de vida cual jeque árabe, sin conocérsele actividad laboral alguna, no tiene precio. La gente no tiene ni idea. No se pagan horas extras, los medios materiales son a veces de risa (yo me he comprado mis propias herramientas para mi seguridad) los cuales hay que suplir con más esfuerzo humano traducido en horas y más horas en la calle que no te pagan.
Lo que he aprendido es también increíble; muchísimo, en todas las materias. Desde una simple custodia o traslado de detenidos, hasta investigación de alto nivel del crimen organizado. Todo ello conlleva rodearte de gente con experiencia y conocimientos. Lo que más me gusta de este trabajo es que me ofrece una interacción continua y directa con las personas, aunque no siempre sea amable. Tampoco tenéis ni idea de la de mierda que hay en las calles, de las noches, de las emboscadas que no salen en prensa, etc. No sale en prensa nada o casi nada de las buenas acciones que nada tienen que ver con la exigencia de prevención o represión del delito; acciones como llevar las bolsas de compra a una mujer embarazada hasta un quinto sin ascensor, empatizar y hacer cosas por una víctima de violencia de género que ni sus familiares hacen, o simplemente atender por las noches en la Sala del 091 a mucha gente desgraciada, que están solos, y llaman a la Policía para charlar un rato y sentir un poco de compañía. Miles y miles de situaciones HUMANAS que no vienen exigidas a la labor policial pero que tampoco son conocidas.
El uso de la violencia es necesario a veces. Gente que se rebota, que se niega a ser identificado o trasladado a comisaría, gente que pega a su mujer y luego se enfrenta al policía, reyertar multitudinarias que se vuelven contra los policías que van a disolver, etc. En la prensa rara vez salen los motivos de una detención, y si esta es agresiva por parte de los agentes, menos.
Pero no todo es el mundo de Yuppie en la policía. He visto compañeros detenidos por tráfico de drogas o por pegarle a la mujer, y no sabéis la satisfacción que produce cuando te enteras de su detención o tú mismo eres quien le pones los grilletes.
El desequilibrado habla de que el que no vale para otra cosa se mete a policía, y a mí me causa una risa tremenda cada vez que lo leo. En este Cuerpo hay gente con varias carreras, con una formación e incluso mentes brillantes. Se me viene a la cabeza un cabronazo (cariñosa y envidiosamente hablando) que tenía memoria fotográfica. El cabronazo cogía un libro, una serie de números, o una decena de matrículas, lo miraba una vez y le podías preguntar al día siguiente o dos días que te lo relataba como si lo estuviera mirando él mismo. El segundo juez más joven de la historia de España (23 años) es hoy inspector-jefe del CNP. A nivel de investigación criminal y policía científica he conocido a gente brillante.
En fin, es por todo esto por lo que me río cuando el desequilibrado hace comentarios despectivos hacia mi persona o mi profesión, porque como persona me he enriquecido muchísimo, tanto en valores como en conocimientos; y en mi profesión, a pesar de las carencias (causadas por los políticos) que tiene, me siento súper a gusto, y el hecho de ponerme cada día el uniforme me llena de orgullo y satisfacción (/mode juanca off).