Foro para el debate político civilizado
http://www.soloespolitica.com/foro/
Pues, igual que Barak Obama o Kamala Harris. Aunque, esta última no es "mulata" persé, sino afro-india. Pero los medios progres no han dudado en hablar de ella como una luchadora multirracial que se sobrepuso a los prejuicios y bla bla bla. De Garriga no dicen nada, simplemente, porque es de Vox. La "malvada ultraderecha" racista, machista, homófoba, xenófoba y islamófoba.
El llamado "negro de VOX" si que es 100% negro, Bertrand Ndongo o algo así se llama... (hace un rato lo he visto en un video poniendo en su sitio a un catalán racista contra Garriga, el mulato...)Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑16 Feb 2021 19:19Pues, igual que Barak Obama o Kamala Harris. Aunque, esta última no es "mulata" persé, sino afro-india. Pero los medios progres no han dudado en hablar de ella como una luchadora multirracial que se sobrepuso a los prejuicios y bla bla bla. De Garriga no dicen nada, simplemente, porque es de Vox. La "malvada ultraderecha" racista, machista, homófoba, xenófoba y islamófoba.
Pues, a mi no me parece muy coherente cuando un inmigrante se apunta a un proyecto anti inmigración como el de Vox. Un inmigrante anti inmigración me suena a un sin sentido.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 16:11Es lo perverso del identitics politics yanki. Hay que eliminar estereotipos, pero si un negro no se comporta como lo que ellos piensa que tiene que comportarse un negro que es es un ser desvalido que necesita al salvador progre, entonces no es negro.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑16 Feb 2021 15:20 Impecable artículo:
Ignacio Garriga, la Kamala Harris española
Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno
A mí me educaron mis padres para no valorar el color de la piel de nadie de ninguna forma. Tuvo su efecto: pienso que solo hay una raza, la humana, y que todos somos iguales. Por tanto, pienso que existen gilipollas y buenas personas de todos los colores y detesto a los racistas. A los gañanes que se asustan de un negro como el labrador de 'Amanece que no es poco' puedo perdonarles la ignorancia, pero no a los nazis que hacen de esta perversión ideología, ni tampoco a los adictos al discurso interseccional, que reprochan al blanco ser blanco y tratan a la gente de otras razas con interesada condescendencia.
No siento orgullo alguno por ser blanco, ni por ser hombre, ni por nada de esto, y tampoco valoro en bien o mal a quienes no comparten mis parámetros identitarios. Por consiguiente, desconfío de quienes manifiestan su gusto o su vergüenza por estos hechos incontrolables. Sin embargo, mi postura se considera hoy casi racista, puesto que los blancos estamos obligados a sentirnos mal o fingirlo debido a las políticas de la identidad que Estados Unidos ha exportado a todo Occidente con tanto éxito como la Coca-Cola. Hemos de escuchar, aprender y revisar nuestros privilegios. Pero yo me niego a hacerlo: no siento más responsabilidad que tratar igual a todo el mundo, lo que implica poder decirles a miembros de cualquier tribu identitaria que no tienen razón.
Cuando Kamala Harris fue nombrada vicepresidenta, tuvimos sobredosis de este tipo de discurso. Nos contaron que esta mujer de casta privilegiada, bien situada desde la cuna, como lo estuvo Barack Obama (los padres de Harris se conocieron en Berkeley), era una heroína por el simple hecho de ser medio negra y medio india. Leí entonces sobre las dificultades que habría tenido que vencer pese a los talonarios, contactos familiares y la educación exclusiva en las Ivy Leagues. El discurso me molestaba por su racismo intrínseco, pero es algo típico de los Estados Unidos, donde el color de piel importa para mal y para bien.
Ahora, todas aquellas loas me hacen reír de forma retrospectiva, porque en España hemos adelantado por la derecha las políticas de la identidad y le hemos dado la vuelta al calcetín, por así decirlo. Deberíamos enviar las últimas noticias electorales a los Estados Unidos para que los fieles de la religión woke adapten a toda prisa el dogma de las opresiones sistémicas a la necesidad de expulsar de la casta de los oprimidos a Ignacio Garriga, primer jefe de grupo parlamentario negro de la historia de España. De Vox, para más señas.
La situación en Cataluña respecto a los identitarismos y las xenofobias ya era lo bastante endiablada como para que al líder de un partido supuestamente de izquierdas, alabado por Iglesias 'himself', se le permitiera decir en un artículo que el ADN de los catalanes se parece más al de los franceses que al de los sucios españoles. Hablamos de una tierra donde que te llamen 'botifler' o 'ñordo' ni cotiza, y donde un montón de gente ha decidido que no eres facha si odias a un determinado grupo social de tus compatriotas. Ahora, para colmo, el partido de ultraderecha lanza al hijo de una ciudadana ecuatoguineana, es decir, de una emancipada colonia española. ¡Toma ya, teoría poscolonial!
Dentista de profesión, Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno, pero si algo hemos aprendido de los artículos de Buzzfeed y la edición inglesa de 'The Huffington Post' es que la 'negritud' no es una condición válida para obtener tu carné de víctima sistémica, sino que tienes que serlo además de una determinada forma, pensando de una manera correcta, puesto que la ideología es un vector dominante en la negritud. Por resumir, serás considerado blanco pese a ser negro si el progresismo woke no puede utilizarte.
En casos como este, la maligna lógica se convierte en nuestra mejor amiga. Usémosla para demostrar, a modo de juego, que Garriga tiene más mérito que Kamala Harris y debiera ser celebrado por todos los activistas del mundo con más pasión. Porque, ¿quién lo tiene 'a priori' más difícil para obtener un buen resultado electoral: una mujer mestiza que pide el voto a gente de las minorías étnicas y blancos que se sienten culpables de sus supuestos privilegios, o un negro que pide el voto a gente de extrema derecha que está por la expulsión de los inmigrantes?
Me divierte pensarlo así. Si Garriga fuera miembro de un partido de izquierdas (o nacionalista), lo habría tenido más fácil, pero las portadas de la prensa española parecerían hoy un anuncio de Benetton. Precisamente por ser de Vox, que es lo que hacía su reto más complicado, andan ilustrando las noticias con imágenes de Abascal. Hasta dijo anoche un tío en TVE 1 que el hecho de que Garriga sea negro y de ultraderecha es un drama. ¡Como si la gente de una raza diferente a la blanca tuviera que pensar como a ese tertuliano le sale de las narices!
Pero es que es justamente así como funciona esto. En su libro 'La masa enfurecida', Douglas Murray reseña un montón de casos similares, donde gente de otras razas fue expulsada por los activistas de su condición 'racializada', normalmente por ser de derechas. Si nos fijamos, esta forma de ver el mundo añade a la tiranía de ser negro en una sociedad en que formas parte de una minoría la de tener que subordinar tu pensamiento a los parámetros que te han asignado los supuestos defensores de tus derechos. De la misma forma que a Inés Arrimadas se la podía tratar de tonta sin peligro en pleno auge del #MeToo, a Garriga se le pueden poner 'memes' de 'La cabaña del tío Tom'.
Todo esto es tanto más gracioso en tanto que los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga. En Podemos, cuando montaron el Ministerio de Igualdad, animaron a 'echarse a un lado' a una asesora blanca para que una persona negra ocupase el cargo, relacionado con la integración racial, y nos dijeron que esto era una maravillosa noticia. Uno podía pensar que era una decisión abiertamente racista y discriminatoria, pero no era prudente decirlo. 'From lost to the river'.
Los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga
Pues bien, siguiendo punto por punto esta delirante forma de ver las cosas: ¿no es racista negarse ahora a celebrar que Ignacio Garriga esté al frente de un grupo parlamentario? ¿Ahora ya no es buena la diversidad 'per se'? ¿No es, de hecho, todavía mayor esta diversidad cuando hay gente de otras razas que piensa de maneras diversas? ¿Por qué no hay fiesta? Nos dirán que es un negro utilizado por racistas, es decir, un tonto, un alienado, como todas las mujeres que se han manifestado contra ciertos puntos del feminismo hegemónico. Habría que preguntarse entonces en qué clase de universo loco votan los racistas a un candidato negro, pero para qué nos vamos a complicar la vida.
Quédense con la idea de fondo. Ser negro, como ser mujer, gay, trans y hasta trabajador precario, no depende de tus atributos, sino que es un privilegio que obtienes en caso de que hayas logrado rellenar bien el resto del formulario. Puesto que no estamos hablando de la realidad, sino de un complicadísimo e intrincado sistema ideológico. Al fin y al cabo, aquí no hemos venido a repartir justicia, sino a repartir carnés.
>>> https://blogs.elconfidencial.com/socied ... Kilm4k_hFk
Mi comentario va por el identics politics, no en concreto por Garriga aunque haya motiivado mi comentario ni las politicas de vox. No obstante, Garriga no es un inmigrante extranjero.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 19:55Pues, a mi no me parece muy coherente cuando un inmigrante se apunta a un proyecto anti inmigración como el de Vox. Un inmigrante anti inmigración me suena a un sin sentido.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 16:11Es lo perverso del identitics politics yanki. Hay que eliminar estereotipos, pero si un negro no se comporta como lo que ellos piensa que tiene que comportarse un negro que es es un ser desvalido que necesita al salvador progre, entonces no es negro.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑16 Feb 2021 15:20 Impecable artículo:
Ignacio Garriga, la Kamala Harris española
Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno
A mí me educaron mis padres para no valorar el color de la piel de nadie de ninguna forma. Tuvo su efecto: pienso que solo hay una raza, la humana, y que todos somos iguales. Por tanto, pienso que existen gilipollas y buenas personas de todos los colores y detesto a los racistas. A los gañanes que se asustan de un negro como el labrador de 'Amanece que no es poco' puedo perdonarles la ignorancia, pero no a los nazis que hacen de esta perversión ideología, ni tampoco a los adictos al discurso interseccional, que reprochan al blanco ser blanco y tratan a la gente de otras razas con interesada condescendencia.
No siento orgullo alguno por ser blanco, ni por ser hombre, ni por nada de esto, y tampoco valoro en bien o mal a quienes no comparten mis parámetros identitarios. Por consiguiente, desconfío de quienes manifiestan su gusto o su vergüenza por estos hechos incontrolables. Sin embargo, mi postura se considera hoy casi racista, puesto que los blancos estamos obligados a sentirnos mal o fingirlo debido a las políticas de la identidad que Estados Unidos ha exportado a todo Occidente con tanto éxito como la Coca-Cola. Hemos de escuchar, aprender y revisar nuestros privilegios. Pero yo me niego a hacerlo: no siento más responsabilidad que tratar igual a todo el mundo, lo que implica poder decirles a miembros de cualquier tribu identitaria que no tienen razón.
Cuando Kamala Harris fue nombrada vicepresidenta, tuvimos sobredosis de este tipo de discurso. Nos contaron que esta mujer de casta privilegiada, bien situada desde la cuna, como lo estuvo Barack Obama (los padres de Harris se conocieron en Berkeley), era una heroína por el simple hecho de ser medio negra y medio india. Leí entonces sobre las dificultades que habría tenido que vencer pese a los talonarios, contactos familiares y la educación exclusiva en las Ivy Leagues. El discurso me molestaba por su racismo intrínseco, pero es algo típico de los Estados Unidos, donde el color de piel importa para mal y para bien.
Ahora, todas aquellas loas me hacen reír de forma retrospectiva, porque en España hemos adelantado por la derecha las políticas de la identidad y le hemos dado la vuelta al calcetín, por así decirlo. Deberíamos enviar las últimas noticias electorales a los Estados Unidos para que los fieles de la religión woke adapten a toda prisa el dogma de las opresiones sistémicas a la necesidad de expulsar de la casta de los oprimidos a Ignacio Garriga, primer jefe de grupo parlamentario negro de la historia de España. De Vox, para más señas.
La situación en Cataluña respecto a los identitarismos y las xenofobias ya era lo bastante endiablada como para que al líder de un partido supuestamente de izquierdas, alabado por Iglesias 'himself', se le permitiera decir en un artículo que el ADN de los catalanes se parece más al de los franceses que al de los sucios españoles. Hablamos de una tierra donde que te llamen 'botifler' o 'ñordo' ni cotiza, y donde un montón de gente ha decidido que no eres facha si odias a un determinado grupo social de tus compatriotas. Ahora, para colmo, el partido de ultraderecha lanza al hijo de una ciudadana ecuatoguineana, es decir, de una emancipada colonia española. ¡Toma ya, teoría poscolonial!
Dentista de profesión, Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno, pero si algo hemos aprendido de los artículos de Buzzfeed y la edición inglesa de 'The Huffington Post' es que la 'negritud' no es una condición válida para obtener tu carné de víctima sistémica, sino que tienes que serlo además de una determinada forma, pensando de una manera correcta, puesto que la ideología es un vector dominante en la negritud. Por resumir, serás considerado blanco pese a ser negro si el progresismo woke no puede utilizarte.
En casos como este, la maligna lógica se convierte en nuestra mejor amiga. Usémosla para demostrar, a modo de juego, que Garriga tiene más mérito que Kamala Harris y debiera ser celebrado por todos los activistas del mundo con más pasión. Porque, ¿quién lo tiene 'a priori' más difícil para obtener un buen resultado electoral: una mujer mestiza que pide el voto a gente de las minorías étnicas y blancos que se sienten culpables de sus supuestos privilegios, o un negro que pide el voto a gente de extrema derecha que está por la expulsión de los inmigrantes?
Me divierte pensarlo así. Si Garriga fuera miembro de un partido de izquierdas (o nacionalista), lo habría tenido más fácil, pero las portadas de la prensa española parecerían hoy un anuncio de Benetton. Precisamente por ser de Vox, que es lo que hacía su reto más complicado, andan ilustrando las noticias con imágenes de Abascal. Hasta dijo anoche un tío en TVE 1 que el hecho de que Garriga sea negro y de ultraderecha es un drama. ¡Como si la gente de una raza diferente a la blanca tuviera que pensar como a ese tertuliano le sale de las narices!
Pero es que es justamente así como funciona esto. En su libro 'La masa enfurecida', Douglas Murray reseña un montón de casos similares, donde gente de otras razas fue expulsada por los activistas de su condición 'racializada', normalmente por ser de derechas. Si nos fijamos, esta forma de ver el mundo añade a la tiranía de ser negro en una sociedad en que formas parte de una minoría la de tener que subordinar tu pensamiento a los parámetros que te han asignado los supuestos defensores de tus derechos. De la misma forma que a Inés Arrimadas se la podía tratar de tonta sin peligro en pleno auge del #MeToo, a Garriga se le pueden poner 'memes' de 'La cabaña del tío Tom'.
Todo esto es tanto más gracioso en tanto que los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga. En Podemos, cuando montaron el Ministerio de Igualdad, animaron a 'echarse a un lado' a una asesora blanca para que una persona negra ocupase el cargo, relacionado con la integración racial, y nos dijeron que esto era una maravillosa noticia. Uno podía pensar que era una decisión abiertamente racista y discriminatoria, pero no era prudente decirlo. 'From lost to the river'.
Los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga
Pues bien, siguiendo punto por punto esta delirante forma de ver las cosas: ¿no es racista negarse ahora a celebrar que Ignacio Garriga esté al frente de un grupo parlamentario? ¿Ahora ya no es buena la diversidad 'per se'? ¿No es, de hecho, todavía mayor esta diversidad cuando hay gente de otras razas que piensa de maneras diversas? ¿Por qué no hay fiesta? Nos dirán que es un negro utilizado por racistas, es decir, un tonto, un alienado, como todas las mujeres que se han manifestado contra ciertos puntos del feminismo hegemónico. Habría que preguntarse entonces en qué clase de universo loco votan los racistas a un candidato negro, pero para qué nos vamos a complicar la vida.
Quédense con la idea de fondo. Ser negro, como ser mujer, gay, trans y hasta trabajador precario, no depende de tus atributos, sino que es un privilegio que obtienes en caso de que hayas logrado rellenar bien el resto del formulario. Puesto que no estamos hablando de la realidad, sino de un complicadísimo e intrincado sistema ideológico. Al fin y al cabo, aquí no hemos venido a repartir justicia, sino a repartir carnés.
>>> https://blogs.elconfidencial.com/socied ... Kilm4k_hFk
¿De qué inmigrante hablas?Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 19:55Pues, a mi no me parece muy coherente cuando un inmigrante se apunta a un proyecto anti inmigración como el de Vox. Un inmigrante anti inmigración me suena a un sin sentido.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 16:11Es lo perverso del identitics politics yanki. Hay que eliminar estereotipos, pero si un negro no se comporta como lo que ellos piensa que tiene que comportarse un negro que es es un ser desvalido que necesita al salvador progre, entonces no es negro.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑16 Feb 2021 15:20 Impecable artículo:
Ignacio Garriga, la Kamala Harris española
Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno
A mí me educaron mis padres para no valorar el color de la piel de nadie de ninguna forma. Tuvo su efecto: pienso que solo hay una raza, la humana, y que todos somos iguales. Por tanto, pienso que existen gilipollas y buenas personas de todos los colores y detesto a los racistas. A los gañanes que se asustan de un negro como el labrador de 'Amanece que no es poco' puedo perdonarles la ignorancia, pero no a los nazis que hacen de esta perversión ideología, ni tampoco a los adictos al discurso interseccional, que reprochan al blanco ser blanco y tratan a la gente de otras razas con interesada condescendencia.
No siento orgullo alguno por ser blanco, ni por ser hombre, ni por nada de esto, y tampoco valoro en bien o mal a quienes no comparten mis parámetros identitarios. Por consiguiente, desconfío de quienes manifiestan su gusto o su vergüenza por estos hechos incontrolables. Sin embargo, mi postura se considera hoy casi racista, puesto que los blancos estamos obligados a sentirnos mal o fingirlo debido a las políticas de la identidad que Estados Unidos ha exportado a todo Occidente con tanto éxito como la Coca-Cola. Hemos de escuchar, aprender y revisar nuestros privilegios. Pero yo me niego a hacerlo: no siento más responsabilidad que tratar igual a todo el mundo, lo que implica poder decirles a miembros de cualquier tribu identitaria que no tienen razón.
Cuando Kamala Harris fue nombrada vicepresidenta, tuvimos sobredosis de este tipo de discurso. Nos contaron que esta mujer de casta privilegiada, bien situada desde la cuna, como lo estuvo Barack Obama (los padres de Harris se conocieron en Berkeley), era una heroína por el simple hecho de ser medio negra y medio india. Leí entonces sobre las dificultades que habría tenido que vencer pese a los talonarios, contactos familiares y la educación exclusiva en las Ivy Leagues. El discurso me molestaba por su racismo intrínseco, pero es algo típico de los Estados Unidos, donde el color de piel importa para mal y para bien.
Ahora, todas aquellas loas me hacen reír de forma retrospectiva, porque en España hemos adelantado por la derecha las políticas de la identidad y le hemos dado la vuelta al calcetín, por así decirlo. Deberíamos enviar las últimas noticias electorales a los Estados Unidos para que los fieles de la religión woke adapten a toda prisa el dogma de las opresiones sistémicas a la necesidad de expulsar de la casta de los oprimidos a Ignacio Garriga, primer jefe de grupo parlamentario negro de la historia de España. De Vox, para más señas.
La situación en Cataluña respecto a los identitarismos y las xenofobias ya era lo bastante endiablada como para que al líder de un partido supuestamente de izquierdas, alabado por Iglesias 'himself', se le permitiera decir en un artículo que el ADN de los catalanes se parece más al de los franceses que al de los sucios españoles. Hablamos de una tierra donde que te llamen 'botifler' o 'ñordo' ni cotiza, y donde un montón de gente ha decidido que no eres facha si odias a un determinado grupo social de tus compatriotas. Ahora, para colmo, el partido de ultraderecha lanza al hijo de una ciudadana ecuatoguineana, es decir, de una emancipada colonia española. ¡Toma ya, teoría poscolonial!
Dentista de profesión, Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno, pero si algo hemos aprendido de los artículos de Buzzfeed y la edición inglesa de 'The Huffington Post' es que la 'negritud' no es una condición válida para obtener tu carné de víctima sistémica, sino que tienes que serlo además de una determinada forma, pensando de una manera correcta, puesto que la ideología es un vector dominante en la negritud. Por resumir, serás considerado blanco pese a ser negro si el progresismo woke no puede utilizarte.
En casos como este, la maligna lógica se convierte en nuestra mejor amiga. Usémosla para demostrar, a modo de juego, que Garriga tiene más mérito que Kamala Harris y debiera ser celebrado por todos los activistas del mundo con más pasión. Porque, ¿quién lo tiene 'a priori' más difícil para obtener un buen resultado electoral: una mujer mestiza que pide el voto a gente de las minorías étnicas y blancos que se sienten culpables de sus supuestos privilegios, o un negro que pide el voto a gente de extrema derecha que está por la expulsión de los inmigrantes?
Me divierte pensarlo así. Si Garriga fuera miembro de un partido de izquierdas (o nacionalista), lo habría tenido más fácil, pero las portadas de la prensa española parecerían hoy un anuncio de Benetton. Precisamente por ser de Vox, que es lo que hacía su reto más complicado, andan ilustrando las noticias con imágenes de Abascal. Hasta dijo anoche un tío en TVE 1 que el hecho de que Garriga sea negro y de ultraderecha es un drama. ¡Como si la gente de una raza diferente a la blanca tuviera que pensar como a ese tertuliano le sale de las narices!
Pero es que es justamente así como funciona esto. En su libro 'La masa enfurecida', Douglas Murray reseña un montón de casos similares, donde gente de otras razas fue expulsada por los activistas de su condición 'racializada', normalmente por ser de derechas. Si nos fijamos, esta forma de ver el mundo añade a la tiranía de ser negro en una sociedad en que formas parte de una minoría la de tener que subordinar tu pensamiento a los parámetros que te han asignado los supuestos defensores de tus derechos. De la misma forma que a Inés Arrimadas se la podía tratar de tonta sin peligro en pleno auge del #MeToo, a Garriga se le pueden poner 'memes' de 'La cabaña del tío Tom'.
Todo esto es tanto más gracioso en tanto que los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga. En Podemos, cuando montaron el Ministerio de Igualdad, animaron a 'echarse a un lado' a una asesora blanca para que una persona negra ocupase el cargo, relacionado con la integración racial, y nos dijeron que esto era una maravillosa noticia. Uno podía pensar que era una decisión abiertamente racista y discriminatoria, pero no era prudente decirlo. 'From lost to the river'.
Los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga
Pues bien, siguiendo punto por punto esta delirante forma de ver las cosas: ¿no es racista negarse ahora a celebrar que Ignacio Garriga esté al frente de un grupo parlamentario? ¿Ahora ya no es buena la diversidad 'per se'? ¿No es, de hecho, todavía mayor esta diversidad cuando hay gente de otras razas que piensa de maneras diversas? ¿Por qué no hay fiesta? Nos dirán que es un negro utilizado por racistas, es decir, un tonto, un alienado, como todas las mujeres que se han manifestado contra ciertos puntos del feminismo hegemónico. Habría que preguntarse entonces en qué clase de universo loco votan los racistas a un candidato negro, pero para qué nos vamos a complicar la vida.
Quédense con la idea de fondo. Ser negro, como ser mujer, gay, trans y hasta trabajador precario, no depende de tus atributos, sino que es un privilegio que obtienes en caso de que hayas logrado rellenar bien el resto del formulario. Puesto que no estamos hablando de la realidad, sino de un complicadísimo e intrincado sistema ideológico. Al fin y al cabo, aquí no hemos venido a repartir justicia, sino a repartir carnés.
>>> https://blogs.elconfidencial.com/socied ... Kilm4k_hFk
Por otro lado, independientemente de que a mi la politica migratoria de Vox no me guste, por lo que te he leido creo que lo que tu llamas ser anti-inmigracion tambien incluye estar en contra de la inmigracion ilegal, pues no es ningun sentido que inmigrantes legales y españoles de segunda generacion esten en contra de la inmigracion ilegal, de hecho es bastante normal. Esto ya no va por ti en concreto, pero la izquierda piensa que en el futuro va a poder capitalizar todo el voto inmigrante pero cuando se encuentran con que bastante gente de segunda generaciones de marroquis y africanos son de derechas porque la izquierda no es que defienda mucho cosas que vayan con sus valores, con latinoamericanos y gente del este que no es que tengan muy buen recuerdo de la izquierda y chinos que se rien de este dislate que la izquierda posmoderna que ellos llaman izquierda blanca pues llega a la conclusion de que no deben ser buenos racializados o que estan alienados por el colonialismo.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 19:55Pues, a mi no me parece muy coherente cuando un inmigrante se apunta a un proyecto anti inmigración como el de Vox. Un inmigrante anti inmigración me suena a un sin sentido.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 16:11Es lo perverso del identitics politics yanki. Hay que eliminar estereotipos, pero si un negro no se comporta como lo que ellos piensa que tiene que comportarse un negro que es es un ser desvalido que necesita al salvador progre, entonces no es negro.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑16 Feb 2021 15:20 Impecable artículo:
Ignacio Garriga, la Kamala Harris española
Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno
A mí me educaron mis padres para no valorar el color de la piel de nadie de ninguna forma. Tuvo su efecto: pienso que solo hay una raza, la humana, y que todos somos iguales. Por tanto, pienso que existen gilipollas y buenas personas de todos los colores y detesto a los racistas. A los gañanes que se asustan de un negro como el labrador de 'Amanece que no es poco' puedo perdonarles la ignorancia, pero no a los nazis que hacen de esta perversión ideología, ni tampoco a los adictos al discurso interseccional, que reprochan al blanco ser blanco y tratan a la gente de otras razas con interesada condescendencia.
No siento orgullo alguno por ser blanco, ni por ser hombre, ni por nada de esto, y tampoco valoro en bien o mal a quienes no comparten mis parámetros identitarios. Por consiguiente, desconfío de quienes manifiestan su gusto o su vergüenza por estos hechos incontrolables. Sin embargo, mi postura se considera hoy casi racista, puesto que los blancos estamos obligados a sentirnos mal o fingirlo debido a las políticas de la identidad que Estados Unidos ha exportado a todo Occidente con tanto éxito como la Coca-Cola. Hemos de escuchar, aprender y revisar nuestros privilegios. Pero yo me niego a hacerlo: no siento más responsabilidad que tratar igual a todo el mundo, lo que implica poder decirles a miembros de cualquier tribu identitaria que no tienen razón.
Cuando Kamala Harris fue nombrada vicepresidenta, tuvimos sobredosis de este tipo de discurso. Nos contaron que esta mujer de casta privilegiada, bien situada desde la cuna, como lo estuvo Barack Obama (los padres de Harris se conocieron en Berkeley), era una heroína por el simple hecho de ser medio negra y medio india. Leí entonces sobre las dificultades que habría tenido que vencer pese a los talonarios, contactos familiares y la educación exclusiva en las Ivy Leagues. El discurso me molestaba por su racismo intrínseco, pero es algo típico de los Estados Unidos, donde el color de piel importa para mal y para bien.
Ahora, todas aquellas loas me hacen reír de forma retrospectiva, porque en España hemos adelantado por la derecha las políticas de la identidad y le hemos dado la vuelta al calcetín, por así decirlo. Deberíamos enviar las últimas noticias electorales a los Estados Unidos para que los fieles de la religión woke adapten a toda prisa el dogma de las opresiones sistémicas a la necesidad de expulsar de la casta de los oprimidos a Ignacio Garriga, primer jefe de grupo parlamentario negro de la historia de España. De Vox, para más señas.
La situación en Cataluña respecto a los identitarismos y las xenofobias ya era lo bastante endiablada como para que al líder de un partido supuestamente de izquierdas, alabado por Iglesias 'himself', se le permitiera decir en un artículo que el ADN de los catalanes se parece más al de los franceses que al de los sucios españoles. Hablamos de una tierra donde que te llamen 'botifler' o 'ñordo' ni cotiza, y donde un montón de gente ha decidido que no eres facha si odias a un determinado grupo social de tus compatriotas. Ahora, para colmo, el partido de ultraderecha lanza al hijo de una ciudadana ecuatoguineana, es decir, de una emancipada colonia española. ¡Toma ya, teoría poscolonial!
Dentista de profesión, Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno, pero si algo hemos aprendido de los artículos de Buzzfeed y la edición inglesa de 'The Huffington Post' es que la 'negritud' no es una condición válida para obtener tu carné de víctima sistémica, sino que tienes que serlo además de una determinada forma, pensando de una manera correcta, puesto que la ideología es un vector dominante en la negritud. Por resumir, serás considerado blanco pese a ser negro si el progresismo woke no puede utilizarte.
En casos como este, la maligna lógica se convierte en nuestra mejor amiga. Usémosla para demostrar, a modo de juego, que Garriga tiene más mérito que Kamala Harris y debiera ser celebrado por todos los activistas del mundo con más pasión. Porque, ¿quién lo tiene 'a priori' más difícil para obtener un buen resultado electoral: una mujer mestiza que pide el voto a gente de las minorías étnicas y blancos que se sienten culpables de sus supuestos privilegios, o un negro que pide el voto a gente de extrema derecha que está por la expulsión de los inmigrantes?
Me divierte pensarlo así. Si Garriga fuera miembro de un partido de izquierdas (o nacionalista), lo habría tenido más fácil, pero las portadas de la prensa española parecerían hoy un anuncio de Benetton. Precisamente por ser de Vox, que es lo que hacía su reto más complicado, andan ilustrando las noticias con imágenes de Abascal. Hasta dijo anoche un tío en TVE 1 que el hecho de que Garriga sea negro y de ultraderecha es un drama. ¡Como si la gente de una raza diferente a la blanca tuviera que pensar como a ese tertuliano le sale de las narices!
Pero es que es justamente así como funciona esto. En su libro 'La masa enfurecida', Douglas Murray reseña un montón de casos similares, donde gente de otras razas fue expulsada por los activistas de su condición 'racializada', normalmente por ser de derechas. Si nos fijamos, esta forma de ver el mundo añade a la tiranía de ser negro en una sociedad en que formas parte de una minoría la de tener que subordinar tu pensamiento a los parámetros que te han asignado los supuestos defensores de tus derechos. De la misma forma que a Inés Arrimadas se la podía tratar de tonta sin peligro en pleno auge del #MeToo, a Garriga se le pueden poner 'memes' de 'La cabaña del tío Tom'.
Todo esto es tanto más gracioso en tanto que los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga. En Podemos, cuando montaron el Ministerio de Igualdad, animaron a 'echarse a un lado' a una asesora blanca para que una persona negra ocupase el cargo, relacionado con la integración racial, y nos dijeron que esto era una maravillosa noticia. Uno podía pensar que era una decisión abiertamente racista y discriminatoria, pero no era prudente decirlo. 'From lost to the river'.
Los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga
Pues bien, siguiendo punto por punto esta delirante forma de ver las cosas: ¿no es racista negarse ahora a celebrar que Ignacio Garriga esté al frente de un grupo parlamentario? ¿Ahora ya no es buena la diversidad 'per se'? ¿No es, de hecho, todavía mayor esta diversidad cuando hay gente de otras razas que piensa de maneras diversas? ¿Por qué no hay fiesta? Nos dirán que es un negro utilizado por racistas, es decir, un tonto, un alienado, como todas las mujeres que se han manifestado contra ciertos puntos del feminismo hegemónico. Habría que preguntarse entonces en qué clase de universo loco votan los racistas a un candidato negro, pero para qué nos vamos a complicar la vida.
Quédense con la idea de fondo. Ser negro, como ser mujer, gay, trans y hasta trabajador precario, no depende de tus atributos, sino que es un privilegio que obtienes en caso de que hayas logrado rellenar bien el resto del formulario. Puesto que no estamos hablando de la realidad, sino de un complicadísimo e intrincado sistema ideológico. Al fin y al cabo, aquí no hemos venido a repartir justicia, sino a repartir carnés.
>>> https://blogs.elconfidencial.com/socied ... Kilm4k_hFk
Acusar la izquierda de querer captar el futuro voto inmigrante es una tontería. Primero porque como bien señalas es una tontería puesto que muchos inmigrantes son polticamente más bien de derechas. Segundo porque no conozco partido de izquierdas que cree que los inmigrantes, actuales o futuros, tienen algún deber de votar su partido, más allá de un deseo lógico que el que ha recibido solidaridad devuelve el gesto.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 20:32Por otro lado, independientemente de que a mi la politica migratoria de Vox no me guste, por lo que te he leido creo que lo que tu llamas ser anti-inmigracion tambien incluye estar en contra de la inmigracion ilegal, pues no es ningun sentido que inmigrantes legales y españoles de segunda generacion esten en contra de la inmigracion ilegal, de hecho es bastante normal. Esto ya no va por ti en concreto, pero la izquierda piensa que en el futuro va a poder capitalizar todo el voto inmigrante pero cuando se encuentran con que bastante gente de segunda generaciones de marroquis y africanos son de derechas porque la izquierda no es que defienda mucho cosas que vayan con sus valores, con latinoamericanos y gente del este que no es que tengan muy buen recuerdo de la izquierda y chinos que se rien de este dislate que la izquierda posmoderna que ellos llaman izquierda blanca pues llega a la conclusion de que no deben ser buenos racializados o que estan alienados por el colonialismo.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 19:55Pues, a mi no me parece muy coherente cuando un inmigrante se apunta a un proyecto anti inmigración como el de Vox. Un inmigrante anti inmigración me suena a un sin sentido.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 16:11Es lo perverso del identitics politics yanki. Hay que eliminar estereotipos, pero si un negro no se comporta como lo que ellos piensa que tiene que comportarse un negro que es es un ser desvalido que necesita al salvador progre, entonces no es negro.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑16 Feb 2021 15:20 Impecable artículo:
Ignacio Garriga, la Kamala Harris española
Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno
A mí me educaron mis padres para no valorar el color de la piel de nadie de ninguna forma. Tuvo su efecto: pienso que solo hay una raza, la humana, y que todos somos iguales. Por tanto, pienso que existen gilipollas y buenas personas de todos los colores y detesto a los racistas. A los gañanes que se asustan de un negro como el labrador de 'Amanece que no es poco' puedo perdonarles la ignorancia, pero no a los nazis que hacen de esta perversión ideología, ni tampoco a los adictos al discurso interseccional, que reprochan al blanco ser blanco y tratan a la gente de otras razas con interesada condescendencia.
No siento orgullo alguno por ser blanco, ni por ser hombre, ni por nada de esto, y tampoco valoro en bien o mal a quienes no comparten mis parámetros identitarios. Por consiguiente, desconfío de quienes manifiestan su gusto o su vergüenza por estos hechos incontrolables. Sin embargo, mi postura se considera hoy casi racista, puesto que los blancos estamos obligados a sentirnos mal o fingirlo debido a las políticas de la identidad que Estados Unidos ha exportado a todo Occidente con tanto éxito como la Coca-Cola. Hemos de escuchar, aprender y revisar nuestros privilegios. Pero yo me niego a hacerlo: no siento más responsabilidad que tratar igual a todo el mundo, lo que implica poder decirles a miembros de cualquier tribu identitaria que no tienen razón.
Cuando Kamala Harris fue nombrada vicepresidenta, tuvimos sobredosis de este tipo de discurso. Nos contaron que esta mujer de casta privilegiada, bien situada desde la cuna, como lo estuvo Barack Obama (los padres de Harris se conocieron en Berkeley), era una heroína por el simple hecho de ser medio negra y medio india. Leí entonces sobre las dificultades que habría tenido que vencer pese a los talonarios, contactos familiares y la educación exclusiva en las Ivy Leagues. El discurso me molestaba por su racismo intrínseco, pero es algo típico de los Estados Unidos, donde el color de piel importa para mal y para bien.
Ahora, todas aquellas loas me hacen reír de forma retrospectiva, porque en España hemos adelantado por la derecha las políticas de la identidad y le hemos dado la vuelta al calcetín, por así decirlo. Deberíamos enviar las últimas noticias electorales a los Estados Unidos para que los fieles de la religión woke adapten a toda prisa el dogma de las opresiones sistémicas a la necesidad de expulsar de la casta de los oprimidos a Ignacio Garriga, primer jefe de grupo parlamentario negro de la historia de España. De Vox, para más señas.
La situación en Cataluña respecto a los identitarismos y las xenofobias ya era lo bastante endiablada como para que al líder de un partido supuestamente de izquierdas, alabado por Iglesias 'himself', se le permitiera decir en un artículo que el ADN de los catalanes se parece más al de los franceses que al de los sucios españoles. Hablamos de una tierra donde que te llamen 'botifler' o 'ñordo' ni cotiza, y donde un montón de gente ha decidido que no eres facha si odias a un determinado grupo social de tus compatriotas. Ahora, para colmo, el partido de ultraderecha lanza al hijo de una ciudadana ecuatoguineana, es decir, de una emancipada colonia española. ¡Toma ya, teoría poscolonial!
Dentista de profesión, Garriga tiene a primera vista todos los ingredientes para ser ensalzado a tontas y a locas por el identitarismo posmoderno, pero si algo hemos aprendido de los artículos de Buzzfeed y la edición inglesa de 'The Huffington Post' es que la 'negritud' no es una condición válida para obtener tu carné de víctima sistémica, sino que tienes que serlo además de una determinada forma, pensando de una manera correcta, puesto que la ideología es un vector dominante en la negritud. Por resumir, serás considerado blanco pese a ser negro si el progresismo woke no puede utilizarte.
En casos como este, la maligna lógica se convierte en nuestra mejor amiga. Usémosla para demostrar, a modo de juego, que Garriga tiene más mérito que Kamala Harris y debiera ser celebrado por todos los activistas del mundo con más pasión. Porque, ¿quién lo tiene 'a priori' más difícil para obtener un buen resultado electoral: una mujer mestiza que pide el voto a gente de las minorías étnicas y blancos que se sienten culpables de sus supuestos privilegios, o un negro que pide el voto a gente de extrema derecha que está por la expulsión de los inmigrantes?
Me divierte pensarlo así. Si Garriga fuera miembro de un partido de izquierdas (o nacionalista), lo habría tenido más fácil, pero las portadas de la prensa española parecerían hoy un anuncio de Benetton. Precisamente por ser de Vox, que es lo que hacía su reto más complicado, andan ilustrando las noticias con imágenes de Abascal. Hasta dijo anoche un tío en TVE 1 que el hecho de que Garriga sea negro y de ultraderecha es un drama. ¡Como si la gente de una raza diferente a la blanca tuviera que pensar como a ese tertuliano le sale de las narices!
Pero es que es justamente así como funciona esto. En su libro 'La masa enfurecida', Douglas Murray reseña un montón de casos similares, donde gente de otras razas fue expulsada por los activistas de su condición 'racializada', normalmente por ser de derechas. Si nos fijamos, esta forma de ver el mundo añade a la tiranía de ser negro en una sociedad en que formas parte de una minoría la de tener que subordinar tu pensamiento a los parámetros que te han asignado los supuestos defensores de tus derechos. De la misma forma que a Inés Arrimadas se la podía tratar de tonta sin peligro en pleno auge del #MeToo, a Garriga se le pueden poner 'memes' de 'La cabaña del tío Tom'.
Todo esto es tanto más gracioso en tanto que los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga. En Podemos, cuando montaron el Ministerio de Igualdad, animaron a 'echarse a un lado' a una asesora blanca para que una persona negra ocupase el cargo, relacionado con la integración racial, y nos dijeron que esto era una maravillosa noticia. Uno podía pensar que era una decisión abiertamente racista y discriminatoria, pero no era prudente decirlo. 'From lost to the river'.
Los mismos que nos han repetido que la diversidad racial es buena y necesaria en sí misma son incapaces, ahora, de digerir la presencia de Garriga
Pues bien, siguiendo punto por punto esta delirante forma de ver las cosas: ¿no es racista negarse ahora a celebrar que Ignacio Garriga esté al frente de un grupo parlamentario? ¿Ahora ya no es buena la diversidad 'per se'? ¿No es, de hecho, todavía mayor esta diversidad cuando hay gente de otras razas que piensa de maneras diversas? ¿Por qué no hay fiesta? Nos dirán que es un negro utilizado por racistas, es decir, un tonto, un alienado, como todas las mujeres que se han manifestado contra ciertos puntos del feminismo hegemónico. Habría que preguntarse entonces en qué clase de universo loco votan los racistas a un candidato negro, pero para qué nos vamos a complicar la vida.
Quédense con la idea de fondo. Ser negro, como ser mujer, gay, trans y hasta trabajador precario, no depende de tus atributos, sino que es un privilegio que obtienes en caso de que hayas logrado rellenar bien el resto del formulario. Puesto que no estamos hablando de la realidad, sino de un complicadísimo e intrincado sistema ideológico. Al fin y al cabo, aquí no hemos venido a repartir justicia, sino a repartir carnés.
>>> https://blogs.elconfidencial.com/socied ... Kilm4k_hFk
Qué despropósito de comentario. En primer lugar, Ignacio Garriga no es INMIGRANTE, sino español nacido en San Cugat del Vallés. Y, en segundo lugar, el proyecto de Vox no es "anti-inmigración". Vox es un partido que defiende una inmigración LEGAL y ordenada. Vamos, que es anti-inmigración ILEGAL. Esto es algo que Vox se ha cansado de repetir pero, interesadamente, la izquierda sigue MINTIENDO en su reduccionista análisis de las políticas migratorias de Vox.
Al igual que jordi, MIENTES interesadamente. Vox es anti-inmigración ILEGAL, no legal. Si fuera anti-inmigración sería muy diferente y ese camerunés no podría estar apoyando a Vox. Y, ya que estamos, si Vox fuese un partido político "racista", como vosotros decís, los simpatizantes de Vox no hubiesen votado a un mulato en Cataluña. Pero bueno, que vuestras pajas mentales no os permitan ver la realidad.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑16 Feb 2021 21:29 Aquí el inmigrante camerunés que se opone a la inmigración.
https://www.elespanol.com/social/202002 ... 969_0.html
https://www.20minutos.es/noticia/362528 ... toref=true
Como ya he dicho, la izquierda trata de manipular la opinión pública con sus mentiras y manipulaciones varias. Vox ha dicho un millón de veces que ellos no están en contra de la inmigración, siempre y cuando sea legal y ordenada. En todo caso, están en contra de la inmigración ILEGAL y sus políticas van destinadas a controlarla y a no facilitar o promover la llegada de ilegales, como hacen otros partidos.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 20:32 Por otro lado, independientemente de que a mi la politica migratoria de Vox no me guste, por lo que te he leido creo que lo que tu llamas ser anti-inmigracion tambien incluye estar en contra de la inmigracion ilegal, pues no es ningun sentido que inmigrantes legales y españoles de segunda generacion esten en contra de la inmigracion ilegal, de hecho es bastante normal. Esto ya no va por ti en concreto, pero la izquierda piensa que en el futuro va a poder capitalizar todo el voto inmigrante pero cuando se encuentran con que bastante gente de segunda generaciones de marroquis y africanos son de derechas porque la izquierda no es que defienda mucho cosas que vayan con sus valores, con latinoamericanos y gente del este que no es que tengan muy buen recuerdo de la izquierda y chinos que se rien de este dislate que la izquierda posmoderna que ellos llaman izquierda blanca pues llega a la conclusion de que no deben ser buenos racializados o que estan alienados por el colonialismo.
No es ninguna tontería acusar a la izquierda de querer apropiarse del voto inmigrante, puesto que es lo que está haciendo abiertamente. Y, no solo del voto inmigrante. También del voto femenino, del voto homosexual, del voto trans, etc. etc. Todos hemos visto millones de veces cómo la izquierda desprecia e insulta a inmigrantes, mujeres, gais y demás por no votarles. Se hace en España. Pero, no solo aquí. También en EEUU, Francia, etc. Yo he visto al camerunés de Vox siendo insultado de manera racista tanto por españoles izquierdistas como por otros africanos. "Negro de mierda", "esclavo", etc. De las mujeres que votan a la derecha se dice que son "machistas" y votan a favor de gente que quiere que no "salgan de la cocina", y cosas así. Incluso, cuando hay una agresión a una política de centro o derecha, la izquierda calla. Cuando la agresión es a una política de izquierda, se habla de "agresión machista", entre otras cosas.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 22:36 Acusar la izquierda de querer captar el futuro voto inmigrante es una tontería. Primero porque como bien señalas es una tontería puesto que muchos inmigrantes son polticamente más bien de derechas. Segundo porque no conozco partido de izquierdas que cree que los inmigrantes, actuales o futuros, tienen algún deber de votar su partido, más allá de un deseo lógico que el que ha recibido solidaridad devuelve el gesto.
Por el otro lado no veo nada malo en querer captar votos en una democracia. Es algo que intentan todos y con razón porque sin votos no hay poder y sin poder no hay manera de convertir (una parte de) un programa electoral en realidad.
De Vox el cuento oficial es que están contra la inmigración ilegal pero la realidad es otra. Me parece bien que no te gusta y me alegro por ello. Pero tengo mis dudas acerca de los motivos de otros que dicen estar contra la inmigración ilegal. En muchos casos andan equivocados. Los inmigrantes ilegales reciben por ejemplo casi ninguna ayuda social y no le quitan el trabajo a casi nadie. Si trabajan se trata de un tipo de trabajo en unas condiciones que casi ninguna persona en situación legal quiere hacer.
Si es por quitar trabajo, nos lo están quitando los chinos que viven en China, los indios en la India y muchos otros que trabajan por una miseria en condiciones bastante míseros. La verdad es que tampoco me opongo a esto. Trabajo mucho con indios y no veo por qué deberían tener menos derechos que yo.
No se como contestarte a este mensaje porque es una contradiccion tras otra. Es una tonteria que la izquierda quiera captar el voto inmigrante, pero es normal que se quiera captar el voto inmigrante. La inmigracion ilegal no quita el trabajo por realizar trabajos en condiciones que nadie quiere, pero los chinos y los indios nos quitan el trabajo por realizar trabajos en condiciones que nadie quiere, pero eso a su vez te parece bien porque no deberian tener menos derechos que yo. Supongo que querrias decir otra cosa y no te has explicado bien, porque de lo ultimo lo que se entiende es que los indios y tu teneis derecho a trabajar en condiciones miserables.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 22:36Acusar la izquierda de querer captar el futuro voto inmigrante es una tontería. Primero porque como bien señalas es una tontería puesto que muchos inmigrantes son polticamente más bien de derechas. Segundo porque no conozco partido de izquierdas que cree que los inmigrantes, actuales o futuros, tienen algún deber de votar su partido, más allá de un deseo lógico que el que ha recibido solidaridad devuelve el gesto.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 20:32Por otro lado, independientemente de que a mi la politica migratoria de Vox no me guste, por lo que te he leido creo que lo que tu llamas ser anti-inmigracion tambien incluye estar en contra de la inmigracion ilegal, pues no es ningun sentido que inmigrantes legales y españoles de segunda generacion esten en contra de la inmigracion ilegal, de hecho es bastante normal. Esto ya no va por ti en concreto, pero la izquierda piensa que en el futuro va a poder capitalizar todo el voto inmigrante pero cuando se encuentran con que bastante gente de segunda generaciones de marroquis y africanos son de derechas porque la izquierda no es que defienda mucho cosas que vayan con sus valores, con latinoamericanos y gente del este que no es que tengan muy buen recuerdo de la izquierda y chinos que se rien de este dislate que la izquierda posmoderna que ellos llaman izquierda blanca pues llega a la conclusion de que no deben ser buenos racializados o que estan alienados por el colonialismo.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑16 Feb 2021 19:55Pues, a mi no me parece muy coherente cuando un inmigrante se apunta a un proyecto anti inmigración como el de Vox. Un inmigrante anti inmigración me suena a un sin sentido.Ver citas anterioresHadouken escribió: ↑16 Feb 2021 16:11
Es lo perverso del identitics politics yanki. Hay que eliminar estereotipos, pero si un negro no se comporta como lo que ellos piensa que tiene que comportarse un negro que es es un ser desvalido que necesita al salvador progre, entonces no es negro.
Por el otro lado no veo nada malo en querer captar votos en una democracia. Es algo que intentan todos y con razón porque sin votos no hay poder y sin poder no hay manera de convertir (una parte de) un programa electoral en realidad.
De Vox el cuento oficial es que están contra la inmigración ilegal pero la realidad es otra. Me parece bien que no te gusta y me alegro por ello. Pero tengo mis dudas acerca de los motivos de otros que dicen estar contra la inmigración ilegal. En muchos casos andan equivocados. Los inmigrantes ilegales reciben por ejemplo casi ninguna ayuda social y no le quitan el trabajo a casi nadie. Si trabajan se trata de un tipo de trabajo en unas condiciones que casi ninguna persona en situación legal quiere hacer.
Si es por quitar trabajo, nos lo están quitando los chinos que viven en China, los indios en la India y muchos otros que trabajan por una miseria en condiciones bastante míseros. La verdad es que tampoco me opongo a esto. Trabajo mucho con indios y no veo por qué deberían tener menos derechos que yo.
Mentiroso lo serás tú. Y deja de acusar a los demás de lo que tú eres.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑17 Feb 2021 01:58Al igual que jordi, MIENTES interesadamente. Vox es anti-inmigración ILEGAL, no legal. Si fuera anti-inmigración sería muy diferente y ese camerunés no podría estar apoyando a Vox. Y, ya que estamos, si Vox fuese un partido político "racista", como vosotros decís, los simpatizantes de Vox no hubiesen votado a un mulato en Cataluña. Pero bueno, que vuestras pajas mentales no os permitan ver la realidad.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑16 Feb 2021 21:29 Aquí el inmigrante camerunés que se opone a la inmigración.
https://www.elespanol.com/social/202002 ... 969_0.html
https://www.20minutos.es/noticia/362528 ... toref=true
"Rebota, rebota y en tu culo explota".Ver citas anterioresEdison escribió: ↑17 Feb 2021 09:30Mentiroso lo serás tú. Y deja de acusar a los demás de lo que tú eres.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑17 Feb 2021 01:58Al igual que jordi, MIENTES interesadamente. Vox es anti-inmigración ILEGAL, no legal. Si fuera anti-inmigración sería muy diferente y ese camerunés no podría estar apoyando a Vox. Y, ya que estamos, si Vox fuese un partido político "racista", como vosotros decís, los simpatizantes de Vox no hubiesen votado a un mulato en Cataluña. Pero bueno, que vuestras pajas mentales no os permitan ver la realidad.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑16 Feb 2021 21:29 Aquí el inmigrante camerunés que se opone a la inmigración.
https://www.elespanol.com/social/202002 ... 969_0.html
https://www.20minutos.es/noticia/362528 ... toref=true
Además, es mentira que Vox es anti inmigración legal. Ni siquiera saben distinguir entre inmigración legal e ilegal.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑17 Feb 2021 09:30Mentiroso lo serás tú. Y deja de acusar a los demás de lo que tú eres.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑17 Feb 2021 01:58Al igual que jordi, MIENTES interesadamente. Vox es anti-inmigración ILEGAL, no legal. Si fuera anti-inmigración sería muy diferente y ese camerunés no podría estar apoyando a Vox. Y, ya que estamos, si Vox fuese un partido político "racista", como vosotros decís, los simpatizantes de Vox no hubiesen votado a un mulato en Cataluña. Pero bueno, que vuestras pajas mentales no os permitan ver la realidad.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑16 Feb 2021 21:29 Aquí el inmigrante camerunés que se opone a la inmigración.
https://www.elespanol.com/social/202002 ... 969_0.html
https://www.20minutos.es/noticia/362528 ... toref=true
https://www.20minutos.es/noticia/417891 ... migracion/Ver citas anterioresAbascal se enzarza con un periodista catalán en una televisión colombiana a cuenta de la inmigración
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha visitado esta semana Estados Unidos, donde se ha reunido con diferentes representantes políticos y ha concedido entrevistas a varias televisiones. En una de ellas, la colombiana NTN24, se vivieron momentos de tensión cuando el periodista catalán Gustau Alegret puso en tela de juicio algunos de los argumentos del líder de extrema derecha.
Durante la entrevista en el programa 'Cuestión de poder', Abascal y Alegret analizaron distintos aspectos de la situación española, como la irrupción de Vox en el Congreso o la política migratoria. El periodista catalán cuestionó, por ejemplo, el discurso esgrimido por el líder de ultraderecha en diversas ocasiones de que los inmigrantes reciben más ayudas que los españoles.
“La oficina económica del Gobierno y un estudio de La Caixa, una de las principales instituciones financieras en España, asegura que los inmigrantes reciben el 5,4% del gasto público y aportan a los ingresos totales el 6,6%. Tiene un saldo neto de su contribución de 5.000 millones de dólares”, plantea el periodista al político español.
“Estos datos chocan con lo que usted me decía de: 'Mi familia primero y luego el resto'”, afirma el presentador, en referencia a unas palabras anteriores de Abascal, que rebate que esos datos facilitados por Alegret se refieren exclusivamente a la inmigración legal.
Tras unos minutos, el periodista insiste: “Los que reciben ayudas públicas no son inmigrantes ilegales. Si no, no podría recibir ayudas públicas. Entonces ahí hay una contradicción”. Abascal rebate: "Sí son inmigrantes ilegales en muchos casos. Llegan ilegalmente, les basta con tener un padrón y eso inmediatamente les sirve para tener ayudas en muchos lugares".
Preguntado Abascal por la cantidad de inmigrantes ilegales que reciben esas ayudas, contesta que es una cifra que les gustaría conocer. A lo que el periodista responde: "Usted está creando el problema sin conocer los datos, sin saber si existe".
100% de acuerdo con lo que Santiago Abascal dice en la citada entrevista:Ver citas anterioresjordi escribió: ↑17 Feb 2021 12:55Además, es mentira que Vox es anti inmigración legal. Ni siquiera saben distinguir entre inmigración legal e ilegal.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑17 Feb 2021 09:30Mentiroso lo serás tú. Y deja de acusar a los demás de lo que tú eres.Ver citas anterioresAsturkick escribió: ↑17 Feb 2021 01:58Al igual que jordi, MIENTES interesadamente. Vox es anti-inmigración ILEGAL, no legal. Si fuera anti-inmigración sería muy diferente y ese camerunés no podría estar apoyando a Vox. Y, ya que estamos, si Vox fuese un partido político "racista", como vosotros decís, los simpatizantes de Vox no hubiesen votado a un mulato en Cataluña. Pero bueno, que vuestras pajas mentales no os permitan ver la realidad.Ver citas anterioresEdison escribió: ↑16 Feb 2021 21:29 Aquí el inmigrante camerunés que se opone a la inmigración.
https://www.elespanol.com/social/202002 ... 969_0.html
https://www.20minutos.es/noticia/362528 ... toref=true
Ejemplos:
Santiago Abascal y el bulo de las ayudas a inmigrantes
https://www.parainmigrantes.info/santia ... migrantes/
https://www.20minutos.es/noticia/417891 ... migracion/Ver citas anterioresAbascal se enzarza con un periodista catalán en una televisión colombiana a cuenta de la inmigración
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha visitado esta semana Estados Unidos, donde se ha reunido con diferentes representantes políticos y ha concedido entrevistas a varias televisiones. En una de ellas, la colombiana NTN24, se vivieron momentos de tensión cuando el periodista catalán Gustau Alegret puso en tela de juicio algunos de los argumentos del líder de extrema derecha.
Durante la entrevista en el programa 'Cuestión de poder', Abascal y Alegret analizaron distintos aspectos de la situación española, como la irrupción de Vox en el Congreso o la política migratoria. El periodista catalán cuestionó, por ejemplo, el discurso esgrimido por el líder de ultraderecha en diversas ocasiones de que los inmigrantes reciben más ayudas que los españoles.
“La oficina económica del Gobierno y un estudio de La Caixa, una de las principales instituciones financieras en España, asegura que los inmigrantes reciben el 5,4% del gasto público y aportan a los ingresos totales el 6,6%. Tiene un saldo neto de su contribución de 5.000 millones de dólares”, plantea el periodista al político español.
“Estos datos chocan con lo que usted me decía de: 'Mi familia primero y luego el resto'”, afirma el presentador, en referencia a unas palabras anteriores de Abascal, que rebate que esos datos facilitados por Alegret se refieren exclusivamente a la inmigración legal.
Tras unos minutos, el periodista insiste: “Los que reciben ayudas públicas no son inmigrantes ilegales. Si no, no podría recibir ayudas públicas. Entonces ahí hay una contradicción”. Abascal rebate: "Sí son inmigrantes ilegales en muchos casos. Llegan ilegalmente, les basta con tener un padrón y eso inmediatamente les sirve para tener ayudas en muchos lugares".
Preguntado Abascal por la cantidad de inmigrantes ilegales que reciben esas ayudas, contesta que es una cifra que les gustaría conocer. A lo que el periodista responde: "Usted está creando el problema sin conocer los datos, sin saber si existe".
1000 millones por un ladoVer citas anterioresjordi escribió: ↑14 Feb 2021 11:08¿Puede usted decirme cuánto dinero recibe Cataluña y cuánto ha gastado en "el el process"?Ver citas anterioresravise2 escribió: ↑14 Feb 2021 09:19¿ sabes ud que gastan el dinero Baviera y Hessen ?, en dar los mejores servicios a sus ciudadanos, vamos lo mismo que cataluña, que se gasta la mayoria del dinero que recibe en el el process, que solo sirve para que unas cuantas personas y asociociones vivan a cuerpo de rey.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑10 Feb 2021 21:29No creo que usted ha leído la noticia.
La redistribución financiera entre los «länder» funcionaba hasta ahora mediante una complicada fórmula de vasos comunicantes entre los estados más ricos y los más pobres, que a menudo era causa de quejas de los que más contribuyen, como Baviera y Hesse. Desde 2020, Berlín asume la redistribución y el mecanismo estará basado en la población de cada estado y en los impuestos sobre la cifra de negocios y tráfico de empresas. Quedarán establecidas percepciones anuales fijas de 2.600 millones anuales y de otros 1.400 millones que se irán ajustando para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios similares.
Habla de un modelo de redistribución financiera, de cuánto recibirá cada estado. No dice nada sobre en qué tienen que gastar el dinero.
Vale. Lo voy a tomar todo por datos serios, aunque el artículo de los 1000 millones ma parece una chorrada desde la primara hasta la última frase.Ver citas anterioresravise2 escribió: ↑18 Feb 2021 07:281000 millones por un ladoVer citas anterioresjordi escribió: ↑14 Feb 2021 11:08¿Puede usted decirme cuánto dinero recibe Cataluña y cuánto ha gastado en "el el process"?Ver citas anterioresravise2 escribió: ↑14 Feb 2021 09:19¿ sabes ud que gastan el dinero Baviera y Hessen ?, en dar los mejores servicios a sus ciudadanos, vamos lo mismo que cataluña, que se gasta la mayoria del dinero que recibe en el el process, que solo sirve para que unas cuantas personas y asociociones vivan a cuerpo de rey.Ver citas anterioresjordi escribió: ↑10 Feb 2021 21:29
No creo que usted ha leído la noticia.
La redistribución financiera entre los «länder» funcionaba hasta ahora mediante una complicada fórmula de vasos comunicantes entre los estados más ricos y los más pobres, que a menudo era causa de quejas de los que más contribuyen, como Baviera y Hesse. Desde 2020, Berlín asume la redistribución y el mecanismo estará basado en la población de cada estado y en los impuestos sobre la cifra de negocios y tráfico de empresas. Quedarán establecidas percepciones anuales fijas de 2.600 millones anuales y de otros 1.400 millones que se irán ajustando para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios similares.
Habla de un modelo de redistribución financiera, de cuánto recibirá cada estado. No dice nada sobre en qué tienen que gastar el dinero.
https://www.abc.es/espana/abci-generali ... ticia.html
160 millones por otro lado mientras aplicaba recortes
https://cronicaglobal.elespanol.com/pol ... 9_102.html
1.900.000 euros que se desvio del fla,( dinero que era para pagar a los proveedores de la generalitat de cataluña ), desviado para el proces.
https://cadenaser.com/ser/2019/10/14/tr ... 29573.html
Ahora haz tu la suma.
Para 2020 Cataluña recibió 19164 millones de euros.Ver citas anteriorescataluña, que se gasta la mayoria del dinero que recibe en el el process