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15 preguntas a los exterministas
El que cree en la realidad del holocausto y de las cámaras de gas debe estar en condiciones de responder a las siguientes 15 preguntas. Hágale estas preguntas a historiadores, periodistas y otras personas que se han ocupado de la suerte corrida por los judíos en el Tercer Reich y que defienden la imagen histórica oficial.
¡Exija respuestas claras a preguntas claras! ¡No se dé por satisfecho con palabras rimbombantes! No acepte vacuidades, como p. ej. «El holocausto es un hecho esstablecido» o «Quien pregunta así, vuelve a asesinar a los muertos». No acepte fotografías de prisioneros de KZ muertos de tífus exantemático. ¡No acepte confesiones de autores del delito durante procesos ilegales!
1) ¿Ud. cree, tal como lo confesó el comandante de Mauthausen, Franz Ziereis en su lecho de muerte, que en el castillo de Hartheim, cerca de Linz, un millón a un millón y medio de personas fueron gaseadas? Si Ud. lo cree, entonces ¿por qué ya nadie más cree en esto? Si Ud. no lo cree, ¿por qué cree entonces en un millón y medio de gaseados en Auschwitz? ¿Per qué debería la confesión de Höss -- comprobadamente arrancada por tortura -- ser más creible que la confesión -probablemente también arrancada bajo coacción de Ziereis, de la cual hace décadas ya nadie más habla?
2) ¿Ud. cree en las cámaras de gas de Dachau y Buchenwald? Si contesta sí, ¿por qué entonces hace hace tiempo que ningún historiador ya lo hace? Si contesta no, entonces ¿por qué cree Ud. en las cámaras de gas de Auschwitz y Treblinka? ¿Qué pruebas hay para estas cámaras de gas que no haya habido para las de Dachau y Buchenwald?
3) ¿Ud. cree -- como fue afirmado durante el proceso de Nuremberg en diciembre de 1945 -- que en Treblinka centenares de miles de judíos fueron asesinados con vapor? ¿Ud. cree en el molino humano del Dr. phil. Stefan Szende, en el cual se mató a millones de judíos con corriente eléctrica? ¿Ud. cree que, según escribe Simón Wiesenthal, en Belzec 900.000 judíos fueron transformados en un jabón de la marca RIF («Rein jüdisches Fett», o sea «pura grasa judía» NdT)? ¿Ud. cree en las fésas ardientes del señor Elie Wiesel
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y en los carros de ejecución con cal del señor Jan Karski? Si Ud. lo cree, ¿cómo es que ningún historiador medianamente serio comparta su opinión? Si no lo cree, por qué entonces cree Ud. en las cámaras de gas? ¿Por qué desecha una insensatez y acepta otra?
4) ¿Cómo se explica Ud. el hecho de que en cualquier proceso por asesinato a martillazos, se exige un peritaje sobre el arma utilizada para el delito, pero, por otra parte, en ninguno de los procesos relacionados con los KZ, en los cuales se trata de millones de asesinatos, se haya ordenado la elaboración de un peritaje tal?
5) ¿Dibuje una cámara de gas nazi en la cual se asesinó a judíos con Zyklon B y explique su funcionamiente!
6) Después de la ejecución de un condenado a muerte en una cámara de gas estadounidense, ésta, por de pronto, debe ser ventilada perfectamente, antes de que pueda ingresar un médico provisto de traje protector, máscara antigás y guantes. Según la confesión de Höss y según los relatos de testigos oculares, los comandos especiales de Auschwitz irrumpían en las cámaras saturadas de ácido cianhídrico apenas media hora después del asesinato con gas de 2.000 prisioneros, sin máscaras antigás, pero sí con cigarrillo en la boca, y se abalanzaban sobre los cadáveres contaminados con ácido cianhídrico, sin sufrir daño alguno. ¿Cómo fue posible esto?
7) ¿Cómo se las arreglaban los hombres de las SS de Auschwitz-Birkenau cuando, en junio de 1944, seis horas después del gaseo de 2.000 judíos, llegaban otros 2.000 candidatos a la muerte (como es sabido, en aquel entonces ise gaseaban hasta 12.000 y aun 24.000 judíos por día!) y en la cámara de gas aún yacían 1940 cadáveres (¡los 15 hornos del crematorio podían incineiar un máximo de 60 cadáveres en seis horas!)?
8) Sin tener en cuenta los modelos ultramodernos, los crematorios actuales tampoco pueden cremar más de 5 cadáveres por día y por incinerador, ya que se los debe dejar enfriar regularmente. Según el profesor Raul Hilberg y otros corifeos de la historiografía del holocausto, entre mayo y julio de 1944, en el transcurso de 52 días, 400.000 judíos húngaros fueron gaseados y cremados en Birkenau. De haber tenido los crematorios de Birkenau la misma capacidad que los de la actualidad, en el total de los 46 incineradores se podrían haber cremado 11.960 cadáveres en 52 dias. ¿Dónde fueron
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cremados los 388.040 cadáveres restantes? (Por favor, no se vengan con el cuento de la cremación en fosas; ésta es imposible por la falta de oxígeno).
9) ¿Por qué los nazis, para corneter los 1,4 millones de asesinatos de Belzec y Treblinka, no utilizaron uno de sus muchos y potentisimos gases tóxicos en vez de usar los gases de combustión de motores diesel, el arma asesina más ineficiente e imposible que se pueda imaginar?
10) Ni un solo historiador dice que en los dos «genuinos campos de exterminio» recién mencionados, como tampoco en Sobibor y Chelmno hayan existido crematorios. ¿Cómo hicieron los nazis para eliminar los cadáveres de los 1,9 millones de asesinados en estos cuatro campos, sin que que de el más mínimo rastro?
11) No necesitamos ningún testimonio ni ninguna confésión de autor del delito para saber que los norteamericanos en 1945 arrojaron bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. ¿Cómo se explica entonces que para el genocidio millonario en cámaras de gas no haya otras pruebas que las declaraciones de testigos y confésiones de perpetradores -- ni un solo documento, ningún cadáver, ninguna arma utilizada para el delito, lisa y llanamente: nada?
12) Nombre a un solo judío gaseado, y presente Ud. al mismo tiempo la prueba de ello, una prueba que en un juicio por asesinato, normal y apolitico, sería aceptada por una corte que sentencie segun las máximas de un estado de derecho. No es necesario dar 3,5 millones de nombres, basta con uno. ¡Uno solo! ¡Nada más que uno!
13) Según el censo llevado a cabo a comienzos de 1939, en la Unión Soviética vivían algo más de 3 millones de judíos. Durante la Segunda Guerra Mundial el país perdió (por lo menos) el 12 % de su población y las bajas judías porcentuales dificilmente podían ser inferiores. El 1º de julio de 1990, el New York Post estipuló, basándose en expertos israelíes, que en ese momento, es decir mucho después del comienzo del éxodo masivo, seguían viviendo más de 5 millones de judíos en la Unión Soviética. Dadas las muy bajas tasas de natalidad y las fuertes tendencias asimilatorias, un crecimiento natural de esa minoria no es posible. Entonces, antes del comienzo de la corriente emigratoria debían de haber existido en ese país,
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estadísticamente hablando, tres millones de judíos «de más». ¿Es posible explicar este estado de cosas de otra manera que por el hecho de que una gran parte de la población judía de Polonia, como así también muchos judíos de otros países, fueron absorbidos por la Unión Soviética?
14) Según Nahum Goldmann (en Das jüdische Paradox [«La paradoja judía»]), después de la guerra había 600.000 judíos sobrevivientes de los campos de concentración. ¿Cómo es posible que 600.000 judíos hayan podido sobrevivir los campos de concentración alemanes, si los nazis ya habían acordado en enero de 1942, durante la conferencia de Wannsee, el aniquilamiento total de los judíos?
15) ¿Está Ud. dispuesto a pedir la suspensión de las medidas legales dirigidas contra los revisionistas?¿Está Ud. a favor del diálogo y de la apertura integral de los archivos? ¿Estaria Ud. dispuesto a debatir públicamente con un revisionista? Si no, ¿por qué no? ¿No está Ud. convencido de que dispone de los mejores argumentos?
http://radioislam.org/islam/spanish/rev ... 3.htm#preg
... Del libro: El Holocausto bajo la lupa
Testimonios oculares versus leyes de la naturaleza
Por Jürgen Graf
... Añado:
6. ¿Por qué temen el diálogo los exterministas?
El motivo por el cual el debate público no llega a consumarse, es fácil de entender. Desde que el «experto del holocausto» -- el alemán Wolfgang Scheffler -- aceptó un debate con Faurisson, transmitido por un canal de televisión del Tésino, Suiza, en 1979, donde no pudo contra los argumentos del historiador francés, ningún exterminista quiere volver a exponerse al ridiculo. Los «historiadores oficiales» saben muy bien que, en un debate sobre esta temática, no tendrian la más mínima posibilidad de convencer. La tesis creída por casi todos, debido al continuo lavado de cerebro, de que los alemanes del Tercer Reich habrian gaseado a millones de judíos, resulta tan absurda al analizarla un poco más en profundidad que es imposible defenderla contra un contrincante conocedor del tema. Uno se pregunta por qué esta mentira se mantiene en pie y por qué sólo poca gente sabe algo sobre los revisionistas y sus argumentos. El motivo es el siguiente: La difusión de las conclusiones a que llegaron los revisionistas es impedida por la más perfecta censura que haya existido en la historia, una censura de la cual prácticamente nadie sabe que existe. A quién favorece esta censura, para quién es imprescindible, cómo se la ejerce, por qué existe el gran tabú del holocausto en nuestra sociedad supuestamente libre de tabúes, por qué hoy día podemos dudar de todo y de todos, hasta del Padre celestial, su Hijo Jesucristo y del Espiritu Santo, pero no de las cámaras de gas de Auschwitz y Treblinka -- todas éstas son preguntas que analizaremos más adelante.