Re: ¿Qué será primero, la independencia o la suspensión de la autonomía catalana?
Publicado: 30 Sep 2017 00:46
de vergüenza es pocoVer citas anterioresgálvez escribió:Referéndum Cataluña 1-O
Los Mossos, a los guardias civiles que pidieron ayuda tras ser rodeados: "No parece una masa violenta"
El pasado 20 de septiembre, a las 21.45 horas, el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, llamó directamente desde su teléfono personal al jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, para "comunicarle la situación" que se estaba produciendo a las puertas del edificio de la Consejería de Economía con motivo de los registros ordenados por el Juzgado número 13 de Barcelona en el marco de la investigación del 1-O. "Voy a llamar a Trapero para comunicarle la situación", advirtió Sànchez al teniente de la Guardia Civil encargado de velar por la seguridad de los agentes que se encontraban en el interior del edificio. Sànchez, que realizó la llamada en presencia del citado guardia civil, ofreció al teniente pasarle el teléfono para hablar con Trapero, a lo que el agente respondió con un contundente: "Si quiere hablar con alguien que lo haga con el General Jefe de la Zona de Cataluña".Así consta en el atestado, al que tuvo acceso este diario, remitido por la Policía Judicial que investiga los disturbios producidos en Barcelona el pasado 20 de septiembre a la juez de la Audiencia Nacional,Carmen Lamela, instructora de la investigación de la denuncia por sedición presentada el pasado 22 de septiembre por la Fiscalía de este tribunal.Jordi Sànchez es considerado por los investigadores, junto a Jordi Cuixart -presidente de la organización Òmnium Cultural-, los que provocaron "la cascada de reacciones en cadena" a través de las redes sociales y la aplicación de mensajería Whatsapp que derivó en las concentraciones de manifestantes a las puertas de la Consejería de Economía de la Generalitat. Atendiendo a los testimonios dados a la Policía Judicial por dos tenientes de la Guardia Civil que presenciaron los hechos denunciados, cuando los agentes solicitaron ayuda a Sànchez para disolver la manifestación y permitir así a la comisión judicial y a los agentes que estaban haciendo los registros salir del edificio, el presidente de la ANC se limitó a contestar: "Es imposible, ya que hay unas 40.000 personas y no puedo hacer nada".
Fue en ese momento cuando Jordi Sànchez realiza la llamada de teléfono a Trapero para comunicarle la situación que se estaba viviendo a las puertas de la Consejería. No obstante, conviene resaltar que no fue esa la primera vez que la Guardia Civil solicitó la ayuda de Sànchez para controlar a los manifestantes.Según el informe remitido a Lamela, Sànchez ejercía funciones de interlocutor con los manifestantes y llegó a negociar hasta cinco veces con los agentes, "planteando diferentes opciones que les convenían para sus fines políticos" -incluyendo a Cruixart-, pero "nunca" aceptando las opciones que daban los especialistas en seguridad ciudadana.Así, a las 10.30 horas del día 20, el teniente encargado del dispositivo de seguridad manifestó su intención de meter los coches oficiales en el garaje de la Consejería, a lo que Jordi Sànchez le dejó claro que no era posible. "No garantizamos la seguridad de los agentes que salgan a mover los vehículos", respondió. El papel de la intendente de los MossosAdemás de Sànchez y Cruixart, el atestado policial resalta el papel desempeñado por la intendente de los Mossos d'Esquadra encargada del operativo de la policía catalana que estuvo en la consejería el día de los registros. Se trata de Teresa Laplana Cocera. Hasta cuatro veces requirió la Guardia Civil a Laplana la ayuda de los Mossos para que alejasen a los manifestantes de las puertas del edificio, ante lo que la agente se limitaba a responder: "No puedo" y que su intención era "mantener la situación".
Los hechos descritos revelan que a las 9.14 horas -los registros empezaron a las 8.00 horas-, ante "la exacerbación de la concentración", la Guardia Civil requirió "de forma reiterada" a la intendente de los Mossos la necesidad de apoyo de las unidades especializadas en control de masas. Sin embargo, sólo hasta más de cinco horas después, a las 14.30 horas, no se presentó un responsable de la unidad de masas para valorar la situación. La presencia de efectivos de Mossos "no era suficiente" para controlar a los manifestantes y los agentes de la Guardia Civil "se vieron obligados" a adentrarse en el edificio de la Secretaría de Vicepresidencia, Economía y Hacienda para evitar un enfrentamiento, según relata el atestado de la Policía Judicial. Es por ello que los vehículos oficiales quedaron sin protección y a merced de los manifestantes. En total, siete vehículos fueron dañados.Pasadas las 1.30 horas de la madrugada ya del día 21 de septiembre, una vez terminados los registros y con la comisión judicial dentro del edificio, "la masa intentó acceder al edificio por la fuerza, teniendo que actuar agentes que se encontraban en el interior sujetando la puerta para evitar que ésta se viniera abajo y los manifestantes accedieran de forma violenta al interior". "Sobre las tres de la mañana hubo una carga violenta de los manifestantes contra las puertas". Unos 15 agentes de Mossos y Guardia Civil tuvieron que aguantarlas, porque parecía que "podían tirarla abajo y acceder". Los agentes que se encontraban en el interior de la Consejería consiguieron salir en dos tandas. Unos, a las 4.00 horas, y otros, a las 7.00 horas. Otro de los testimonios aportados a la investigación es el otro teniente de la Guardia Civil que se encuentra destinado a la Unidad de Policía Judicial de la Zona de Cataluña y que presenció los hechos. En concreto, él fue el responsable policial de los miembros de la Guardia Civil que estaba realizando los registros. Este testigo relató a los investigadores cómo a las 8.00 horas del día 20, 10 miembros de la investigación, junto con la secretaria judicial del Juzgado número 13 de Barcelona que ordenó los registros, llegaron a la consejería para entrar en los despachos de Josep Maria Jové, Natalia Garriga y Mercedes Martínez, así como en la oficina de procesos electorales. Tras entrar, dos guardias civiles se quedaron en la puerta del edificio, donde se encontraban dos agentes de los Mossos.A las 8.45 horas ya había 40 manifestantes en el exterior. Media hora después, el teniente se reunió con la intendente de los Mossos para informarle de que la concentración de personas que se encontraba en el exterior del edificio había cortado el tráfico y que era preciso movilizar a las unidades necesarias para alejar a los manifestantes haciendo un cordón de seguridad alrededor de los vehículos.Según el testimonio del teniente, Teresa Laplana respondió que "no existía afectación a la seguridad ciudadana y tampoco preveía que la hubiera, ya que no parecía una masa violenta por lo que no solicitaría la movilización de estas unidades".
Notificaciones urgentes sin respuestaA las 9.50 horas, viendo que la concentración aumentaba, el teniente vuelve a requerir, por segunda vez, a la intendente que aleje unos metros del edificio la concentración. Ella contesta que "no puede y que su intención es mantener la situación". Ante esta negativa, el teniente recurre al conducto reglamentario y eleva una solicitud de apoyo a los Mossos. Conviene informar de que hasta en seis ocasiones remitió la Guardia Civil notificaciones urgentes de ayuda a los Mossos d'Esquadra por el conducto reglamentario. En concreto, a las 9.14 horas, 10.46 horas, 12.02 horas, 13.20 horas, 14.56 horas y a las 19.51 horas.A las 10.45 horas ya había manifestantes "con actitud agresiva" subidos a los vehículos oficiales y lanzando objetos, aunque "no contundentes". El teniente vuelve a requerir, por tercera vez, ayuda a la intendente de los Mossos, ya que la concentración llega a la puerta de acceso e impide que los detenidos entren para presenciar los registros. Es más, el teniente le advierte a Laplana que en los coches oficiales hay armas y si los manifestantes acceden a los vehículos podría incrementarse la amenaza.
Teresa Laplana vuelve a contestar que "no puede y que su intención es mantener la situación".A las 12.30, por cuarta vez, el teniente informa a la intendente de que los vehículos están siendo atacados y que la actitud de los manifestantes es "cada vez más agresiva". Laplana se limita a contestar que "está valorando cómo realizar una posible intervención". Una hora después, a las 13.10 horas, un inspector de los Mossos presenta al presidente de la ANC al teniente y a la intendente como "el interlocutor válido de la concentración".Es en ese momento cuando se le pide a Jordi Sànchez que intente que los manifestantes hagan un pasillo para que accedan los detenidos. Éste les comunica que no puede permitir que accedan vehículos oficiales, ni ninguna persona uniformada con los detenidos al edificio. Ante esta condición, el teniente cede e informa de que se accedería "con vehículos de color comercial y con personal de paisano". Pese a ello, Sànchez dijo que no y que tendrían que pasar andando. Al final, los detenidos no pudieron acceder al edificio.Se le pidió también a Sánchez que alejara a los manifestantes cuatro metros de los coches oficiales para poder sacar las armas, a lo que el presidente de la ANC se negó igualmente.Fue a las 14.30 horas cuando la intendente de los Mossos trasladó a sus superiores la petición sobre la seguridad de los vehículos oficiales. Esto es, tres horas y 45 minutos después de habérselo solicitado por primera vez.A las 22.00 horas, hay una nueva reunión entre Sànchez, la intendente y el teniente para negociar cómo sacar a la comitiva judicial y a los agentes del edificio. El presidente de la ANC dice que facilitará un pasillo de unos 200 metros entre la multitud, pero que sólo podrá salir la comitiva judicial, no los guardias civiles.
"Esta noche dormiréis aquí"
A las 00.00 horas, la intendente de los Mossos es relevada por un comisario que es partidario de evacuar a las personas que están dentro del edificio a través del edificio contiguo. Es a las 00.45 horas cuando se consigue sacar a la letrada judicial a través de un teatro contiguo, aprovechando que terminó la función y sacándola mezclada entre el público. No es hasta las 4.30 horas cuando los Mossos hacen un cerco para que salga el personal de investigación."Estuvimos sitiados, sin poder salir durante más de 18 horas. El ambiente en el exterior era muy tenso y hostil, tirando objetos e insultando constantemente a los guardias civiles", en palabras de uno de los tenientes que presenció los hechos, que advirtió de que también coreaban cánticos del tipo: "Esta noche dormiréis aquí".El informe del atestado concluye que la concentración ante la Consejería de Economía "no puede considerarse como una manifestación espontánea", sino que existió "una voluntad clara de concentrar al mayor número posible de personas en esa zona". Los investigadores resaltan la "acumulación de indicios" sobre la presunta responsabilidad de Sànchez y Cuixart en los hechos, que "tenían un poder efectivo sobre la gente concentrada".
), apoyos de otros gobiernos europeos ninguno, respaldo legal tampoco, etc. 
