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gálvez escribió: ↑25 May 2022 08:49
Porque se ha convertido todo en un producto político sujeto de ser explotable.
Muchos de esto se explica por el factor RRSS. Antes, la política "de calle" (aquella de la que nos interesábamos) era lo que los medios tradicionales entregaban, fuera mejor o peor, era un mundo más cuadrado, con menos
diversidad en la oferta porque básicamente la sociedad veía o leía lo que en la TV, la radio o la prensa escrita se dispusiera a producir, la única forma que tenían los medios para saber hasta qué punto su enfoque era el mejor, era su rating, audiencia y ventas. Internet y las RRSS cambiaron esto. El público dejó de ser pasivo, ahora es activo. No solo ve y oye, también interactúa. Esta dinámica alimenta un círculo que vuelve a las editoriales más diversas y al público mismo un productor de contenido. Redes como Twitter, Facebook o Youtube, han permitido la proliferación de creadores de contenido, lo que a su vez da a su audiencia una más amplia gama de selección del contenido mismo.
Todo suena muy bonito, pero no lo es tanto porque esta masificación de la información y de la opinión, esta ampliación del debate público a la esfera privada ha derivado en cambios sustanciales, tal que, antes opinábamos de política solo con amigos y compañeros privándonos muchas veces de emitir todo tipo de opinión por prudencia o miedo, ahora ya no solo conversamos de política con amigos y colegas, sino que también con desconocidos de otros países, otras ideologías y otras realidades sociales. Que hoy en día se presenten con tanta avidez, ímpetu y confianza ideas que pensábamos como exageradamente marginales (como el terraplanismo, los antivacunas), la polarización y la politización de absolutamente todo (incluso lo más privado y grotesco), me parece que son hechos que forman parte de un mismo fenómeno. No veo que las RRSS sean causa de este proceso, pero desde luego, existen como un engranaje adicional, un elemento indispensable de esta deriva en la que nos encontramos.
Que en la actualidad podamos debatir con mucha más facilidad con alguien que vive a 10.000 KM o que posee 100 veces mis ingresos podría haber ocasionado una tendencia de convergencia, pero sumado a muchas otras condiciones, en realidad ocurrió lo contrario. Y entre estas condiciones, las mismas empresas que masifican la opinión algo tienen que ver, porque al construir su ganancia en la publicidad y visualizaciones, generan algoritmos destinados a que tú como usuario te polarices (por ejemplo mediante la publicidad de canales de YT que sean afines a tu propia creencia según los datos de tu navegación).
¿Podría haber sido diferente? En parte sí. De hecho depende de la persona.
Una persona con la mente lo suficientemente ordenada y amueblada, especialmente antes de la masificación de las RRSS, puede sumarse a este tsunami sin caer en las consecuencias, pero estamos en 2022, no en 2002. Hoy son activos usuarios de RRSS personas que tienen entre 15 y 25 años, es decir, que nacieron entre 1997 y 2007, los mayores de este segmento etario eran muy pequeños, casi que no recuerdan el mundo "antes de internet", los más jóvenes se criaron con internet (aclaro que los mayores también caen, pero algunos, quizás los menos, al haberse criado sin internet no necesariamente tienen este destino... a diferencia de los más jóvenes). Más grave es que desde 2002 hasta la fecha, como sociedades (porque esto que ocurre en España también lo observo en otros países como Chile por ejemplo) no nos hemos adaptado ni hemos tomado las medidas para prevenir gran parte de las consecuencias de esta masificación de la discusión política. No he leído estudios asociados, pero basta echarle un ojo al nivel de participación en estas: polarización, chulería y magufería.
Evidentemente, como he dicho, las RRSS no son la única causa, quizás ni siquiera sean una causa y sí un elemento intermedio. Por ejemplo el cambio cultural y la proliferación de nuevas corrientes de pensamiento como el progresismo o el populismo de derecha se sostiene en la politización de lo privado, el achacarle una lógica funcional exagerada a cuestiones cuya explicación es mucho más simple (por ejemplo asociando todo al patriarcado, al globalismo o al marxismo cultural): si un hombre le grita a su mujer, no es solo una pelea doméstica propia de la chusmería, sino que es patriarcado encarnado en la persona, si ese hombre es de color o extranjero, es obra del globalismo, y si a un gay un pirado le pega, tenemos que gritar todos en contra de la homofobia española porque España es un país feudal...
Por supuesto, dudo que esto que digo no sea conocido por periodistas, editores y magnates de la información. Lo cual me lleva a suponer que viendo el tsunami creado sin planificación, se sumen como aves de rapiña para explotar al máximo posible este fenómeno. Quizás estoy exagerando el papel de las RRSS en esto, puede ser en parte. Si reviso la programación española o chilena de los 90, puedo encontrar el germen de buena parte de lo que hoy ocurre. Ya en los 90 existía una marcada tendencia a politizar lo privado y a farandulizarlo, pero no me explico sin las RRSS e internet, que pasásemos de ese nivel de farandulización política a lo que hoy existe. Quizás si en los 90 los medios de comunicación hubieran sido más responsables (una utopía, lo sé), hoy no estaríamos como estamos.
Personalmente cuando tenga un hijo seré estricto con este tema y lo educaré como mis padres me educaron a mí y no como sus padres los educaron a ellos ni como mi generación está educando a sus hijos. Cero RRSS, muy poco internet, hasta que tenga la cabeza formada. No me parece sensato ni responsable permitir que un niño (hasta los 15 años al menos) tenga un perfil en Instagram o navegue en YouTube a su "libre albedrío". No me parece que gaste su tiempo en ocio jugando e insultándose con otros críos todo el día (y mira que no exagero al decir que esto yo lo he visto). Ni mucho menos me expondré a que un psicópata, un pedófilo o un malnacido atente contra su dignidad y/o seguridad. En lugar de esa basura, su educación como niño se basará en estudios, deporte (incluyo aquí el ocio "en la vida real" como futbol), y series de anime

(prefiero que vea DBZ a que esté mirando a un streamer jugar alguna tontería), todo con supervisión.
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