Ver citas anteriores
Shaiapouf escribió:
El único que insulta acá es usted con su ignorancia y en defecto, sus mentiras. Tal y como pasó en el tema del Che, donde dijo que éste mataba por gusto sin poner una prueba al respecto, o en el tema de Israel, donde no tenía idea la clase de régimen terrorista era ni que cometía claramente crímenes de estilo apartheid. Y ahora, luego de las pruebas que las mismas investigaciones han dado, y que han demostrado que al menos 15.000 personas habrían sido asesinadas por fuerzas públicas del Estado, asesinatos sin juicio ni justicia, queda claro que estamos hablando de crímenes de Estado. Crímenes que no fueron rectificados, ni fueron enmendados por medio de un justo juicio e indemnización.
Usted nos tiene que demostrar que la investigación de aquella comisión, en la que está el "legítimo gobierno colombiano", es falsa. Nos tiene que demostrar que los testimonios de todas aquellas muchachas, son mentiras financiadas por el terrorismo. Y nos tiene que demostrar además, que no las hubo y que jamás de los jamases aquello ocurrió.
Y oiga, deje de usar el concepto "Estado de derecho", porque no lo conoce. En un Estado de derecho real, jamás se darán crímenes de ese estilo, sistemáticos e impunes. En un Estado de derecho no se dan 15 mil asesinatos más otros tantos miles de complicidades con los paramilitares. En un Estado de derecho los sindicalistas y periodistas no son asesinados por fuerzas asociadas a los militares y paramilitares. En un Estado de derecho no ocurre lo que le ocurrió a la Unión Patriótica.
Oiga, Chile es un Estado de derecho, España también, y en ambos países ni se asesinan a los periodistas, ni se asesinan a los sindicalistas, ni se desaparecen a tantas personas llegando a más de 15.000. Eso ocurría con Franco y Pinochet, pero es que con ambos dictadores bananeros, no había Estado de derecho.
Y desde aquí se te huele el tufo de mierda defensor de crímenes de unos y no de otros. Eso es hipocresía dura y pura.[/align]
1º. Hay pruebas sobradas de que Ernesto Guevara era un sádico torturador, una rata cobarde, un gestor lamentable, un cursi redomado, un homófobo recalcitrante, un ser con repugnancia hacia las normas elementales de la higiene humana. Un enfermo de odio, en definitiva.
2º. No puedo tener idea de lo que es MENTIRA. Terrorismo es sólo una cosa, no lo que a usted le apetezca que sea.
3º. No, se equivoca, no tengo nada que demostrar. He dicho que ahora toca INVESTIGAR, no condenar. Luego se verá si hay que condenar a unos por violadores o a otros por mentirosos cínicos y redomados.
4º. Abandone su costumbre de sentirse patológicamente superior al prójimo y pedir cargas de la prueba. Usted no es juez. Y de todas formas, yo debatiré con argumentos, no pienso entrar en su juego de individio endiosado de sí mismo.
5º. Colombia, en las últimas décadas ha funcionado a veces como Estado Democrático de Derecho, y otras veces ese edificio estatal se ha derrumbado y ha derivado en Estado cuasifallido. Por ejemplo, nada que ver la Colombia deshecha y caótica del nefasto Andrés Pastrana con la Colombia de Álvaro Uribe; es la diferencia entre un grupito de mafiosos e incompetentes dirigiendo la nave del Estado y un Estado democrático de Derecho, imperfecto como todos, pero plenamente acreditado como tal por observadores internacionales.
Disculpe, pero no admito lecciones de derecho político de quien afirma que el régimen de los ayatollahs es garantista del principio de igualdad ante la ley. Ante quien tal cosa afirma procede no un debate sino una terapia que frene el delirium tremens, con urgencia.
6º. Naturalmente que Chile es un Estado de Derecho, con sus defectos, pero lo es. España es una partitocracia con latrocinio institucionalizado, y políticamente tutelada por una banda de terroristas. Faltan características esenciales del Estado de Derecho: no hay poder judicial independiente, no hay Imperio de la Ley, no hay igualdad ante la ley, no hay garantía efectiva de derechos fundamentales... Y para nuestra desgracia vamos camino de una República bolivariana.
7º. Yo no defiendo crímenes de ninguna índole, ni a criminales. Eso se lo dejo a usted, admirador de la rata sádica de Ernesto Guevara.