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SanTelmo escribió: ↑24 Ago 2024 21:36
Hace unos años alguien dijo que con los talibanes se viviría mejor.
Sí, concretamente los EE UU, cuando decidieron hundir al gobierno socialista surgido de la revolución de Saur de 1978.
Para quien no lo sepa, dicho gobierno modernizó al país, o al menos lo intentó. Por ejemplo, una de las tareas más importantes que llevó a cabo dicho gobierno fue su amplio programa educativo y de alfabetización, que incluyó el fin de la segregación por sexos, el aprendizaje de lenguas locales, un programa educativo de alfabetización en zonas rurales y el acceso a la universidad gratuito para ambos sexos.
También llevó a cabo una reforma agraria que entregó tierras a los campesinos y abolió la esclavitud por deudas; se impulsaron las cooperativas y se prohibió el cultivo del opio.
Igualmente se comenzó a convertir al país en una potencia industrial, y en sólo unos pocos años el peso de la industria pasó del 3,3% al 11%.
Seguramente, la medida que más odio encontró entre los sectores más reaccionarios de la sociedad afgana (nobles desposeídos, clérigos fundamentalistas y mercaderes de opio) fue la igualdad jurídica entre hombres y mujeres, que incluyó el fin de la compra de esposas. Las mujeres podían estudiar en cursos medios y superiores, eran iguales legalmente al varón y podían participar en las Fuerzas Armadas. En ese gobierno socialista se incluyó a la primera mujer ministra de la historia de Afganistán, Anahita Ratebzad (ministra de Asuntos Sociales).
Sólo dos meses después de la revolución de Saur los EE UU ponen en marcha la Operación Ciclón, la más cara de la historia de la CIA (40.000 millones de dólares). El propio Brzezinski (consejero de Seguridad Nacional de Carter) reconoció que la motivación de la misma no era sólo derrocar al gobierno afgano sino conseguir que la URSS se involucrase en el conflicto para que se desangrase tanto económica como literalmente (en un antecedente de lo que ha hecho la OTAN contra Putin en Ucrania). Para ello reclutaron, financiaron, entrenaron y armaron a todo tipo de fundamentalistas islámicos, no sólo de Afganistán sino de todo el mundo, con el fin de derrocar violentamente al gobierno revolucionario afgano. Es la época en la que Reagan recibía a guerrilleros islamistas en la Casa Blanca y Tatcher les decía aquello de que "los corazones del mundo libre están con ustedes", o cuando Rambo III estaba dedicada "a los valientes combatientes muyahidines de Afganistán". Así es como surgieron los muyahidines, genocidas como Hekmatiar, Al Qaeda con Bin Laden al frente, o los propios talibanes, que finalmente tomaron el poder del país al final de esa larga guerra civil. Absolutamente todos ellos fueron reclutados por EE UU, financiados y entrenados por EE UU, y armados por EE UU.
Cuando se habla de los talibanes, hay que recordar la historia. Por qué están ahí, quién los aupó al poder y por qué.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.