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Agosto ha vuelto a mostrar que es un mes malo para el empleo: sube el número de desempleados y deja al descubierto el carácter temporal de la contratación porque salen del mercado laboral personas vinculadas a servicios educativos que no volverán a la actividad inmediatamente. En esta ocasión la subida del paro ha roto una racha de cinco meses continuados de descensos y es la antesala de un próximo cuatrimestre que, con el fin de la temporada estival, deja al descubierto la fragilidad de un modelo de actividad basada en la contratación vinculada al turismo.
El incremento de 14.435 parados inscritos en las oficinas de empleo público es menor, en todo caso, de la de hace un año y deja el número de personas sin empleo en 3.697.496 millones. En términos desestacionalizados, por el contrario, el paro se reduce en más de 24.000 personas, y en más de 370.000 desde agosto del 2015.
Cola de parados ante una oficina de empleo en Madrid.
En paralelo la destrucción de empleo es un dato relevante que no se daba desde el 2009. En un mes la Seguridad Social ha perdido 144.997 cotizantes, la mayoría en el régimen general y en concreto en el sector de la educación. No obstante, en comparación con hace un año el sistema ha ganado algo más de 519.000 afiliados.
TURISMO Y EMPLEO
¿Por qué si aún hay actividad turística, principal fuente de ingresos y contratos, se produce tal destrucción de empleo? O dicho de otra forma, ¿cómo es posible que en un año que va a registrar otro récord de turistas extranjeros ha crecido el paro en plena temporada? Hay varias respuestas.
En primer lugar que la contratación de temporada no se permite alegrías y está ajustadísima al grueso de las vacaciones. Además, el empleo vinculado al turismo tampoco es el que más ha crecido en agosto (está ligeramente por encima actividad sanitaria y servicios sociales), como se puede ver en Catalunya donde el paro se ha reducido en 4.424 personas pese a que marca récords en turismo.
En segundo lugar, hay un sector que prácticamente echa el cierre en agosto y está vinculado a la educación (con 58.000 cotizantes menos). Se trata de servicios de comedor, guarderías, actividad de ocio extraescolares o campamentos. Los trabajadores en estas actividades que han vuelto al paro no saldrán de él inmediatamente.
Asimismo la industria manufacturera ha sufrido una pérdida importante de empleos (20.470) porque muchas empresas echan el cierre temporal en agosto, aunque en buena parte se puede recuperar en el futuro.
DESACELERACIÓN
Con estos datos, el Gobierno entiende que no hay desaceleración en el ritmo de reducción del desempleo y se aferra al cómputo interanual, aunque
elude hablar de los miles de personas que han dejado de buscar empleo y han salido de los registros.
Por el contrario los sindicatos advierten una vez más de la "fragilidad", en expresión de UGT del mercado laboral que pone al descubierto las deficiencias del modelo productivo. La más importante de ellas es la contratación temporal.
CONTRATOS Y PRESTACIONES
Agosto se ha anotado una buena cifra de contratos que han subido el 16,32% respecto al 2015. El lado amargo de este dato es que solo el 7,24% son indefinidos y que los temporales a tiempo parcial representan el 32,6%.
Junto a esta precariedad se manifiesta una vez más la reducción de la protección social. Un mes más ha bajado el número de parados que recibe una prestación, poco más de dos millones de personas, el 57,7%, cuando hace un año era del 58,5%. De esta firma el gasto total en prestaciones por desempleo se ha reducido en un 10%.
Pese a los malos datos agosto muestra que se mantiene una cierta inercia en la creación de empleo y, aunque el Gobierno lo niegue, otros indicadores muestran una desaceleración en el ritmo de creación de empleo. Esto será más evidente en los próximos meses.
PERSPECTIVAS
Habitualmente, el último cuatrimestre del año, al menos los meses de septiembre, octubre y noviembre, el paro sigue creciendo en espera de que se produzcan contrataciones en diciembre por la temporada de rebajas.
"Si el nivel de consumo de las familias se mantiene, el panorama será menos complicado y eso se verá con más intensidad en el comercio en Navidad", explica Andreu Cruañas , presidente de la patronal de las empresas de trabajo temporal (ETT’s), Asempleo. En todo caso reconoce que la gente consume más si tiene expectativas o confianza en la situación política y económica.
La interinidad del panorama político, que puede no despejarse hasta finales de año, sería un freno para algunas decisiones económicas, como es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que siempre son una palanca sea para políticas activas, contratación pública o gasto en inversiones productivas.
Por lo que respecta al medio plazo, aún está por ver el efecto del 'brexit' en la industria turística. Por ahora su impacto ha sido nulo porque los británicos ya tenían contratados sus viajes. Otra cosa será, explica Cruañas, a comienzos de año, cuando el proceso avance y se aprecie con más intensidad la devaluación de la libra. Será entonces cuando el sector motor de la contratación, el turístico, hagas sus planes para la próxima temporada en función de las previsiones.