Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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(SIC)
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Ya de paso todos los indios no mexicas han de pedir perdón a los mexicas por la saña con que los asesinaron en su propia capital a cuenta de no gustarles las costumbres mexicas. Pueblo que apareció en el radar de la historia al tener que salir cagando leches después de que un rey local se tomara a mal que, al enviarles una princesa para matrimonio, decidieran que era mejor sacrificarla a sus dioses depellejándola viva, quedarse con el pellejo y mandar el resto de vuelta a su padre. Históricamente, los mexicas eran muy de hacer amigos...Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
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“Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada"-Edmund Burke
Corolario de Nowomowa: tampoco ayuda cuando los buenos son idiotas.
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Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Los que no saben llorar con todo su corazón, tampoco saben reír
Quien destruye un alma destruye un mundo entero. Y quien salva una vida, salva un mundo entero.
No uses la conducta de un loco como un precedente.
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No uses la conducta de un loco como un precedente.
- liberal de izquierda
- Cobra convenio
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- Registrado: 10 Nov 2017 01:28
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Nuevas declaraciones de la Presidenta de México:
https://www.huffingtonpost.es/global/sh ... uista.html
Ver citas anterioresSheinbaum insta a España a aprovechar el 12 de octubre para disculparse por la Conquista
En una rueda de prensa, la dirigente mexicana ha dado paso a un vídeo que muestra a otros dirigentes internacionales pedir perdón por su pasado colonizador.
Claudia Sheinbaum vuelve a reclamar un perdón de España por la Conquista. La presidenta mexicana ha aprovechado la víspera del día de la Hispanidad para instar al Gobierno a disculparse por las "atrocidades" cometidas durante la colonización "como han hecho otros presidentes y gobernantes de distintos lugares del mundo".
Tras sus palabras, Sheinbaum ha dado paso a un vídeo se muestran imágenes de dirigentes internacionales pidiendo disculpas por los delitos y barbaries cometidos en sus pasados coloniales. "A ver si [el Gobierno de España] se anima mañana a iniciar este proceso de disculpa pública", ha señalado.
"Ofrecer disculpas por crímenes de lesa humanidad es una responsabilidad histórica, una manera de buscar la reconciliación y superación de agravios del pasado. Hacerlo enaltece a quien admite el daño hecho a otros pueblos o naciones", insiste la dirigente.
Finalmente, el vídeo recuerda que el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió perdón años atrás a los pueblos maya y yaki, así como a la comunidad china en el país, por "hechos de violencia y discriminación".
Estos ejemplos confirman que ofrecer disculpas por agravios del pasado permite resolver heridas históricas y libera tanto a quien ofrece perdón como a quien lo otorga"
Con estas nuevas acciones, México insiste en su crítica a España y sigue exigiendo que se disculpe ante los pueblos originarios de la nación centroamericana.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habla en una rueda de prensa en Ciudad de México este viernes 11 de octubre de 2024. EFE.
https://www.huffingtonpost.es/global/sh ... uista.html
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Un "y tu más" de libro en este tema es una excusa muy burda.Ver citas anterioresNowomowa escribió: ↑12 Oct 2024 11:33Ya de paso todos los indios no mexicas han de pedir perdón a los mexicas por la saña con que los asesinaron en su propia capital a cuenta de no gustarles las costumbres mexicas. Pueblo que apareció en el radar de la historia al tener que salir cagando leches después de que un rey local se tomara a mal que, al enviarles una princesa para matrimonio, decidieran que era mejor sacrificarla a sus dioses depellejándola viva, quedarse con el pellejo y mandar el resto de vuelta a su padre. Históricamente, los mexicas eran muy de hacer amigos...Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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(SIC)
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
ERC aún sigue homenajeando a día de hoy a dos criminales como los hermanos Badía, a cuyas víctimas nadie ha pedido perdón, pero aquí tenemos al ex secretario genera del partido exigiendo a España que se disculpe por sucesos acaecidos hace 500 años. Es maravilloso.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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(SIC)
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
HOYGAN, ¿y a éstos quién les pide perdón?
https://es.statista.com/estadisticas/13 ... omicidios/
Porque los aztecas ya no existen, ni sus hijos, nietos, bisnietos o tataranietos. Pero las familias de los centenares de miles de asesinados (se dice pronto) están vivitas y coleando, y aún ningún gobierno mexicano se ha disculpado no ya por haber permitido que se asesine impunemente a sus seres queridos, sino por haber convertido a México en un narcoestado mientras se dedican a pedir cuentas a otros países por lo que sucedió hace 500 años.
https://es.statista.com/estadisticas/13 ... omicidios/
Porque los aztecas ya no existen, ni sus hijos, nietos, bisnietos o tataranietos. Pero las familias de los centenares de miles de asesinados (se dice pronto) están vivitas y coleando, y aún ningún gobierno mexicano se ha disculpado no ya por haber permitido que se asesine impunemente a sus seres queridos, sino por haber convertido a México en un narcoestado mientras se dedican a pedir cuentas a otros países por lo que sucedió hace 500 años.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Otro que tal baila.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑12 Oct 2024 13:22ERC aún sigue homenajeando a día de hoy a dos criminales como los hermanos Badía, a cuyas víctimas nadie ha pedido perdón, pero aquí tenemos al ex secretario genera del partido exigiendo a España que se disculpe por sucesos acaecidos hace 500 años. Es maravilloso.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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(SIC)
Un "y tu más" de libro en este tema es una excusa muy burda.
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
No sabes distinguir entre señalar la hipocresía de quien acusa a otros de un "y tú más". Pero en fin, tampoco te voy a pedir que entiendas tales sutilezas.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 14:35Otro que tal baila.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑12 Oct 2024 13:22ERC aún sigue homenajeando a día de hoy a dos criminales como los hermanos Badía, a cuyas víctimas nadie ha pedido perdón, pero aquí tenemos al ex secretario genera del partido exigiendo a España que se disculpe por sucesos acaecidos hace 500 años. Es maravilloso.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
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Un "y tu más" de libro en este tema es una excusa muy burda.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
El "y tu mas " siempre es hipocrita, eso de pretender negar o minusvalorar lo malo que hace uno con lo malo que hace a quien se lo haces es un ejercicio ademas de hipocrita, fatuo.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑12 Oct 2024 15:23No sabes distinguir entre señalar la hipocresía de quien acusa a otros de un "y tú más". Pero en fin, tampoco te voy a pedir que entiendas tales sutilezas.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 14:35Otro que tal baila.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑12 Oct 2024 13:22ERC aún sigue homenajeando a día de hoy a dos criminales como los hermanos Badía, a cuyas víctimas nadie ha pedido perdón, pero aquí tenemos al ex secretario genera del partido exigiendo a España que se disculpe por sucesos acaecidos hace 500 años. Es maravilloso.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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Un "y tu más" de libro en este tema es una excusa muy burda.
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
No está argumentando un ytumás.....sino las incongruencias de ese supuesto perdón.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 12:48Un "y tu más" de libro en este tema es una excusa muy burda.Ver citas anterioresNowomowa escribió: ↑12 Oct 2024 11:33Ya de paso todos los indios no mexicas han de pedir perdón a los mexicas por la saña con que los asesinaron en su propia capital a cuenta de no gustarles las costumbres mexicas. Pueblo que apareció en el radar de la historia al tener que salir cagando leches después de que un rey local se tomara a mal que, al enviarles una princesa para matrimonio, decidieran que era mejor sacrificarla a sus dioses depellejándola viva, quedarse con el pellejo y mandar el resto de vuelta a su padre. Históricamente, los mexicas eran muy de hacer amigos...Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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(SIC)
No dice, no pido perdón porque yo no se quien la lío mas gorda
No
Dice que no tiene sentido pedir perdón a las comunidades indígenas por la conquista porque básicamente la conquista fue un proceso protagonizado por una guerra entre comunidades indígenas
Viene a decir que la conquista de Cortés sobre los aztecas (que es de lo que está hablando el Ridau este) fue visto por la MAYORÍA de las comunidades indígenas de la época mas cómo algo positivo que negativo.
Cuando las fuerzas de Cortés fueron masacradas y derrotadas por los aztecas tras la noche triste, estos corrieron a esconderse en las tribus afines....el lider azteca Cuitlauac mandó emisarios a estas, sobre todos a los Txlacaltecas para aliarse y así exterminar a los españoles
Estos les dijero que un huevo de pato, que iba a ser que no
Y no solo acogieron a los españoles, les dejaron reconstruirse, `pues venían hecho mierda , sino que pusieron a su disposición un inmenso ejercito indígena para la conquista de la capital azteca y acabar definitivamente con la opresión de estos últimos.
Igua con otros pueblos de la meseta central y el golfo de México
¿A quien se debe de pedir perdón según Ridau? LA conquista de TEnochtitlan fue protagonizada por mayoritariamente un ejercito indígena?
¿Quienes a quienes?....porque había cómo 50 indígenas masacrando aztecas por cada español
saludos
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Y dale....Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 19:22El "y tu mas " siempre es hipocrita, eso de pretender negar o minusvalorar lo malo que hace uno con lo malo que hace a quien se lo haces es un ejercicio ademas de hipocrita, fatuo.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑12 Oct 2024 15:23No sabes distinguir entre señalar la hipocresía de quien acusa a otros de un "y tú más". Pero en fin, tampoco te voy a pedir que entiendas tales sutilezas.Ver citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 14:35Otro que tal baila.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑12 Oct 2024 13:22
ERC aún sigue homenajeando a día de hoy a dos criminales como los hermanos Badía, a cuyas víctimas nadie ha pedido perdón, pero aquí tenemos al ex secretario genera del partido exigiendo a España que se disculpe por sucesos acaecidos hace 500 años. Es maravilloso.
Un "y tu más" de libro en este tema es una excusa muy burda.
Que no es un ytumás...es la respuesta lógica a quien comienza un texto diciendo...."Es tan fácil pedir perdón..."
Lo lógico es preguntarle un "---Y si es tan fácil , usted porqué no lo hace"
Es cómo si voy al dietista y me encuentro un señor de 150 kilos...pues cuando me diga que es fácil perder peso y es bueno perder peso , pues me plantea serias dudas y muchas preguntas
Saludos
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Buen artículo el de este historiadorVer citas anterioresEl Sopapo escribió: ↑12 Oct 2024 10:11 Hispanidad y perdón
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”
El azar ha querido que mientras terminaba la lectura de la que quizás es la más canónica biografía de Hernán Cortés, de Esteban Mira, y a pocos días de la conmemoración del día de la Hispanidad, haya estallado la polémica sobre la no invitación al Rey de España a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda de que Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, puesto que lideró a primeros del siglo XVI la expedición que, con el objetivo de “conquistar” y evangelizar –hoy diríamos que de usurpar un imperio legítimo– puso punto y final a la confederación mexica para convertirla en la Nueva España.
Claro que Hernán Cortés fue un hombre de su tiempo, por lo que sus actos deberían entenderse en su contexto histórico. Éste es el problema que me suscita la doctrina de la cancelación. Otra cosa es que hoy en día preferimos destacar, por encima del ardor guerrero –como hacía el franquismo el “día de la Raza”–, otros valores como la humanidad, la indulgencia o la paz. Por lo que no debería acomplejar a nadie pedir perdón por las atrocidades o el dolor causado por nuestros antepasados. Desmanes que nadie puede poner en duda si atendemos al relato del propio Cortés en sus 'Cartas de Relación', por no hablar de los escritos de denuncia del padre Bartolomé de Las Casas, en los que se explican las animaladas cometidas por Cortés y sus huestes en Cholula o en Tenochtitlan, al parecer de una brutalidad estremecedora. Hoy en día, anteponer el celo de los “conquistadores” por dar gloria a la Corona de España o divulgar la fe cristiana, como hacía la historiografía clásica preliberal y predemocrática española, se nos antoja un despropósito.
La cuestión es que España tiene pendiente todavía ahora una petición de perdón, formulada por un Estado, por los abusos cometidos por Hernán Cortés. No en vano éste encabezó la “conquista” en nombre de la Corona española. Lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2019. Ya en su día, este reclamo provocó una inusitada indignación por parte de las autoridades españolas, que no tuvieron en cuenta que se trataba de una demanda ampliamente compartida por el pueblo mexicano, como reveló una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señaló que el 50,1% de los ciudadanos estaba de acuerdo.
La petición de AMLO, que envió una carta al rey Felipe VI, sugería realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel, encaminada a que “el Reino de España expresara de forma pública y oficial el reconocimiento por los agravios causados” durante la “conquista” de hace 500 años. La Casa Real no se dignó ni a contestar y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, que rechazó tal planteamiento en tono más bien áspero. Y ese es el punto de ignición del reciente conflicto diplomático provocado por la no invitación al Rey a la toma de posesión de la nueva dignataria mexicana.
AMLO también hizo la misma petición de perdón a los pueblos originarios de México al Papa, por la complicidad de la Iglesia. Y el papa Francisco lo pidió en 2015, durante una visita a Bolivia: “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, aseveró. Al igual que el presidente francés Emmanuel Macron por las atrocidades de la guerra de Argelia, pese a las iras de los pied noirs. O los sucesivos cancilleres alemanes que se han esforzado por mostrar contrición por la responsabilidad vergonzosa de su país durante el Holocausto. Incluso los siempre orgullosos y muy colonialistas británicos lo hicieron con el pueblo kikuyu de Kenia, por los abusos a los que fueron sometidos en los años 1950 durante la campaña contra la guerrilla Mau Mau, aunque no han dicho nada todavía de los desastres de Tasmania, Jamaica, Irlanda, Irak, Malasia, Afganistán, África o India. Incluso Recep Tayyip Erdogan, cuando era primer ministro turco, pidió disculpas a los descendientes de los armenios masacrados por las tropas otomanas durante la Gran Guerra. Y Japón por los numerosos atropellos cometidos en Asia durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Corea del Sur, Brimania, Filipinas o Indonesia, llegando a pagar en tiempos recientes cuantiosas indemnizaciones por las mujeres esclavizadas en Manchuria.
¿Tanto cuesta pedir perdón? La actitud española, además de incomprensible, es una mezcla de rancio orgullo patrio y de reaccionarismo por parte de quien se muestra todavía hoy comprensivo e indulgente con las atrocidades de la “conquista”; por parte de quien se cree que estos pueblos le deben estar agradecidos por su aportación al desarrollo y civilización. Se impone una rectificación.
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna ... 25938.html
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(SIC)
....Ah ....bueno...que no es historiador, sino un politicucho demagogo de ERC...
Amen de las tonterías que dice, y las conclusiones que saca entorno a la conquista de HErnan Cortés, cómo las que ya he expuesto en respuesta anteriores ....es que ni siquiera se ha leido la carta de AMLO
Siendo AMLO un demagogo y un oportunista miserable, su carta efectivamente planteaba las cosas en un modo mucho mas racional de lo que dice este señor. No hablaba de pedir perdón a Mexico...PORQUE ES ALGO ESTÚPIDO EN SI MISMO
No hablaba de pedir perdón a los aztecas....porque no existen,,,,fueron masacrados. Básicamente por los otros pueblos indígenas...que entre el invasor azteca y el español, optaron por el segundo
Hablaba de pedir perdon a una serie de pueblos....por ejemplo a los Mayas...de cuya conquista no tuvo que ver Hernán Cortés que solo estuvo de paso por sus tierras
Así que se la leido no se que biografía de Hernan Cortés y no se ha enterado una mierda de nada
Que repito...la carta de AMLO, es una cuestión oportunista, que opino debía de haber sido educadamente declinada (aunque dudo que sirviese de gran cosa) , que tiene fines de política interna Mexicana y España tiene derecho a no querer participar en esas movidas
Pero antes de opinar el tal Ridau que creo es jurista, debería de saber de que coño se está hablando.
De todos modos Sopapo, si le pido que imite a dicho articulista y se anime a leerse esa biografía de Cortés o alguna otra obra sobre ese periodo histórico con la mente abierta para poder formarse una mejor idea de la historia mas allá de sus prejuicios forjados a base de eslóganes, viñetas chuscas y dibujos animados.
Verá que todo es mucho mas complejo que una historia de guenos mu guenos y malos mu malos.
saludos
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Lo Cortés no quita lo Cuauhtémoc
…
Lo dijo una vez el filósofo Odo Marquard, todos estos implacables tribunales de la historia buscan en realidad exonerarse, convirtiéndose en fiscales evitan ser ellos mismos juzgados. La lucha contra los males del pasado no solo sale muy barata, sino que, entreteniéndose en ella, se evita uno tener que pronunciarse sobre los mucho más engorrosos males de la actualidad. Cuando los populistas quieran dirigir nuestra atención sobre el pasado, no debemos apartar la mirada del presente. ..
https://theobjective.com/elsubjetivo/op ... temoc/?amp
…
Lo dijo una vez el filósofo Odo Marquard, todos estos implacables tribunales de la historia buscan en realidad exonerarse, convirtiéndose en fiscales evitan ser ellos mismos juzgados. La lucha contra los males del pasado no solo sale muy barata, sino que, entreteniéndose en ella, se evita uno tener que pronunciarse sobre los mucho más engorrosos males de la actualidad. Cuando los populistas quieran dirigir nuestra atención sobre el pasado, no debemos apartar la mirada del presente. ..
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Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
Que dice Edison que un artículo de opinión es un bulo, tiene artículos de lodiario que así lo demuestran.
El nybel maribel.
El nybel maribel.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Hoy día importa más el quién que el qué, lo que se dice que lo que se hace, y quién lo dice que lo que se dice.
Re: Presidenta de México no invitó a Felipe VI a su asunción por no responder sobre los “agravios” de la conquista
A ver la referencia me ha venido de un podcast de iVoox q escucho a veces llamado La contrahistoria. No está en mi línea ideológica el autor pero a veces lo escucho.
Efectivamente el enlace es a un artículo de opinión de un historiador.
Edison leeré el artículo que no es malo aunque el soporte no sea de tu agrado.
Efectivamente el enlace es a un artículo de opinión de un historiador.
Edison leeré el artículo que no es malo aunque el soporte no sea de tu agrado.