Cuando algo que le contestan lo dejan con el culete al aire, lo bloquea, creyendo así, puerilmente, que zanja el tema como vencedor indiscutible de la contienda.
Como buen socialista, acalla a los suyos con nuevas inversiones y gastos inverosímiles de millones de euros. No conoce otra forma de congraciarse de la parroquia... con todas las parroquias, menos con la extremeña, a la que engañó diciendo que le ponía un AVE, y resultó ser un Alvia.
Lo que me preocupa no es eso, ya sabemos que la zorra cambia de pelo, pero no de maña; lo que me preocupa es que las parroquias izquierdistas siempre actúan de la misma manera: aplauden una cosa, y la contraria, aunque les hayan mentido, o aunque les perjudique.
