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El Gobierno ha retirado esta mañana la ley del Suelo ante la posibilidad de cosechar su segunda derrota parlamentaria en tan solo 48 horas. El PP sopesaba seriamente tumbar esta refoma promovida por la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) y por numerosos ayuntamientos y demandada por los empresarios y el sector inmobiliario. Y su apoyo era absolutamente necesario. El pleno del Congreso debatía a primera hora de esta mañana la proposición de ley y, ante el riego de que acabara cayendo, el Ejecutivo ha optado por retirarla. Este martes ya no pudo tramitar la iniciativa para abolir la prostitución y multar a los puteros, porque las diferencias con Sumar y la falta de respaldo de otros grupos de la mayoría parlamentaria convirtieron en imprescindible el voto de los populares. En Génova había ganado fuerza la opción de sacrificar la modificación de la ley del Suelo para acentuar la "debilidad parlamentaria" de Sánchez justo el día en que arranca la campaña del 9-J. Génova aún no ha fijado el sentido del voto, pero Feijóo tiene en su mano propiciar otro fracaso del Ejecutivo en una semana. Este elemento está resultando decisivo en la deliberación interna sobre la posición final de los populares. "No estamos aquí para salvar a Sánchez", inciden también fuentes parlamentarias.
En la cúpula del PP no son ajenos al hecho de que esta normativa es una de las demandas históricas del sector inmobiliario y que proviene precisamente de una ley del último Gobierno de Mariano Rajoy. A principios de mayo, la vicesecretaria popular de Desarrollo Sostenible, Paloma Martín, anunció además la intención del partido de presentar enmiendas "de gran calado" a la reforma para mejorarla. Pero la opción que ahora planea sobre Génova es no llegar siquiera a ese trámite y apoyar los vetos registrados por los socios del Ejecutivo.
¿Qué ha cambiado en las últimas semanas? "Que estamos en una guerra total", responde un vicesecretario de Génova. Por si el clima permanente de tensión electoral no fuera suficiente, la polarización ha escalado a la cota máxima entre Gobierno y oposición por la crisis diplomática abierta con Argentina y el marcaje del PP a Sánchez por las actividades de Begoña Gómez. A la espera de una decisión definitiva sobre el debate a la totalidad de la ley, fuentes de la dirección popular inciden en que es Sánchez el que ha dinamitado todos los "consensos" con Feijóo, y que este tiene ahora en su mano ayudar a visualizar que "este Gobierno hace agua por todas partes" ante el "abandono" de sus socios.
Aunque la interlocución global entre el Ejecutivo y el PP es inexistente, los socialistas sí confiaban en un acuerdo para cambiar la Ley del Suelo y evitar la nulidad de los planes urbanísticos por errores de carácter formal, que puedan ser subsanables. Pero también esperaban el martes que el PP permitiera la tramitación de la ley contra el proxenetismo, porque en la anterior legislatura votaron a favor, y no sucedió. Fuentes del Ejecutivo explicaron en la tarde de ayer que desconocían todavía qué hará finalmente el PP. El Ministerio de Vivienda ha "negociado" con los grupos y "esperamos el apoyo de todos para trabajar y avanzar en el trámite parlamentario y estamos abiertos a hablar de cualquier mejora". El Gobierno se abre así a negociar enmiendas parciales con los populares para alcanzar un pacto. De hecho, incluso ha renunciado a colar ahí la eliminación de la 'golden visa' por inversión inmobiliaria, para propiciar el consenso.
Nerviosismo entre los empresarios y el sector inmobiliario
En el mundo empresarial, hay un auténtico estupor ante la posibilidad de que el PP termine votando en contra de la ley del Suelo. La noticia cayó este miércoles como un auténtico jarro de agua fría en la primera jornada del SIMA, la gran feria del sector, donde corrió como la pólvora. Hasta entonces, los empresarios confiaban en que al menos se abstuvieran. De ahí su sorpresa cuando, en un corrillo y otro, se fue extendiendo la sensación de que los de Feijoó pueden tumbar la ansiada normativa. La ley del Suelo está llamada a ser la columna vertebral de todas las actividades de gestión y desarrollo de suelo. La falta de esta materia prima es uno de los grandes cuellos de botella que sufre el mercado inmobiliario patrio, carencia que está impidiendo la promoción de vivienda a precio asequible.
El desarrollo y la gestión del suelo es lo que permite transformar un terreno rústico en urbanizable, una tediosa labor que ha terminado convirtiéndose en imposible. El motivo principal es la falta de seguridad jurídica, ya que con el marco legal actual es prácticamente imposible tramitar con celeridad un planeamiento. "Si el PP se opone, lo único que conseguiremos será tener todavía más inseguridad jurídica, porque hasta ahora podías decir que no te podías fiar del PSOE, pero ya tampoco podremos fiarnos del PP", dicen desde una inmobiliaria. A la espera de lo que haga el grupo popular, el rechazo de Sumar a la ley del Suelo ha provocado también fricciones en el Ejecutivo de coalición. Los de Yolanda Díaz buscan diferenciarse con un discurso en contra de un "modelo de especulación de la construcción". La vicepresidenta asegura que tanto este disenso como el que han tendido contra abolir la prostitución estaba pactado con Sánchez. Fuentes del PSOE lo matizan en el caso de la votación de este jueves. "No nos avisaron en la reunión entre los dos partidos de la coalición", señalan. "Sólo en el Consejo de Ministros comentaron algo", añaden, pero sin dar a entender que votarían en contra.