Elon Musk despide a los principales directivos de Twitter tras tomar el control de la red social

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Shaiapouf
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Re: Elon Musk despide a los principales directivos de Twitter tras tomar el control de la red social

Mensaje por Shaiapouf »

Que las RRSS desde hace un tiempo estén rentando mucho menos, como parte de un proceso normal en cualquier sector económico, me parece que era algo que Musk tenían previsto y más o menos manejaba (digo, si lo sabíamos en SEP, dudo que su círculo de asesores no lo manejase). Que rentabilizar la plataforma sería un caldo de cultivo para conflictos con proveedores, clientes, empleados, gobiernos y personas en general, también, que a lo anterior se añade la polémica figura de Elon Musk y que la misma muy probablemente hostilizara aún más el debate en cuestión, también. Todo esto ocurre ahora: rentabilizar una plataforma que lleva años perdiendo dinero y cuyo modelo "tradicional de negocio" está a topo, pero modificar eso, como todo en esta vida capitalista implica romper con lo establecido culturalmente en esa empresa y ello también conlleva resistencia, todo eso creo que habría sucedido con Musk y cualquier empresario (insisto, lo que ocurre con Musk en buena medida pasa porque es una persona que, o es admirada, o es detestada, casi que no hay punto medio).

La clave de Twitter a estas alturas, con diferencia de IG, Fc o alguna otra, es su capacidad de influir en las opiniones y en el debate público a través de pequeñas y casi imperceptibles políticas de moderación y/o administración en sus comentarios.

Primero porque a mi parecer, Twitter es una evolución de los foros en este mundo globalizado.

Esta evolución tiene un comportamiento idéntico con otras como la música, el arte o la culinaria. Pero a un nivel mayor.

Antes, lo que ocurría cuando se entrecruzaban diferentes espacios y se mezclaban por el crecimiento económico (la globalización de antaño), era que viejos procesos de creación y trabajo quedaban obsoletos pues, en términos competitivos, perdían. La clave es que muchas veces lo competitivo (es decir, lo que arrasa en el mercado) no tiene ni guarda vínculo con lo que es mejor en calidad. Por eso, por más que antiguamente en un pueblo de Extremadura se fabricasen los muebles más duraderos y bonitos, si los muebles made in Barcelona eran más asequibles y accesibles, entonces los primeros pasarían a la historia.

Con la cultura pasó un poco parecido pero no al mismo nivel, pues, por más que se globalicen los muebles o los electrodomésticos, hasta hace muy poco las opiniones, los debates, el conocimiento mutuo no traspasaba las fronteras nacionales, por ello la construcción cultural artística, musical y también filosófica era hasta cierto punto, muy propia a su zona. Internet vino a romper con esa estabilidad y armonía.

Con internet, en un plazo de 10 años, ya no éramos desconocidos entre sí, ahora todos casi que nos conocemos: pasamos recuperando contacto con los viejos compis del instituto a tener seguidores en RRSS de Europa, América y hasta de Asia. Ahora podemos ver y comentar lo que opinen los saudíes o los japoneses sobre su política nacional e internacional, esencialmente la cultura está pasando por un proceso similar al que previamente han pasado otros productos y servicios. Por ejemplo a nivel musical, a los cantantes ahora se les paga por reproducción en plataformas como Spotify, lo que implica que canciones de 9 min como las clásicas de Queen son impensables. Nos uniformamos y perdemos calidad, y esta uniformación tiene un sentido estrictamente competitivo: un artista que cree un disco con 10 canciones de 10 minutos tendrá las de perder frente a uno que, con el mismo público, que lo haga con canciones de 2 o 3 minutos.

Toda esta vuelta es para dejar en claro por qué, para mí, Twitter es esta evolución de lo que en su momento fueron los foros (porque SEP es una excepción honrosa), los grupos de MSN y todas esas páginas que permitían el intercambio de opiniones sobre diferentes y diversos temas pero con dos limitantes: el idioma, y el no -paradójicamente- límite de caracteres. Con excepciones, en general los foros tenían como regla el desenvolverse en un solo idioma, y el hecho que muchas personas con cierto grado de especialización o interés participase en estos implicaba largas discusiones de tochos muchas veces infumables, cuestión que al común del ciudadano por diferentes motivos no le interesa ni le va a interesar, sin embargo eso no significa que no le interesase discutir, lo que no le interesa es la "poca capacidad de síntesis" en tales discusiones. Twitter vino a solucionar ambos problemas más que cualquier otra plataforma pues, además de agrupar a millones de individuos de diferentes países, culturas y continentes, limitó los caracteres.

Twitter era, comparativamente hablando a foros, blogs y artículos de diarios, muchísimo más competitivo en el campo de ofrecer espacios para la discusión.

Pero Twitter no solo amplió la discusión, del mismo modo que YouTube, Spotify, Netflix, y otras plataformas han ampliado exponencialmente la oferta cultural, también la han uniformado y en muchos términos degradado en calidad, en el caso de Twitter igualmente hubo un crecimiento exponencial de la cantidad (ahora el debate público es muy superior al de cualquier era en la historia de la humanidad al punto que ahorita mismo si quiero puedo discutir de política con un japonés sin siquiera saber japonés pues encima, estas plataformas tienen la herramienta de traducción habilitada), pero se redujo enormemente la calidad del debate (¿qué clase de desarrollo en las ideas se puede dar con 200 o 300 caracteres como limitantes? Está bien, existen los hilos, pero son comparativamente a cualquier tocho, pequeñísimos; sí que ahora puedo discutir con un japonés sobre cualquier cosa, pero seguramente esa discusión será un simple intercambio de ideas simples y sin desarrollo). ¿Cuál es el problema de esto? Que Twitter es a la vez tan masivo y de un nivel tan pobre (no lo digo yo, lo dicen sus principales figuras), que cualquier persona con un número decente de seguidores (digamos, sobre los 10.000) puede generar opinión colectiva, si a esto sumamos la capacidad del dinero para inflar el número de seguidores e interés político, es claro que Twitter se ha convertido en una plataforma clave que genera opinión pública, y lo peor es que esa opinión en muchos sentidos puede estar más manipulada que lo que ocurría hace 15 años (es mucho más fácil colar un fake news por ejemplo). Lo más grave es que se genera un círculo vicioso cuando los políticos usan a Twitter como referencia política, pues a la vez que Twitter construye opiniones muchas veces manipuladas, también sirve de referente para sus políticos.

Twitter si no sirve para ganar dinero porque el negocio de las RRSS está tocando techo, sí que sirve más que Facebook, Instagram o YouTube para generar opinión. Una opinión mucho más pobre que la de aquellos formados discutiendo en foros o en las páginas de El País, pero muchísimo más masiva, y por ende, importante.

Que Elon Musk decida levantar el ban a Trump no es solo una cuestión empresarial, es ante todo una cuestión política.

Lo fundamental de todo esto no es que Musk pierda dinero, eso hasta quizás lo tenga visto, lo importante es que a sabiendas de lo anterior, el objetivo real detrás de todo es político, no económico.

Como van las cosas, bastará con cambiar con la política de moderación en TW para que el ambiente político que en Estados Unidos ya está cambiando, termine definitivamente de cambiar. Y como sabemos, si cambia en EEUU, cambia en todo "occidente".

Saludos.
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