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gálvez escribió: ↑06 Nov 2020 12:551) Que no joder...no es un proyecto político. ¿Digame cuantos diputados tiene....a cuantas elecciones se presenta....?
Es una confesión religiosa, que cómo toda confesión religiosa tiene sus conceptos morales y sus tabues. Otra cosa es que existan gentes de confesión religiosa que pretenda imponer sus modelos morales en la sociedad ejerciendo la política....pero que existan grupos provida o democracia cristiana, no quiere decir que el cristianismo sea un proyecto político.
Veamos, por ejemplo, los siguientes hechos: Irán, que tiene un proyecto político propio, la teoría de la
wilayat faqih, rivaliza políticamente con Arabia Saudí, que tiene el suyo propio, basado en la doctrina wahabí, que a su vez rivaliza con el proyecto político de los Hermanos Musulmanes, apoyado por Turquía, que a su vez rivaliza con la doctrina estilo Opus Dei de Güllen. ¿Qué proyecto político representa, entonces, el Islam, según esta gente? Cuando Asturtick descubra en uno de sus frecuentes viajes a la Wikipedia que Arabia Saudí financia a los partidos de la derecha cristiana libanesa entrará en colapso, como ya entró cuando descubrió que Irán es un país cercano a Armenia mientras que Israel es un aliado de Azerbaiján. ¿Dónde está el proyecto político musulmán?
Ya en el primer siglo del Islam, los chiíes se separaron de los suníes por desacuerdos sobre el modelo de organización político-religiosa, con una visión de sucesión hereditaria, en la que el poder político procede directamente de Dios (similar a la de los reinos cristianos de la época), enfrentada con una visión según la cual el líder político debe de ser elegido por consenso. Antes de este famoso cisma, los ibadíes ya se habían escindido. Todavía viven y son mayoritarios en Omán, país musulmán que, como Singapur, no ha sufrido ningún atentado, pero del que los Jano Garcías de la vida no han ido ni hablar. La realidad es compleja, el mundo musulmán es enormemente complejo, pero los islamófobos no tienen la cabeza para muchos detalles ni matices: quieren mantras y eslóganes simples para justificar su miedo al vecino que tiene un color de pie diferente y, posiblemente, un pene más largo que el suyo, algo que, como Asturtick ha dejado sobradamente demostrado, les hace vivir con un doble terror: el terror de que un día ese vecino les dé por culo y el terror, mucho más humillante para ellos, de saber íntimamente que es muy probable que les guste.
Artículo 183 CP: "1. El que realizare actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años, será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis años."