Los lameculos(leido por ahí)Ver citas anterioresblanca escribió: ↑04 Ago 2020 22:46 INTERESANTE ARTICULO, "LEIDO POR AHÍ"
"YO ACUSO"
Me atrevo a tomar prestado, sin permiso, el título más famoso de la historia del periodismo, escrito por Emile Zola hace más de 100 años, sin otra legitimidad que la de un español a pie con más de 50 años de experiencia internacional. Y que asiste indignado y dolido por la injusticia que se está cometiendo con el Rey Juan Carlos I, el daño para su Persona, para la Corona, para España y los españoles.
Yo acuso al Gobierno de España de graves faltas de lealtad con el Jefe del Estado a lo largo de los últimos años, con actuaciones, afirmaciones, comentarios, ausencias y suplantaciones en las que prevaleció junto a las faltas de respeto el menosprecio al papel que le corresponde en la Constitución.
Yo acuso al Gobierno de Sánchez e Iglesias de intentar llevar a España hacia una República, no utilizando la vía prevista en la Constitución sino por la de desacreditar la Monarquía de cualquier manera.
Yo acuso al Gobierno actual de realizar una presión en todos los frentes tendente a forzar la salida (expulsión?) de España del Rey Juan Carlos, sin que exista sobre Él no ya una sentencia condenatoria, ni siquiera imputación de ningún tipo, todo ello como condición necesaria para seguir tolerando la Monarquía Constitucional en España.
Yo acuso a tantos y tantos políticos, exministros y líderes de la Transición, incluidos expresidentes del Gobierno, con la excepción ejemplar de Felipe González, que han permanecido con los labios cerrados ante tantos agravios durante esta fase de linchamiento. Demasiados silencios,
propios de estos tiempos faltos de compromisos. Y me atrevo a lamentar el silencio del mundo académico e intelectual, tan influyente en la creación de opinión y que debería haber sido consciente del enorme daño al prestigio de España tan necesario en el mundo de la competencia que ha supuesto la irresponsable expansión de tantos rumores y juicios paralelos.
Yo acuso a tantos empresarios y altos directivos que han visto acompañados sus esfuerzos por hacer grandes sus empresas por la acción y presencia del Rey, gran embajador de España, abridor de mercados, siempre dispuesto a ayudar a empresas grandes o pequeñas y generador del clima necesario para que ellos, sus empresas y productos fuesen aceptados en mercados que nunca pudieron imaginar. Como dejó dicho Martin Luther King “no me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética; lo que más me preocupa es el silencio de los buenos. No solo somos responsables de lo que hacemos, sino de lo que no hacemos, de lo que no defendemos y de lo que callamos”.
Yo acuso de forma muy significativa a los responsables de las empresas integrantes del consorcio adjudicatario del contrato más grande jamás ejecutado por España: el tren de alta velocidad entre la Meca y Medina (en Arabia Saudí), referencia tecnológica sin par, y motivo de orgullo para todos los que ahí han participado y que ha permitido obtener otros importantes concursos internacionales. La campaña montada contra el Rey arranca de la falsedad de que pudo haber percibido comisiones de hasta 100 millones de dólares por su intervención. Las comisiones en todo el mundo las paga el vendedor del producto o servicio para “animar” al comprador a tomar la decisión en su favor. Yo les acuso de no haber salido individualmente o como consorcio afirmando con toda nitidez que ellos, los vendedores, no pagaron ni al Rey ni a ninguna persona de la administración española cantidad alguna, lo cual hubiera servido para evitar desde el principio todas las calumnias y falsas informaciones.
Yo acuso a todos aquellos medios de comunicación que sin pruebas ni rigor alguno, pero con ensañamiento y deleite han hecho programas especiales, donde sistemáticamente se ha negado la presunción de inocencia y rara vez se ha utilizado la palabra “presunta” al referirse a las acusaciones.
Yo acuso finalmente a Pedro Sánchez y su Gobierno de una conducta innoble, carente de toda objetividad, moderación y buen criterio (cualidades que precisa todo buen gobernante) para forzar una expulsión de su país de un ciudadano que tanto ha hecho desde su juventud al servicio de España. Con éxito y reconocimiento mundial como protagonista de la mayor transición a la democracia y desarrollo social, económico y político en ningún país del mundo occidental.
Yo me acuso personalmente de no haber sido capaz de luchar con más acierto por evitar un atropello como el que se está cometiendo con alguien al que tanto debemos.
La Historia nos juzgará a todos.
Carlos Espinosa de los Monteros.
Abogado, Técnico Comercial y Economista del Estado Magnífico artículo de Carlos Espinosa de los Monteros
Toda la vida han existido y siguen existiendo alrededor de los personajes famosos, influyentes o muy adinerados, grupos de personajillos que a modo de alegres palmeros jalean todas las actuaciones del “capo”. No todos pretenden conseguir las mismas cosas de aquel a quien acompañan mañana, tarde y noche aunque caigan chuzos de punta, que de todo hay, pues algunos no buscan ir más allá de disfrutar de una “fameja” tan vanidosa como efímera a costa de sus palmadas. Pero hay otros que tienen más “pitones” y que son por tanto más peligrosos. De todos ellos la cara más infame de esta especie de “clá “que pulula en todos los estamentos sociales ya sean artísticos o políticos la componen los denominados en el lenguaje coloquial como los lameculos. El lameculos es ese tipejo que se muestra admirablemente adulador y servil entregado a una persona de manera desmesurada para crear la confianza de aquel a quien adula con el único fin de conseguir favores y rentas.
Un impresentable capaz de vender su dignidad anonadándose hasta el extremo para desde el suelo de su bajeza intentar sacar alguna migaja y después venderla a un precio exorbitado allá donde crea conveniente. El lameculos con su comportamiento mimético resulta en principio tan de fiar que acaba formando parte de la corte amistosamente íntima, de confianza suma de quien al final resulta despreciado y olvidado. Es el perfecto parásito que acaba confundiéndose con la víctima de la que vive. Lo peor del lameculos es que consigue permanecer tan agarrado a su presa que ésta no tiene fuerzas sicológicas para quitárselo de encima; es él, el lameculos el que decide desprenderse cuando la víctima carece ya de algo que esquilmar. Y cuando la ocasión lo requiera sacar a pasear la “húmeda” por los programas de algunas cadenas de televisión que solícitas ofrecen dinero fácil a estos fantoches para que muestren ante el público lo peor de ellos mismos. En la televisión o en nuestras calles.
https://www.miciudadreal.es/2013/08/29/los-lameculos/
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Mucha culpa de lo que esta pasando con Juan Carlos la tienen los medios, la clase poltica y todos los lameculos que mientras el rey comisionaba y montaba todo lo que pillaba, en vez de decirselo encima le lamian el cipote hasta provocar verguenza ajena.
Tal vez si en vez de tanta baba, le hubieran dicho la verdad el primer dia nada de esto hubiera sucedido.
Menudo fantoche ese tal Espinosa de los Monteros, tratando de emular a Émile Zola y su famosa carta, nada mas y nada menos para tratar de hacer bueno a un rey crapula, obsesionado con el dinero y con las mujeres, menudo ejemplo, y que atrevimiento por su parte.
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Un amigo del rey Juan Carlos asegura que tuvo relaciones sexuales con más de 1.500 mujeres
Pilar Eyre ha comentado en su blog de 'Lecturas' las "espectaculares e idílicas" vacaciones de los reyes en Mallorca
https://www.elplural.com/comunicacion/p ... _243859102