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Los Comuns, con Quim Torra
jordi Xargayó 13/10/2019 | 12:28
Cataluña es, probablemente, el país del mundo con más gente que se considera de izquierdas. Según una de las últimas encuestas del CIS, un 21% de los catalanes se considera de extrema izquierda y un 34,1% de izquierdas. Poco más del 5% de los catalanes cree que es de derechas (ultraderecha incluida). El último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) da unas cifras similares. Bueno, estos datos no son fruto de un estudio sociológico. Son encuestas en las que la gente responde lo que cree que es. Después, la realidad se encarga de desmentirlo. Cuando la gente vota, ya no es tan de izquierdas si tomamos como referencia que en los últimos 40 años todas las elecciones al Parlamento de Cataluña las ha ganado un partido de derechas (o de centro) y sólo ha dejado de gobernar 7 de los 39 años de autonomía (entre 2003 y 2010). De hecho, Cataluña y Euskadi son las dos comunidades autónomas del Estado donde se encuentra el mayor porcentaje de ciudadanos que se consideran de izquierdas. Y en el País Vasco la derecha nacionalista también ha ganado todas las elecciones y sólo ha dejado de gobernar durante tres años (2009-12).
El factor nacional distorsiona y confunde los conceptos clásicos de derecha / izquierda.
Pese a lo que digan las encuestas, o sea, lo que creen ser una inmensa mayoría de los ciudadanos, la izquierda, más allá de la socialdemocracia del PSC o de Federalistas de Izquierdas, prácticamente ha desaparecido del panorama político catalán. Esta semana, hemos visto como la supuesta izquierda de los comunes se ha alineado una vez más junto a Quim Torra. Primero, votando contra la moción de censura y luego votando contra una moción que pedía su dimisión. Es comprensible que los comunes no apoyaran a Ciudadanos, pero existen otras alternativas de voto (abstención, salir del pleno, etcétera) antes de dar un apoyo explícito a un presidente profundamente de derechas (tiene su derecho a serlo), sectario, que se encomienda a la justicia divina (teológica) por encima de la terrenal (democrática), que se considera un presidente-vicario y que ha renunciado a gobernar el país. En Europa occidental, es difícil encontrar similitudes de partidos de izquierdas que hayan apoyado presidentes tan de derechas como Torra, más allá de la ya frustrada alianza entre los ultraderechistas de la Liga del Norte de Matteo Salvini y el populista Movimiento 5 estrellas. Comunes y Podemos pregonan que «ni DUI ni 155», pero los hechos demuestran que siempre se han alineado junto a la DUI. Como esta semana, con Quim Torra. La única diputada en el Congreso que ha obtenido la izquierda (PSUC, ICV, Podemos, etc.) por la provincia de Girona desde las primeras elecciones generales de 1977, Marta Sibina, terminó su única legislatura, tras permanecer desaparecida durante dos años, votando junto al PP en los presupuestos del PSOE.
En las próximas elecciones generales, hasta cuatro formaciones que se consideran de izquierdas estarán lideradas por candidatos independentistas: ERC (Oriol Junqueres), comunes (Jaume Asens), Más País (Juan Antonio Geraldes) y CUP (Mireia Vehí). ¿Izquierdas profundamente nacionalistas? En Cataluña, todo es posible, pero, tal vez, se deberán revisar la mayoría de los tratados sobre el pensamiento político. Definitivamente, la supuesta izquierda ha desaparecido (o lo han hecho desaparecer) de la política catalana. Los últimos mohicanos del Parlamento fueron Joan Coscubiela y Lluís Rabell.