Ya lo dije antes, nadie quiere abrir la caja de los truenos, en derecho no hay nada "clarísimo", de ahí que haya juicios para que los jueces dictaminen interpretando las leyes.Ver citas anterioresjordi escribió:No estoy de acuerdo con este planteamiento. Creo que hay que regular antes que nada los "casos claros" para que nadie más corra el riesgo de acabar en la cárcel por "asesino". Después siempre hay manera de regular casos más complicados, según el desarrollo el debate en la sociedad. Empezar, por lo tanto, con una ley estricta y después, según conviene, ampliarla.Ver citas anterioreslátigo escribió:Es lo que vengo a explicar, que si la persona quiere morir, pues nada, se le da matarile y punto, el problema es lo otro y es donde realmente esta la polémica.Ver citas anterioresjordi escribió: Para personas inconcientes ya lo he indicado. Pueden aplicarles la eutanasía si de antemano han expresado explícitamente el deseo de morir si llegan a tal estado (coma de larga duración, graves daños cerebrales, etc).
Con un niño es difícil. Dependerá en buena parte de la edad. De un adolescente Podemos suponer que tiene la voluntad suficiente como para tomar este tipo de decisiones.
De todas formas, con o sin eutanasía, hay límites a lo que podemos considerar ético. Por ejemplo, ¿durante cuánto tiempo hay que mantener a un familiar que está en estado vegetativo sin siquiera poder respirar?
Para mi el debate es algo más profundo de lo que nos están vendiendo, por eso digo que yo estoy a favor de que se ayude a morir a quien quiere y no puede, lo que para mi es despenalizar esa acción y para eso no hace falta crear un ley de eutanasia donde podrían entrar muchos supuestos como los niños o las personas que no han dado consentimiento explicito pero están en condiciones deplorables.
Termino con una pregunta en general:
¿Sería eutanasia que unos padres quieran matar a su hijo recien nacido con problemas cerebrales y que morirá en 8-12 años?¿es bien para el bebé o para los padres?
Esta pregunta es a la que debemos contestarnos para saber si estamos dispuestos a una ley de eutanasia, no si Ramón Sampedro tenía derecho o María José Carrasco, esa es la pregunta fácil de contestar y en la que todos coincidiríamos o casi todos, lo complicado es la otra.
Quizá con despenalizar la ayuda sea suficiente, pero claro, igual esas "ayudas" llegarían a ser demasiado frecuentes y un simple consentimiento firmado para en un futuro no querer morir, se convierte en una carta blanca para que te maten.