Según la sentencia, se declara ilegal que los usuarios del repertorio estén representados en la junta directiva de la SGAE. El juez entiende que las editoriales —en este caso los principales sellos discográficos como Warner, Sony y Universal— no pueden ser clientes y negocio al mismo tiempo y que esta situación ilegal perjudica a los autores.
¿Podrá cambiar algo dentro de la SGAE, o seguirá todo igual a la larga?