Ver citas anteriores
DistinguidoBourdieu escribió:Ver citas anteriores
Baco escribió:Yo no entiendo una cosa. Si estais tan seguros de que el Estatuto andaluz esta fuera de la Constitución... porque no lo denuncia nadie? Asi, con los millones de independentistas que se crearan en Andalucía, ala catalana, sera mas facil destruir España
Creo haber detectado el origen de esta historieta en una de serie de artículos que se publicaron en la prensa en los años
previos a la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña.
En el recurso de inconstitucionalidad que presentó el PP se pedía la derogación de
130 artículos. Algunos de estos artículos coincidían con partes de los estatutos reformados en otras autonomías y que el PP no recurrió. Los titulares eran semejantes a: "El PP considera inconstitucionales artículos del Estatuto de Cataluña que da por buenos en los estatutos de otras autonomías". Sin embargo,
el TC solamente consideró inconstitucionales 14 de los 130 artículos impugnados por el PP. Aquí comienza una bola de nieve que, en una sociedad prisionera de la paranoia victimista, acaba convirtiéndose en que "los catalanes no nos vamos a olvidar de que la Constitución es distinta para los catalanes que para el resto de los españoles" (sic; PD: qué obsesión con los andaluces tiene este tío).
Como señalaba Javier Cercas en su ensayo "El impostor", la impostura de Enric Marco (el farsante que se hizo pasar por superviviente de los campos de concentración alemanes) fue posible porque la clase política y, en gran medida, la sociedad, demandaba un relato lacrimógeno y heroico sobre la resistencia española al fascismo que los auténticos resistentes no estaban en condiciones de ofrecer. De la misma manera, todos esos bulos que vemos triunfar en la sociedad catalana actual (los alemanes ponen un límites a las balanzas fiscales de los
länder, el derecho de autodeterminación reconocido por la ONU es aplicable a Cataluña, la Constitución es distinta para los andaluces que para los catalanes...) tienen éxito porque una mayoría de la sociedad catalana está pidiendo a gritos que les cuenten esas mentiras.
La parte en la cual hoy por hoy el estatuto de autonomía de Cataluña ha sido impuesto unilateralmente por el gobierno español a través del TC, sin refrendo del pueblo catalán y cómo eso deja sin legitimidad o bien la soberanía del pueblo de Cataluña o bien la Constitución española, como que la obviamos ¿eh?
Desde el momento en que la ley que rige la relación entre el Estado y la Autonomía, la reforma el Estado por vía unilateral (a través del TC), la Autonomía deja de ser válida, lo cual o bien niega la Constitución (porque se supone que la autonomía es algo y debería ratificar o rechazar lo que dice el TC) o bien niega que la Autonomía sea algo (lo cual a su vez, niega la Constitución, que afirma que la Autonomía es la forma que rige la relación entre el Estado y los distintos pueblos y regiones de España).
¿Por qué no se ha sometido a referéndum el Estatuto recortado? ¿Por qué no se ha intentado resolver este desaguisado constitucional? ¿Por qué cuesta tanto plantear que la Constitución es reformable y perfectible, y que desde 2010 es evidente que la cuestión territorial está tan mal resuelta que deja sin valor a la Constitución?
Insisto, los indepes se han ido por los cerros de Úbeda y están planteando un despropósito, pero sin la sentencia del TC no habría esta crisis, que a su vez es una agravación de la crisis territorial preexistente.
Porque a día de hoy, una cosa es cierta y segura: la inmensa mayoría de los catalanes no está de acuerdo con el modelo territorial, y si ese absceso que pudre la convivencia no se abre y sanea de una vez es por cobardía y pasividad de Madrid, en buena parte causada por los réditos electorales de jugar al "putea un catalán". Juego que han jugado a placer todos los partidos gobernantes, y que puede resumirse en la trayectoria que va del "los catalanes se van a enterar" (Alfonso Guerra, 1982) al "nos hemos cepillado el Estatut" (Alfonso Guerra, 2006), pasando por el "Pujol enano, habla castellano" (seguidores del PP, 1996).