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Cero07 escribió:
A mi parecer son dos acciones diferentes. Una es la personal, directa y cotidiana, para cambiar la realidad cercana, y otra la colectiva, representada en el voto, para modificar la realidad de todos de la única forma posible en una democracia representativa, esto es, consiguiendo una mayoría suficiente para legislar y gobernar o, al menos, para influir de forma determinante en la gobernanza de la nación.
Para alcanzar ese objetivo es necesario renunciar. No se puede ir, ni personal ni colectivamente, con un programa de máximos, no se pueden exigir garantías previas, hay que indagar en lo posible, olvidarse de la utopía y del todo o nada. Así lo veo yo y así lo ve la derecha, siempre lo ha tenido claro, y ha sabido aparcar las diferencias y aunar esfuerzos para conseguirlo.
La noche del 20-D va a ser muy frustrante.
Si, son dos acciones diferentes pero, en este momento, totalmente dependientes una de otra, al menos en mi caso, es lo malo de haber visto las cosas desde dentro.
En febrero, una gente de Podemos vino a hablar conmigo, querían que participara con ellos, para formar parte de una agrupación de electores para presentarse en las municipales. En mi ciudad hacía falta un cambio, eso era evidente, el caciquismo era brutal, el alcalde imputado por el caso Emarsa, concejalas que abandonaban los plenos para irse al Sálvame Deluxe con autobuses pagados por el ayuntamiento, una de las ciudades más caras de Valencia...
Decidí participar en tres asambleas y dije que no. Lo que ví no me gustó, gente asamblearia pensando en sí mismos pero luego hablando de sumar, su jodido lema. Yo vengo con una experiencia de 15 años participando en CGT, colectivo asambleario y, a través de ellos, en cantidad de reivindicaciones sociales con otros colectivos, también asamblearios como el colectivo Mujeres Libres, la Asamblea de Parados y Precarios, el sindicato de estudiantes SEPC y el Ateneo Libertario Al Margen, entre otros y aquello no tenía nada que ver con lo que yo conocía. Me desmarqué, no sé lo que votaría cuando llegara el momento pero no quería participar con ellos.
Algunos compañeros que formaban el grupo crítico seguían intentado implicarme porque las cosas se cambian desde dentro, me decían. Me pilló en un momento personal complicado, desconectar de todo lo que tenía encima me vendría bien y acepté colaborar puntualmente con ellos en temas como igualdad, violencia, dependencia y discapacidad y hacerles el video de campaña pero no quería implicarme más, no creo que deba perder tiempo intentando cambiar nada desde dentro si no hay voluntad real de cambio por la otra parte y darme de cabezazos contra paredes y puertas no me resulta productivo.
Llegó el momento de presentar candidaturas, primarias y eso, dejé que pasara el plazo sin hacerlo pero la ley de cuotas les impedía poder presentarse, necesitaban cinco mujeres para poder hacerlo y se me planteó un serio problema, estoy en contra de las cuotas, si la mujer no participa en política es porque no quiere, sus motivos tendrán pero mi jodida conciencia solidaria me impedía no echarles una mano. Accedí a ir de las últimas en la lista pero como ciudadana independiente, no quería implicarme con Podemos y un 30% de la candidatura estábamos en la misma situación, desde ese momento soy consciente de que adquiero un compromiso, ahora ya no puedo dejar que hagan lo que quieran, si apoyo algo es porque voy a pelear por ello y eso hice, desarrollé la parte del programa relacionado con el tema de violencia, en general, no sólo contra la mujer, que es el que ahora ha puesto en marcha el ayuntamiento, participé en el grupo de igualdad y el de comunicación, y obtuvimos tres concejales.
Al principio veía buena predisposición, la gente participaba, había que decidir si formábamos parte del gobierno local junto a Compromis, PSPV e EUPV o nos manteníamos en la oposición, en asamblea se aprobó formar parte del gobierno y en ese momento se crearon grupos de trabajo para tener control del cumplimiento de los acuerdos firmados en ese pacto de gobierno. En septiembre me nombraron portavoz del grupo de trabajo de comunicación, llevaba tiempo encargándome del diseño de la cartelería y del material audiovisual para su difusión por redes, en nuestro grupo de trabajo teníamos a una de los tres concejales, que desde el primer momento se limitó a entorpecer nuestro trabajo, cosa que prohíbe el código ético y sanciona con la expulsión, con lo que su acta de concejal también volaría porque los estatutos de la agrupación establecen la revocación de cargo electo por el incumplimiento de la normativa interna. El grupo de organización y coordinación contaba con otro de los concejales que hacía lo mismo, boicotear cualquier iniciativa, ya fuera la convocatoria de asambleas o la petición de incluir un punto en ella, por ejemplo, sobre el IBI, tema recurrente en campaña por los cuatro que ahora eran gobierno pero que ya no querían tocar porque supone un 52% de los ingresos del municipio, añadir que ni las propiedades de la iglesia ni el aeropuerto así como el campo de golf del recinto militar pagan ningún tipo de tributo municipal y hay vecinos que tienen un impuesto sobre bienes inmuebles de más de 600 euros. Eso es lo que algunos entienden por gobernar para el ciudadano.
El máximo órgano de gobierno es la asamblea, por debajo está la Coordinadora, formada por los tres concejales, el administrador de la agrupación y los portavoces de los cinco grupos de trabajo que se formaron, yo era una de ellas. El día 10 de este mes tuvimos que iniciar en el grupo de telegram de la coordinadora un debate urgente sobre la asamblea que estaba convocada para el día 16, lo inicié yo como responsable de comunicación porque teníamos que difundir en plazo la convocatoria, eso dice nuestro reglamento de organización interna y allí salió de todo. Para mi las palabras son importantes pero puedo llegar a entenderlas dentro de un contexto pero las actitudes no, la soberbia, la prepotencia y el abuso de poder de los tres concejales provocaron que en ese mismo momento presentará mi dimisión como portavoz de comunicación y mi renuncia como inscrita de la agrupación, se acabó, lo intenté pero no le vi sentido a continuar colaborando con esa gente. A mi dimisión se unieron dos miembros más del grupo de comunicación y cinco del de organización, más el administrador, todos los que, al principio, me decían que desde dentro se cambian las cosas.
Evidentemente los malotes somos los que no hemos tragado con la forma de hacer las cosas, cada vez que les he dicho que esto necesita más autocrítica y más reflexión por parte de todos me insultan y me amenazan con aplicarme el régimen disciplinario que conlleva la expulsión, a mí, los muy subnormales, que presenté dimisión y renuncia que se hizo efectiva el día 11 a las 13:43 horas, eso son los transparentes demócratas.
Como entenderás, no puedo separar donde participo activamente para reivindicaciones puntuales con votar, porque para mi todas son importantes y tiene una implicación personal autoimpuesta que va más allá, y es a través de la conducta y la actitud de las personas desde donde puedo descubrir si hay predisposición al cambio o si esto es sólo cambiar nombre.
Digo lo mismo de siempre, en las bases hay personas muy válidas, con mucha ilusión, teniendo que lidiar con los problemas socioeconómicos y políticos reales y con sus propios compañeros por los empujones que se llevan para sacarlos del medio, pero las cúpulas, los cargos electos, el ciudadano empoderado con más intereses propios que colectivos y demás me da muy mal rollo.