De cada 10 euros que el Vaticano recibe de los fieles para obras de caridad, sólo dos se destinan a ese objetivo
Las beatificaciones y santificaciones son una máquina de hacer dinero. La Santa Sede cobra por cada una de ellas una media de medio millón de euros. De cada 10 euros que el Vaticano recibió de los fieles para obras de caridad en 2013 y 2014, sólo destinó un par a ese objetivo. Los cardenales viven en apartamentos de unos 200 a 700 metros cuadrados en el centro histórico de Roma, y no pagan absolutamente nada de alquiler por ello. Y el Vaticano es un paraíso fiscal, donde nadie paga impuestos y que fomenta el mercado negro.
Éstas son algunas de las revelaciones que el periodista italiano Gianluigi Nuzzi incluye en su nuevo libro, 'Via Crucis', que saldrá a la venta este jueves y que, como su título indica, puede convertirse en un auténtico calvario para la Santa Sede. El autor publicó en 2012 'Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI', en el que destapaba el denominado escándalo del Vatileaks que llevó a Joseph Ratzinger a renunciar a su pontificado.
En su nueva obra, el autor detalla algunos de los escándalos financieros que descubrió la denominada COSEA -por sus siglas en italiano-, es decir la comisión creada por el Papa Francisco en julio de de 2013 para conocer la situación económica del Vaticano tras constatar una realidad que clamaba al cielo: que existe una total "opacidad" y "descontrol" en las cuentas de la Santa Sede. El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, que la Gendarmería vaticana detuvo el pasado fin de semana por supuestamente filtrar documentos confidenciales, fue secretario de dicha comisión.
El libro de Nuzzi enumera tal cantidad de situaciones vergonzosas que pondría en entredicho la supuesta benevolencia y caridad de la Santa Sede. Y además aporta documentos del Vaticano para demostrar que lo que denuncia no es ninguna invención. Unas 35 páginas de las trescientas que tiene el libro están destinadas a reproducir esta documentación.
Beatificaciones y santificaciones, ¿milagro o dinero?
"Para abrir una causa de beatificación pueden ser necesarios unos cincuenta mil euros, a los que después hay que añadir al menos otros quince mil para los costes de la operación", afirma el periodista en 'Via Crucis'.
Según Nuzzi, las beatificaciones y santificaciones no se basan en los supuestos milagros que ha realizado el interesado, sino en el dinero que se paga a la Santa Sede. "El coste es de alrededor medio millón de euros de media", asegura. La "fábrica de los santos" es una auténtica máquina de hacer dinero, que llegó a su cénit durante el pontificado de Juan Pablo II, dice Nuzzi. Con Karol Wojitla, se realizaron 1.338 beatificaciones y 482 santificaciones. Sin embargo, denuncia el periodista, no hay ningún registro contable de los beneficios astronómicos que dichas celebraciones comportaron al Vaticano.
La caridad, un agujero negro
De la misma manera, la caridad vaticana es otro "agujero negro", según Nuzzi. La gestión del denominado Obolo de San Pedro -las limosnas de los fieles para obras de caridad- es un "misterio". Cada año se publica cuánto dinero obtiene la Santa Sede de esta manera, pero no cómo se gastan estos fondos, destaca el periodista italiano. En su libro, lo revela: de los 53,2 millones de euros obtenidos por el Obolo de San Pedro en 2012, 35,7 millones (un 67% del total) se destinaron a la curia romana, 6,3 millones (12,4%) se guardaron como fondos de reserva, y sólo unos 11 millones se destinaron de facto a obras de caridad.
El inmenso patrimonio inmobiliario
Nuzzi también dedica un capítulo de su libro a repasar el inmenso patrimonio inmobiliario de la Santa Sede en Roma, y a poner en evidencia el trato de favor que recibe la Iglesia, en muchas ocasiones exenta de pagar ni tan siquiera un euro de alquiler o impuestos. El autor afirma que la Santa Sede tiene cinco mil inmuebles en el centro de Roma o la Ciudad del Vaticano, según documentos de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa) a los que ha tenido acceso.
Por ejemplo, el periodista detalla que el Vaticano goza en la capital italiana de 115 inmuebles por los que paga alquileres tan "irrisorios" que van de los 1,72 a 100 euros mensuales. Asimismo, Nuzzi reproduce en 'Via Crucis' una tabla donde indica la superficie de los apartamentos donde viven los cardenales de una Iglesia que se proclama "de los pobres". La superficie de los apartamentos oscila entre los 781 y 172 metros cuadrados. Los cardenales son identificados con nombres y apellidos. Por ejemplo, el cardenal español Antonio Cañizares Llovera reside en un apartamento de 333 metros cuadrados en el centro histórico de Roma.
El Vaticano, un paraíso fiscal
Pero por si eso no fuera poco, el autor arremete contra los beneficios fiscales en la Ciudad del Vaticano, donde no se abona IVA y "nadie paga impuestos". Allí se llevan a cabo todo tipo de actividades comerciales: venta de gasolina, ropa, aparatos electrónicos, tabaco...
Nuzzi detalla que sólo las personas que viven dentro de los confines del Vaticano o sus empleados pueden disponer de una "tarjeta de adquisición" y disfrutar de los beneficios que supone comprar en territorio de la Santa Sede. En total, el Vaticano cuenta con unos seis mil habitantes y empleados. Sin embargo, existen más de cuarenta mil tarjetas de adquisición en circulación. Según Nuzzi, el Vaticano se ha convertido así en un paraíso para la obtención de productos a bajo precio y después revenderlos en otros países.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, no negó este miércoles ninguna de las informaciones recogidas en el libro de Nuzzi pero aclaró, a través de un comunicado: "A menudo, diferentes lecturas son posibles a partir de unos mismos datos".
Por ejemplo, sobre la cuestionable destinación de los fondos recogidos por la Iglesia para obras de caridad, Lombardi justifica este hecho de la siguiente manera: "Las obras de caridad del Papa hacia los pobres son una de las finalidades esenciales, pero los fieles no excluyen que el Papa puede evaluar él mismo situaciones de emergencia y responder de la manera que considere mejor para el bien de la Iglesia universal".
Gianluigi Nuzzi pone en evidencia a lo largo de toda su obra los esfuerzos de Jorge Mario Bergoglio para poner orden y control a las finanzas de la Santa Sede, y los obstáculos constantes que se está encontrando para ello dentro del propio Vaticano. El editor de 'Via Crucis', Lorenzo Fazio, aseguró en rueda de prensa que los documentos utilizados para la redacción del libro no han sido robados, sino que fueron cedidos voluntariamente al autor.
La seglar italiana Francesca Chaouqui -que también fue detenida por la Gendarmería vaticana el pasado fin de semana por supuestamente haber filtrado documentos confidenciales, y después fue puesta en libertad- acusó al prelado español Vallejo Balda de registrar ilegalmente y a escondidas las conversaciones privadas entre el Papa Francisco y sus asistentes.
http://www.elmundo.es/sociedad/2015/11/ ... b4642.html
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al que sea creyente, q le aproveche....
yo ya los envie a la mierda hace decadas....
mafia de mierda...
De cada 10 euros que el Vaticano recibe de los fieles para obras de caridad, sólo dos se destinan a ese objetivo
De cada 10 euros que el Vaticano recibe de los fieles para obras de caridad, sólo dos se destinan a ese objetivo
Oculto:
quienes vienen a alemania a trabajar, bienvenidos...,
los demas, seran expulsados...
los demas, seran expulsados...
Re: De cada 10 euros que el Vaticano recibe de los fieles para obras de caridad, sólo dos se destinan a ese objetivo
Este jueves se publican en Italia los libros Via Crucis, escrito por quien desveló el escándalo Vatileaks en 2012, Gianluigi Nuzzi, y Avarizia , de Emiliano Fittipaldi que sacan a la luz numerosas irregularidades en las finanzas de la Santa Sede y ponen de relieve la soledad del Papa Francisco en su intención reformadora de la Iglesia.
Ambas publicaciones han estado envueltas en la polémica ya que recogen documentos reservados y el portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha asegurado que derivan de «una actividad ilícita que se persigue penalmente», además de añadir que las reformas emprendidas ya han hecho que se superen las tensiones descritas. Los dos libros estarían basados en documentos que, supuestamente, habrían filtrado el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la italiana Francesca Chaouqui, acusados de sustraer y divulgar material secreto. Vallejo Balda sigue detenido.Emiliano Fittipaldi
El libro de Nuzzi relata el Via Crucis que atraviesa el proceso reformista impulsado por el papa Francisco y presenta documentos inéditos y grabaciones transcritas que retratan una «auténtica guerra» en los inicios de su ministerio.
Estas tensiones se enmarcan en un Vaticano con graves problemas económicos, como un «agujero negro» en su Sistema de Pensiones que en febrero de 2014 presentaba un déficit de entre 700 y 800 millones de euros.
El libro comienza con una interceptación de unas palabras del papa pronunciadas en privado en la que Francisco describe un escenario «descontrolado» en las cuentas vaticanas y alerta de la necesidad de «esclarecer mejor las finanzas y hacerlas más transparentes».
Ante esta situación el papa tomó una decisión «sin precedentes», la creación de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), coordinada por el sacerdote español encarcelado, escribe Nuzzi.
El libro analiza el destino del dinero que los fieles de todo el mundo ofrecen en forma de donación al Óbolo de San Pedro, instrumento dedicado en principio a las obras de caridad.
El investigador mantiene que «se dice que el dinero procede de los fieles pero no se revela cómo se gasta» y presenta un documento que apunta a que, en 2012, 14,1 millones de euros fueron a parar a obras caritativas y 28,9 millones para gastos de la Curia.
En ese sentido, Nuzzi indica que las donaciones «no acaban en manos de los más pobres sino que sirven para colmar los agujeros financiados generados por algunos cardenales».
Subraya el elevado tren de vida que llevan numerosos purpurados, con descuentos en tabaco y gasolina, además de que viven en lujosos y espaciosos apartamentos que solo pagan -a un precio asequible- una vez que dejan de prestar sus servicios en la Iglesia.
El enorme patrimonio inmobiliario vaticano
Por otro lado, el libro de Fittipaldi, Avarizia, describe el patrimonio inmobiliario vaticano tanto en Roma como en el resto de Italia, en Suiza, Reino Unido y Francia, en direcciones prestigiosas como la parisina Avenida de los Campos Elíseos o la londinense New Bond Street.
Recuerda que el Vaticano dice que tiene unas cinco mil propiedades solo en la capital italiana por un valor de unos 4.000 millones de euros, pero en el libro se asegura que en la Santa Sede se sabe que pueden ser muchas más, y se da detalle de políticos italianos que pagan alquileres muy por debajo del precio del mercado.
Fittipaldi habla también de los más de treinta millones de euros que el Vaticano tiene en lingotes de oro o de otros 33 millones, también en oro, que el Instituto de Obras de Religión (IOR, el «banco vaticano») tiene en la Reserva Federal estadounidense pero destaca lo poco que del Óbolo de San Pedro llega a los necesitados.
La fábrica de santos o cómo acelerar el proceso con dinero
Describe con detalle las aportaciones hechas a la «fábrica de santos», la Congregación de las Causas de los Santos, por parte de quienes pretenden que el papa beatifique o canonice a personas por su vida ejemplar para otros fieles.
Cita el caso de los más de 482.000 euros de la cuenta en el IOR por la canonización de la española Francisca Ana de los Dolores y ofrece datos sobre las aportaciones de diócesis de diferentes países para tramitar ante la Santa Sede las causas de beatos y santos.
En esa publicación también se da a entender que la rapidez de los procesos de canonización tiene mucha relación con la cantidad de dinero aportada y se constata que las diócesis más ricas son las que más pagan para obtener reconocimiento de sus beatos y santos.
Ante este complejo panorama, el Papa aparece como una figura dispuesta a poner orden en los dispendios de una Curia que ve sus reformas con cierto recelo y, para ello, Nuzzi destaca la apuesta que el papa ha hecho por los laicos, cuya presencia es actualmente pujante.
Sin embargo, también ha sufrido decepciones por parte de sus colaboradores y Fittipaldi en su libro alude al responsable de la Secretaría para la Economía, George Pell, del que describe sus elevados gastos de instalación en el Vaticano.
El apartamento de Bertone.
Fittipaldi se refiere también en su libro al polémico ático de 700 metros en el que reside el cardenal Tarzicio Bertone, ex secretario de Estado del Vaticano.
Al parecer, y según señala el autor del libro, la reforma de este apartamento, acondicionado para mayor comodidad del cardenal Bertone, habría sido financiado con fondos que un principio iban destinados al hospital infantil Bambino Gesù, propiedad de la Santa Sede.
Los fondos tendrían su origen en la Fundación Bambino Gesú, creada para ayudar al hospital pediátrico que gestiona el Vaticano.
En una entrevista publicada hoy por el diario italiano Corriere della Sera, Bertone asegura que el apartamento tiene 296 metros, que no vive solo él y que la reforma la pagó de su bolsillo, con sus ahorros. “Es una vergüenza, no sé cómo defenderme, defenderse de la calumnia es casi imposible” señala Bertone.
El ático de Bertone provocó el malestar del Papa Francisco que, desde el inicio de su pontificado, no ha dejado de manifestar que quiere una “iglesia pobre para los pobres”..
http://www.elplural.com/2015/11/05/dond ... francisco/
Ambas publicaciones han estado envueltas en la polémica ya que recogen documentos reservados y el portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha asegurado que derivan de «una actividad ilícita que se persigue penalmente», además de añadir que las reformas emprendidas ya han hecho que se superen las tensiones descritas. Los dos libros estarían basados en documentos que, supuestamente, habrían filtrado el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la italiana Francesca Chaouqui, acusados de sustraer y divulgar material secreto. Vallejo Balda sigue detenido.Emiliano Fittipaldi
El libro de Nuzzi relata el Via Crucis que atraviesa el proceso reformista impulsado por el papa Francisco y presenta documentos inéditos y grabaciones transcritas que retratan una «auténtica guerra» en los inicios de su ministerio.
Estas tensiones se enmarcan en un Vaticano con graves problemas económicos, como un «agujero negro» en su Sistema de Pensiones que en febrero de 2014 presentaba un déficit de entre 700 y 800 millones de euros.
El libro comienza con una interceptación de unas palabras del papa pronunciadas en privado en la que Francisco describe un escenario «descontrolado» en las cuentas vaticanas y alerta de la necesidad de «esclarecer mejor las finanzas y hacerlas más transparentes».
Ante esta situación el papa tomó una decisión «sin precedentes», la creación de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), coordinada por el sacerdote español encarcelado, escribe Nuzzi.
El libro analiza el destino del dinero que los fieles de todo el mundo ofrecen en forma de donación al Óbolo de San Pedro, instrumento dedicado en principio a las obras de caridad.
El investigador mantiene que «se dice que el dinero procede de los fieles pero no se revela cómo se gasta» y presenta un documento que apunta a que, en 2012, 14,1 millones de euros fueron a parar a obras caritativas y 28,9 millones para gastos de la Curia.
En ese sentido, Nuzzi indica que las donaciones «no acaban en manos de los más pobres sino que sirven para colmar los agujeros financiados generados por algunos cardenales».
Subraya el elevado tren de vida que llevan numerosos purpurados, con descuentos en tabaco y gasolina, además de que viven en lujosos y espaciosos apartamentos que solo pagan -a un precio asequible- una vez que dejan de prestar sus servicios en la Iglesia.
El enorme patrimonio inmobiliario vaticano
Por otro lado, el libro de Fittipaldi, Avarizia, describe el patrimonio inmobiliario vaticano tanto en Roma como en el resto de Italia, en Suiza, Reino Unido y Francia, en direcciones prestigiosas como la parisina Avenida de los Campos Elíseos o la londinense New Bond Street.
Recuerda que el Vaticano dice que tiene unas cinco mil propiedades solo en la capital italiana por un valor de unos 4.000 millones de euros, pero en el libro se asegura que en la Santa Sede se sabe que pueden ser muchas más, y se da detalle de políticos italianos que pagan alquileres muy por debajo del precio del mercado.
Fittipaldi habla también de los más de treinta millones de euros que el Vaticano tiene en lingotes de oro o de otros 33 millones, también en oro, que el Instituto de Obras de Religión (IOR, el «banco vaticano») tiene en la Reserva Federal estadounidense pero destaca lo poco que del Óbolo de San Pedro llega a los necesitados.
La fábrica de santos o cómo acelerar el proceso con dinero
Describe con detalle las aportaciones hechas a la «fábrica de santos», la Congregación de las Causas de los Santos, por parte de quienes pretenden que el papa beatifique o canonice a personas por su vida ejemplar para otros fieles.
Cita el caso de los más de 482.000 euros de la cuenta en el IOR por la canonización de la española Francisca Ana de los Dolores y ofrece datos sobre las aportaciones de diócesis de diferentes países para tramitar ante la Santa Sede las causas de beatos y santos.
En esa publicación también se da a entender que la rapidez de los procesos de canonización tiene mucha relación con la cantidad de dinero aportada y se constata que las diócesis más ricas son las que más pagan para obtener reconocimiento de sus beatos y santos.
Ante este complejo panorama, el Papa aparece como una figura dispuesta a poner orden en los dispendios de una Curia que ve sus reformas con cierto recelo y, para ello, Nuzzi destaca la apuesta que el papa ha hecho por los laicos, cuya presencia es actualmente pujante.
Sin embargo, también ha sufrido decepciones por parte de sus colaboradores y Fittipaldi en su libro alude al responsable de la Secretaría para la Economía, George Pell, del que describe sus elevados gastos de instalación en el Vaticano.
El apartamento de Bertone.
Fittipaldi se refiere también en su libro al polémico ático de 700 metros en el que reside el cardenal Tarzicio Bertone, ex secretario de Estado del Vaticano.
Al parecer, y según señala el autor del libro, la reforma de este apartamento, acondicionado para mayor comodidad del cardenal Bertone, habría sido financiado con fondos que un principio iban destinados al hospital infantil Bambino Gesù, propiedad de la Santa Sede.
Los fondos tendrían su origen en la Fundación Bambino Gesú, creada para ayudar al hospital pediátrico que gestiona el Vaticano.
En una entrevista publicada hoy por el diario italiano Corriere della Sera, Bertone asegura que el apartamento tiene 296 metros, que no vive solo él y que la reforma la pagó de su bolsillo, con sus ahorros. “Es una vergüenza, no sé cómo defenderme, defenderse de la calumnia es casi imposible” señala Bertone.
El ático de Bertone provocó el malestar del Papa Francisco que, desde el inicio de su pontificado, no ha dejado de manifestar que quiere una “iglesia pobre para los pobres”..
http://www.elplural.com/2015/11/05/dond ... francisco/
Oculto:
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los demas, seran expulsados...
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