Bueno, Alemania es un caso particular ya que es fruto de la unificación más o menos voluntaria de un sinfín de entidades independientes. El nacionalismo fue adoptando distintas formas en distintos lugares; a los noruegos les metió en la cabeza de que no eran suecos, igual que a los finlandeses, y ambos tuvieron cierta ventaja en que eran pobres en el momento de su independencia. Mientra que para daneses y groenlandeses, la separación fue traumática (a los tontuelos de aquí, cuando hablan de ser "la Dinamarca del sur", les pregunto quiénes serían los groenlandeses a quienes putearíamos literalmente hasta el suicidio).Ver citas anterioresDistinguidoBourdieu escribió:De acuerdo contigo: la identidad se construye como un juego en el que interviene tanto tu propia percepción de ti mismo como la percepción que tienen de ti los demás, es flexible, se modifica con el tiempo y una persona puede pasarse la vida entera ignorando esos rasgos de identidad si no se enfrenta con otros. Los nacionalismos, en mi opinión, son dañinos porque aprisionan a las personas en una identidad fija. Como tú has dicho, un tío de Barcelona es un español ante los europeos. Que algunos catalanes, al verse enfrentados a esa realidad, se empeñen en taladrarle el cerebro a su interlocutor europeo contándole que ellos son catalanes y no españoles me parece una ridiculez. Por poner un ejemplo un poco tosco: un español que en los años 60 midiese 175 cm se había ganado el derecho a considerarse alto dentro de España. Era alto y parte de su propia estima residía en el hecho de que los demás le habían asignado una identidad de hombre alto. Si ese español viajase al norte de Europa, se enfrentaría a la realidad de que no es alto, sino bajo. Si ese hombre percibiese su identidad a la manera nacionalista, como una esencia fija, inamovible y universal, veríamos a ese tipo cabreadísimo durante todo su viaje por Escandinavia, exigiéndoles a los ciudadanos que le salieran al paso que le reconozcan su condición de hombre alto. Ser nacionalista étnico es simplemente una mala idea.Ver citas anterioresNowomowa escribió:El problema de las ideas es que tienen vida y reglas propias. En virtud de hijo de inmigrante y votante del PSC, he sido un enemigo de los nacionalistas catalanes toda la vida. Pujol no me daba el "carnet de buen catalán" y hoy los indepes me consideran "unionista" o "botifler" (renegado).Ver citas anterioresDistinguidoBourdieu escribió:El error para mí es pensar que se pueden clasificar naciones como si estuviésemos clasificando especies de hongos. ¿Qué es una nación? No hay ningún criterio que lo defina. Las definiciones objetivas no funcionan y las subjetivas ("nación es aquel grupo de personas que sienten nación") son tautológicas y muy problemáticas. Sin embargo, ¿qué es un Estado? Todo el mundo lo tiene más o menos claro. La nación pudo tener su papel en el proceso de formación de los Estados, pero yo cuestiono que en la actualidad sea un instrumento útil.Ver citas anterioresNowomowa escribió:En el mundo hay algo así como 3200 naciones y sólo 195 países. Convivir con naciones distintas es el pan de cada día para toda clase de páises, y esa convivencia va desde la amistad hasta el genocidio. En España necesitamos resolver el problema de alguna manera que aún no hemos encontrado por falta de tiempo: hay que ser libre para resolver el problema, y en España hemos tenido libertad durante demasiado poco tiempo como para haber dado con esa solución.
Y sin embargo, una vez inventada la idea de nación, no puedes desinventarla. ¿Qué soy? es la pregunta. Yo solía decir, y aún pienso, que soy humano para nuestras gatas, occidental para tres cuartas partes del mundo, europeo para los USamericanos, español para los europeos, catalán para los espñaoles, barcelonés para los catalanes y de mi barrio para los barceloneses. Y todas esas identidades colectivas influyen, en mayor o menor grado, en el individuo que soy. Puede que solo sea un 1%, pero son parte de mi identidad.
Esa identidad colectiva sólo existe cuando se crea artificialmente. Si viajas por Alemania y Austria te encontrarás con muchos alemanes y austríacos que hablan Hochdeutsch en su trabajo y "dialecto" en casa. El "dialecto" puede ser perfectamente una lengua propia y totalmente diferenciada del aleman estandarizado según los criterios filológicos más exigentes, pero a esos tipos les da igual y no reivindican nada. Nadie les ha metido en la cabeza que por hablar ese "dialecto" forman una identidad colectiva, con lo cual se conforman con su identidad alemana.Ver citas anterioresNowomowa escribió:Y nadie renuncia a eso. El nacionalismo como idea es pernicioso, pero la identidad colectiva existe, y al engarzarse con la identidad personal, la gente lucha por ella.
Pero sin irnos tan lejos, sí es verdad que el nacionalismo es una idea que va de arriba hacia abajo. Son los intelectuales quienes, con o sin los polítcos, explican a la gente que "ellos son", en base a cosas que pueden comprender.
Independientemente del proceso, el resultado final en España es una serie de colectivos que tienen una nacionalidad legal y un sentmiento de identidad colectiva que encaja peor o mejor en esa nacionalidad legal. Lo cual da pie a mecanismos legales que reconocen esas diferencias, pero que por la naturaleza histórica de España, se convierten en una carrera de imitaciones que es perjudicial para el Estado e incluso para quienes, por no ser menos hidalgos, adquieren competencias innecesarias.Ver citas anterioresBueno, yo pienso de una manera distinta y creo que es más adecuado hablar de un proceso de nacionalización débil. La identidad española no se pudo imponer de manera tan efectiva como la francesa o la alemana porque el Estado carecía de los medios para nacionalizar al conjunto de la población a través de la escuela pública o la administración. Por consiguiente, se produjo, digámoslo así, un empate con identidades alternativas que surgieron más o menos por la misma época. Los sentimientos nacionales no surgen espontáneamente porque implican un grado alto muy elevado de abstracción. Por poner un ejemplo relacionado con la discusión en otro hilo: a Inguma nunca se le habría ocurrido por sí solo que los habitantes de la Rioja alavesa, que no hablan euskera, ni habitan un paisaje similar al del Goierri, etc son vascos como él. Alguien ha tenido que enseñarle un mapa y decirle: "esos que habitan ahí son vascos como tú, son tus hermanos". Estos procesos siempre son inducidos. (Lo mismo es aplicable al nacionalismo español).Ver citas anterioresNowomowa escribió:En España nunca se ha resuelto el problema de la llegada del nacionalismo, y aunque la idea en sí está obsoleta, es una asignatura pendiente. Al fin y al cabo, da igual el motivo, por ejemplo muchos españoles quieren que en su tierra todo el mundo hable catalán, y que si eso entra en conflicto con el derecho de hablar castellano, se encuentre un acuerdo razonable en el que no salga perdiendo el catalán. Y esos españoles no defienden una entelequia, defienden poder expresarse en su idioma cuando hablen con las nuevas generaciones que salen de la escuela o cuando vayan a tratar con el gobierno o administración que incumba a su asunto. Defienden SER ELLOS, aunque sea por el 1% de quienes son como individuos.
Por ejemplo, que la mejora de comunicaciones entre Extremadura y Madrid dependa de un AVE absurdo y antieconómico en vez de simplemente mejorar la infrastructura existente y el material rodante, perjudica a los extremeños más de lo que nunca les beneficiará tener un AVE "como los demás".
Ah, pero yo aprendo. Hoy he aprendido que, salvo error, los artículos del Estatut que declaró inconstitucionales el TC no tienen igual en otros estatutos, lo cual es un agravio menos.Ver citas anterioresHombre, no puede reducirse a eso, pero no puedes negar que a ti mismo los nacionalistas catalanes te han vendido muchas motos y muchos cuentos de hadas.Ver citas anterioresNowomowa escribió:No puede resumirse a "bah, llevan 30 años vendiéndote una moto, a ver si maduras y dejas de creer cuentos de hadas".
Hay cosas donde vengo a enseñar, muchas a pasar el rato y otras a aprender. Y siempre es un placer aprender aunque te lleves un revolcón en el debate.

En cuanto al problema de fondo, éste no es el nacionalismo, sino que entre federalistas, independentistas y jauladegrillistas, en Cataluña el modelo territorial no le gusta a una gran mayoría del Parlamento y la sociedad. Y eso tiene bases reales, desde las dificultades económicas hasta la hostilidad del nacionalismo centralista.