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Mar.bo
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Asunto: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 10 May 2018 08:27
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Registrado: 18 Ago 2015 23:43 Mensajes: 1867
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"Si no fuera por la victoria de la URSS, no sé dónde estarÃamos los judÃos"El rabino jefe de Rusia, Berel Lazar, expresó en un comentario exclusivo para Sputnik lo que significó para los judÃos la victoria de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. "Antes que nada, para nosotros, el pueblo que corrió el riesgo de ser totalmente erradicado, es muy importante. Si no fuera por la victoria de la URSS, no sé dónde estarÃamos hoy en dÃa. Para los judÃos es un gran dÃa, es un dÃa sagrado", dijo el religioso tras el desfile del DÃa de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú. "Nuestro pueblo siempre recuerda y sabe bien que no fue la victoria de un ejército, sino un verdadero milagro. Es un dÃa que le agradecemos a Dios por esta victoria", planteó. La Plaza Roja de Moscú se convirtió este 9 de mayo en el escenario del desfile militar anual a gran escala con motivo del 73 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. https://mundo.sputniknews.com/rusia/201 ... netanyahu/.
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Mar.bo
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Asunto: Re: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 12 May 2018 07:21
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Registrado: 18 Ago 2015 23:43 Mensajes: 1867
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Citar: "Si no fuera por la victoria de la URSS, no sé dónde estarÃamos los judÃos"
El rabino jefe de Rusia, Berel Lazar, expresó en un comentario exclusivo para Sputnik lo que significó para los judÃos la victoria de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial.
"Antes que nada, para nosotros, el pueblo que corrió el riesgo de ser totalmente erradicado, es muy importante. Si no fuera por la victoria de la URSS, no sé dónde estarÃamos hoy en dÃa. Pues yo si lo se... Si la URSS hubiera sucumbido ante la Alemania de Hitler, los judÃos estarÃan exactamente donde están, en Palestina. Y lo se por lo que sigue: Se nos cuenta (erróneamente) que el sionismo polÃtico nació en el siglo XIX de una reflexión de Theodor Hertzl (1860-1904) acerca del caso Dreyfus, un militar francés judÃo que fue injustamente inculpado de traición, aparentemente por motivaciones antisemitas. Hertzl razonó que los antisemitas tenÃan de alguna forma razón, y que los judÃos eran un pueblo distinto que no pertenecÃa a la nación en la cual vivÃan aun si ya vivieran en el seno de la misma desde muchas generaciones atrás. Algún fenómeno especial marcaba al judÃo como diferente, no era la religión (Hertzl mismo no era para nada religioso), tampoco la cultura, pues muchos judÃos compartÃan y se identificaban con la cultura de las naciones donde vivÃan. En realidad, al proponer el sionismo polÃtico, Hertzl estaba aceptando la tesis de los antisemitas: aceptaba y se servÃa del prejuicio discriminatorio como una realidad. Por tanto, no deberÃa de sorprender que el mismo Hitler, que desconfiaba radicalmente de los judÃos, haya apoyado decisivamente al sionismo (e indirectamente a la posterior construcción del Estado de Israel) desde sus comienzos como gobernante de Alemania. SÃ: Hitler y el sionismo mantuvieron un activo intercambio de correspondencia y colaboraron en diversas acciones durante todo el tiempo de existencia del Tercer Reich, como lo demuestra un artÃculo del historiado Mark Weber. El Sionismo y el Tercer ReichMark Weber* A principios de 1935, un navÃo de pasajeros con destino al puerto palestino de Haifa, dejaba el puerto alemán de Bremerhaven. En su popa mostraba su nombre en grandes letras hebreas, Tel Aviv, mientras a tope del mástil flameaba una bandera encarnada con la esvástica. Y aunque la nave era propiedad de los sionistas, su capitán era un miembro del Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP). Muchos años después, en un articulo del diario alemán Die Welt, un antiguo viajero recordó esta combinación como un “absurdo metafÃsicoâ€. Absurdo o no, ésta es sólo una anécdota de un capÃtulo silenciado de la historia: La amplia colaboración entre el sionismo y el Tercer Reich de Hitler en un común proyecto. Propósitos Comunes Durante años, sociedades de diferentes paÃses han enfrentado su “Judenfrage†(“Cuestión o problema judÃoâ€). En los años treinta, los sionistas judÃos y los nacional-socialistas alemanes compartieron una visión similar sobre ese confuso problema. Ambos concordaban en que judÃos y alemanes eran de nacionalidades claramente diferentes y que los judÃos no pertenecÃan a Alemania. Los judÃos que vivÃan en el Reich no debÃan ser considerados como “alemanes de fe judÃaâ€, sino reconocidos como miembros de una comunidad nacional diferente. El sionismo (nacionalismo judÃo) implicaba la aspiración de los judÃos sionistas a emigrar y reasentarse en Palestina, la verdadera “patria judÃaâ€. Theodor Herzl (1860-1904), el “fundador†del sionismo moderno, sostuvo que el antisemitismo no es una aberración, sino una natural y completamente entendible respuesta del no-judÃo a la conducta y actitud judÃa. La única solución, él sostenÃa, es que los judÃos debÃan reconocer la realidad y vivir en un estado separado de su propiedad: “El problema judÃo existe dondequiera que vivan los judÃos en número apreciable. Donde no existe, es introducido por los judÃos inmigrantes. Nos dirigimos, naturalmente, hacia donde no nos persiguen; nuestra aparición provoca las persecuciones. Esto es cierto, y lo seguirá siendo en todas partes hasta que el problema judÃo no sea resuelto polÃticamenteâ€â€œ... Creo entender el antisemitismo, que es un movimiento muy complejo. Contemplo este movimiento como judÃo, sin odio y sin miedo. Creo reconocer lo que en el antisemitismo hay de burda chanza, envidia ruin, prejuicio heredado, intolerancia religiosa, pero también lo que hay de pretendida defensa legÃtimaâ€. La Cuestión JudÃa, decÃa Herzl, no es social o religiosa: “Es una cuestión nacional. Para resolverla debemos, sobre todo, hacerla un problema polÃtico internacional...†Independientemente de su ciudadanÃa, insistió Herzl, los judÃos no constituyen meramente una comunidad religiosa, sino una nacionalidad, un pueblo, un Volk: “Somos un pueblo, sÃ, un puebloâ€. También se debe a Herzl la paternidad del termino “Solución finalâ€. Fue en vÃsperas del Primer Congreso Sionista celebrado en Basilea, Suiza, en 1897, cuando Herzl escribió que: “el sionismo ofrecÃa al mundo una “solución final a la Cuestión judÃaâ€. (Publicado en el diario sionista Die Welt, junio 4, 1897, fundado por el mismo Herzl). Sin embargo, el mayor obstáculo al sionismo eran los mismos judÃos que en su mayorÃa no aceptaban el desarraigo a Palestina como una solución a su situación de marginalidad. En aquel momento la juderÃa se debatÃa entre varias opciones: los que abogaban por mantener las tradiciones (religiosos); los que abogaban por asimilarse a las sociedades donde vivÃan (asimilacionistas); los que abogaban por organizarse para ganar fuerza politica manteniendo su identidad judÃa (bundistas); los que abogaban por la emigración a Palestina y construir ahi un estado propio (sionistas). De todas estas opciones la menos popular entre la población judÃa, hasta antes de la Segunda Guerra, era la opción sionista. El mejor momento del sionismo fue a principios del siglo XX, pero después de la Primera Guerra, en los años de postguerra, se vio muy disminuido ante el ascenso de los bundistas y los asimilacionistas (entre los cuales se encontraban los comunistas). Por eso la llegada de Hitler al poder y su polÃtica antisemita fue vista con buenos ojos por los sionistas. Apenas seis meses después de que Hitler llegara al poder, la Federación sionista de Alemania (el mayor grupo sionista de aquel paÃs) emitió un detallado memorándum al nuevo gobierno que revisaba las relaciones judÃo-alemanas y formalmente ofrecÃa el apoyo sionista para “resolver†la molesta “Cuestión JudÃaâ€. El primer paso sugerido, debÃa ser un franco reconocimiento de las fundamentales diferencias de nacionalidad. “El sionismo cree que el renacimiento de la vida nacional de un pueblo, el cual está ocurriendo ahora en Alemania a través del énfasis de su carácter cristiano y nacional, también debe suceder en el grupo nacional judÃo. Para las personas judÃas, también, el origen nacional, la religión, el destino común y un sentido de ser únicos, deben ser de decisiva importancia en la configuración de su existencia. Esto significa que el individualismo egoÃsta de la era liberal debe superarse y debe reemplazarse con un sentido de comunidad y de responsabilidad colectiva...
Nuestro reconocimiento de la nacionalidad judÃa mantiene una relación clara y sincera con el pueblo alemán y sus realidades nacional y racial. Precisamente porque no deseamos falsificar estos principios, porque nosotros también estamos contra el matrimonio mixto y estamos a favor de mantener la pureza del grupo judÃo y rechazamos cualquier trasgresión en el dominio cultural...El diario de la Federación sionista, el Jüdische Rundschau, proclamó el mismo mensaje: “El sionismo reconoce la existencia de un problema judÃo y desea una solución constructiva y de largo alcance. Para este propósito, el sionismo desea obtener la ayuda de todos los pueblos, sea ésta pro o anti-judÃa, porque en su opinión, estamos tratando aquÃ, más con un problema concreto que uno sentimental, la solución en la cual todos los pueblos están interesadosâ€. Un rabino de BerlÃn, Joachim Prinz, que más tarde se estableció en los Estados Unidos y encabezó el Congreso JudÃo Norteamericano, escribió en su libro de 1934, Wir Juden (Nosotros los judÃos), que la revolución Nacional Socialista en Alemania significó el â€judaÃsmo para los judÃosâ€. Prinz explicó: “En lugar de asimilación deseamos un nuevo concepto: el reconocimiento de la nación judÃa y de la raza judÃaâ€. La contribución de Hitler al sionismo fue la guerra que rompió el tejido social de las comunidades esteeuropeas y desbastó las juderÃas de Europa al grado de hacer imposible su posterior reconstrucción social. La destrucción de las redes de los liderazgos culturales, politicos y sociales judÃos fueron eliminados, y los que no, pasaron a la clandestinidad. Excepto los organizaciones sionistas que siguieron manteniendo cálidas relaciones con las autoridades alemanas, al menos hasta 1942, posteriormente cuando esta relación se enfrió, mutó a un discreto contacto hasta el fin de la guerra, recordemos el caso del Tren Kastner. La decisión de la ONU de apoyar decisivamente la partición de Palestina en 1947 y la creación de un Estado judÃo estuvo directamente influenciada por los pretextados horrores del "Holocausto nazi". Con esto, Hitler se convirtió en el mayor colaborador del sionismo de la historia. El “Holocausto nazi†contribuyó a la conversión masiva al sionismo, mediante la eliminación de todas las opciones polÃticas y sociales judÃas existentes hasta antes de la guerra. Por eso, regresando al principio, si la URSS hubiera sucumbido ante la Alemania de Hitler, la nunca cancelada colaboración entre nacional-socialistas y nacional-zionistas hubiera reverdecido y concretado con la instalación de un estado judÃo en Palestina, satélite de Alemania. __________________________________ [*]Resumido, editado y complementado por el que aquà lo comparte. .
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Mar.bo
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Asunto: Re: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 19 May 2018 08:09
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Registrado: 18 Ago 2015 23:43 Mensajes: 1867
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. La cooperación entre nacional-socialistas y nacional-sionistas no se limito solo a declaraciones El Acuerdo de Traslado (HA'AVARA) La pieza central de la cooperación alemana-sionista durante la era de Hitler (1933-1945) fue el denominado Acuerdo de Traslado, un pacto que permitió a decenas de miles de judÃos alemanes emigrar a Palestina con su riqueza. El Acuerdo, conocido como el Ha'avara (hebreo: traslado), se llevó a cabo en agosto de 1933, como consecuencia de las conversaciones entre los funcionarios alemanes y Chaim Arlosoroff, Secretario PolÃtico de la Agencia judÃa, el centro Palestino de la Organización Sionista Mundial. A través de este acuerdo, cada judÃo comprometido a viajar a Palestina depositaba dinero en una cuenta especial en Alemania. El dinero era usado para comprar herramientas agrÃcolas, materiales de construcción, bombas de agua, fertilizantes, etc., de fabricación alemana, los cuales eran exportados a Palestina y vendidos allà por la compañÃa de propiedad sionista Ha'avara en Tel-Aviv. El dinero de las ventas se le entregaba al emigrante judÃo a su llegada a Palestina en la misma cantidad correspondiente a su dinero depositado en Alemania. Los bienes alemanes entraron a raudales en Palestina a través del Ha'avara que fue complementado popco después con un acuerdo de trueque por el cual se intercambiaron naranjas de Palestina por madera alemana, automóviles, maquinaria agrÃcola y otros bienes. El Acuerdo, entonces, sirvió al objetivo sionista de traer colonos judÃos y capital de desarrollo a Palestina, mientras, simultáneamente, servÃa a la meta alemana de librar el paÃs de un grupo extranjero no deseado. Delegados al Congreso Sionista de Praga en 1933 debatieron vigorosamente los méritos del Acuerdo. Algunos temieron que el pacto minara el boicot económico judÃo internacional contra Alemania. Pero los funcionarios sionistas tranquilizaron al Congreso. El judeo-polaco Shamuel Cohen, propietario de una empresa de exportación de cÃtricos de Tel Aviv, y una figura importante detrás del acuerdo de Ha'avara, enfatizó que el Acuerdo no era económicamente ventajoso para Alemania. Arthur Ruppin, un especialista en emigración de la Organización Sionista que habÃa ayudado a negociar el pacto, apuntó a que el Acuerdo de Traslado de ninguna forma interferÃa con el movimiento del boicot, ya que ningún dinero fresco fluirÃa hacia Alemania como resultado del acuerdo. El Congreso Sionista que se llevó a cabo en Suiza en 1935, aprobó el pacto abrumadoramente. En 1936, la Agencia judÃa (Sojnut HaYehudit LeEretz Israel, el gobierno sombra sionista en Palestina) tomó el control directo del Ha'avara, el cual funcionó en efecto, hasta que la Segunda Guerra Mundial forzó su abandono. Algunos funcionarios alemanes se opusieron al acuerdo. El Cónsul General de Alemania en Jerusalén, Hans Döhle, por ejemplo, criticó en gran forma y en varias ocasiones el Acuerdo durante 1937. Él señaló el costo que significarÃa para el comercio exterior de Alemania si los productos exportados a Palestina a través del acuerdo serÃan vendidos en otra parte. El monopolio de Ha'avara en la venta de los bienes alemanes a Palestina a través de una agencia judÃa encolerizó naturalmente a los hombres de negocios tanto alemanes como árabes. El apoyo oficial alemán al sionismo podrÃa llevar a una pérdida de mercados alemanes a lo largo del mundo árabe. El gobierno británico también notó el acuerdo. Un boletÃn interno de la Oficina Exterior alemana de junio de 1937 se refirió a los “sacrificios del intercambio exterior†que resultaban de la Ha'avara. Un memorándum interno de diciembre 1937 emitido por el Ministerio del Interior alemán revisó el impacto del Acuerdo de Traslado: â€No hay ninguna duda de que el arreglo de Ha'avara ha contribuido muy significativamente al rápido desarrollo de Palestina desde 1933. El Acuerdo no sólo proporcionó grandes sumas de dinero (¡desde Alemania!), sino también el grupo más inteligente de inmigrantes, y finalmente llevó allà las máquinas y los productos industriales esenciales para su desarrollo. La ventaja principal del pacto, informaba el memorándum, era la emigración de grandes números de judÃos a Palestina, el territorio-objetivo más deseable de acuerdo a los intereses de Alemania de aquel momento. Pero el documento también hacÃa notar las importantes desventajas señaladas por el Cónsul Döhle y otros funcionarios. De acuerdo a lo que indicaba, el Ministerio del Interior habÃa llegado a la conclusión de que las desventajas del acuerdo pesaban ahora más que las ventajas y que, por consiguiente, debÃa darse por terminado. Sólo un hombre podrÃa resolver la controversia. Hitler analizó la polÃtica personalmente en julio y septiembre de 1937 y nuevamente en enero de 1938 y cada vez decidió mantener el acuerdo de la Ha'avara. La meta de sacar a los judÃos de Alemania, concluyó él, justificaba las desventajas. El Ministerio de EconomÃa del Reich ayudó a organizar otra empresa para el traslado, la Agencia de Comercio Internacional e Inversión, o INTRIA (International Trade and Investment Agency), a través de la cual los judÃos en paÃses extranjeros podrÃan ayudar a los judÃos alemanes a emigrar a Palestina. Se canalizaron eventualmente casi $900,000 a través del INTRIA a los judÃos alemanes en Palestina. Otros paÃses europeos, deseosos de alentar la emigración judÃa, concluyeron acuerdos con los sionistas siguiendo el modelo de Ha'avara. En 1937, Polonia autorizó la fundación de la Empresa de Transferencia Halifin (hebreo: intercambio). A finales del verano de 1939, Rumania, HungrÃa e Italia habÃan firmado acuerdos similares. La erupción de guerra en septiembre de 1939, impidio la aplicación en gran escala de estos acuerdos. Los logros de Ha'avara Entre 1933 y 1941, unos 60,000 judÃos alemanes emigraron a Palestina a través de Ha'avara y otros acuerdos alemán-sionistas, aproximadamente el diez por ciento de la población judÃa de Alemania en 1933. (quince por ciento de la población judÃa de Palestina en 1939.) La cantidad total transferida desde Alemania a Palestina a través del Ha'avara entre agosto de 1933 y a fines de 1939 fue de 8.1 millones de libras o 139.57 millones de marcos alemanes (entonces equivalente a más de $40 millones de dólares). Esta cantidad incluyó 33.9 millones de marcos alemanas ($13.8 millón de dólares) entregados por el Reichsbank en conexión con el acuerdo. El historiador judÃo Edwin Black ha estimado que $70 millones de dólares adicionales pudieron haber fluido a Palestina a través del corolario de acuerdos comerciales alemanes y las transacciones bancarias internacionales especiales. Los fondos alemanes tuvieron un gran impacto en un territorio tan subdesarrollado como Palestina lo estaba en los años treinta. Varias de las mayores empresas industriales fueron construidas con capitales de Alemania, incluyendo la empresa de aguas Mekoroth y la empresa textil Lodzia. La afluencia de los bienes y capital de Ha'avara, concluye Black, produjo una explosión económica en la Palestina judÃa y fue un factor indispensable en la creación del Estado de Israel. El acuerdo de Ha'avara contribuyó grandemente al desarrollo judÃo en Palestina y asÃ, indirectamente, a la fundación del Estado israelita. Una circular del boletÃn de enero de 1939 del Ministerio del Exterior alemán informó, con algún presentimiento que el traslado de la propiedad judÃa fuera de Alemania [a través del acuerdo de Ha'avara] contribuyó en no poca magnitud a la construcción de un Estado judÃo en Palestina. Ex funcionarios de la compañÃa Ha'avara en Palestina confirmaron esta visión en un estudio detallado del Acuerdo de Traslado publicado en 1972: “La actividad económica resultante de la entrada de capitales alemanes y las transferencias de Ha'avara a los sectores privados y públicos fueron importantÃsimas para el desarrollo del paÃs. Muchas industrias y empresas comerciales nuevas establecidas en la Palestina judÃa y numerosas compañÃas que son enormemente importantes incluso hoy en la economÃa del Estado de Israel deben su existencia al Ha'avaraâ€. El Acuerdo del Traslado es el ejemplo más elocuente de la cooperación entre la Alemania de Hitler y el sionismo internacional. A través de este pacto, el Tercer Reich de Hitler hizo más que cualquier otro gobierno durante los años treinta para apoyar el desarrollo judÃo en Palestina. 1937, el cambio de politica:El apoyo alemán al sionismo no fue ilimitado. El gobierno y el Partido estaban muy atentos a la continua campaña de las poderosas comunidades judÃas en los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros paÃses para movilizar a sus gobiernos y ciudadanos judÃos contra Alemania. Mientras que la JuderÃa mundial permaneciera implacablemente hostil hacia la Alemania Nacional Socialista, y que la gran mayorÃa de judÃos alrededor del mundo mostrara pocos deseos para asentarse en la “tierra prometida†sionista, un estado judÃo soberano en Palestina no resolverÃa la cuestión judÃa internacional. En cambio, razonaron los funcionarios alemanes, fortalecerÃa mucho la peligrosa campaña anti-alemana. Por consiguiente, el apoyo alemán hacia el sionismo se limitó al apoyo a un "Hogar judÃo" en Palestina bajo control británico, no un estado judÃo soberano. Un estado judÃo en Palestina, informaba el Ministro de relaciones exteriores a los diplomáticos en junio de 1937, no estaba en el interés de Alemania porque no podrÃa absorber a todos los judÃos alrededor del mundo y sólo servirÃa como una base de poder adicional para la JuderÃa internacional, de la misma manera como Moscú sirvió como base para el bolchevismo. Reflejando el cambio en la polÃtica oficial, la prensa alemana expresó una mayor simpatÃa en 1937 con la resistencia Ãrabe Palestina a las ambiciones sionistas, en un momento en que las tensiones y los choques entre judÃos y árabes en Palestina aumentaban progresivamente. En una circular del boletÃn de la Oficina de ExtranjerÃa del 22 de junio de 1937, advirtió que a pesar del apoyo al reasentamiento de los judÃos en Palestina, “serÃa, no obstante, un error asumir que Alemania apoye la formación de una estructura estatal en Palestina bajo alguna forma de control judÃo. En vista de la agitación anti-alemana de la JuderÃa Internacional, Alemania no puede estar de acuerdo con que la formación de un estado Palestino judÃo ayudarÃa al desarrollo pacÃfico de las naciones del mundoâ€. “La proclamación de un estado judÃo o una Palestina administrada por los judÃosâ€, advirtió un memorándum interno de la sección de asuntos judÃos de la SS, “crearÃa para Alemania un nuevo enemigo, uno que tendrÃa una profunda influencia en los desarrollos del cercano Orienteâ€. Otra agencia de la SS predijo que un estado judÃo: “trabajarÃa para otorgar protección especial como minorÃa a los judÃos en cada paÃs, dando por consiguiente protección legal a la actividad de explotación de la juderÃa mundialâ€. En enero de 1939, el nuevo ministro del exterior de Hitler, Joachim von Ribbentrop, igualmente advirtió en otro boletÃn que “Alemania debe considerar como peligrosa la formación de un estado judÃo†porque “traerÃa consigo un crecimiento internacional de poder a la juderÃa mundialâ€. El propio Hitler analizó totalmente este problema en forma personal a principios de 1938 y, a pesar de su eterno escepticismo por las ambiciones sionistas y presentimientos que sus polÃticas podrÃan contribuir a la formación de un estado judÃo, decidió apoyar aún más vigorosamente la migración judÃa a Palestina. La perspectiva de librar a Alemania de sus judÃos, concluyó, pesarÃa más que los posibles peligros. Entretanto, el gobierno británico impuso drásticas restricciones a la inmigración judÃa en Palestina en 1937, 1938 y 1939. En respuesta al bloqueo britanico, el servicio de seguridad de la SS concluyó una alianza secreta con la agencia clandestina sionista, Mossad le-Aliya. Acordaron pasar ilegalmente de contrabando a los judÃos a Palestina. Como resultado de esta intensiva colaboración, varios convoyes de naves tuvieron éxito en alcanzar Palestina, burlando las lanchas británicas. La migración judÃa, legal e ilegal, desde Alemania (incluso de Austria) a Palestina aumentó dramáticamente en 1938 y 1939. En octubre de 1939 estaba fijada la salida de otros 10,000 judÃos, pero la erupción de la guerra en septiembre llevó a fin este esfuerzo. De todas maneras, las autoridades alemanas continuaron promoviendo indirectamente la emigración judÃa a Palestina durante 1940 y 1941. Inclusive, hasta marzo de 1942, por lo menos un “kibbutz†sionista, para potenciales emigrantes , continuó operando oficialmente autorizado en la Alemania de Hitler.  __________________________________ [*]Resumido, editado y complementado por el que aquà lo comparte. .
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Mar.bo
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Asunto: Re: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 24 May 2018 08:21
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Registrado: 18 Ago 2015 23:43 Mensajes: 1867
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. Sobre cuando los sionistas ofrecieron una alianza militar a Hitler
A principios de enero de 1941, una pequeña pero importante organización sionista entregó una propuesta formal a los diplomáticos alemanes en Beirut para una alianza polÃtico-militar con la Alemania en guerra.
La oferta fue hecha por una organización radical secreta, más conocida como Lehi o Stern. El Lehi (Lojamei Jerut Israel o Luchadores por la Libertad de Israel) fue un grupo armado sionista que operó clandestinamente en el Mandato británico de Palestina entre 1940 y 1948. Los integrantes del Lehi se escindieron del Irgún al decidir estos últimos suspender la lucha armada contra los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo principal del Lehi era expulsar a los británicos de Palestina para permitir la libre inmigración de los judÃos a Palestina (aliyah) y crear el Estado judÃo. Su lÃder, Avraham Stern, rompió con los radicales nacionalistas de la “Organización Nacional Militar†(Irgun Zvai Leumi) por la actitud del grupo hacia Gran Bretaña, la cual habÃa prohibido el asentamiento de judÃos en Palestina. Stern consideraba a Bretaña como el enemigo principal del sionismo. El grupo fue conocido en sus orÃgenes como Grupo Stern (por su fundador Abraham Stern) o, simplemente, Stern, y etiquetado despectivamente como Stern Gang por las autoridades británicas.
En sus discursos y declaraciones, los principales estadistas de la Alemania Nacional-Socialista habÃan enfatizado que el Nuevo Orden en Europa requerÃa la solución radical de la cuestión judÃa mediante la evacuación. (Europa judenrein). La evacuación masiva de judÃos de Europa era una condición previa para resolver la cuestión judÃa. Sin embargo, la única manera que esto podia ser logrado era a través del reasentamiento del pueblo judÃo en Palestina. Por otra parte, el Lehi consideraba al Gobierno británico el único y principal enemigo, mientras que a Hitler solo lo veÃan como uno de tantos perseguidores que habÃa del pueblo judÃo, con el que incluso podÃan plantearse alianzas tácticas, confiados en que la idea nacional-socialista de una Europa judenrein podrÃa ser funcional a sus planes de facilitar el retorno masivo de judÃos a Palestina. Eso explica que a principios de 1941 los principales lÃderes del Lehi tuvieran contactos con las autoridades del Tercer Reich con el objetivo de conseguir la expulsión de los judÃos de Europa hacia Palestina, ofreciendo a cambio la resistencia judÃa en Medio Oriente contra el Imperio inglés.
La oferta incluirÃa actividades militares, polÃticas y de inteligencia dentro de Palestina y, después de ciertas medidas organizacionales, también fuera de Palestina. Junto con esto, los judÃos de Europa serÃan militarmente entrenados y organizados en unidades militares bajo la dirección y orden del Movimiento de Liberación de Israel. Ellos tomarÃan parte en operaciones de combate con el propósito de conquistar Palestina, si se formarse un frente como el propuesto.
La participación indirecta del Movimiento de Liberación de Israel en el Nuevo Orden de Europa, ya en la fase preparatoria, combinada con una solución radical-positiva de la cuestión judÃa europea en base a las aspiraciones nacionales del pueblo judÃo arriba expresadas, fortalecerÃa en gran forma la fundación moral del Nuevo Orden a los ojos de toda la humanidad. La cooperación del Movimiento de Liberación de Israel también serÃa consistente con un discurso reciente del Canciller del Reich alemán en el que Hitler enfatizó que él utilizarÃa cualquier combinación y coalición con el fin de aislar y derrotar a Inglaterra.
No hay ningún registro de una respuesta alemana a esta propuesta, sin embargo la aceptación era muy improbable porque, por aquel tiempo, la polÃtica alemana era decididamente en pro de los árabes. Notablemente, el grupo Stern buscó un pacto con el Tercer Reich en un momento en que las historias de que Hitler estaba decidido a exterminar a los judÃos ya estaban en amplia circulación. Obviamente Stern no creyó las historias. Un miembro importante del Lehi en el momento en que el grupo hizo esta oferta fue Yitzhak Shamir, quien más tarde sirvió como Primer Ministro del Estado de Israel. Como Jefe de Operaciones de Lehi, después de la muerte de Stern en 1942, Shamir organizó numerosos actos terroristas, incluyendo el asesinato del Ministro de Asuntos del Medio Oriente, en Noviembre de 1944, el británico Lord Moyne. Años después, cuando a Shamir se le preguntó por la oferta de 1941, él confirmó que estaba en conocimiento de la propuesta de alianza de su organización con Alemania en tiempos de guerra. Conclusión
A pesar de la básica hostilidad entre el régimen de Hitler y la JuderÃa internacional, durante varios años los intereses del sionismo judÃo y de la Alemania Nacional-Socialista coincidieron.
Colaborando con los sionistas para una solución mutuamente deseable y humana a un complejo problema, el Tercer Reich estaba deseoso de hacer sacrificios en su comercio exterior, a fin de dañar las relaciones de Gran Bretaña y encolerizar a los árabes. Dicho plan fue retomado por los Estados Unidos por cuenta propia después de la guerra.
De hecho, durante los años treinta, ninguna nación hizo más para apoyar sustantivamente los objetivos judÃo-sionistas que la Alemania de Hitler.
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[*]Resumido, editado y complementado por el que aquà lo comparte. .
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xmigoll
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Asunto: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 24 May 2018 11:57
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Registrado: 18 Ene 2014 11:57 Mensajes: 5604
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xmigoll
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Asunto: Re: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 24 May 2018 11:59
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Registrado: 18 Ene 2014 11:57 Mensajes: 5604
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Mar.bo escribió: . Sobre cuando los sionistas ofrecieron una alianza militar a Hitler
A principios de enero de 1941, una pequeña pero importante organización sionista entregó una propuesta formal a los diplomáticos alemanes en Beirut para una alianza polÃtico-militar con la Alemania en guerra.
La oferta fue hecha por una organización radical secreta, más conocida como Lehi o Stern. El Lehi (Lojamei Jerut Israel o Luchadores por la Libertad de Israel) fue un grupo armado sionista que operó clandestinamente en el Mandato británico de Palestina entre 1940 y 1948. Los integrantes del Lehi se escindieron del Irgún al decidir estos últimos suspender la lucha armada contra los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo principal del Lehi era expulsar a los británicos de Palestina para permitir la libre inmigración de los judÃos a Palestina (aliyah) y crear el Estado judÃo. Su lÃder, Avraham Stern, rompió con los radicales nacionalistas de la “Organización Nacional Militar†(Irgun Zvai Leumi) por la actitud del grupo hacia Gran Bretaña, la cual habÃa prohibido el asentamiento de judÃos en Palestina. Stern consideraba a Bretaña como el enemigo principal del sionismo. El grupo fue conocido en sus orÃgenes como Grupo Stern (por su fundador Abraham Stern) o, simplemente, Stern, y etiquetado despectivamente como Stern Gang por las autoridades británicas.
En sus discursos y declaraciones, los principales estadistas de la Alemania Nacional-Socialista habÃan enfatizado que el Nuevo Orden en Europa requerÃa la solución radical de la cuestión judÃa mediante la evacuación. (Europa judenrein). La evacuación masiva de judÃos de Europa era una condición previa para resolver la cuestión judÃa. Sin embargo, la única manera que esto podia ser logrado era a través del reasentamiento del pueblo judÃo en Palestina. Por otra parte, el Lehi consideraba al Gobierno británico el único y principal enemigo, mientras que a Hitler solo lo veÃan como uno de tantos perseguidores que habÃa del pueblo judÃo, con el que incluso podÃan plantearse alianzas tácticas, confiados en que la idea nacional-socialista de una Europa judenrein podrÃa ser funcional a sus planes de facilitar el retorno masivo de judÃos a Palestina. Eso explica que a principios de 1941 los principales lÃderes del Lehi tuvieran contactos con las autoridades del Tercer Reich con el objetivo de conseguir la expulsión de los judÃos de Europa hacia Palestina, ofreciendo a cambio la resistencia judÃa en Medio Oriente contra el Imperio inglés.
La oferta incluirÃa actividades militares, polÃticas y de inteligencia dentro de Palestina y, después de ciertas medidas organizacionales, también fuera de Palestina. Junto con esto, los judÃos de Europa serÃan militarmente entrenados y organizados en unidades militares bajo la dirección y orden del Movimiento de Liberación de Israel. Ellos tomarÃan parte en operaciones de combate con el propósito de conquistar Palestina, si se formarse un frente como el propuesto.
La participación indirecta del Movimiento de Liberación de Israel en el Nuevo Orden de Europa, ya en la fase preparatoria, combinada con una solución radical-positiva de la cuestión judÃa europea en base a las aspiraciones nacionales del pueblo judÃo arriba expresadas, fortalecerÃa en gran forma la fundación moral del Nuevo Orden a los ojos de toda la humanidad. La cooperación del Movimiento de Liberación de Israel también serÃa consistente con un discurso reciente del Canciller del Reich alemán en el que Hitler enfatizó que él utilizarÃa cualquier combinación y coalición con el fin de aislar y derrotar a Inglaterra.
No hay ningún registro de una respuesta alemana a esta propuesta, sin embargo la aceptación era muy improbable porque, por aquel tiempo, la polÃtica alemana era decididamente en pro de los árabes. Notablemente, el grupo Stern buscó un pacto con el Tercer Reich en un momento en que las historias de que Hitler estaba decidido a exterminar a los judÃos ya estaban en amplia circulación. Obviamente Stern no creyó las historias. Un miembro importante del Lehi en el momento en que el grupo hizo esta oferta fue Yitzhak Shamir, quien más tarde sirvió como Primer Ministro del Estado de Israel. Como Jefe de Operaciones de Lehi, después de la muerte de Stern en 1942, Shamir organizó numerosos actos terroristas, incluyendo el asesinato del Ministro de Asuntos del Medio Oriente, en Noviembre de 1944, el británico Lord Moyne. Años después, cuando a Shamir se le preguntó por la oferta de 1941, él confirmó que estaba en conocimiento de la propuesta de alianza de su organización con Alemania en tiempos de guerra. Conclusión
A pesar de la básica hostilidad entre el régimen de Hitler y la JuderÃa internacional, durante varios años los intereses del sionismo judÃo y de la Alemania Nacional-Socialista coincidieron.
Colaborando con los sionistas para una solución mutuamente deseable y humana a un complejo problema, el Tercer Reich estaba deseoso de hacer sacrificios en su comercio exterior, a fin de dañar las relaciones de Gran Bretaña y encolerizar a los árabes. Dicho plan fue retomado por los Estados Unidos por cuenta propia después de la guerra.
De hecho, durante los años treinta, ninguna nación hizo más para apoyar sustantivamente los objetivos judÃo-sionistas que la Alemania de Hitler.
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[*]Resumido, editado y complementado por el que aquà lo comparte. . Traducción. Manipulado y editado por quien lo comparte porque, como no puede ser de otra manera, porqué vamos a dejar que alguien intente comprender un texto por sà mismo y pueda leerlo. Ya editamos nosotros lo que el lector debe observar y entender. Periodismo new age por Mar.bo; vendo consejos que para mà no tengo. Un saludo para todos los habitantes de Chiapas. 
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Mar.bo
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Asunto: Re: 9 de mayo, ¿dÃa de la Victoria u otro dÃa del Perdón?
Publicado: 04 Jul 2018 07:48
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Salario mÃnimo |
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Registrado: 18 Ago 2015 23:43 Mensajes: 1867
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En mensajes anteriores hemos visto que nacional-zionistas y nacional-socialistas compartÃan la idea de reasentar a los judÃos en Palestina. Hemos visto que no solo compartieron ideas sino también cooperaron en acciones concretas. Sin embargo la empresa germano-zionista también enfrentó resistencias y dificultades, pero el mas importante obstáculo radicaba de los mismos judÃos. Hitler y la cupula zionista la tenÃan claro: para expulsar al pueblo judÃo de Europa era condición necesaria romper aquello que los retenÃan en Europa, es decir, destruir lo que daba sentido y organización a la vida en comunidad. En primer lugar, eliminar la intelligentsia judÃa y sus liderazgos religiosos y politicos, después sus redes sindicales, culturales, educativas, laborales, polÃticas, y finalmente la destrucción fÃsica de las juderÃas en ciudades y pueblos, y asà volver imposible el renacimiento de esas comunidades y forzarles, si o si, a abrazar el proyecto zionista.. Fue asà que pudo el CaÃn zionista librar su mayor obstáculo y obtener su anhelado estado: ofertando en sacrificio a sus hermanos disidentes. LOS MAYORES ANTISIONISTAS ERAN LOS JUDIOS MISMOS .Es un cuento chino eso que los judÃos aspiraban emigrar a Palestina. Al judÃo, igual que a las moscas la miel, siempre le han atraÃdo las ciudades. Antes de la Segunda Guerra, Palestina era vista como un paramo desierto y solitario, muy poco atractiva comparada con las ciudades de Europa y America. El retorno a Palestina no figuraba en los planes de la gran mayorÃa de los judÃos. El retorno no pasaba de ser una piadosa metáfora religiosa a ocurrir en un lejano e incierto futuro. Al contrario, para la gran mayorÃa de los judÃos la solución a sus problemas no estaba en largarse a un lejano oasis camellero sino en organizarse polÃticamente en las ricas y amables ciudades cristianas. A fines del siglo XIX, Europa del Este fue alcanzada por l'esprit de la modernité. Los mayores cambios afectaron la urbanización, la industrialización, la generalización de la educación y la politización de las clases económicas. En paralelo aumentó la secularización lo cual dio por resultado nuevas ideologÃas que tenÃan a la justicia social, la autonomÃa cultural y la liberación nacional por metas. Los ostjuden o judÃos esteeuropeos no se libraron de estos cambios. Es asà que se acercaron a los nuevos movimientos con la finalidad de resolver sus problemas, pero dado que su situación era diferente a la de los cristianos, debido al antisemitismo y discriminación que ellos sufrÃan (y a la vez ocasionaban), adaptaron las nuevas ideologÃas como el socialismo, el comunismo y el nacionalismo a su manera, como judÃos. El yidish no el hebreo, como elemento de identificación y la toma de conciencia. Durante el siglo XVIII, en Alemania, se dio un proceso de secularización judÃa llamado Haskalá (Ilustración), pero con los cambios del siglo XIX el movimiento se fragmentó en posturas opuestas. Inicialmente los maskilim (ilustrados) consideraban al yidish como una lengua vulgar y corrompida, pero los nuevos movimientos de afirmación cultural lo rescataron. Muchos maskilim terminaron valorizándolo como un vehÃculo para la afirmación polÃtica y cultural de los judÃos. Las reformas del zar Alejandro II (1855-1881) y la consecuente modernización del mercado económico fueron condiciones para que se creara el movimiento trabajador ruso y en particular el de los trabajadores judÃos en el Imperio ruso. En este proceso el centro del movimiento laboral fue Lituania, debido a que la participación de los judÃos en la manufactura era mucho más elevada que en cualquier otra zona del imperio. Por entonces Vilna era vista como la Jerusalén de Lituania y como el centro esteeuropeo de la Haskalá. Para 1880 ya existÃan en esta región "cÃrculos marxistas" en los cuales se relacionaban trabajadores judÃos con miembros de la intelligentsia. Para 1890 los judÃos que trabajaban en las industrias ya organizaban huelgas que promovÃan la toma y difusión de la conciencia de clase entre los trabajadores judÃos. Pronto en los ambientes laborales los términos anarquista, revolucionario y judÃo se volvieron sinónimos. En Lituania era donde los trabajadores judÃos estaban mas concientizados de si mismos. En este contexto efervescente y reivindicador fue creado el Bund en 1897. EL BUNDEl Bund estaba fuertemente opuesto al sionismo, argumentando que la emigración a Palestina era una forma de escapismo y traición. El Bund sostenÃa que era la cultura, no el estado ni un lugar, la verdadera esencia del "nacionalismo" judÃo. Pora eso el Bund promovió el uso del yidish como el idioma nacional judÃo y se opuso al proyecto sionista de revivir el hebreo. El Bund logró reclutar un gran número de trabajadores judÃos y se constituyó como partido politico exclusivamente judÃo. En 1898 participaron en la creación del Partido Social Demócrata de los Trabajadores Ruso (RSDLP) como fracción autónoma. Después de la Revolución de 1917 el Bund de Rusia fue absorbido por los bolcheviques por medio del "Kombund" o Bund comunista. El Bund en Polonia y LituaniaEn 1918, tras la desaparición del Imperio ruso, Polonia y Lituania consiguieron su independencia, en cada uno de estos paÃses un Bund independiente continuó su militancia en las areas de gran población judÃa. En Polonia, los bundistas buscaban que los judÃos no emigraran a Palestina, que se quedaran apoyando la construcción del socialismo. Cuando el sionista Jabotinsky abogaba por la evacuación de los judÃos europeos, los bundistas lo acusaron de apoyar el antisemitismo. Según un historiador el éxito del Bund se debió a que "sus organizaciones periféricas fomentaron valores e ideas que diferÃan marcadamente tanto de las impulsadas por las instituciones polacas, dominadas por católicos, como por las sometidas a las autoridades rabÃnicas (Halajá). Los bundistas en Polonia tuvieron un notable éxito en atraer y fomentar una contracultura de autoafirmación distintiva". Es asà como el Bund presentaba una nueva forma de ser judÃo. Se convirtió en un movimiento de contracultura que buscaba resolver los problemas de los judÃos sin desertar a Palestina. El Folkspartei y el AgudatOtro partido antisionista en Lituania y Polonia fue el Folkspartei. El Folkspartei compartÃa con el Bund el énfasis en el yidish y su cultura pero, a diferencia del Bund, estaba formado por miembros de la clase media, y tenÃa una ideologÃa distinta. Dentro de esta ideologÃa se mantenÃa que la asimilación no era un fenómeno natural, que podia y debÃa evitarse, que la lucha polÃtica judÃa debÃa centrarse en la autonomÃa comunitaria judÃa. El Folkspartei, a diferencia del bundismo, no abogaba por la lucha de clases, era un partido liberal en lo económico, y partidario de la democracia polÃtica y el estado laico. El Folkspartei era al igual que el Bund decididamente antisionista. Y luego estaban los religiosos, que se oponÃan al Bund, al Folkspartei y al sionismo. La única organización polÃtica importante de judÃos ortodoxos (no-sionista) fue el Agudat, que pretendÃa solución a los problemas de los judÃos de acuerdo a la letra y espÃritu de su religion. Cuando el sionismo polÃtico comenzó a surgir en la década de 1890 y reclutaba partidarios, los judÃos ortodoxos se opusieron decididamente a él, porque aseguraban que un estado judÃo solo podrÃa surgir de la intervención divina. El Agudat fue fundado en Alemania, en 1912, como una organización para judÃos observantes, que luego se extendió a los territorios del este, ocupados por Alemania en la Primera Guerra Mundial. En Polonia tomo el nombre de Agudas Shlumei Emunei Yisroel (Israelitas totalmente fieles), en referencia a Sam II:20,19. En 1928 cambio su denominación a Agudat Ysrael. El Agudat originalmente tenÃa una mezcla jasÃdica y "litvish" (haredi de estilo lituano). El Agudat también rechazaba el sionismo, tanto como la asimilación, el liberalismo, el socialismo, el ateÃsmo. Opinaba que el "culto" al Estado propio de los sionistas es una idolatrÃa que la Torah condena. En resumen, el proyecto sionista era minoritario frente a las otras opciones polÃticas. El sionismo era rechazado y estaba acorralado sin gran futuro por los mismos judÃos. La guerra fue la que cambio esa situación. Segunda Guerra Mundial y fin de los opositores.Como bien sabemos, el 1 de septiembre de 1939 el estado alemán invadió Polonia lo que dio lugar al inicio de la etapa bélica de lo que se conoce como Segunda Guerra Mundial. Por lo respecta a los judÃos este conflicto tuvo por resultado el fin de la sociedad judÃa europea tal como hasta entonces se conocÃa. Fue asà que finalmente pudo el CaÃn zionista librarse de su mayor obstáculo y obtener su anhelado estado: ofertando en sacrificio encendido a sus hermanos disidentes. Como vemos, la violencia construyo el triunfo sionista, y por eso la violencia es irrenunciable al estado sionista, es lo que les permite mantener la actual unidad.- o 0 o - Curiosidad: "A los diez dÃas del mes séptimo (Tishri) será el dÃa de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida al Eterno" (LevÃtico 16) El año 2000 tiene cierta significación para nosotros que nos regimos por el calendario gregoriano, pues simboliza el cambio de milenio. De igual manera para los judÃos el año 5700 es especial debido a que marca con exactitud 300 ciclos metonicos desde la creación del mundo, de acuerdo con la cronologÃa judÃa. Lo anecdótico de esto es que el año 5700 judÃo corresponde al periodo 1939-1940 gregoriano. El séptimo mes judÃo denominado Tishri corresponde en parte a nuestro septiembre, y el decimo dÃa al dÃa 23. El 23 de septiembre de 1939, fue un "dÃa de aflicción". Tras asediar la ciudad de Varsovia durante ocho dÃas, los alemanes inician el "decimo dÃa del séptimo mes" el ataque final contra la ciudad y los últimos restos del ejercito polaco. Y comenzó el fin de las juderÃas esteeuropeas y todas las alternativas judias que se oponÃa al proyecto sionista.Para mayor gloria del sionismo mundial... .
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